EL DÍA Y LA HORA DE MI
AVISO YA FUERON SEÑALADOS POR EL TRIBUNAL SUPREMO. SOLO FALTA QUE SE
CONSUMAN UNOS POCOS INSTANTES DE MISERICORDIA, PARA QUE EN DIVINA
VOLUNTAD TODO SE CUMPLA
MAYO 15 DE 2016 - 1: 30 P.M
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD
Ovejas de mi grey, mi paz esté con vosotras.
Rebaño mío no temáis,
permaneced en mi amor, que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Preparaos con buenas confesiones de vida para la llegada de mi Aviso,
que ya está tocando a la puerta de vuestras almas. Mi deseo no es veros
sufrir en vuestro paso por la eternidad, sino que os convirtáis sin
tener que conocer el sufrimiento. Consagraos a nuestros dos corazones lo
más pronto posible y consagradnos vuestras familias, para que ninguno
se pierda en el paso por la eternidad y puedan al regresar a este mundo
cumplir con la misión que se les asignará.
Os digo: todo mortal que tenga
uso de razón va a pasar por la eternidad y va a ser juzgado por el
tribunal supremo con base en el amor. Os exhorto a que os perdonéis los
unos a los otros, para que cuando lleguéis a la eternidad, vuestras
almas no conozcan el lago del purgatorio, donde yacen las almas que
murieron sin perdonar y sin ser perdonadas. Almas que les faltó amar y
perdonar en este mundo y deben de purgar por ello en la eternidad. El
purgatorio para estas pobres almas es largo y penoso, allí deben de
expiar toda la falta de amor y perdón que no tuvieron en este mundo para
con sus hermanos.
Muchas de estas pobres almas
llevan muchos años de vuestro tiempo en este lugar, porque en vida en
este mundo se negaron a perdonar. Su dolor es grande y necesitan de
vuestras oraciones, ayunos, penitencias y santas misas, ofrecidas por
ellas, que les serán de gran ayuda en su proceso de amor. Orad por las
almas resentidas, su falta de amor en este mundo las llevó a cerrar su
corazón al perdón y hoy yacen en la eternidad sedientas y necesitadas de
vuestras oraciones para poder expiar sus penas y disminuir su estadía
en el purgatorio.
Tened pues en cuenta ovejas
mías esta instrucción que os doy, para que abráis vuestro corazón al
perdón y os pongáis en paz con vuestros hermanos, para que cuando llegue
el día de mi Aviso, vuestro paso por la eternidad no sea de dolor, sino
de gozo y paz. El día y la hora de mi Aviso ya fueron señalados por el
Tribunal Supremo. Solo falta que se consuman unos pocos instantes de
misericordia, para que en Divina Voluntad todo se cumpla.
¡Ay de aquellos necios e
insensatos que piensan que sus fortines subterráneos los protegerán en
el tiempo de mi justicia! ¡Qué equivocados están, si no vuelven a Dios
de corazón y se arrepienten, la furia de la creación en el tiempo de mi
justicia, derrumbará sus fortalezas y morirán bajo el peso de sus
fortines!
¡Insensatos, en el tiempo de
mi justicia divina no habrá lugar seguro en la tierra donde esconderse!
Buscad a Dios y cumplid sus preceptos, esa es vuestra mayor fortaleza.
No busquéis seguridad en las cosas de este mundo, porque este mundo muy
pronto pasará y con él todos aquellos que hoy me dan la espalda y no la
cara.
Preparaos rebaño mío, porque
vuestro paso por la eternidad se está acercando; consagraos a nuestros
dos corazones, nuevamente os lo digo; reconciliaos con vuestros hermanos
y practicad la justicia, para que en eternidad podáis ver la Gloria de
Dios y no el suplicio del purgatorio o el tormento del infierno. Mi paz
os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de
Dios está cerca.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
¡TODOS MIS HIJITOS
DEVOTOS DE MIS PRIMEROS CINCO SÁBADOS DE MES, CUENTAN CON MI
PROTECCIÓN. LOS TENGO CUBIERTOS CON MI MANTO Y MI ADVERSARIO NO PODRÁ
TOCARLOS!
MAYO 07 DE 2016
LLAMADO DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos de mi corazón, la paz de mi Señor esté con vosotros.
Pequeñitos míos, hoy es un día
de alegría para vuestra Madre, la presencia de mis hijitos fieles este
primer sábado de mes, reconforta mi ser y alegra mi corazón. Todos los
primeros sábados de mes hay fiesta en el cielo y yo, vuestra Madre,
derramo abundantes bendiciones sobre todos aquellos que vienen a
visitarme y en especial sobre mis hijitos devotos a mis cinco primeros
sábados de mes. Gracias mis niños por atender mi llamado y congregaros
en torno a Mí, con el rezo de mi Santo Rosario.
Todo lo que me pidáis en este
día os lo concederé, si es para bien vuestro y salvación de vuestra
alma. Jamás desoigo las súplicas que mis hijitos me dirigen; si venís a
uno de mis Santuarios, no solo recibiréis mi bendición, sino también el
regalo de una indulgencia plenaria. Para recibir este gran regalo,
debéis de venir a uno de mis Santuarios, escuchar la Santa Misa,
comulgaros y rezar mi Santo rosario. Esta indulgencia borrará muchos de
vuestros pecados, la podéis aplicar para este fin o acumular para cuando
lleguéis a la eternidad.
Todos mis hijitos devotos de
mis primeros cinco sábados de mes, cuentan con mi protección. Los tengo
cubiertos con mi manto y mi adversario no podrá tocarlos. Todos mis
devotos cinco días antes de morir, serán avisados por Mí, y cuando
llegue su hora, yo vendré espiritualmente por sus almas. A todos mis
devotos de mis cinco primeros sábados de mes, les concedo gracias
especiales para que cuando lleguen a la eternidad les sea asignada una
morada cerca de MÍ. Ninguno dejaré morir en pecado. Mis devotos de mis
cinco primeros sábados de mes, serán preservados de catástrofes y
accidentes y de muertes violentas. En el tiempo de la gran tribulación,
mis rayos de luz colocaré en ellos, para que cieguen a mi adversario y
no pueda hacerles daño.
Ninguno de mis devotos sufrirá
muerte dolorosa, ni larga purificación; yo seré bálsamo para ellos y
aliviaré sus dolores. Todos mis devotos gozarán de la paz de mi Señor y
del Santo Temor de Dios. Mirad pues hijitos, cuántas bendiciones y
gracias recibís de esta Madre, por ser mis devotos. No desaprovechéis
estos regalos; haced mis primeros cinco sábados de mes en gracia de Dios
y rezad mi rosario, y os llevaré a la gloria eterna. Os espero en uno
de mis santuarios, venid y recemos juntos al Padre, para que podáis
recibir todas estas gracias y bendiciones. Os amo, que mi protección
maternal permanezca en vosotros.
Vuestra Madre, María Rosa Mística
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
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