martes, 10 de diciembre de 2013

MENSAJE DE DIOS PADRE A J.V


Dic 19_13 Vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor.




MENSAJE DE NAVIDAD - Rosario vespertino.

Temas:
  • PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor.
  • Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos.
  • Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres.
  • Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais.
  • ¡No os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo.

Mensaje de Dios Padre, el Niñito Jesús, y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor.
Hijitos Míos, os voy a hablar de la alegría del momento de la Anunciación, Mis pequeños. Ciertamente fui preparada por la Santísima Trinidad para ser la Madre del Salvador, ciertamente se Me dio una Creación especial, Inmaculada, Santa, Bellísima en cuerpo y alma.
Ciertamente fui creada para ser el medio por el cual, Mi Hijo, el Salvador, vendría al Mundo. Mi Ser, desde Mi Nacimiento, estaba lleno de Mi Señor. Tantas bellezas, tantas Virtudes, la Llena de Gracia.
Mis pequeños, ¡cuánto se derramó Mi Señor en Mí!, ¡Cuánto Amor! Y tenía que ser Perfecta por Su Gracia, porque, de Mí, tenía que nacer el Perfecto, el Santo de los Santos.
Yo, Su Sierva y ahora, Su Madre, Le iba a alimentar, iba a vivir en Mí.
Una madre da vida al hijo de sus entrañas, pero aquí, era Mi Dios, Mi Creador, el que, al Vivir en Mí, Me daba Vida, Me daba Gozo, un Gozo incomparable, bellísimo, Santísimo. Yo Le alimentaba en Su Cuerpo, Él Me alimentaba en Mi Alma, era un éxtasis amoroso, Mi Dios en Mí, Mi Señor, Mi Creador y ahora, el Salvador. La Promesa del Padre realizándose en Mí, Su Sierva, Su Esclava. ¡Cuánto Amor derramó en Mí, Mi Señor y Mi Dios! ¡Pero qué regalo tan grande!, de ser quien Le cuidara, Le alimentara, Le enseñara a ser un Pequeño Niño en el Mundo y, ayudarLe a crecer en humildad, para presentarse después ante los hombres como un Dios-Hombre.
Mis pequeños, ésta vida que Me regaló Nuestro Dios, éste éxtasis de Amor, es un regalo inmenso, no hay nada comparable, escoger a ésta Su Sierva, para llevar en Su Vientre al Dios Hecho Hombre.
¡Cuánto aprendí de Él! ¡Cuánto gocé de Él! ¡Cuánta Vida Me dio! Os quiero compartir éste gozo, Mis pequeños y os quiero preparar también, para que vosotros abráis vuestro corazón, para que Mi Hijo, vuestro Dios y Salvador también pueda Vivir en vosotros.
PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor. Estas delicadezas de Nuestro Dios, son tan grandes, tan delicadas, que uno pasa toda la eternidad agradeciendo a Nuestro Dios y Creador por Sus Bendiciones.
DejadMe pues, Mis pequeños, que os prepare, para que vosotros, siendo Mis hijos, podáis gozar también las bellezas con las que Nuestro Dios os quiere regalar y así empecéis a gozar el Cielo en la Tierra, como Yo lo gocé y lo gozaré en cada uno de vosotros, cuando Mi Hijo se Encarne en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla el Niñito Jesús.
Sobre: Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos.
Hijitos Míos, hermanos Míos, imaginad por un momento, que vosotros invitáis a muchos niños y personas queridas a vuestra casa, a celebrar vuestro cumpleaños y, ciertamente, llegan todos ellos, con regalos en las manos, y vosotros os emocionáis porque los veis a todos reunidos y traen regalos y, vosotros, estáis contentos porque es vuestro cumpleaños y os imagináis que todos ellos están pensando en vosotros, porque es vuestro cumpleaños pero, de repente, se apartan de vosotros, se van a otro lugar y se empiezan a intercambiar ésos regalos. Los regalos no eran para vosotros, eran para ellos, se los intercambiaron y os dejaron abandonados, era vuestro cumpleaños, vosotros los invitasteis, vosotros quisisteis que fueran a celebrar con vosotros ésa alegría de cumplir un año más, pero se olvidaron de vosotros. Ellos están gozando de la fiesta, que era vuestra fiesta, pero se apartaron e hicieron su propia fiesta y vosotros os quedasteis solos, sin ningún regalo, nadie se acercó a deciros cosas bonitas, a felicitaros por un año más. Os quedáis tristes porque nadie os recuerda y ellos están contentos porque tienen un regalo que les dio algún amigo, algún pariente, pero ése regalo no fue para vosotros.
Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos. Se reúnen con amor fraterno, pero el amor se lo dan entre ellos y no hay nada para Mí.
Se celebra Mi cumpleaños, es una Fiesta Divina, es una Fiesta del Cielo, se celebra la Promesa de Mi Padre, de enviar al Salvador para protegeros de satanás y de todas sus obras, él ya tenía al mundo en tinieblas y Yo vengo como Luz, para alumbrar nuevamente la vida de los hombres y para darles una guía de salvación, pero el Mundo os sigue jalando, os sigue apartando de Mí.
Los seres humanos no Me buscan, no Me recuerdan, ciertamente, quizá pongan algún Nacimiento por ahí, junto a un árbol inmenso, un árbol lleno de esferas y de luces, que opaca el recuerdo de la Venida del Salvador a salvar al género humano y para abriros nuevamente las Puertas del Cielo que estaban cerradas por el Pecado Original.
Esto es un acontecimiento Celestial, el Cielo celebra éste acontecimiento tan grande y lo goza inmensamente y lo agradece a Mi Padre, vuestro Padre, vuestro Dios. Y, vosotros, una gran mayoría de hogares, Me dejan abandonado y solamente se reúnen en familia, en vuestra familia, Yo no Soy parte de vuestra familia.
Es triste esto, Mis pequeños, porque mientras el Cielo celebra éste acontecimiento tan grande, un acontecimiento Universal, la gran mayoría de las familias ni Me recuerdan, todo se queda en lo humano, en un intercambio de regalos del Mundo y poco hay de lo espiritual entre ellos.
Os pido, Mis pequeños, que vosotros os acordéis, aunque sea un momentito, en ése día, en que Yo vengo al Mundo a traer Luz, la Luz Divina, la Luz Salvadora, en ése día, en que vuestro Salvador, empieza Su Misión para salvar al género humano y para enseñaros nuevamente cómo se debe vivir el Amor que se vive en el Cielo.
Ojalá Me deis, algunos minutitos para que Yo pueda vivir en vuestro corazón aunque sea unos momentos, antes de que Me dejéis abandonado, solo, en el Pesebre y os vayáis con los vuestros a hacer una fiesta en la que no estoy invitado Yo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres.
Hijitos Míos, Yo Vine al Mundo para mostraros el Amor que se Vive en el Cielo. Yo, Soy todo Amor, Soy el reflejo del Padre, de vuestro Creador y vosotros fuisteis creados también para ser reflejo del Amor de vuestro Dios.
Yo Soy el Amor Encarnado y os di toda una Evangelización para que vivierais el Amor y que el Amor se diera en todos los corazones para que, a pesar de la maldad que se vivía y se sigue viviendo, no entrara a vuestro corazón y predominara el Amor entre los hombres, porque, al final, es el Amor el que vencerá.
Con esto, Mis pequeños, os quiero advertir hacia dónde os está queriendo llevar satanás. Lo estáis viendo a través de los medios de comunicación, es la maldad, es la destrucción, es la lucha fraterna, pero, si os dais cuenta, está la venganza atrás de todo ello y es maldad por maldad.
Mi Padre os dice: ¿Dónde estaríais todos vosotros si Yo actuara en venganza con lo que Le hicisteis a Mi Hijo y con lo que hacéis de mal todos los días? Si Yo os pagara con la misma moneda, con el mal que tenéis en vuestro corazón, no quedarían almas sobre la Tierra.
Me visteis a Mí, vuestro Salvador, caminar en el mundo y, a pesar de los ataques que constantemente tenía, de aquellos que se habían vendido a satanás, no los ataqué con la misma moneda, ni aún a Mis Mismos verdugos. Pude haber enviado a legiones de ángeles a destruirlos y no lo hice porque, entonces, toda Mi Evangelización de Amor se hubiera venido para abajo, no hubiera servido para nada.
Estáis rodeados de maldad en éstos momentos, satanás se ha entronizado en toda la Tierra. Estáis viendo injusticias, estáis viendo muertes, secuestros, maldad fraterna, maldad en muchas formas y, en vuestro corazón, ¿qué es lo que está sucediendo?, ¿hay amor o hay maldad? ¿Estáis perdonando a los que están causando el mal y pedís por ellos, por su conversión, o estáis pensando cómo contraatacar con otro  mal?, que, de ésta forma, no estáis siendo ejemplo de amor, primeramente ante Mí, vuestro Dios y, luego, por dar un mal ejemplo ante vuestros hermanos.
Se os dio el don de la vida para que fuerais ejemplo de amor y de respeto a otra vida humana, a un hermano vuestro que está en el error, que está enfermo de maldad, que ha sido tomado por satanás pero que, vosotros, en lugar de ayudarle, orando por él, poniéndolo en Mi Corazón, para que le salve, al contrario, lo hundís más, al desear cosas negativas y maldad hacia su persona, hacia su alma y, de ésta forma, ante Mis Ojos, no sois dignos hijos de Dios, ni almas que merezcan entrar al Reino de los Cielos, porque vuestra alma no está actuando en el Amor, sino en el odio y en la venganza.
Meditad esto, Mis pequeños, porque satanás os está llevando a eso, a que no seáis dignos hijos de Dios porque un alma así, llena de odio y de venganza no puede entrar al Reino de los Cielos. El ataque de satanás es muy sutil, se aprovecha de vuestra carnalidad, caída en el pecado y no crecida en la virtud, por eso hay tantas y tantas almas que se pierden y tantas y tantas más, que tienen que pasar mucho tiempo en el Purgatorio, para limpiar ésta sed de maldad y de venganza que ha crecido en vuestro corazón.
Para eso vine Yo, vuestro Dios Encarnado, para enseñaros cómo se debe de pagar a aquellos que os tratan en el mal y es, deseando un bien, deseando una conversión, deseándoles su salvación eterna. Sé que eso es difícil para vosotros, caídos en el pecado y con una espiritualidad débil, pero contáis Conmigo, con vuestro Dios y Salvador. Uníos Conmigo, para que Yo os haga crecer en la virtud, para que Yo Me pueda Encarnar en vosotros y para que podáis salvar a infinidad de almas, que ahora son instrumentos de satanás. Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres, pero hombres ya transformados por Mi Gracia, por el Ejemplo que Yo os dejé.
Recordad eso siempre, vosotros solos no podréis alcanzar nunca vuestra salvación, satanás es muy fuerte para vosotros, pero Yo Soy mucho más fuerte que él y, si estáis Conmigo, aseguraréis vuestra salvación eterna y la salvación de muchas almas, que para eso vinisteis a la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais.
Hijitos Míos, cuando escogí a Mis apóstoles y, escogí solamente a doce, ciertamente, había muchos que Me seguían, pero escogí solamente a doce y esto es para haceros saber que no necesito multitudes para lograr un cambio. Pocas almas, como ya os he dicho antes, totalmente sueltas a Mi Voluntad, pueden lograr que Mis Gracias, Mis Bendiciones, caigan sobre multitudes y se logren milagros, conversiones, cambios, que parecerían difíciles de lograr y se logran, porque son almas entregadas totalmente a Mi Voluntad.
Estos son momentos en que hay multitudes que viven en el mal y, si pudierais ver los pequeños grupos con los que cuento alrededor del Mundo, no lo creeríais, sois muy pocos los que estáis Conmigo para los tantos millones de almas que vivís ahora en vuestro Mundo.
Vosotros, cuando os entregáis plenamente a Mí, es Mi Gracia la que está fluyendo a través de vosotros, es Mi Divinidad a través de vosotros, son Mis Potencias a través de vuestra pequeñez y, por eso, se logran tantas bendiciones sobre multitudes, pueblos, naciones, porque Soy Yo, vuestro Dios actuando a través de vuestra pequeñez y de vuestro pequeño número.
Quisiera Yo que todo el Mundo estuviera en ésa situación, de ser vehículos Míos, que a través de cada uno de vosotros, todas Mis Potencias se derramaran sobre vuestros hermanos, Me daríais una dicha muy grande, el ver a cada una de las almas existentes en éste momento sobre la Tierra, iluminadas por Mí y ser transmisores fieles de Mis potencias de Amor, porque ellas mismas estarían viviendo en Mi Amor, totalmente sueltas a Mi Voluntad.
Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais, como una manguera por la que pasa el agua, ése líquido que va a dar vida a las plantas. Vosotros, por vosotros mismos, no podéis dar vida a vuestros hermanos, es Mi Gracia, la que pasa a través de vosotros, Mi Sabiduría, Mis Potencias, las que os llenan primeramente a vosotros y salen de vosotros para el bien de vuestros hermanos, porque vosotros no tenéis las capacidades espirituales para lograr un cambio en algún hermano vuestro que lo necesite.
Cuando logréis ser inertes a vosotros mismos, que seáis ésa manguera que solamente pueda hacer su bien cuando alguien la toma y la dirige hacia la planta, hacia el árbol, hacia el césped y riega, dándoles un bien a ellos, es cuando entráis realmente en acción para cumplir con vuestra misión en la Tierra. Sed inertes a vosotros mismos, no engrandeceros con lo que no os pertenece, sed vida para vuestros hermanos, porque Yo, Soy el que está dando vida a través de vosotros. No os apropiéis de nada, porque Yo, Soy el Dueño de vosotros por completo. Cuando aprendáis eso, Mis pequeños, es cuando seréis de ése grupo que necesito para que, unidos, podáis cambiar a pueblos y naciones, de la maldad en que ahora viven a un bien que necesitan para su salvación y para que podáis vivir en las Tierras Nuevas que se han de dar, Tierras llenas de la Voluntad de Nuestra Santísima Trinidad, Tierras de Amor, Tierras de hermandad en Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡No os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo.
Hijitos Míos, ¡no os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo. Sois los hijos que os apartasteis del palacio, de Mis cuidados, de Mis Enseñanzas, de Mi Amor. Quisisteis actuar por vosotros mismos, pero vuestras capacidades no os dieron para más, no estabais capacitados, todavía, para llevar la vida que se vive en el palacio y vuestra carnalidad y vuestras pasiones os llevaron a vivir en el mal.
Estáis sufriendo porque vuestra espiritualidad no era madura todavía, vivíais en el palacio, en Mi palacio, pero quisisteis hacer lo que vosotros queríais, visteis el mundo y lo que el enemigo del palacio os ofrecía. Creísteis que ése cambio de vida era bueno para vosotros y le seguisteis, os hicisteis de amistades que tenían ésa mentalidad.
Ciertamente, cuando salisteis del palacio, llevabais buenas intenciones, pero las fuisteis perdiendo, ésa era vuestra riqueza y ya que perdisteis vuestras riquezas, riquezas espirituales, los que os rodeaban, porque os veían diferentes, os abandonaron, ya no tenían más qué quitaros, traíais Luz, pero os volvisteis tinieblas como ellos y, ya que os apagasteis, nadie os hizo caso.
Estuvisteis en el lodo, entre los puercos, o sea, os llenasteis de pecado, de maldad, ya no servíais para nada, no erais transmisores de Luz, o sea, de buenas cosas que aprendisteis en el palacio, pero Yo cuido a los Míos, meditasteis y os disteis cuenta que habíais perdido todo, que vuestra vida era inútil, viviendo según vuestra voluntad, según vuestras pasiones, según vuestras capacidades tan limitadas que teníais y que perdisteis aún lo poco que teníais. Pero sois Mis hijos y siempre os estoy llamando, siempre estoy viendo a lo lejos, si ya venís por el camino, si ya atendisteis Mi Llamado y le seguisteis. Estoy esperando en el palacio, envío a Mis sirvientes a cuidaros mientras estáis en el Mundo, para que os protejan, para que os guíen, para que entréis en vosotros mismos y os deis cuenta de vuestra realidad, que sin Mí, no podéis hacer cosas buenas, porque vuestra espiritualidad deja mucho que desear, pero cuando sois inteligentes y sabios, cuando atendéis a Mi Llamado, que está en vuestro corazón y entra en vosotros ésa Sabiduría de arrepentiros de vuestro error y de tratar de regresar a lo bello que teníais antes de vuestro error, ahí estoy Yo, vuestro Rey, vuestro Dios, viendo hacia el horizonte, esperando que volváis y, tan pronto os veo, inmediatamente voy en vuestra búsqueda, os abrazo, os beso, y os agradezco que hayáis atendido a Mi Llamado y os regreso a vuestro hogar, en el palacio.
Sois ésas almas, como el hijo pródigo, necesitadas de Mí, que os debéis llenar de humildad y reconocer que al estar en la maldad, sois inservibles, que estáis produciendo maldad y no el bien, para lo que fuisteis creadas. Pero con esto os quiero decir, que no os desaniméis, que tenéis vida todavía y que vuestra vida puede cambiar, como la del hijo pródigo, que después de haber caído a lo  más bajo, al lodo, vivir entre los puercos, que es vivir en lo más bajo de las pasiones del hombre, se recuperó, y cada uno de vosotros se puede recuperar, hasta alcanzar la santidad de vida.
Para Mí, no hay imposibles, Mis pequeños, el imposible está en vuestro interior, al no reconocerMe como vuestro Dios, que Soy Omnipotente, que Soy Misericordioso, que perdono cualquier falta, aún por más grande que os imaginéis que pueda ser. Aunque hayáis caído a las pasiones más bajas, a las más horrendas, vuestra alma puede ser purificada nuevamente y os puedo poner nuevas vestiduras y un anillo al dedo, queriéndoos con esto decir que estáis perdonados y que volvéis a ser hijos Míos, con el derecho de habitar nuevamente en el Reino de los Cielos. No hay imposibles para Mí, vuestro Dios, simplemente, acercaos, con humildad, con un corazón contrito y lleno de amor y Yo estaré ahí, observando desde lo alto del castillo vuestra llegada y gran alegría Me daréis, porque un alma que estaba perdida, recibió Mi Llamado, se humilló y regresa a Mí, para ser nuevamente, un hijo Mío, que habitará nuevamente en el lugar que le pertenece, que es el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños, os amo a todos, porque fuisteis creados por Amor y vosotros tenéis Mi Amor, no lo desperdiciéis.
Gracias, Mis pequeños.

Dic 19_13 AlegradMe, Mis pequeños, agradeciéndoMe que os haya enviado a Mi Hijo como Salvador.



Mensaje.

  • Os he ido preparando, por mucho tiempo, hasta llegar a éstos momentos, en que ahora sí os pido, si queréis seguirMe, un total desprendimiento de vuestra voluntad, a Mí Voluntad.

Mensaje de Dios Padre a J. V.
Habla Dios Padre
 (Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios. ¡Tanto Amor que he derramado sobre todo lo creado y pocos corazones Lo han recibido como se merece Mi Corazón! ¡Cuánta maldad estáis viendo a vuestro alrededor! ¡Cuánta maldad sale de vuestro corazón! ¡Cuánta maldad ha ido creciendo, porque no hay corazones que la quieran detener!
¡Oh, humanidad perversa!, pronto conoceréis Mis Designios Divinos, Soy todo Amor, Soy el Padre del Amor, Soy el Amor mismo y os habéis dejado engañar  por aquél que fue arrojado de los Cielos por no querer aceptar Mi Amor y, ahora a él le seguís. ¡Qué ciegos estáis! ¡Qué sordos estáis! Sois necios ¡Oh, humanidad perversa y tonta!, vuestra necedad os está llevando a vuestra destrucción, ¡Oh, humanidad perversa!, ¿qué habéis hecho con todo lo bueno que Yo os he dado? Sois tontos, se os da Amor y preferís el odio y la maldad, ¿acaso podéis vivir con eso? ¿Por qué no aprendéis de Mi Hijo? Os Lo envié para que os enseñara el Verdadero Amor, y todo lo que el Verdadero Amor trae consigo.
¿Por qué no queréis ser como los ángeles y preferís ser como los demonios? ¡Qué tontos sois, Mis pequeños!, que dejé que asesinaran a Mi Hijo por vosotros. Os Lo di como Cordero, al cual degollaron y, hasta Su última gota de Sangre se dio por vosotros, por la humanidad, por todos los tiempos. Se dio por vuestro bien y se sigue dando día a día por vuestro bien y, vosotros preferís seguir al que es el malo, al que incitó a aquella gente a destruir a Mi Hijo, a Sus Enseñanzas, a Su Vida entera y lo siguen tratando de hacer, pero no podrán, pero vosotros preferís seguir al que es el malo, al que no os da, sino que os quita.
¡No os han bastado éstos dos mil años para daros cuenta de lo que es el Amor de Mi Hijo y cómo satanás sigue tratando de destruir todo ése bien que os legó!, ¡qué tontos sois!, os mantenéis en vuestra terquedad, en vuestra tontería, habéis  permitido ya que el mal cunda por todos lados, que haya crecido a tal grado, que ya no lo podéis detener. Por vuestra tontería, sufriréis y, os va a costar mucho dolor.
Os alejasteis de Mí, vuestro Dios de Amor, no quisisteis llevarMe en vuestro corazón, porque preferisteis llenaros de aquél que es vuestro enemigo, ¡qué tontos sois! Cuidáis al que os quiere matar, al que os quiere destruir, ¡qué tontos sois! Tenéis a vuestro verdugo junto a vosotros y le cuidáis para que os siga azotando y destruyendo, ¡qué tontos sois!, y luego os quejáis de que todo os vaya mal, que veáis todo malo a vuestro alrededor, pero, si vosotros mismos estáis alentando tal maldad, ¿de qué os quejáis?
Podríais acabar con todo ése mal regresando a Mí, pidiendo perdón por vuestra traición a Mi Santo Nombre, a las Enseñanzas de Mi Hijo, a Su Donación total por vosotros, pero ciertamente lo haréis hasta que estéis prácticamente acabados por satanás, que será vuestro verdugo.
¡Cuánta maldad habéis dejado entrar a vuestro corazón y la seguís alentando! Veis cómo los gobiernos os siguen destruyendo y quitándoos todo lo que tenéis y no os acercáis a Mí, para que os ayude, para que os dé Sabiduría Santa y podáis detener todo el mal que habéis permitido creciera a vuestro alrededor. ¡Qué tontos sois! Podríais cambiar vuestro mundo y aún el Universo entero, volviendo a Mí y, respetando Mis Leyes y dejando crecer Mi Amor en vuestro ser pero, no lo aceptáis. Os habéis llenado de tanta maldad, que ya se os hace tan natural ver lo que sucede a vuestro alrededor, que lo tomáis como propio y, ahora veis raro todo aquello que viene de Mí y atacáis a los que Conmigo están, porque son diferentes, que ya no son como vosotros, porque no se han satanizado, como vosotros estáis en éstos momentos. No les comprendéis, les atacáis y, con ello, estáis evitando que Mis Bendiciones lleguen a la Tierra para protegeros de la fuerza tan grande con que satanás os está castigando. La maldad es grande, la maldad os está ahogando y no queréis entender.
Los gobiernos de la Tierra se han confabulado para ir destruyendo lo que venga de Mí y a aquellos que estén Conmigo, y no queréis ver ésta realidad. Os he ido avisando alrededor del mundo, en diferentes formas, de cómo satanás está destruyendo toda Mi Creación, tanto física como espiritual y, no queréis entender.
Ciertamente Yo protejo a los que están Conmigo, ciertamente veréis cosas horrendas. Vosotros, los que estáis Conmigo, sufriréis, al ver el horror con que satanás, castigará todavía más a aquellos que le han abierto su corazón a su maldad.
Os pido, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, que tengáis compasión de ésos hermanos vuestros, no los juzguéis, salvadles, vosotros tenéis Mi Poder de Amor. Vosotros, os he dicho, sois los cristos de éste tiempo y, así, como Mi Hijo se dio por todos vosotros, ahora vosotros os daréis por ellos. No necesariamente muchos de vosotros pasaréis por las tribulaciones por las que pasó Mi Hijo, pero os debéis dar en oblación total. Deberéis ser como Mi Hijo, hombres de oración, en todo momento, traedMe almas, salvadMe almas, imploradMe, Mis pequeños, que Mi Misericordia Infinita, se derrame sobre vuestros hermanos, que son Mis hijos y, todos tienen derecho a su salvación.
Son momentos terminales, en donde satanás os atacará más fuertemente. Ni aquellos que están con él, que le buscan y trabajan para él, tienen idea de su poder. No se imaginan la fuerza tan grande de satanás con que los aplastará y les hará sufrir, a pesar de que le sirvieron, de que fueron sus seguidores, ése será su mayor castigo. Creyendo que satanás los iba a consentir, serán los más castigados eternamente, y lo serán, además, durante el tiempo que les quede aquí en la Tierra de vida, y así, ellos mismos serán ejemplo de un castigo muy duro que todos veréis, porque prefirieron vivir para el mal que vivir para Mi bien, para Mi Amor.
Las Escrituras se os dieron a todos. Mis Palabras son eternas, Mis Palabras son Justas, Mis Palabras son de Profecía, el malo nunca triunfará. Aquél que se pone en contra Mía, nunca ganará, Yo Soy vuestro Dios, Mi Poder es Infinito y todos veréis cómo Mis Palabras se cumplirán. Los que estáis Conmigo, os alegraréis. Los que no están Conmigo y, a pesar de vuestras oraciones y de todo lo que haréis por ellos, ni aún así querrán convertirse, sufrirán su error, de una manera tan grave, que no se imaginan, porque, satanás no consiente a las almas, las engaña, las llena de su maldad, de su error y si él está sufriendo indeciblemente, también los que están con él sufrirán de la misma forma. Ese será su premio por haber seguido al que fue arrojado del Cielo.
Alegraos, Mis pequeños, éstos son días en que todos debéis estar llenos de alegría, recordando el momento Santo, el momento bello, cuando Yo os mando a Mi Hijo, para que empiece vuestra Gloria.
La llegada de Mi Hijo a la Tierra, fue un parteaguas, recordad ése parteaguas, el Amor Encarnado entre vosotros, el Amor Infinito de vuestro Dios, en ése Pequeñito, en ése Niño Divino, en la Sabiduría Infinita de un Pequeño Bebé, que os traería nuevamente el Cielo a la Tierra, como vuestros Primeros Padres lo tuvieron antes del Pecado Original; vivir el Cielo en la Tierra.
Todos vosotros, los que estáis Conmigo, a veces, tenéis ésos momentos, aunque sean algunos segundos, o minutos, pero os doy regalos en los cuales os lleno de Mi Paz, de un Amor que no podéis tener en la Tierra. Alegraos, junto con el Cielo eterno, en éstos días, cuando tantos de vuestros hermanos, se dan por las fiestas paganas, fiestas de los hombres, ya llenas de pecado y de maldad. AlegradMe, Mis pequeños, agradeciéndoMe que os haya enviado a Mi Hijo como Salvador y, sobre todo, a traeros el perdón de vuestros pecados.
Está en vosotros acelerar el tiempo en que se manifieste Mi Hijo por Segunda vez entre vosotros. Os he pedido no elucubrar, simplemente, ser otros cristos y, esto es, oración, donación, y dejarse mover por Mi Voluntad.
Sé que a veces se os hace difícil dejarse mover por Mi Voluntad, pero debéis tener plena confianza en que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, voy a tomar todo vuestro ser para ir transformando, a través vuestro, todo vuestro alrededor y todo y a todos aquellos por los cuales pidáis y por los que Yo Mismo os iré indicando en vuestro interior por quién hacerlo.
Mis pequeños, lo que os estoy pidiendo, es lo más grande que puede tener un alma sobre la Tierra, ser instrumentos de vuestro Dios. Ahora no os podéis dar cuenta de éste regalo tan grande, ser movidos por vuestro Dios y Creador, Creador del Universo entero, Omnipotente y eterno. Sois pequeños, demasiado pequeños para entender tal  magnitud.
Esto lo entendió perfectamente bien, Mi Hija, La Siempre Virgen María y Su respuesta fue simple: hágase, Soy la Sierva del Señor. PedidLe a Mi Hija que os haga entender lo que os estoy pidiendo, para que os neguéis a vosotros mismos, os anonadéis y Me dejéis actuar a través de vosotros. Esa es la Sabiduría de todos los santos, anonadarse a sí mismos y dejarMe a Mí, vuestro Dios, mostrarMe a través de ellos.
Así como estáis viendo maldad a vuestro alrededor, porque muchas almas se han dejado mover por satanás, Yo os pido también, que os dejéis mover por Mí. Yo he de traer la Luz al Mundo, pero a través de vuestra pequeñez.
Yo no Soy como satanás, aparatoso, gritón, grosero, apabullante, Yo todo lo hago en la sencillez, buscando a los pequeños, buscando la humildad, buscando la donación total y en el silencio. Respeto vuestro libre albedrio.
Así como os estoy pidiendo esto a vosotros, como grupo y en lo personal, lo estoy pidiendo también a hermanos vuestros alrededor del mundo, para ir uniendo al pueblo elegido, que verán los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, sois los elegidos de Mi corazón, sois aquellas almas que dicen las Escrituras, que muchos son los llamados y pocos los escogidos. Sois los escogidos, pero quiero una total donación vuestra, un total desprendimiento de vosotros mismos, porque estáis demasiado apegados al mundo y necesito un total desapego, para que podáis volar hacia Mí libremente y con una donación total.
Os respeto, respeto vuestra decisión, pero os he ido preparando, por mucho tiempo, hasta llegar a éstos momentos, en que ahora sí os pido, si queréis seguirMe, un total desprendimiento de vuestra voluntad, a Mí Voluntad.
Entended, Mis pequeños, que Soy un Dios de Bien, un Dios de Amor y nunca permitiré un mal que os llegue, cuando que, por Mí, estéis dejando todo para seguirMe pero, entended, que al pedir dejar todo, no es que dejéis vuestras obligaciones de estado, sino vuestra voluntad. Haréis lo que estáis haciendo, pero lo haréis por Mí y para Mí y para el bien de vuestros hermanos, para su salvación eterna, para la purificación de la Tierra y del Universo entero. Sois Míos, os creé para Mí, os creé para el Amor, os habéis dejado enamorar por Mi Amor, seguidMe, pues, que no os fallaré, Mis pequeños.
Os bendigo, bendigo a los vuestros, bendigo a vuestras familias, bendigo vuestros intereses. Os estaré cuidando Mis pequeños, porque satanás os tratará de destruir, pero contad Conmigo, con Mi Poder Omnipotente sobre vosotros y los vuestros y que, aunque satanás os zarandeé, no os perderéis, ni vosotros, ni los vuestros.
Os amo, Mis pequeños y Mis bendiciones, en Mi Santísima Trinidad, queden con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Dic 11_13 La maldad ha comprado todo lo que está a vuestro alrededor: gobierno, Iglesia, la sociedad



Rosario vespertino

Temas:
  • ¿Qué estáis haciendo para que Mi Amor, primeramente, os santifique y Mi Amor salve a infinidad de almas, al pedírMelo para vuestros hermanos? No estáis trabajando para Mí, vuestro Dios.
  • Os pido, Mis pequeños, que Me dejéis vivir en vuestro ser, en vuestra vida, para que Yo os llene de Mi Alegría Santa y a la vez, contagiéis a todos vuestros hermanos a vuestro alrededor.
  • Muchas pruebas habéis tenido a lo largo de vuestra vida, ahora viviréis una gran prueba, ¿estaréis preparados para pasarla?
  • Estos son tiempos de una gran lucha espiritual, en donde aquellos que se vuelquen hacia la vida en Dios, alcanzarán su santificación, dejadMe, Mis pequeños, que os lleve a ella.
  • Tendréis que sufrir vuestros errores para aprender, con dolor, lo que se os había dado gratuitamente a través de Mi Hijo.


Mensajes de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¿Qué estáis haciendo para que Mi Amor, primeramente, os santifique y Mi Amor salve a infinidad de almas, al pedírMelo para vuestros hermanos? No estáis trabajando para Mí, vuestro Dios.
Hijitos Míos, os he pedido muchas veces que de vosotros todo debe salir positivo, bueno, alentador, santo. Sí, Mis pequeños, vosotros estáis en la Tierra como representantes Míos, como representantes de Mi Hijo, como verdaderos apóstoles de éstos tiempos. Os he mandado a la Tierra para cumplir con una misión de Amor y, ésta palabra debe ponerse con mayúsculas, Mis pequeños, AMOR. Vosotros debéis producir Amor, porque fue lo que os enseñó Mi Hijo y estáis, en pocos días, esperando ésa Fiesta del Nacimiento del Amor, el Verbo Encarnado. Vosotros tenéis ésa obligación, obligación de familia, obligación ante Mí, vuestro Padre y vuestro Dios.
Mi Hijo Jesucristo, nace entre los hombres, es el Enviado, es el Mesías, es el Salvador, vosotros venís después y debéis seguir la Escuela de Mi Hijo. Orgullosos debierais estar de estar en ésa escuela de Amor, de vivir el Amor de todo un Dios y, lo mejor de todo, el poderLo transmitir, al ser discípulos, que es lo que debéis ser cada uno de vosotros. Debierais sentiros orgullosos de que, también, en éste tiempo, vosotros podéis salvar infinidad de almas.
Sí, Mis pequeños, en aquellos tiempos, cuando Mi Hijo Nació, la obscuridad cubría toda la Tierra, en éstos momentos, estáis viendo que, también, la obscuridad, proveniente de satanás está cubriendo todos los pueblos de la Tierra, así que éste es vuestro momento, en que os debéis unir perfectamente con Mi Hijo, para traer Luz al Mundo, o sea, que debéis nacer junto con Él, para traer Su Palabra, que Su Palabra ya debe de estar en lo más profundo de vuestro corazón. Debéis vivir todo lo que Mi Hijo aprendió de Mí, vosotros, sois Sus hermanos y debisteis también aprender de Él y debéis dar lo que aprendisteis y, así como Yo estoy orgulloso de Mi Hijo, también quiero estar orgulloso de cada uno de vosotros.
Ciertamente es un compromiso muy grande el don de la vida, muchos de vosotros, quizá os sintáis presionados y no queráis llevar a cabo la misión que os toca llevar, pero es una misión de Amor, una misión en donde vosotros vais también a luchar contra las fuerzas de satanás al producir Amor.
Sí, Mis pequeños, cuando vosotros producís Amor, cuando vosotros repetís lo que aprendisteis de Mi Hijo, estáis luchando, literalmente, contra las fuerzas de satanás, porque estáis destruyendo su maldad, estáis disipando su obscuridad, estáis atrayendo Mi Vida sobre la Tierra, y eso os debe alentar a seguir adelante, para seguir acabando con toda ésa fuerza de satanás que os está destruyendo, a cada uno de vosotros, en vuestro interior.
Mis pequeños, sabéis que son momentos dramáticos en la humanidad, en donde estáis viendo que la maldad ha tomado un poderío muy grande, pero os he dicho muchas veces que, aunque vierais el poderío total de satanás, no se compara en nada a Mi Poderío.
Sí, estoy hablando ahora de fuerzas extremadamente grandes, que vuestras capacidades humanas no pueden entender y, por eso, debéis actuar con Fe total a lo que os estoy diciendo. Sois demasiado pequeños, sí, Mis pequeños, demasiado pequeños para poder entender lo que está sucediendo a nivel Universal, pero vuestra pequeñez se engrandece cuando Me dejáis actuar a Mí, vuestro Dios a través vuestro. No os imagináis lo que son las Potencias del Amor.
Satanás tiembla ante ésta palabra, Amor, pero Amor Verdadero, el Amor que viene de Mí, el Amor que cambia almas del mal hacia el bien, del Amor que hace crecer a todas las almas y las santifica, a eso le teme satanás, al Amor Verdadero que va a hacer que vosotros dejéis estela en la Tierra y, por haberla dejado, podáis regresar a Mí, eternamente.
Cuando vosotros estáis llenos de Mi Amor, satanás se debilita, por eso veis al Principio del Tiempo, a vuestros Primeros Padres en el Paraíso Terrenal, llenos de Mi Amor y, al estar llenos de Mi Amor, satanás pierde fuerza y por eso está representado como una serpiente, no tenía fuerza, era pequeño, porque, el Amor, Mi Amor, llenaba los corazones de vuestros Primeros Padres. Pero el hombre se ha separado de Mí, de Mi Amor, de Mis Leyes y ahora estáis viviendo el Apocalipsis, donde a satanás se le representa como a un dragón de siete cabezas. Ha tomado una gran fuerza, a nivel Universal, por vuestra culpa, porque no quisisteis llenar todo vuestro ser de Mi Amor, de Mis enseñanzas, de Mi Vida y, ahora tendréis que padecer y, de hecho estáis ya padeciendo sus ataques, su fuerza contra vosotros, porque no tenéis la fuerza del Amor en vosotros.
Solamente os hago una pregunta, ¿qué os vino a enseñar Mi Hijo?, y todo se resume en  Amor, a vivir en el Amor, ¿no se os hace esto muy importante? Su Evangelización fue, precisamente, haceros crecer en el Amor, para que alcanzarais, primeramente, la santidad y segundo, que, al alcanzarla, satanás perdiera fuerza y no pudiera ya contra vosotros. Se ve simple y sencillo, ¿verdad, Mis pequeños? Vinisteis solamente a eso a la Tierra, a llenaros de Mi Amor y a transmitirlo, para salvar a vuestros hermanos y salvar vuestra propia alma, pero no lo habéis hecho. Satanás os ha engañado, os ha desviado, ya no lleváis a cabo la misión para la que fuisteis creados y él sigue su obra destructiva. ¿Cuándo entenderéis, Mis pequeños? Vosotros, sois los que estáis creando vuestro propio futuro con vuestra actuación y ésta no es nada buena, no es nada positiva ¿Dónde está Mi Amor en vuestra vida?, ¿Qué estáis haciendo para que Mi Amor, primeramente, os santifique y Mi Amor salve a infinidad de almas, al pedírMelo para vuestros hermanos? No estáis trabajando para Mí, vuestro Dios.
Meditad esto, Mis pequeños, ayudad a vuestros hermanos que no están buscando Mi Amor. Mucho mal podríais hacer a un lado de vuestra vida, si realmente llevarais a cabo vuestra misión de llenaros de Mi Amor y transmitirlo. Perdéis demasiado tiempo en distracciones del mundo. ¿Cuándo aprenderéis, Mis pequeños?, ¿cuándo aprenderéis?, el tiempo ya os ha alcanzado. Ciertamente, con un cambio inmediato de vuestro corazón hacia Mí, vuestro Dios, llenándoos de Amor, podría detener infinidad de desastres y de maldad, provenientes de satanás, vosotros podéis hacerlo, Yo no os puedo obligar, vuestro futuro, prácticamente, depende de vuestro actuar, si actuáis en el Bien, Yo os respaldo, os aconsejo, os guío, pero si preferís seguir viviendo en el mal, Yo Me hago a un lado, porque Yo no puedo convivir en donde el mal habita. Vosotros estáis escogiendo vuestro propio destino, vivir eternamente Conmigo o sufrir eternamente con satanás.
Meditad esto, Mis pequeños, llevado a lo más profundo de vuestro corazón. Os respeto, pero tan pronto regreséis a Mí, os apoyaré y os cuidaré.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido, Mis pequeños, que Me dejéis vivir en vuestro ser, en vuestra vida, para que Yo os llene de Mi Alegría Santa y a la vez, contagiéis a todos vuestros hermanos a vuestro alrededor.
Hijitos Míos, Yo no estoy en contra de la diversión. Cuando Mi Hijo os dijo que fuerais como niños, no solamente se refería al tener una plena confianza y una Fe absoluta hacia Mí, vuestro Dios, sino también el vivir alegres. Cuando vosotros estáis alegres, podéis hacer mejor vuestras obligaciones.
Ciertamente, he creado diferentes caracteres pero, aún así, todos podéis tener momentos de alegría, y hacer vuestro trabajo más alegre.
Algún santo decía que la alegría era, precisamente, un camino para su santificación. La alegría se vive en el Cielo, se vive en los ángeles, en los santos. La alegría se vive en el Universo entero.
Cuando vosotros, por dar un ejemplo, estáis viviendo en pecado grave y os confesáis, inmediatamente la alegría viene a vosotros, ya no os sentís mal, no os sentís presionados, no sentís que miles de ojos os están mirando y hasta juzgando, os sentís libres.
Debéis vivir en alegría santa, Mis pequeños, para que todo os salga mejor y, sobre todo, para que vuestro entorno sea más agradable, porque si vosotros os llenáis de alegría, también haréis que los que están a vuestro alrededor, se sientan a gusto.
Vosotros, con vuestro ejemplo, podéis cambiar infinidad de cosas. Empezando con la alegría. Si vosotros realmente os propusierais ir cambiando todo lo que está a vuestro alrededor, seríais, como ésa piedra que se lanza al lago y empieza a producir ondas, ondas que van llegando a otras personas y éstas se sienten bien y a la vez, ellas van a empezar a contagiar a otras de virtudes, de virtudes recibidas de parte vuestra, hacia sus hermanos. ¡Podéis hacer tantas cosas, Mis pequeños, si actuarais en el bien!
No os imagináis cuántos hermanos vuestros no tienen la Sabiduría Santa, no tienen una educación religiosa, profunda, no tienen lo que vosotros tenéis, que ha sido Mi Guía directa hacia vosotros. Y, tan pronto Me encuentran, éstos hermanos vuestros que habían estado separados de Mí, se llenan de alegría, han encontrado la Perla rara y preciosa de la que hablan los Evangelios. Yo Soy ésa Perla Preciosa, Soy un Tesoro grandísimo, inmenso y, cuando vosotros encontráis algo valiosísimo, que os pueda servir en vuestra vida, os ponéis contentos.
Eso es uno de los grandes alicientes de los misioneros que, de hecho, todos vosotros debéis ser misioneros, cuando ellos transmiten Mis Verdades, y hay corazones que reciben agradablemente y con mucho gusto Mis Palabras a través de ellos, la alegría los invade. Cuando Yo entro a un alma, y la lleno de Mi Amor, y de Mis tesoros infinitos, el alma rebosa de alegría y esto, prácticamente, todos vosotros lo habéis experimentado alguna vez, cómo de repente os llenáis de una alegría, podría decirse, sobrenatural y vosotros os alegráis inmensamente, no os podéis explicar esa alegría, pero es porque Yo entro en vosotros porque Me lo pedisteis y comparto Mi Cielo con vosotros.
Os pido, Mis pequeños, que Me dejéis vivir en vuestro ser, en vuestra vida, para que Yo os llene de Mi Alegría Santa y a la vez, contagiéis a todos vuestros hermanos a vuestro alrededor y se haga así una cadena de Amor y de alegría por todo el mundo y en el Universo entero.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Muchas pruebas habéis tenido a lo largo de vuestra vida, ahora viviréis una gran prueba, ¿estaréis preparados para pasarla?
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. En las Escrituras leéis que Mi Fuego, Fuego abrasador, bajará sobre la Tierra y arrasará a aquellas almas que no viven en el Amor, como hojarasca seca y, así será, Mis pequeños.
Mucho mal se ha desarrollado a vuestro alrededor, satanás ha hecho su obra, os ha engañado, caísteis en sus mentiras y, ciertamente, todos vosotros pecáis, pero algunos de vosotros regresáis inmediatamente o casi inmediatamente al bien. Muchas otras almas, prefieren quedarse en el mal con el que satanás los encadenó y ellos no hacen nada, como pedir ayuda para que se puedan soltar del mal en el que viven, es más, algunos hasta se vanaglorian de ése mal que están viviendo. No hay arrepentimiento en su corazón, no hay vida, vida espiritual positiva, buena, agradable a los Ojos del Padre. Son almas que, aún a pesar de que en algún momento o varios momentos, han tenido la oportunidad de conversión y arrepentimiento, no han querido tomarlos, han preferido quedarse en la maldad que están viviendo.
Estas almas son almas inservibles que, aún a pesar de que se ora por ellas, satanás les ha tapado sus oídos, les ha cerrado su corazón, para que no se den cuenta de que hay un Dios que los puede perdonar y los puede regresar hacia la vida, hacia la virtud, hacia el Amor.
Mis pequeños, Mi Fuego, Mi tremendo Fuego, arrasará con todas éstas almas que no desean cambiar hacia el Bien. Se os ha estado hablando que ésta es una renovación de toda la humanidad y del Universo entero.
Ciertamente, el Padre quiere a todas las almas de regreso pero, vosotros, en vuestra libertad, escogéis si regresáis o no.
Las almas que entrarán al Reino, al Nuevo Reino en la Tierra, serán almas positivas, almas productivas, almas buenas, almas llenas del Amor de Dios, que aunque, ciertamente no son perfectas, porque todos pecáis, son almas que tienen un gran porcentaje de Bien y que pueden hacer mucho bien para que el Reino de Dios se propague por todas las naciones y por el Universo entero.
Muchas pruebas habéis tenido a lo largo de vuestra vida, ahora viviréis una gran prueba, ¿estaréis preparados para pasarla?
Si vuestro corazón ha tratado de vivir en Nuestro Amor, tened por seguro, Mis pequeños, que podréis pasar la prueba, pero ¡ay! de aquellos que han preferido vivir en el mal, gozan el mal, destruyen a sus semejantes, éstas almas están llenas de mucha maldad, éstas almas no son aptas para empezar un Nuevo Mundo en base a ellas. Éstas almas serán eliminadas y esto no os debe de agradar, Mis pequeños, porque son hermanos vuestros que prefirieron el error y, aunque vayan a ser eliminadas, hay Dolor en Nuestro Corazón, porque son almas que se pierden, es Esencia Divina que se pierde, porque no escogieron el Bien, sino que se vendieron al mal.
Entended, Mis pequeños, que Nuestra sensibilidad en el Amor, es inmensa, cosa que ahora vosotros no entendéis, pero ésa Sensibilidad Divina, hace que se sufra en el Cielo. Cuando un alma prefiere vivir en la maldad y rechazar el Bien Divino, vosotros no podéis entender todavía esto, porque vuestro cuerpo os limita, pero tan pronto salga vuestra alma de vuestro cuerpo, vuestras capacidades se van a potencializar y entenderéis muchas cosas que ahora se encuentran ocultas o limitadas a vuestro pobre entendimiento, y sufriréis también por todas las almas que se pierden, aunque sean de hermanos vuestros que prefirieron vivir en el mal y no supieron ni quisieron buscar el Bien al que fueron llamados.
Tratad por unos momentos de entender éste dolor que se vive en el Cielo, para que os vayáis sensibilizando, Mis pequeños y así podáis entender todo el Amor que tiene vuestro Dios con cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Estos son tiempos de una gran lucha espiritual, en donde aquellos que se vuelquen hacia la vida en Dios, alcanzarán su santificación, dejadMe, Mis pequeños, que os lleve a ella.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Éstos son Mis tiempos, así Me los otorgó Nuestro Padre y Nuestro Dios.
Yo vengo para luchar contra la serpiente y aplastarle la cabeza con Mi Calcañal. Mis elegidos Me siguen, apoyan Mis intenciones ante Nuestro Padre y Nuestro Dios, comparten Mis Dolores y Mis Alegrías también, Somos el Ejército de éste tiempo, tiempo de salvación de almas, tiempo de renovación Universal. Son tiempos difíciles, tiempos de dolor, pero también tiempos de esperanza, en donde se llevará a cabo la Promesa de Nuestro Padre y Nuestro Dios, en que todo será renovado para el bien de todas las almas y para Gloria de Su Reino.
Mis pequeños, estáis ya sintiendo lo que es la batalla fuerte contra las fuerzas de satanás. Estáis viendo y viviendo lo que él produce, lo que de él sale y veis muerte a vuestro alrededor, tanto física como espiritual. Veis maldad en todos los corazones pero, especialmente, en aquellos que son los instrumentos de satanás en éste tiempo. Estáis viendo como ya no hay, prácticamente, ayuda hacia vosotros, porque aquellos que os debieran ayudar en los gobiernos de la Tierra, se han vuelto hacia satanás y no os apoyan ni defienden, los que debieran protegeros con las leyes fundadas en los gobiernos de cada país, ahora se han asociado con aquellos que viven en el mal.
Difícilmente encontráis, en vuestras autoridades, seguridad, defensa y bien hacia los ciudadanos, como se os había profetizado hace tiempo, que el mal caminaría por vuestras calles y nadie ya lo podría detener, precisamente, por lo que os acabo de decir, porque las autoridades y los gobiernos de la Tierra, están coludidos con el mal.
El mismo hombre está tomando la ley por sus manos, cosa que también se os había profetizado, que llegaría el momento en que viviríais la ley de la selva, en que cada quien se defendería como pudiera.
La maldad ha comprado todo lo que está a vuestro alrededor: gobierno, Iglesia, a la sociedad. Destruyen todo lo que quieren y nadie los detiene. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños, que ya no hay nada que os proteja en la Tierra y que debéis volver vuestros ojos a vuestro Dios? Se os ha dicho que Nuestro Dios os protegerá de todo este mal, hasta que os arrodilléis y con humildad pidáis perdón por haberos alejado de Sus Leyes y Decretos y que queráis volver al Bien con que Él os regaló desde un Principio, pero que no quisiste aceptar más en vuestra vida.
Se os ha repetido infinidad de veces, que si os unierais en oración, podríais quitarle fuerza a satanás, pero no tenéis la suficiente confianza y Fe en esto. Yo Misma, en Mis Apariciones, os he dicho muchas veces sobre el rezo del Santo Rosario, que es el arma más poderosa para destruir las fuerzas de satanás y no queréis hacer caso, creéis que son remedios de gente anciana y estáis muy equivocados, son armas Divinas, que se os dan con sencillez para que los sencillos las tomen y puedan vencer a los que se sienten fuertes.
Vosotros mismos estáis dejando que satanás se adueñe de todo lo que está a vuestro alrededor y de vuestras propias vidas, de la de vuestros hijos, de la de vuestros seres queridos y, en lugar de buscar la ayuda Divina que necesitáis, buscáis por medios bajos y satánicos una supuesta ayuda para poder vencer al  mal y no os dais cuenta que estáis siendo engañados por satanás, porque nunca venceréis al mal con el mal, sino al contrario, lo aumentaréis. Al mal solamente se le puede vencer con el Bien, con el Bien que viene de Nuestro Dios.
Debéis cambiar, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, que os cuida, que os guía, que os protege, siempre y cuando pidáis Nuestra ayuda, pero si preferís sufrir y aceptar todo lo malo que está a vuestro alrededor, más sufriréis, porque satanás no tiene compasión de los hijos de Dios. Os quiere destruir y va a destruir aún a aquellos que ahora le están ayudando a que su mal se disemine por toda la Tierra y por el Universo entero, él no respeta a nadie, no agradece a nadie, él es maldad absoluta, engaña y luego destruye.
Se os repiten y se os avisan éstas lecciones de vida y no entendéis, Mis pequeños, Nosotros, desde el Cielo podemos ver hacia dónde va la humanidad y vais a una destrucción total si no entendéis. Vosotros sois los únicos que podéis poner remedio al mal que se ha desatado en ésta forma, como ahora la tenéis, pero solamente vosotros lo podréis detener si imploráis Nuestra ayuda y cambiáis de corazón, si no entendéis, vuestro dolor será inmenso.
EntregadMe vuestro corazón, dejadMe que os guíe, dejadMe que os enseñe a ser santos. Estos son tiempos de una gran lucha espiritual, en donde aquellos que se vuelquen hacia la vida en Dios, alcanzarán su santificación, dejadMe, Mis pequeños, que os lleve a ella, para que seáis agradables a los Ojos de Nuestro Dios, porque eso propiciará un cambio Universal para que Mi Hijo regrese nuevamente a la Tierra, gracias a las almas que, con humildad, escogieron el camino que Mi Hijo os señaló. Buscad vuestro bien y Yo os apoyaré, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Tendréis que sufrir vuestros errores para aprender, con dolor, lo que se os había dado gratuitamente a través de Mi Hijo.
Hijitos Míos, mucho del mal que estáis padeciendo, es por vuestra soberbia. Lo que padeceréis en mayor o en menor grado, será para llevaros a la humildad. Regresaréis a lo que todo buen hijo de Dios, debe llegar, que es un respeto absoluto a Mí, vuestro Dios y a todo lo que venga de Mí, pero Yo no quiero que os rebajéis a un servilismo, sino a un amor de hijos, respetando con todo el corazón a su Padre.
Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, no quiero que Me sirváis con temor o esperando sentir un reproche de Mi parte, ¡no, Mis pequeños, sois Mis hijos!, y Yo quiero vuestra perfección y esa perfección debe estar envuelta en un amor inmenso, total hacia Mí, vuestro Dios, porque Soy todo Amor y no se le puede temer al Amor.
La soberbia, a la que ha llegado el hombre, ha destruido vuestros valores, ha destruido vuestro interior, ya no respetáis a vuestros hermanos, sólo respetáis a aquél que tiene más de lo material y perseguís al que está lleno de lo espiritual.
Habéis hecho ya de vuestro alrededor un ambiente pesado, grosero, malo. Vivís en una bajeza espiritual, moral, humana, peor que animales porque, todavía los animales se respetan pero, vosotros, ya no os respetáis los unos a los otros ni respetáis los bienes de vuestros hermanos.
La vida espiritual ya no la buscáis, o escondéis el dar a conocer a vuestros hermanos que la seguís, para no ser causa de burla ante ellos. Mis Leyes las pisoteáis y os burláis de ellas. La soberbia os hace creer que podéis pasar por sobre ellas y como veis a vuestro alrededor que la maldad ha crecido tanto y ya no se respetan, os apoyáis los unos a los otros en la maldad. Perseguís a vuestros hermanos que quieren vivir de acuerdo a lo que Yo os he pedido para que vivierais como verdaderos hijos Míos y reyes de la Creación, pero os habéis vuelto como animales y ya no sois reyes de la Creación, porque la destruís, ya no cuidáis lo que Yo os pedí que cuidarais y por cuidarla vosotros recibiríais apoyo, cuidado, protección de la misma Creación.
Vuestra soberbia os ha llevado hacia el mal y vuestra soberbia os aplastará, caeréis al fango, lo cual os hará entender que vivíais en el error y, si pedís Mi Sabiduría Divina podréis enderezaros y pediréis perdón para que Yo Me apiade de vosotros y os levante de nuevo, como al hijo pródigo; pero no queréis entender antes de caer al fango, porque Yo os podría levantar antes de que sufrierais tal dolor pero, como vais, tendréis que caer y sufrir para que os deis cuenta de que estabais siguiendo un error causado por satanás y que estaba destruyendo vuestra vida.
Acrecentasteis la maldad en vuestro corazón y no quisisteis cultivar la virtud y el amor que os iban a llevar a vivir Mis Bienes, vivir en felicidad, en paz, en armonía y sin los temores con los que ahora vivís. Tendréis que sufrir vuestros errores para aprender, con dolor, lo que se os había dado gratuitamente a través de Mi Hijo. No quisisteis entender por las buenas, con inteligencia y sabiduría porque os dejasteis llevar por vuestra tontería y necedad hacia todo lo que satanás os proponía, y dolor os costará.
La salvación para todos vosotros está a vuestra disposición, tan pronto Me la pidáis; el cambio para vuestro mundo y el Universo entero, lo mismo. De vosotros dependen los cambios pero, antes que nada, éstos se darán cuando haya humildad y sinceridad en vuestro corazón, cuando Me busquéis a Mí, y que todo lo que hagáis fluya hacia Mí. Yo Soy vuestro Dios y quiero que todo lo que hagáis venga como holocausto hacia Mí y que sea un aroma bellísimo salido de vuestro corazón agradecido por todo lo que Yo os doy y que vosotros gozáis.
¡Qué desgracia que entendáis solamente con el dolor, cuando Mi Hijo ya había sufrido por vosotros y os estaba regalando toda una Evangelización de Amor!, que si la hubierais seguido ya no tendríais que haber padecido ningún tipo de dolor, porque ya os hubierais santificado y hubierais cambiado vuestro mundo por un mundo nuevo, un mundo, que hubiera estado ya lleno de Mis bendiciones. Ya hubierais adelantado el tiempo con vuestro cambio y estaríais gozando lo que desde hace mucho os quiero dar.
Ciertamente el cambio se va a dar, pero será para las almas inteligentes, sabias y llenas de Mi Amor. Almas humildes, agradecidas y obedientes a Mis Mandatos y deseos. Almas que se dejan mover por Mi Voluntad y que les causa un gusto inmenso eso, eso mismo, el vivir sumergidas en Mi Voluntad y no en vuestra humana voluntad, llena de errores y de maldad.
Gracias, Mis pequeños.

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