LA COMUNIÓN EN LA MANO
Habla la Madre Teresa de
Calcuta:
El Peor Problema del
Mundo Moderno en Estos Días
Madre Teresa de Calcuta
Comentarios de Padre George
William Rutler en un sermón en Viernes Santo, 1989 a la Iglesia de St. Agnes,
New York City, New York
“Yo les voy a confiar un secreto,
nosotros tenemos unos mil amigos cercanos todos juntos, también tenemos a los
Misioneros de la Caridad con nosotros, a quienes el Espíritu Santo los ha
enviado al mundo para que los secretos de muchos corazones puedan ser
revelados.
No hace
mucho tiempo, atrás Yo dije una Misa y prediqué para la Madre de los
Misioneros, la Madre Teresa, y después del desayuno, conversábamos en el
pequeño cuarto. De repente, no sé cómo,
me encontré preguntándole a la Madre Teresa:
‘¿Madre, cuál piensa Usted que es el peor
problema en el mundo de hoy?’ ”
“Ella, más que nadie, hubiese podido
mencionar cualquier número de candidatos:
hambre, plagas, enfermedades, divorcios, rebelión contra Dios,
corrupción en las comunicaciones (noticias), la deuda mundial, amenaza de una
guerra nuclear y así continuar. Pero sin
pensarlo un segundo, respondió:
‘Dondequiera que voy en el mundo entero, lo
que más me causa tristeza, es ver como las personas reciben la Sagrada Comunión
en la mano.’ ”
Mensajes a Rosa Lopez de Nuestro Señor
Jesús Cristo y Nuestra Madre Amantísima sobre Comunión en la Mano
1995-2000
1995-2000
Enero 19, 1995. Nuestra Madre Amantísima dijo: “Os
aclaro: No Comulgar en pecado, Confesad
primero. No tomar el Cuerpo de Mi Amado
en vuestras manos.“
Mayo 22, 1995. Nuestro Señor dijo: “Hijita
querida, Mi pequeña, os vuestro Padre Celestial... Cuando Yo instituí la Cena,
entregue a Mis discípulos la Sagrada Hostia.
En ese momento, funde la Iglesia con Mi Cuerpo y Mi Sangre... Fui el
Primer Sacerdote, el Primer Obispo, El Primer Papa. Yo entregue en sus manos Mi Cuerpo, que
fueron entregados por vosotros. Fíjate
bien: Se los di en sus manos, y ellos a
sus ves lo pasaron entre todos. Yo
pregunto a vosotros, ¿quien entrega la Divina Hostia? ¿Mis discípulos? No, Yo, Primero en todo. Ellos fueron los primeros siervos Míos
[sacerdotes] de Dios Hecho Hombre,
Supremo en Todo por todos los siglos.
¿Quién debe administrar [la Comunión] en la Iglesia que Yo forme con Mi
Cuerpo y Mi Sangre? Los sacerdotes, y si
los feligreses son muchos, deben de otro sacerdote o monja administrar la
Sagrada Eucaristía. Es por eso que os
mando a Mi Madre, Madre de la Iglesia y los hombres, a reunir a Mis siervos y
Mis hermanos en la Nueva Alianza, para que en una verdadera Comunión en el
Espíritu Santo, arrepentios de ofender a Dios con sus actitudes negativas hacia
Mi Cuerpo... El que divulgue Mi Palabra será grandemente bendecido. Amén.”
Junio 25, 1995. Nuestra Madre Amantísima
dijo: “Condenados aquellos que toman el Pan de la Eucaristía como si tomara
un pedazo de pan en un restaurante o en sus hogares, en un desayuno
cualquiera. Esos quien sin ningún
respeto toman el Cuerpo de Mi Bien Amado, están haciendo el juego al maligno al
ultrajar de ese modo el Cuerpo de Jesús... Todo aquel que no se incline con
respeto ante el Rey de Reyes, antes el Salvador, el Dador de Vida, el Cordero
de Dios Hecho Hombre, que se Inmolo por todo vosotros, sois unos hipócritas,
negadores de la Verdad que encierra el Divino Don... la Sagrada Hostia. No, Mis pequeños, no sabéis hasta que punto
es un pecado eso que vosotros hacéis.
Cada vez que toman en sus manos el
Cuerpo de Jesús, están flagelando de nuevo a Mi Amado Hijo, Jesús. ¿Porque lo hacen, Mis pequeños? Mi Amado os llama en la Eucaristía a una
conversión total, pero hacedlo con amor, reverencia y humildad, con verdadero
respeto a Quien os ama y que os exhorta a Comulgar con devoción y regocijo.”
Julio 1995 (Sin Fecha). Nuestro Señor dijo: “Escribe en Malachias,
que fue de los profetas menores, el último de ellos que luchaba en contra de la
profanación de los sacerdotes de aquellos tiempos...: Capítulo 2, Versículos 1-2: ‘Ahora
pues, para vosotros, oh sacerdotes, tengo este decreto: si no escucháis, ni os
empeñareis en dar gloria a mi nombre, dice Yahvé de los ejércitos, enviare
sobre vosotros la maldición, y maldeciré vuestras bendiciones y las he
maldecido ya - porque no hacéis caso de Mi.’ Capítulo 1, Versículos 6-7: ‘El hijo honra al Padre, y el siervo a su
amo. Ahora bien, ¿si yo soy padre, donde
queda mi honra? Y si soy Señor, ¿donde
esta el temor que me corresponde? dice Yahvé de los ejércitos a vosotros,
sacerdote que despreciáis Mi Nombre, vosotros diréis, ¿en que hemos despreciado
tu nombre? Ofrecéis en mi altar pan
inmundo.’ Esto, Mi pequeña, es oración
que se ajusta a los tiempos de ahora. ¿Y
sabes porque? Porque hoy, los sacerdotes
hacen el ofertorio en el altar del Señor, y en ese momento, el Cuerpo del Bien
Amado está presente en el Santísimo Sacramento del Altar. ¿Pero que pasa cuando ese mismo sacerdote se
Lo ofrece a Mis pequeños? Pues que toda
la Dignidad y Sacrificio del Hijo de Dios es profanada y ofendida en el altar,
en el mismo momento que ese Cuerpo Amado es entregado en las manos de los feligreses. Al mismo tiempo, con todas sus manos sucias
del pecado del mundo, sucias del polvo de la calle y el sudor, es tocada y
vituperada por los que deben en todos los momentos Honrar y Glorificar al
Señor, Cordero de Dios, Que Quita el Pecado del Mundo...”
Febrero 4, 1996. Nuestra Madre Amantísima dijo: “Hijita
Mía, no tengas miedo al taladrar con la Palabra de Jesús a los corazones de Mis
hijos, esos pequeños que imaginan que no están cometiendo ningún pecado. Yo, vuestra Madre Amantísima, les pregunto a
esos pequeños: ¿Vosotros no sabéis que
parar que un sacerdote empiece a consagrar la Sagrada Hostia, tiene que pasar
siete años purificando su cuerpo y su alma y dejar que el Espíritu Santo, con
su Fuego Abrasador, les llene el corazón con el amor de Jesús y los llene con
Su Luz, para que esa misma Luz ilumine a todo aquel que Confiese y Comulgue en
perfecta armonía con Dios? Ante el Bien
Amado, hijita querida, toda rodilla se doblará y toda frente o cerviz debe
bajar...El amor de Jesús, hijita querida, es Infinito, pero Su Dolor también es
Infinito cuando ve que el hombre ha perdido el respeto y reverencia ante Su
Cuerpo y Su Sangre. No profanen más, Hijitos queridos, ese Acto
de Amor, que es la Cena de Jesús. No lo
sigan Crucificando con su desamor y su falta de respeto. Recordad que si vosotros abrís la boca y os
arrodilláis frente al que Todo lo Dio por amor al mundo, el sacerdote no podrá
negarse a consumar ese acto en la santidad de ese momento. Ayuden, Mis pequeños, a los sacerdotes, a volver
a ese acto, con reverencia y respeto, que es Comulgar con Jesús.”
Octubre 6, 1996. Nuestra Madre Amantísima dijo: “Los
hombres creen que el doblar las rodillas ante el Cuerpo Presente de Jesús, que
es en la Comunión, la Sagrada Eucaristía, y hacer una Reverencia en la
Presencia del Cuerpo y la Sangre de Jesús es un pecado. Ya los siervos que pastorean las ovejas no
creen en esa reverencia. Ya pasó de
tiempo, dicen ellos. Ya eso pasó de
moda, porque dicen ellos que eso fue en el tiempo de Jesús y que ya el Papa
autorizó a tomar la Comunión en la mano, sin reverencia, sin respeto...Eso
dicen los siervos de Jesús y María, su Madre Amantísima.”
Octubre 25, 1996. Nuestro Señor dijo: “Los fariseos de estos tiempos
se inventan sus propias doctrinas y sus propios dogmas. Son Apostólicos y Romanos, acuden a la
iglesia, se santifican, Comulgan a veces sin Confesar, manos no consagradas
elevan Hostias y dan en la mano Mi Cuerpo y hasta el Vino lo han suspendido, ya
no se arrodillan; dicen que no se usa...dicen que [la Sagrada Eucaristía] es un
símbolo porque Cristo está vivo, y si lo ponen en el altar, ofenden a los otros
cristianos.”
Mayo 14, 1997. Nuestro Señor dijo: “En Éxodo, Moisés bajó del
monte para preparar a su pueblo para honrar a Dios. Les dijo:
prepárense para pasado mañana y no tengan relaciones sexuales. ¿Te fijas, Mi pequeña, cómo aquellos hombres
tenían que estar limpios de cuerpo y sus ropas, para rendir culto a Dios y cómo
hoy, los siervos que Dios os dejó para enseñar Su Palabra y cumplir la Ley,
ponen a mujeres y hombres que no tienen las manos consagradas a dar el Cuerpo y
la Sangre de ese Hombre, Que es Dios Mismo Hecho Carne? Ellos han cambiado la Ley. Es por eso que la Furia del Señor se hará
sentir en forma de truenos, relámpagos, fuego y lluvia fango tragándose todo lo
que se oponga a Su Paso.”
Junio 9, 1997. Nuestro Señor dijo: “Mi pequeña, ¿qué pasa en las
iglesia con los siervos que os dejé [los sacerdotes]? Dejaron entrar sectas de otras denominaciones
en la Iglesia...Hoy, se da en la mano porque es ‘antihigiénico’ darla en la
boca...La Comunión para ellos [los de otros sectas] es un acto idólatra porque
ellos no creen que el Cuerpo de Jesús y Su Sangre están ahí en ese pedacito de
pan.”
Julio 3, 1997. Nuestra Madre Amantísima dijo: “¿No
recuerdas, Mi pequeña, que el Movimiento de Renovación Carismática Católica es
el significado de una orden que está más allá del entendimiento de los
creyentes que creen y se prestan, sin darse cuenta que están siendo utilizados
para la destrucción interna de la Iglesia?...el respeto en la Iglesia pasó de
moda...todas esas cosas, como el doblar rodillas y tomar la Comunión en la
boca, son cosas del pasado...Además...es ‘antihigiénico’ tomar la Comunión en
la boca. Todo esto, Mi pequeña, está
preparado por un diabólico plan que desde 1962 ha estado penetrando la Iglesia
Verdadera para, en su lugar, poner la Evangélica que es la que, según esa
poderosa red es la original.”
Agosto 19, 1997. Nuestra Madre Amantísima dijo:
“Recibid la Comunión en la boca y no en las manos. Orad para que en la Iglesia, donde está el
Bien Amado Presente en la Eucaristía, se toque música sacra y espiritual para
que nada os ‘entretenga’ mientras estéis en Su Presencia.”
Agosto 2, 1998. Nuestro Señor dijo: “Hija Mía, Me preguntas sobre
la diferencia que hay entre un sacerdote y un diácono. Te quiero explicar que hay mucha
diferencia. Sólo los sacerdotes tienen
las manos consagradas para dar la Misa y dar a los feligreses la Sagrada
Eucaristía. Ni siquiera los seglares
pueden consagrar, menos los diáconos.
Hoy, no hay diferencia, pues [los hombres] han usurpado el lugar que
sólo corresponde a los sacerdotes. Hija
Mía, si nunca se ha ordenado a una mujer como sacerdote, ¿cómo es posible que
hoy, ellos sean quienes también suban al atrio del Señor y den la Comunión a
los feligreses como si fuera una cosa normal?
Pequeña, todo ha cambiado en ese mundo de hombres desobedientes, que no
tienen tiempo de registrar las Sagradas Escrituras para encontrar la Verdad,
que es ahí donde verdaderamente está.
Hija Mía, ¿cuál es la diferencia entre una mujer y un sacerdote? ¿Sólo la sotana? No, hay mucha más diferencia. Jesús no dejó mujer sacerdote porque la
mujer, desde la antigüedad, sólo podía ser testigo desde atrás en los templos,
nunca protagonista en el atrio. Recuerda
que la Virgen María, vuestra Madre Amantísima, a pesar de ser Pura y no haber
perdido Su Virginidad, tuvo que cumplir con la Ley de Moisés y esperar el
tiempo necesario para poder presentar al Niño Jesús en el templo, hasta que no
estuvo purificada no entró hasta el altar, y ella no lo necesitaba. Los mujeres son impura por naturaleza. Ellas tienen algo que la distingue del hombre
– su menstruación. Si Jesús hubiera
querido poner mujeres como sacerdotes, hubiera dejado a Su Madre Amantísima. ¿Quién más pura que Ella? Está escrito que Jesús dijo: ‘Yo soy Santo. Todo el que sirve en el atrio tiene que ser
santo.’ ¿Por qué el sacerdote tiene que
ser célibe? Si, el siervo del Señor
tiene que ser célibe. Entonces, por qué
las mujeres y los que ayudan al sacerdote que son casados unos, y otros
solteros, y por naturaleza tienen que tener alguna relación, ¿por qué ellos,
que no tienen las manos consagradas ni son célibes, dan la Comunión? ¿No creen que sería bueno preguntarse? Desde la antigüedad, los que cuidaban el
Tabernáculo y los Sacramentos tenían que ser puros y limpios y los diáconos o
los que ayudaban y tenían que ver con las cosas de Dios, eran eunucos o se
hacían eunucos. Esto era para tener la
seguridad de que no tendrían relaciones sexuales con nadie.
Febrero 13, 1999. Nuestra Madre Amantísima dijo: “Os
aparezco En todas partes y os he rogado:
No toméis el Cuerpo de Mi Bien
Amado en vuestras manos pecadoras y profanas.
Doblad rodillas ante Él...”
Mayo 8, 1999. Nuestra Madre Amantísima dijo: “Hoy,
ya todo está cambiado. NO nos
arrodillamos en la Santa Misa y recibimos la Eucaristía en las manos porque el
hombre resolvió que tiene que ser de esta forma. Jesús nos dice a través de la Virgen María
que lo Crucificamos cada vez que recibimos la Comunión en las manos. Cuando un sacerdote dice que si recibimos la
Eucaristía en la boca, lo contaminan de gérmenes, ese sacerdote no está
inspirado por el Espíritu Santo, pues el Espíritu Santo lo purifica todos los
gérmenes del maligno. Jesús dice, ‘Mi
Poder está con ellos [los sacerdotes].
Ellos están consagrados a Mi y tienen todo poder, inclusive de hacer
exorcismos.’ ”
Julio 31, 1999. Nuestra Madre Amantísima dijo: “...los siervos o pastores [sacerdotes] que
Mi Amado os dejó para guiar a Su rebaño ofenden a Jesús cuando entregan las
Sagradas Hostias a Ministros de la Eucaristía [hombre y mujeres] para llevarlas
a los enfermos a sus casas u hospitales [en lugar de los sacerdotes]. También Lo ofenden cuando las mujeres [los
Ministros de la Eucaristía] las guardan en sus bolsos de mano, junto con todas
las demás cosas que hay dentro como cigarros, pinturas y hasta con pañales
desechables menstruales y entonces toman en sus manos, que no son consagradas,
la patena y hasta la Sagrada Eucaristía. También los hombres que dan la
Comunión profanan y ofenden a Jesús en todo momento. La mayoría son casados y vienen de todas sus
andanzas en las calles y en sus hogares para dar la Comunión. Los pastores son tranquilos. Si algún feligrés les trata de decir que no
está de acuerdo en la forma que actúa la Iglesia, se ganan la mala voluntad de
los pastores y le llaman fanático...”
Agosto 7, 1999. Nuestro Señor dijo: “Hoy,
vemos cómo los sacerdotes se niegan a dar Mi Sagrado Cuerpo en las bocas a Mis
pequeñas criaturas. Es una confabulación
en todas las iglesias. No quieren
escuchar nada. Hoy, los hombres se han
confabulado con la Sagrada Eucaristía para hacer actos diabólicos y satánicos
con el Sagrado Cuerpo de Jesús y son cómplices casi todos los lugares sagrados
en el mundo. Cualquiera de vosotros
podéis confirmar lo que os estoy diciendo.
Podéis ir a muchos templos donde no os quieren dar la Sagrada Comunión
en la boca sino en las manos.
Agosto 8, 1999. El Padre Celestial dijo: “...Arzobispo
Annibale Bugnini, conocido por la sigla masónica bajo el nombre de BUAN, ordenó
recibir la Eucaristía en la mano en una profanación al Cuerpo y la Sangre de
Jesús. Fue enviado a Irán al saberse que
pertenecía a la masonería. Hoy, todos
los demás masones se han quedado allí mismo en el Templo Sagrado de Dios, todos
vestidos de púrpura, diseñando la ‘Nueva Era’ en la Iglesia, las nuevas reforma
y la Carismatía.”
Agosto 12, 1999. Nuestro Señor dijo: “Hija
Mía...hoy, [los sacerdotes] se confunde al hombre cuando acude a los templos
diciendo que esto [la Sagrada Hostia]...es un símbolo y todos los que están en
este lugar Lo pueden tocar, porque las manos de todos ustedes son santas. Hipócritas, os digo, porque Jesús es el Pan
de Vida.”
Agosto 28, 1999. Nuestro Señor dijo: “...¿por qué es que hoy, los hombres que sirven en Mi altar donde Estoy
Presente todo el tiempo, se contaminan de sexo y de toda clase de pecados
mundanos? Estoy hablando de los diáconos
casados que sirven al mundo y vienen de él contaminados con todos los pecados
que hay en él para servir en Mi altar.
¿Es que acaso la Palabra de Dios puede ser cambiada por el hombre? ¿Es que acaso Dios mintió o se equivocó al
dar a Sus profetas la guía [las Sagradas Escrituras] para que vosotros
caminarais con Ellas? ¿Es que acaso
Jesús se equivocó cuando instituyó en el Nuevo Testamento a Sus apóstoles y les
dio poder para atar y desatar en la tierra por el Espíritu Santo para que fuese
atado y desatado en el cielo? ¿Se
equivocó Jesús, o vosotros os equivocáis al malinterpretar lo que está
escrito? Sois vosotros, Mis pequeñas
criaturas, lo que os habéis equivocado, a través de los tiempos. ¿No os preguntáis por qué Jesús no nombró a
María, la Virgen Madre, siendo Santa y Pura, para que diera a los apóstoles la
Comunión? Es esta la respuesta que voy a
daros; grabadla bien en vuestros corazones:
La Sangre del Cordero no puede mezclarse en el altar con la sangre de
las mujeres. La Virgen María era Pura,
sin embargo, no podía ser elegida para eso, porque entonces sería imitada por
las generaciones de mujeres venideras, que realmente no serían puras porque
menstruarían mensualmente. Para
purificar su cuerpo, Dios le dio la menstruación mensual. El hombre lo ha cambiado todo, hasta en los
templos se ha infiltrado la malignidad.
Es por eso que muchos se creen dioses.
La Jerarquía Divina ha desaparecido en los altares de las iglesias y ha
sido suplantada por los de la Nueva Era, a quienes les ha dado por decir que
sois semejantes a Dios, ya que tenéis las mano santa y que todos podéis dar la
Eucaristía.”
Enero 22, 2000. Nuestro Señor dijo: “Pequeña
Mía, quiero que escribas este Mensaje para Mi Iglesia: ...más importante es retornar Mi Cuerpo y Mi
Sangre al centro de los altares, para que Esté allí todo el tiempo. Tenéis dar a las personas la Sagrada
Eucaristía después de haberse Confesado, pero tenéis dársela en la boca, no en
las manos. Tenéis que recordar que Mi
Cuerpo y Mi Sangre están Presentes cuando consagráis el pan y el vino. Traed de nuevo a todas Mis ovejas a la
Verdadera Doctrina que les dejé en Mis Sagradas Escrituras.”
Febrero 15, 2000. Nuestro Señor dijo: “Mis
sacerdotes, antes de consagrar la Sagrada Eucaristía, se lavan las manos como
símbolo de purificación. En el Salmo 26,
Versículos 6-7, verás cómo dice la oración que ellos mentalmente
ofrecen a Dios: ‘Lavadas ya mis manos y limpias de pecado, quiero, Señor, acercarme a
tu altar, y entonar cantos de alabanza, y proclamar tus maravillas.’ Estas son las primeras palabras de la
oración dicha por el sacerdote en la Misa, cuando se lava los dedos después de
ofrecer el pan y el vino. En la Biblia,
pequeña Mía, el lavatorio es sinónimo de purificación, de limpiar o eliminar la
suciedad, porque el agua significa pureza e inocencia. Quiero que le expliques a las pequeñas
criaturas que se fijen cuando van a la Misa, que no verán a ninguna de las
mujeres que han tomado el lugar de Mis Sacerdotes [Ministros de la Eucaristía]
lavarse las manos, y mucho menos decir la oración del perdón; tampoco a los
diáconos. Entonces, ¿por qué los
sacerdotes que os dejé cometen el sacrilegio de permitir que se ofenda en el
altar a Mi Cuerpo y a Mi Sangre? Ellos
responderán que no tenemos suficientes sacerdotes; trabajamos solos,
necesitamos ayuda. ¿Sabes? Por culpa de los diáconos
[quienes hacer el trabajo de los sacerdotes] no hay vocaciones
sacerdotales.”
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