Jesús revela Indulgencia Plenaria para la absolución total
Martes, 31 de enero del 2012, a las 21:30 hrs.
Este mensaje fue dado a María de la Divina Misericordia después de una hora y media durante la Adoración Eucarística.
Mi muy querida y amada hija, cómo Me regocijo con el amor mostrado a Mi por Mis preciosos seguidores, cuyo amor es tan estrechamente entrelazado con Mi Sagrado Corazón.
Me deleito con Mis hijos leales, cuyo amor por Mí, Me trae tal gozo en medio de Mi dolor.
Ellos son la Luz que Me trae la fuerza necesaria para guiar a Mi ejército.
Estos, Mis hijos elegidos, creen que ha sido solo su fe que los ha traído a Mí. De lo que no se dan cuenta es de que Mi Espíritu Santo descendió sobre ellos, especialmente sobre aquellos con corazones abiertos, para que así puedan unirse a Mi Iglesia remanente en la Tierra.
Ellos, Mis amados seguidores, que muestran obediencia, determinación de voluntad y amor puro, serán los fundamentos sobre los cuales voy a reconstruir Mi Iglesia en la Tierra. A Mi ejército, por su amor por Mi, les serán dadas gracias especiales ahora.
Yo les garantizo esta Indulgencia Plenaria para permitirles portar Mi antorcha de fuego, para que así ellos puedan difundir la conversión.
Este don Mío, les permitirá difundir la verdad de Mi Santa Palabra, para que así toque corazones por todas partes donde vayan.
Deben decir esta oración por 7 días consecutivos y les será dado el don de la absolución total y el poder del Espíritu Santo:
Oh mi Jesús, Tu eres la Luz de la Tierra.
Eres la llama que toca todos los corazones.
Tu misericordia y amor no conoce límites.
No somos dignos del sacrificio que hiciste con Tu muerte en la cruz.
Sin embargo sabemos que Tu amor por nosotros es mayor que el amor que tenemos por Ti.
Concédenos, Oh Señor, el don de la humildad, para que así seamos merecedores de Tu Nuevo Reino.
Llénanos con el Espíritu Santo, para que así podamos marchar hacia adelante y guiar a Tu ejército para proclamar la verdad de Tu Santa Palabra y prepara a nuestros hermanos y hermanas para la Gloria de Tu Segunda Venida a la Tierra.
Te honramos.
Te alabamos.
Nos ofrecemos a nosotros mismos, nuestras penas, nuestros sufrimientos, como un don a Ti para la salvación de las almas.
Te amamos Jesús.
Ten Misericordia de Tus hijos donde sea que ellos estén. Amen.
Vayan ahora en paz, Mis amados seguidores y recuerden que su amor por Mi, enciende Mi corazón y trae gran gozo a Mi Padre Eterno, a Mi Bendita Madre, a los Ángeles y a todos los Santos.
Les amo a todos. Espero el momento cuando les abrace a cada uno y a todos ustedes, en Mis brazos, para que así encuentren la paz, el amor y el gozo que han estado esperando por toda su vida en la Tierra.
Su amado Jesucristo
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