lunes, 5 de marzo de 2012

MENSAJE A ENOCH


¡MI MADRE SERÁ EL SAGRARIO DONDE PERMANECERÉ EN LOS DÍAS DE PURIFICACIÓN!

MARZO 16 / 2012  1:40  P.M.

LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO

Hijos míos, paz a vosotros.

Mi adversario ha intensificado los ataques en la mente de mis ovejas y en la humanidad entera.  A medida que mi Espíritu comience a alejarse, los ataques mentales serán más fuertes; no perdáis la cabeza, ni os desesperéis, orad y reprended; cubríos con la coraza de mi Sangre y consagraos a ella; alimentaos con mi Cuerpo y con mi Sangre y revestíos con la Armadura espiritual, para que podáis resistir y repeler estos ataques.  Estad alerta y vigilantes en todo momento, porque mi adversario os conoce y sabe cuáles son vuestras debilidades; por lo tanto, reforzad con el ayuno, la penitencia, la oración y mi alimento espiritual, los cerrojos de vuestras puertas abiertas.

De nuevo os digo, no temáis, todo esto hace parte de vuestra purificación; permaneced unidos a Mí, y la prueba os será más llevadera.  Por un corto tiempo estaré ya con vosotros; no os entristezcáis, yo no os abandonaré; permaneceré con vosotros a través de mi Madre.  Mi Madre será el Sagrario donde permaneceré en los días de purificación.  Rezad el Santo Rosario y meditadlo y mi Madre os dará la paz y el consuelo que vais a necesitar en los días de la prueba.

No os apartéis de mi Madre, ella cuidará de vosotros, será vuestro refugio y amparo y al final del camino os mostrará a su Hijo, el fruto bendito de su vientre.  Hijos míos, después de pentecostés la creación comenzará su transformación; no os asustéis por los eventos que veréis; acordaos que todo lo profetizado para estos tiempos tiene que cumplirse como está escrito.  Rebaño mío, dichosos vosotros los que paséis la prueba, porque vuestros ojos verán al Hijo del Hombre bajar del cielo con toda su majestad y gloria, y contemplaréis la Nueva y Celestial Jerusalén con todo su esplendor y belleza, esperando por vosotros.

Los días están cerca, la luz muy pronto disipará las tinieblas y el Reino de Dios estará entre vosotros hasta la consumación de los tiempos.    Preparaos para el despertar de conciencias y no temáis; acordaos que el hombre viejo debe morir al pecado, para que renazca una nueva criatura transformada por la Gracia de mi Espíritu, en un ser totalmente espiritual.  De nuevo os digo, que después del Aviso ya no seréis los mismos; vuestro espíritu dominará sobre la materia y seréis hombres nuevos y espirituales con misiones que cumplir para el Reino de Dios.  Seréis mi rebaño y yo seré vuestro Eterno Pastor.

Alegraos pues hijos míos, porque los días de esclavitud y dolor están llegando a su fin; en los Nuevos Cielos y en la Nueva Tierra os espera el gozo, la paz y la alegría, que ya nadie os la podrá quitar.  Mi paz os dejo, mi paz os doy.  Soy vuestro Maestro y Pastor, Jesús de Nazareth.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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