martes, 3 de mayo de 2016

MENSAJES DADOS A ENOCH

EL DÍA Y LA HORA DE MI AVISO YA FUERON SEÑALADOS POR EL TRIBUNAL SUPREMO. SOLO FALTA QUE SE CONSUMAN UNOS POCOS INSTANTES DE MISERICORDIA, PARA QUE EN DIVINA VOLUNTAD TODO SE CUMPLA

MAYO 15 DE 2016 - 1: 30 P.M

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD
Ovejas de mi grey, mi paz esté con vosotras.
Rebaño mío no temáis, permaneced en mi amor, que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Preparaos con buenas confesiones de vida para la llegada de mi Aviso, que ya está tocando a la puerta de vuestras almas. Mi deseo no es veros sufrir en vuestro paso por la eternidad, sino que os convirtáis sin tener que conocer el sufrimiento. Consagraos a nuestros dos corazones lo más pronto posible y consagradnos vuestras familias, para que ninguno se pierda en el paso por la eternidad y puedan al regresar a este mundo cumplir con la misión que se les asignará.
Os digo: todo mortal que tenga uso de razón va a pasar por la eternidad y va a ser juzgado por el tribunal supremo con base en el amor. Os exhorto a que os perdonéis los unos a los otros, para que cuando lleguéis a la eternidad, vuestras almas no conozcan el lago del purgatorio, donde yacen las almas que murieron sin perdonar y sin ser perdonadas. Almas que les faltó amar y perdonar en este mundo y deben de purgar por ello en la eternidad. El purgatorio para estas pobres almas es largo y penoso, allí deben de expiar toda la falta de amor y perdón que no tuvieron en este mundo para con sus hermanos.
Muchas de estas pobres almas llevan muchos años de vuestro tiempo en este lugar, porque en vida en este mundo se negaron a perdonar. Su dolor es grande y necesitan de vuestras oraciones, ayunos, penitencias y santas misas, ofrecidas por ellas, que les serán de gran ayuda en su proceso de amor. Orad por las almas resentidas, su falta de amor en este mundo las llevó a cerrar su corazón al perdón y hoy yacen en la eternidad sedientas y necesitadas de vuestras oraciones para poder expiar sus penas y disminuir su estadía en el purgatorio.
Tened pues en cuenta ovejas mías esta instrucción que os doy, para que abráis vuestro corazón al perdón y os pongáis en paz con vuestros hermanos, para que cuando llegue el día de mi Aviso, vuestro paso por la eternidad no sea de dolor, sino de gozo y paz. El día y la hora de mi Aviso ya fueron señalados por el Tribunal Supremo. Solo falta que se consuman unos pocos instantes de misericordia, para que en Divina Voluntad todo se cumpla.
¡Ay de aquellos necios e insensatos que piensan que sus fortines subterráneos los protegerán en el tiempo de mi justicia! ¡Qué equivocados están, si no vuelven a Dios de corazón y se arrepienten, la furia de la creación en el tiempo de mi justicia, derrumbará sus fortalezas y morirán bajo el peso de sus fortines!
¡Insensatos, en el tiempo de mi justicia divina no habrá lugar seguro en la tierra donde esconderse! Buscad a Dios y cumplid sus preceptos, esa es vuestra mayor fortaleza. No busquéis seguridad en las cosas de este mundo, porque este mundo muy pronto pasará y con él todos aquellos que hoy me dan la espalda y no la cara.
Preparaos rebaño mío, porque vuestro paso por la eternidad se está acercando; consagraos a nuestros dos corazones, nuevamente os lo digo; reconciliaos con vuestros hermanos y practicad la justicia, para que en eternidad podáis ver la Gloria de Dios y no el suplicio del purgatorio o el tormento del infierno. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.


¡TODOS MIS HIJITOS DEVOTOS DE MIS PRIMEROS CINCO SÁBADOS DE MES, CUENTAN CON MI PROTECCIÓN. LOS TENGO CUBIERTOS CON MI MANTO Y MI ADVERSARIO NO PODRÁ TOCARLOS!

MAYO 07 DE 2016

LLAMADO DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos de mi corazón, la paz de mi Señor esté con vosotros.
Pequeñitos míos, hoy es un día de alegría para vuestra Madre, la presencia de mis hijitos fieles este primer sábado de mes, reconforta mi ser y alegra mi corazón. Todos los primeros sábados de mes hay fiesta en el cielo y yo, vuestra Madre, derramo abundantes bendiciones sobre todos aquellos que vienen a visitarme y en especial sobre mis hijitos devotos a mis cinco primeros sábados de mes. Gracias mis niños por atender mi llamado y congregaros en torno a Mí, con el rezo de mi Santo Rosario.
Todo lo que me pidáis en este día os lo concederé, si es para bien vuestro y salvación de vuestra alma. Jamás desoigo las súplicas que mis hijitos me dirigen; si venís a uno de mis Santuarios, no solo recibiréis mi bendición, sino también el regalo de una indulgencia plenaria. Para recibir este gran regalo, debéis de venir a uno de mis Santuarios, escuchar la Santa Misa, comulgaros y rezar mi Santo rosario. Esta indulgencia borrará muchos de vuestros pecados, la podéis aplicar para este fin o acumular para cuando lleguéis a la eternidad.
Todos mis hijitos devotos de mis primeros cinco sábados de mes, cuentan con mi protección. Los tengo cubiertos con mi manto y mi adversario no podrá tocarlos. Todos mis devotos cinco días antes de morir, serán avisados por Mí, y cuando llegue su hora, yo vendré espiritualmente por sus almas. A todos mis devotos de mis cinco primeros sábados de mes, les concedo gracias especiales para que cuando lleguen a la eternidad les sea asignada una morada cerca de MÍ. Ninguno dejaré morir en pecado. Mis devotos de mis cinco primeros sábados de mes, serán preservados de catástrofes y accidentes y de muertes violentas. En el tiempo de la gran tribulación, mis rayos de luz colocaré en ellos, para que cieguen a mi adversario y no pueda hacerles daño.
Ninguno de mis devotos sufrirá muerte dolorosa, ni larga purificación; yo seré bálsamo para ellos y aliviaré sus dolores. Todos mis devotos gozarán de la paz de mi Señor y del Santo Temor de Dios. Mirad pues hijitos, cuántas bendiciones y gracias recibís de esta Madre, por ser mis devotos. No desaprovechéis estos regalos; haced mis primeros cinco sábados de mes en gracia de Dios y rezad mi rosario, y os llevaré a la gloria eterna. Os espero en uno de mis santuarios, venid y recemos juntos al Padre, para que podáis recibir todas estas gracias y bendiciones. Os amo, que mi protección maternal permanezca en vosotros.
Vuestra Madre, María Rosa Mística
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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