viernes, 9 de diciembre de 2011

Intentos de Guerra Nuclear en el Este

Miércoles, 4 de enero del 2012, a las 19:20 hrs.

(Extracto de un mensaje recibido, mucho del cual, era mensaje personal a María de la Divina Misericordia)

Mi muy querida y amada hija, dirígeme ahora, mientras Yo informo al mundo, que las naciones intentarán comenzar a destruirse unas a otras en el este.
 
Mucha oración es necesaria para asegurar que esta Guerra Nuclear y otras atrocidades sean evitadas. Nunca olviden que la oración es poderosa y puede mitigar muchos eventos malignos.
Debo recordarte de Mi deseo de decir oraciones para salvar las almas.

Necesito más almas, hija Mía, especialmente aquellas que están destinadas a morir durante el GRAN AVISO.

Tú ya debes saber ahora, que este es Mi más grande deseo y serán las oraciones de Mis seguidores las que podrán llevar a cabo la salvación de las almas.

Urjo grupos de oración por todas partes, para rezar mucho, ahora, por tales almas.
Dios Padre Eterno responderá de acuerdo a sus solicitudes y ofrece una tabla de salvación a estas pobres almas.

Estás cansada ahora, hija Mía. Ve en paz. Descansa.
 
Tu Jesús

Me daré a conocer muy pronto

Miércoles, 4 de enero del 2012, a las 18:15 hrs.

Hija Mía, Me daré a conocer muy pronto.

Los preparativos están completos pero necesito más oraciones por aquellos que morirán una miserable muerte en estado de pecado mortal, durante el GRAN AVISO.

Urjo a Mis seguidores a rezar, rezar, rezar por sus pobres almas.

Les amo, Mis queridos seguidores. Cómo Me regocijo con el amor y pureza de corazón que presencio entre ustedes. Me traen mucho consuelo y alivio a Mi sufrimiento. Su devoción es como un bálsamo para Mis heridas supurantes.

En el mundo, así como Yo soy descartado y rechazado por muchos, es la lealtad de ustedes, Mis amados seguidores, que Me trae gran gozo.

Mi sufrimiento es dictado por el nivel de devoción en el mundo.  Este mundo que honra la ambición, su propia gloria y los falsos ídolos.

Mi Nombre no es considerado importante. Mi voz no es escuchada sobre el ruido de los obsesionados consigo mismos.

Cuán fuerte gritan ellos y se jactan de sus ganancias mundanas. Pero son los susurros de Mis amados seguidores, los que Me permiten hablar, para que así Mi voz sea escuchada.
Ustedes, Mis seguidores, están ahora en unión conmigo de una manera que les sorprenderá.
Ve, hija Mía, y dile a Mis amados seguidores que les amo y que Mis gracias, les harán suficientemente fuertes para proclamar Mi Santa Palabra, a un mundo que necesita oír la verdad, para que así las almas puedan ser salvadas.

Su amado Jesús

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