MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
11 DE MARZO DEL 2012
Amado Pueblo Mío, les bendigo:
CADA UNO DE USTEDES ES EL FRUTO DE MI AMOR.
AL INVOCAR MI NOMBRE, MI CASA ES ILUMINADA POR MIS CRIATURAS HUMANAS.
POR ESTA RAZÓN NO OLVIDEN QUE ME MANTENGO A LA ESPERA DE MIS HIJOS.
Les invito en esta Cuaresma a entregarme una ofrenda salida de lo profundo del corazón, con conciencia de lo que ofrecen, sintiéndolo dentro del ser y en lo profundo del alma. ¡Existe tanto con que pueden agradarme, con que pueden reparar y unirse más a Mí!
Ayunen alejando el egoísmo, la avaricia, la inconstancia, la desobediencia, la impureza y los excesos.
Ayunen alejándose de los medios de comunicación masiva que son utilizados para que decaigan espiritualmente.
Ayunen de la impureza, de la infidelidad, del maltrato en la familia y de los vicios.
¡OFREZCAN, OFREZCAN, OFREZCAN!
¡Cuánto tienen a la mano para ofrecerme!..., y no lo encuentran porque no se relacionan Conmigo y prefieren no abstenerse de algo mundano, antes que ofrecer un sacrificio por el bien propio y el de toda la humanidad.
Amados, si miraran la realidad en que se mantiene la humanidad, los propósitos para ofrecer y ayunar abundarían por doquier. Esa lejanía que mantienen hacia Mí es la causa de la sobreabundancia del pecado.
ACUDAN A MÍ, PERMANEZCO EN EL SAGRARIO, BÚSQUENME QUE LES ATENDERÉ,
BÚSQUENME DENTRO DE USTEDES, AHÍ MORO YO.
Hijos, Pueblo Mío, tanto dolor se gesta para todos, que Mis Ángeles se mantienen acompañándoles para el instante preciso, no les dejan solos, se mantienen atentos a los movimientos de las potencias ya que dejarán caer el padecimiento sobre la humanidad.
No deseo un Pueblo que Me presente ofrendas materiales, sino un Pueblo fiel, sabedor de Mi Presencia real y verdadera en la Eucaristía, un Pueblo conocedor de que Mi Espíritu mora en lo profundo de cada uno.
Deseo un Pueblo que Me conozca para que Me ame, un Pueblo que tenga conciencia de que Mi Pasión es un eterno presente, conscientes del amor al prójimo. PERO SOBRE TODO SABEDORES DE MI AMOR, DE MI MISERICORDIA, PERO A LA VEZ DE MI JUSTICIA, YA QUE SI NO APLICARA ÉSTA, NO SERÍA UN PERFECTO REY.
La tolerancia hacia Mi Pueblo ha descarriado a Mi Rebaño. La excesiva suavidad con la que se ha conducido a Mi Pueblo le ha dado paso para despreciarme y ofenderme.
Hijos, no enmudezcan, no sean temerosos de mencionarme. Si Me aman mencionen Mi Nombre, que sus hermanos tengan conciencia de que Yo moro en ustedes.
ESTOS INSTANTES NO SON PARA LOS TIBIOS, PORQUE SOBRE ELLOS SE ABALANZARÁN LAS FUERZAS DEL MAL QUE HAN CAPTURADO A LAS CRIATURAS Y LAS MANTIENEN EN UN CONSTANTE OFENDERME.
En este instante miro a los tibios que Me buscan y Me desprecian, los que Me han alejado de su vida cediendo ante el mal, y Mi Pueblo que se mantiene temeroso de pronunciar Mi Nombre y de que sus hermanos tengan claro de que son diferentes.
SON POCOS LOS QUE NO TEMEN DECIR QUE ME AMAN Y QUE CREEN EN MÍ Y EN MI MADRE.
Oren, pero no con palabras que se olvidan o se dicen casi repetitivamente sin meditarlas.
Oren a Mi Espíritu para que les colme de fortaleza.
Oren a Mi Madre, Ella guiará a Mí Pueblo en este instante tan decisivo.
Amados Míos: continuarán enfrentándose a la naturaleza y con ella el padecer no cesará en un lugar y en otro. Por esta razón no miren con indiferencia el desconsuelo de quienes padecen. El fuego continuará acarreando expectativa y dolor. La Tierra se estremecerá fuertemente. Los animales dan avisos que el hombre no mira.
Oren por Japón.
Oren por Brasil.
Oren por Estados Unidos.
NO MIREN ESTA CUARESMA COMO UNA MÁS SINO VÍVANLA EN SILENCIO Y MEDITACIÓN, PENETREN EN EL MISTERIO DE MI CRUZ Y GUSTEN DE LA INFINITUD DE MI AMOR.
SEAN ESOS HIJOS DIFERENTES QUE MARCAN EL PASO DE MI PRESENCIA EN MEDIO DE LA HUMANIDAD.
Mi bendición permanece ante cada uno, tómenla.
Les bendigo.
Su Jesús.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
11 DE MARZO DEL 2012
Hermanos (as):
Oh Señor, conscientes de nuestra culpa y debilidad, acudimos a Ti diciendo:
“SEÑOR DIOS DE LOS EJÉRCITOS, QUE BRILLE TU ROSTRO Y NOS SALVE”
SALMO 79,8