¡LAS ECONOMÍAS DEL MUNDO MUY PRONTO CAERÁN, EL DIOS DINERO TIENE SUS DÍAS CONTADOS!
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD
Que mi paz esté con vosotros.
Las
economías del mundo muy pronto caerán, el dios dinero tiene sus días
contados. ¡Ay de aquellos que tienen puesta su confianza en este dios
salido de la mano del hombre, porque grande va a ser su caída! ¡Millones
van a perder la cabeza con la hecatombe financiera!. Todos aquellos que
depositaron su fe y esperanza en este dios y se sintieron seguros por
su poder financiero, van a llorar y a lamentarse; muchos maldecirán su
suerte, otros enloquecerán y otros tantos se quitarán la vida y perderán
el alma.
Hijos
míos, todo reinado en este mundo tiene su principio y su fin, nada es
eterno en este mundo pasajero. Acordaos de lo que dice mi palabra: No
atesoréis riquezas en este mundo; atesorad más bien en el cielo, donde
nada se os perderá, porque donde está tu tesoro, allí también está tu
corazón (Mateo 19, 20). Yo soy vuestro tesoro, buscadme y hallaréis la
vida eterna.
Haced
mejor el bien a vuestros hermanos; calmad la sed del sediento, el
hambre del hambriento y vestid al que está desnudo; socorred a la viuda y
al huérfano ahora, antes de que el dios dinero caiga por el suelo. Si
así lo hicieres, os aseguro que vuestra recompensa será grande en el
reino de los cielos. Acordaos que cuando lleguéis a mi presencia se os
juzgará conforme a vuestras obras. Hay más alegría en dar, que en
recibir y todo lo que hagáis en favor de uno de estos mis pequeños, me
lo hacéis a mí.
Hijos
míos, aprended lo que significa misericordia, quiero y no sacrificios,
el ayuno que me agrada es el ayuno del amor y por el amor que tengáis a
vuestros hermanos, seréis juzgados mañana. No hay amor más grande que
dar la vida por los amigos (Juan 15. 13).
Os
hago un llamado a vosotros los que habéis sido bendecidos con bienes
materiales; mirad hijos míos: mi pueblo se muere de hambre y sed, dejad
de acumular y acumular riquezas porque nada de esto os llevaréis;
vosotros lo tenéis todo, pero la inmensa mayoría vive en la pobreza. Que
no os pase como al hombre rico que se negó a seguirme, por no abandonar
sus riquezas (Mateo 19, 20 al 22). Que no os pase como al rico Epulón,
que por su avaricia y falta de caridad para con Lázaro, perdió su alma
(Lucas 16, 19 al 31).
Obrad
como Zaqueo, para que también mañana cuando lleguéis a mi presencia,
pueda deciros: hoy ha llegado a esta casa la salvación, porque también
éste es hijo de Abraham (Lucas 19, 9).
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro y Pastor, Jesús de Nazaret, el Buen Pastor de todos los tiempos.
Dad a conocer este mensaje a toda la humanidad.
Enoch. Favor citar la fuente de los mensajes:
www.mensajesdelbuenpastorenoc.org/ mensajesrecientes
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