lunes, 20 de febrero de 2012

YO JESUS OS HABLA

NO PERMITIRÉ QUE LOS DOLORES, EL MARTIRIO INCRUENTO DE MI SANTA MADRE SE MALOGREN

Hijos Míos, Soy Jesús de Nazaret quien os habla. Hijos de Mi Divino Corazón que Me sois fieles y que vivís pendientes de Mí y de Mi Evangelio, os digo que antes se puede desintegrar el Planeta Tierra, a que Mis palabras dejasen de existir, porque hijos, eso es lo que quisiera Satanás, que unos cuantos rebeldes manipulados y dirigidos por el, hundan toda la doctrina que Yo traje y que el Magisterio de la Iglesia ha guardado celosamente durante siglos. Yo, Jesús de Nazaret, os hablo.
Mis palabras son palabras de Vida Eterna y nadie las vulnerará, ni las extinguirán. Parecerá que sí que Me han vencido, pero no hijos, no, porque todo lo que en el Cielo se pensó para la salvación  de las almas no lo va a hundir ningún rebelde de la Tierra, porque Yo Soy el Todopoderoso, pero os pido misericordia para con ellos, os pido oración y penitencia, para que quienes no quieren obedecer a Mi Papa, depongan su actitud. Yo, Jesús, os hablo.
Soy el Dios Altísimo, Hijo de María y de José, y os digo, que los dolores de Mi Santa Madre no se malograran, porque Ella, al pie de la Cruz sufrió por el nacimiento de Mi Iglesia y regó con sus lagrimas y sufrimientos Mi doctrina, lo que os enseñé en Mi paso por la Tierra, y Yo no permitiré que los dolores, el martirio incruento de Mi Santa Madre se malogre porque hayan sacerdotes que se levanten en rebeldía y, pretendan ellos sustituir en unos días el Magisterio de la Iglesia Católica y hacerlo a su antojo y conveniencia.
Quien se alza contra Mí, se alza contra la Verdad y la Justicia y el mal hace mucho ruido pero no vence, mas bien estimula a Mis fieles seguidores a batallar con (más) tesón, y así, sin que los que se alzan en Mi contra se den cuenta, su mal acrecienta el bien en Mis verdaderos y auténticos discípulos, en aquellos que aceptan Mi santa doctrina, porque su actitud les estimula a darme más y a padecer por el bien de la Iglesia Católica. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo.
Sed fieles a Mi amor y tened esperaza de que Yo no os dejaré nunca hasta el fin de los siglos. Yo, Jesús, os hablo.

YO MEDIO ANTE MI PADRE ETERNO POR TODAS LAS ALMAS EN PARTICULAR

Cada alma es para Mí un mundo diferente, algo insustituible y, a cada alma, Yo la aprecio y valoro por sí sola. Yo, Jesús, os hablo.


No creáis, hijos Míos que las almas son todas para Mí lo mismo, sino que cada alma es para Mí diferente, única e irrepetible, aunque luego en el aspecto humano os parezcáis en el carácter y en vuestras reacciones. Pero un acto de amor que Me haga un alma determinada, para Mí es insustituible por otros millones de actos de amor de otras almas, porque cada alma es para Mí irrepetible y Yo la amo por sí misma, aunque Mí amor por ella también sea general y universal a todas las almas del mundo. Yo, Jesús, os hablo.


No digáis que como tengo mucha gente que Me reza y que Me honran en la Santa Misa, ya tengo suficiente, no hijos, no, porque Yo deseo a todas en general y a cada una en particular, y lo que Me puede dar un alma determinada, no Me lo puede dar otra, porque para Mí cada una es diferente.


Yo deseo el amor de cada una en concreto, aunque luego universalmente Me hagan actos públicos y actos de adoración, pero el dialogo que Me ofrezca un alma en la Comunión o en la oración, es para Mí único e irrepetible porque Yo veo sus intenciones, la disposiciones de su corazón y el grado de amor con que Me lo hace. Hijos, esto os puede costar entenderlo, pero es así, para Mí sois todos importantísimos, no solo los buenos, los que Me honran, sino también aquellos que son pecadores y que  jamás Me tienen un leve recuerdo. Yo, Jesús, os hablo.


Yo medio ante Mi Padre Eterno por todas las almas en particular, no le digo que El de Su gracia solo a los que Me honran en esta vida, sino que medio por cada uno en particular y, aquellas almas que se apartan de Mis sendas, pido por ellas para que vuelvan al Redil Divino de Mi Corazón y Me amen. Hijos Míos, eso es lo que quiere Satanás que os apartéis de Mis sendas y Me abandonéis, porque Yo Soy la Vida, la Vida Eterna del alma, la Vida de la gracia de cada una en particular y de todas en general, y Satanás desea para las almas, el mal eterno que es la condenación. Así pues hijos, ofrecedme vuestro amor, vuestras palabras, vuestras oraciones, porque cada una en particular es para Mí muy importante y Yo la recibo con inmenso amor. Yo, Jesús, os hablo y os asesoro. Recibid, hijos Míos, Mi bendición y manteneos fieles a Mi amor.
 

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