¡TODO ESTÁ PLANEADO PARA DESESTABILIZAR LA PAZ!
AGOSTO 30 DE 2012 – 8:35 A.M.
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
Heredad mía, pueblo de Dios, paz a vosotros.
La paz de los hombres está por
terminar, un acontecimiento repentino cambiará los destinos de la
humanidad. La muerte de uno de los reyes de este mundo hará que la
guerra se desate. ¡Todo está planeado para desestabilizar la paz!.
Las naciones se atacarán unas a otras, el caos se apoderará de la
humanidad y una tercera parte desaparecerá.
Mi creación se vestirá de luto
por la pérdida de tantas almas; el cielo llorará y la humanidad
comenzará su calvario. ¡Ay de ti, Jerusalén que no quisisteis
escucharme; ¡Ay de ti, Israel, porque tu suerte está echada!. Tus
colinas serán ocupadas por tus enemigos y tus aliados no podrán
defenderte. ¡Tu hora ha llegado!. Naciones más poderosas usurparán
tu tierra y tus riquezas y el grito de guerra te hará estremecer.
¡Oh Jerusalén, le disteis la
espalda a Tu Salvador y por tus calles corrió la Sangre de mi
Unigénito. Sangre inocente con la que cargaron ayer tus hijos y que
mañana será tu desgracia y tu dolor. Por ti, ¡Oh Israel, mi creación
sufrirá!. Tu ansia de poder y expansionismo se revertirá en contra
vuestra. En vez de cantos de alegría y júbilo por la victoria,
vuestros hijos derramarán lágrimas por vuestra caída. Escuchad de
nuevo el lamento de mi Hijo: ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los
profetas y apedreas a los que te son enviados!. ¡Cuántas veces he
querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo
de las alas y no has querido!. He aquí que se queda desierta vuestra
casa. Os digo que ya no me veréis hasta que digáis: ¡Bendito el que
viene en nombre del Señor! (Mateo 23. 37-39).
¡Oh Jerusalén, yaces desolada y
triste, sumida en el abandono; los que ayer victoreaban tu nombre, hoy
yacen en el polvo, son olvido!. Todos te han dado la espalda y te
han entregado en manos de tus enemigos. ¡Entonad naciones un cántico
plañidero por aquella que ha dejado de ser la hija de mi pueblo!. Todo
lo pasado vuelve a repetirse: la humanidad se mueve entre alegrías y
tristezas; nada es eterno en este mundo pasajero, lo que ayer fue, hoy
ya no existe.
Todo mortal es hierba, toda su gloria como flor del campo.
La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre (Isaías 40. 6,7,8).
La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre (Isaías 40. 6,7,8).
Os digo mortales, que la
grandeza de mi misericordia está por dar paso a la grandeza de mi
justicia. No perdáis más el tiempo en las vanidades de este mundo;
recogeos cuanto antes en oración y pedid por la salvación de vuestras
almas, porque la hora de mi justicia divina está tocando a la puerta.
Quedad en paz, hombres de buena voluntad. Vuestro Padre, Yhavé, Señor
de todas las naciones.
Dad a conocer mis mensajes, en todos los confines de la tierra.
Enoch. Favor citar la fuente de los mensajes: www.mensajesdelbuenpastorenoc.org
0 comentarios:
Publicar un comentario