lunes, 14 de noviembre de 2011

Comunión en la Boca y de Rodillas Interior

“Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el abismo” (Flp. 2 8-11)
Movidos por la anterior exhortación Querido hermano Católico, con mucho Amor y Respeto nos dirigimos a usted, para resaltar algunas referencias de documentos Eclesiásticos vigentes en los que se resalta de manera transparente, los derechos y obligaciones que los fieles Católicos tenemos ante la Sagrada Comunión, principalmente en lo que se refiere al derecho a recibir este Santo Sacramento en la boca y de rodillas.

Iniciemos nuestro recorrido con un artículo publicado en el diario “il Giornale” y titulado “Ratzinger reforma la Misa: No más la hostia en la mano”, en el que se explica que el 4 de abril de 2010, el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, entregó al Santo Padre un documento con el resultado de una votación reservada, ocurrida el 12 de marzo durante la plenaria del mencionado dicasterio para lo que sería el primer paso hacia la “reforma de la reforma” auspiciada por el Pontífice.

Casi por unanimidad, los obispos miembros de esta Congregación decidieron: “darle mayor sacralidad al rito, recuperar el sentido de la adoración eucarística, …”. Asimismo, el artículo señala: “se han mostrado favorables a reafirmar que el modo usual de recibir la comunión según las normas no es en la mano, sino en la boca. Si bien es cierto que existe un indulto que los permite, dado el pedido de algunos episcopados para distribuir la Eucaristía en la palma de la mano, esto debe permanecer como un hecho extraordinario”.

Su Santidad Benedicto XVI ya se había pronunciado en la solemnidad del Corpus Christi del 22 de Mayo del 2008, comentario compilado por el arzobispo Marini, Maestro de Ceremonias Litúrgicas Pontificias:
“Con la distribución de la comunión en la boca, se intenta resaltar la presencia real en la Eucaristía, se ayuda la devoción de los fieles y se introduce con más facilidad el sentido de misterio, aspectos que en este tiempo es urgente recuperar”. “La modalidad adoptada por Benedicto XVI tiende a subrayar la vigencia de la norma válida para toda la Iglesia, esta modalidad de distribución del sacramento, dice: sin quitar nada a la otra, subraya mejor la verdad de la presencia real en la Eucaristía, ayuda a la devoción de los fieles, introduce con más facilidad en el sentido del misterio. Aspecto que en nuestro tiempo, pastoralmente hablando, es urgente subrayar y recuperar”
En resumen:
1.         El Papa nos recuerda que la Eucaristía merece la mayor devoción y nos da ejemplo con su atención a la postura.
2.        La comunión en la boca es la ley universal y por lo tanto la norma vigente, válida en toda la Iglesia.
3.        La comunión en la mano y de pié sigue siendo una dispensa especial de dicha ley y por lo tanto es permitida en la iglesia de muchos países.
Pero nuestro Catecismo Católico ya lo había expresado:
“… la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión intima de los fieles con Cristo por medio de la comunión. Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros” (1382)
“En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben el Pan del Cielo y el Cáliz de la Salvación, el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó para la vida del mundo ” (1355)
En la Instrucción REDEMPTIONIS SACRAMENTUM, emanada de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, documento ordenado y aprobado por S.S. Juan Pablo II, expresamente se manifiesta:  “cualquier bautizado católico, a quien el derecho no se lo prohíba, debe ser admitido a la Sagrada Comunión. Así pues, no es licito negar la Sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, solo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie’’ (91)
Para completar nuestro recorrido miremos el Código de Derecho Canónigo:
“Tributen los fieles la máxima veneración a la Santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del augusto sacrificio, recibiéndolo frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los Fieles esta obligación.” (898)
“Los fieles tienen derecho a tributar culto a Dios según las normas del propio rito aprobado por los legítimos Pastores de la Iglesia, y a practicar su propia forma de vida espiritual, siempre que sea conforme con la doctrina de la Iglesia” (214)
Movidos por las anteriores exhortaciones y con la firme convicción de que la adoración a nuestro Señor debe ser profundamente espiritual y que el momento culminante de la comunión en la recepción de Jesucristo es un acto solemnísimo para el católico, lo invitamos querido hermano, a recibir la Comunión:
Con DIGNIDAD: con seguridad y firmeza, sin temores ni respetos humanos, adorándolo y humillándonos ante el favor que Dios nos concede en la comunión de su cuerpo y sangre con nosotros.

Con AMOR a Dios presente en la santa Hostia y sabiendo sufrir con amor y dignidad si se nos hace cualquier atropello o humillación.

Con RESPETO a nuestros sacerdotes u obispos que no sepan entender esta expresión de nuestra Fe, orando por ellos y evitando cualquier objeción, pero con dulce silencio y firmeza de Fe.

Con HUMILDAD, sello y garantía de las obras de Dios, disponiéndonos a recibir a Dios de pie si a ello fuésemos obligados, pero con el gozo de haber sufrido por amor a Dios, y con la certeza de seguir sufriendo y luchando por amor a él y con la sabiduría de entender que en una batalla la victoria no es de quien triunfa si no de quien lucha por un noble ideal.

Hermano católico, contamos con su apoyo y solidaridad en esta manifestación de FE y AMOR con la que queremos manifestar a nuestros amados sacerdotes y a la Conferencia Episcopal, que deseamos rendirle Adoración, Amor y Veneración a Nuestro Señor Jesucristo presente en la Sagrada Hostia.
Por lo tanto, nosotros laicos e hijos de nuestra amada Iglesia Católica que queremos ser fieles a la Santidad de la Comunión, reclamamos con DIGNIDAD, AMOR, RESPETO Y HUMILDAD el derecho que tenemos a tener la posibilidad de un recto crecimiento en la Fe y presencia de Dios en la Sagrada Eucaristía y por tanto en la Hostia Consagrada.

http://www.inmaculadocorazon.com/

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