sábado, 11 de junio de 2011

La Iluminación al más pequeño de los siervos, 22 de Julio de 2011


Como un pedido de Nuestra Señora de Todas las Naciones, voy a compartir la iluminación de la conciencia que tuve.
Esto ha sido también referido como el “mini-juicio.”

A los dieciocho me aparté de lo Católico, esto es que no practiqué más la fe.
Fue veinte años después a la edad de treinta que tuve una experiencia que cambió toda mi vida.

Primero tuve un sueño sobre Jesús y en el sueño Él era tan real que pensé que Él estaba en la habitación conmigo. Cuando desperté del sueño dije a mi mismo que había visto a Jesús pero luego creí que Jesús no vendría a alguien como yo así que no presté atención.
La siguiente noche mientras estaba en la cama experimenté como una corriente viajando por mi cuerpo. Luego que esto ocurrió entendí cuanto Jesús me amaba y yo ahora comencé a entender cuanto Lo ofendí con mis pecados.
Me levanté de la cama y caí de rodillas diciendo una y otra vez que lo sentía mucho, lo sentía mucho por mis pecados. Continué experimentando cuánto mis pecados ofendían a Jesús y luego un profundo, profundo, profundo dolor en mi corazón y alma comenzaron. Este dolor era tan profundo y tan doloroso que no puedo comenzar a decirles cuán doloroso es. La experiencia luego paró y luego yo estaba llorando lágrimas de dolor. La experiencia paró pero el dolor y el sufrimiento permanecieron en mi alma y corazón.

A la mañana siguiente me levanté a las 4:00 a.m. y bajé las escaleras y fue cuando entonces Jesús me habló por primera vez (aunque yo no entendí completamente y dudé de que Él me estuviera hablando) y me dijo coge la Biblia y ábrela. 

La abrí en Lucas, Capítulo 15 la parábola del hijo prÓdigo. Cuando la leí, lloré y lloré pidiendo por su perdón.

El día siguiente comencé a experimentar lo que mis pecados le habían hecho a Jesús.
Tuve una visión de yo cometiendo un serio pecado y luego vi a Jesús siendo azotado por un soldado Romano y mientras yo miraba al soldado Romano, vi su cara y era mi cara. No puedo describí lo devastador que fue y el dolor y el sufrimiento en mi corazón aumentó.

Esto continuó por varios días y con el pasar de los día el dolor y el sufrimiento aumentaban e mi alma y corazón.

Finalmente le dije a Jesús que necesitaba aliviar el dolor y el sufrimiento en mi corazón porque pensaba que no podía más.
Luego lo Escuché decir, confesión. Yo no me había confesado en veinte años y entonces tuve que buscar dónde y cuándo las confesiones estaban dándose en una Iglesia Católica local.

Afortunadamente había dos sacerdotes escuchando confesiones cuando fui así que el sacerdote que escuchó mi confesión estuvo disponible de pasar conmigo el tiempo necesario. Yo no había ido a confesarme durante veinte años y lloré y lloré y cuando el sacerdote me dio la absolución sentí como un gran peso se me había levantado de mí. La alegría que sentí no puedo describirla como el dolor y el sufrimiento de mi corazón se fueron y me sentí totalmente sanado y perdonado.
Esto comenzó en mí una travesía Espiritual que continÚa hoy.
Muchos años después le pregunté a Nuestra Señora si yo había experimentado la Iluminación completa. Nuestra Señora contestó que yo había experimentado el cinco por ciento. Cuando escuché esto comencé a llorar y le pedí a Jesús que tuviera misericordia.
Supe entonces que algunas personas no van a sobrevivir la iluminación de la conCiencia que está llegando muy, muy pronto.

El dolor y el sufrimiento para el corazón de una alma será demasiado y muchos morirán por esto.
Si ustedes están leyendo esto y no han ido a confesión hace mucho tiempo (yo voy por lo menos una vez al mes), les urjo, les ruego vayan inmediatamente. ¡No lo retrasen! Les recuerdo que yo experimenté sólo un cinco por ciento de la iluminación y el dolor y el sufrimiento fue tan grande que pensé que no podría vivir con ello. Si ustedes solamente supieran el dolor y el sufrimiento que tendrán que soportar correría al confesionario.

¡Vayan a la confesión! ¡Vayan a la confesión! ¡Vayan a la confesión! ¡¡¡Por favor!!!


NO IMPONGÁIS A NADIE LAS MANOS, NO TE HAGAS CÓMPLICE DE LOS PECADOS AJENOS (1 Timoteo 5,22)
Julio 21 de 2011 8:20 a.m.

¡LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO!



Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.

La imposición de las manos sólo compete a mis ministros, cuyas manos están consagradas, por la gracia de mi Santo Espíritu. Vosotros mis hijos laicos, orad los unos por los otros, pero no impongáis las manos, para que no os hagáis cómplices de pecados ajenos.

Hijos míos, anhelad los carismas de mi Espíritu que son vuestro mayor tesoro, pero tened mucho cuidado, no caigáis en fanatismos que desvirtúen la fe, sed muy prudentes y prestad mucha atención, pues mi adversario a través de sus instrumentos se está haciendo pasar como ángel de luz, para destruir mis grupos de oración, evangelización, e intercesión; probad los espíritus y pedid mucho discernimiento a mi Santo Espíritu; sellad con mi Sangre vuestra oración y vuestros grupos; haced el exorcismo dado a mi Siervo el Papa León XIII, antes de comenzar toda oración y todo rosario.

Acordaos que el lobo anda suelto y está disfrazado de manso cordero para engañar y destruir mi obra.

No todo el que diga Señor, Señor, viene de parte mía, por eso os lo repito: Sed astutos como serpientes y mansos y humildes como palomas; que los hijos de la oscuridad, no sigan siendo más astutos, que los hijos de la luz. Haced el rosario a mi Madre y luego el rosario a mi preciosísima Sangre, el cual destruye toda acción del maligno. Tened mucho cuidado con los mensajes, señales y prodigios, porque no todos provienen de mi Espíritu; unos son meramente humanos y buscan satisfacer necesidades personales, otros confunden y traen división y otros tantos son engaños de mi adversario. Los mensajes que provienen de mi Espíritu traen paz e invitan a la conversión, exhortan con amor y están amparados por mi palabra; jamás causan temores, ni señalamientos, jamás condenan, ni fijan fechas; acordaos que soy el Dios de la Misericordia y el perdón, que soy paciente e indulgente con todos aquellos que me buscan con sincero corazón; que como Buen Pastor, abandonó las 99, para ir en busca de la oveja perdida.

Hijos míos, si sois mis discípulos, debéis de permanecer en el amor, perdonándoos los unos a los otros; huid de la soberbia espiritual; sed mansos y humildes de corazón a imitación de vuestro Maestro. Tened caridad con vuestros hermanos, el que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos. Colocaos mi Armadura Espiritual de día y de noche, pues ya estáis en batalla espiritual, os digo esto, para que os mantengáis firmes y podáis resistir los engaños de mi adversario. Estáis en los tiempos de la apostasía y los emisarios del mal andan camuflados trayendo cizaña y división dentro de mi Iglesia; por eso debéis de estar alerta y vigilantes como buenos soldados, para que no os sorprenda mi adversario y os tome por sorpresa; leed mi palabra y meditadla, es poderosa armadura para el derrumbamiento de fortalezas; poned pues en práctica todo cuanto os digo, para que permanezcáis en mi paz y en mi amor. MI paz os dejo, mi paz os doy. Soy vuestro Maestro y Pastor, Jesús de Nazareth.

Dad a conocer mis mensajes a todas las naciones.

0 comentarios:

Publicar un comentario