Mensaje de la Santísima Madre entregado el 21 de Enero de 2012.
Hijitos de mi Corazón, hoy os doy la bienvenida a este pequeño Santuario.
Hijitos, si bien sabéis que en estos tiempos muchos de vosotros estáis preguntando por este año tan difícil y por todos los acontecimientos que se han ido diciendo o que están muchas veces preparándose para pensar en un fin de año.
Pero, hijitos míos, nuevamente hoy reitero y vuelvo a reiterar que el mundo no se acabará, simplemente van a haber renovaciones espirituales verdaderas. Sí también habrá caos, pero es porque está dentro de una purificación para muchos en la humanidad. Recordad que el tiempo que estáis viviendo es como una cuenta regresiva para aquellos hijos que están en el camino del Señor.
Hijitos míos, mi Hijo os ama y está preocupado por cada uno de vosotros, por vuestros pensamientos, por vuestras actitudes y ve que muchas veces este mundo os atrae más que vuestra vida espiritual. Pues bien hijos, en este camino que habéis elegido deberéis de caminar arduamente y firmemente y con la certeza que Dios está con vosotros, porque así podréis saltar todos esos obstáculos que este mi adversario ha puesto en vuestro camino.
Estos son los tiempos de purificación que tanto se ha hablado y ha comenzado y en toda la humanidad. En Chile deberéis de doblar vuestras oraciones por vuestro país. Chile, Chile que pena me das, que tristeza veo como me has dejado de querer y como has dejado de adorar a mi Hijo en los altares de vuestro país.
Con tristeza miro tantas Iglesias vacías y veo que la falta de vocación en vuestros hijos y en la futura Jerusalén está muy lejana a lo que el Padre Dios había pedido. Orad hijos aún más firme, haced penitencia y haced todo aquello que podéis para lograr estar en la gracia de Dios. Recordad que debéis estar siempre en Gracia de Dios con vuestros Sacramentos al día y no olvidéis que vosotros seréis ejemplo para muchos de aquellos hermanos que aún viven en las oscuridades de esta humanidad.
Hijitos de mi Corazón, como Mamá os digo acercaos a la Santa Comunión y especialmente a la Confesión, porque si comulgáis sin estar confesados van a entrar nuevamente en un pecado.
Hijitos, rogad y será dado todo lo que vosotros pidáis, pero siempre y cuando vosotros lo hagáis verdaderamente con fe y con vuestro corazón entregado a mi Hijo Jesús. Así como vosotros sabéis que la Voluntad de Dios debe prevalecer en vuestras vidas, en vuestro caminar y en todo momento porque Dios es quien rige la vida de vosotros. Vosotros sois los administradores de las riquezas que el Señor os ha entregado. También seréis juzgados como habéis manejado vuestras riquezas.
¿Hijitos estáis en este camino por amor a Dios o porque pensáis que os salvareis simplemente en venir?
Hijitos amad a Dios con todo el corazón y no temáis y no recaigáis nuevamente en los mismos pecados que muchas veces volvéis a tropezar.
A mis hijos consagrados os digo oren, oren y oren porque desde acá nosotros estamos sosteniéndolos en este camino de adversidades. Habéis escogido la profesión más hermosa que es el servicio y la caridad y vosotros hijos sois ejemplo del verdadero amor de Jesús para vuestros hermanos.
Yo desde aquí como Mamá os protegeré y cobijaré bajo mi manto en donde vosotros vayáis. Recordad, que cuando me necesitéis llamadme y yo estaré ahí en medio de vosotros.
Os amo mis pequeños, os amo y seguiré adelante y no decaigáis en esta hermosa profesión. Rogad para que vuestros hermanos y compañeros sigan en vuestro camino. Que tengan la certeza que Dios está en medio de vosotros, que sientan que Dios vive en medio de vosotros y que puedan vivir y compartir con Dios en todo momento.
Hijitos de mi Corazón en esta noche os doy todo mi Corazón de Madre a cada uno de vosotros y os digo vuelvan los ojos a Dios, vuelvan su corazón a Dios, este es el tiempo ya no va haber más oportunidades.
Hijitos Dios no pide cosas grandes, los sacrificios pueden ser pequeños porque en lo pequeño abunda la gracia.
Adiós mis pequeños, os espero el 21 y recordad que todo lo que pidáis todo será concedido, pero con fe mis pequeños.
Os amo, os espero
Shalom.
Hijitos, si bien sabéis que en estos tiempos muchos de vosotros estáis preguntando por este año tan difícil y por todos los acontecimientos que se han ido diciendo o que están muchas veces preparándose para pensar en un fin de año.
Pero, hijitos míos, nuevamente hoy reitero y vuelvo a reiterar que el mundo no se acabará, simplemente van a haber renovaciones espirituales verdaderas. Sí también habrá caos, pero es porque está dentro de una purificación para muchos en la humanidad. Recordad que el tiempo que estáis viviendo es como una cuenta regresiva para aquellos hijos que están en el camino del Señor.
Hijitos míos, mi Hijo os ama y está preocupado por cada uno de vosotros, por vuestros pensamientos, por vuestras actitudes y ve que muchas veces este mundo os atrae más que vuestra vida espiritual. Pues bien hijos, en este camino que habéis elegido deberéis de caminar arduamente y firmemente y con la certeza que Dios está con vosotros, porque así podréis saltar todos esos obstáculos que este mi adversario ha puesto en vuestro camino.
Estos son los tiempos de purificación que tanto se ha hablado y ha comenzado y en toda la humanidad. En Chile deberéis de doblar vuestras oraciones por vuestro país. Chile, Chile que pena me das, que tristeza veo como me has dejado de querer y como has dejado de adorar a mi Hijo en los altares de vuestro país.
Con tristeza miro tantas Iglesias vacías y veo que la falta de vocación en vuestros hijos y en la futura Jerusalén está muy lejana a lo que el Padre Dios había pedido. Orad hijos aún más firme, haced penitencia y haced todo aquello que podéis para lograr estar en la gracia de Dios. Recordad que debéis estar siempre en Gracia de Dios con vuestros Sacramentos al día y no olvidéis que vosotros seréis ejemplo para muchos de aquellos hermanos que aún viven en las oscuridades de esta humanidad.
Hijitos de mi Corazón, como Mamá os digo acercaos a la Santa Comunión y especialmente a la Confesión, porque si comulgáis sin estar confesados van a entrar nuevamente en un pecado.
Hijitos, rogad y será dado todo lo que vosotros pidáis, pero siempre y cuando vosotros lo hagáis verdaderamente con fe y con vuestro corazón entregado a mi Hijo Jesús. Así como vosotros sabéis que la Voluntad de Dios debe prevalecer en vuestras vidas, en vuestro caminar y en todo momento porque Dios es quien rige la vida de vosotros. Vosotros sois los administradores de las riquezas que el Señor os ha entregado. También seréis juzgados como habéis manejado vuestras riquezas.
¿Hijitos estáis en este camino por amor a Dios o porque pensáis que os salvareis simplemente en venir?
Hijitos amad a Dios con todo el corazón y no temáis y no recaigáis nuevamente en los mismos pecados que muchas veces volvéis a tropezar.
A mis hijos consagrados os digo oren, oren y oren porque desde acá nosotros estamos sosteniéndolos en este camino de adversidades. Habéis escogido la profesión más hermosa que es el servicio y la caridad y vosotros hijos sois ejemplo del verdadero amor de Jesús para vuestros hermanos.
Yo desde aquí como Mamá os protegeré y cobijaré bajo mi manto en donde vosotros vayáis. Recordad, que cuando me necesitéis llamadme y yo estaré ahí en medio de vosotros.
Os amo mis pequeños, os amo y seguiré adelante y no decaigáis en esta hermosa profesión. Rogad para que vuestros hermanos y compañeros sigan en vuestro camino. Que tengan la certeza que Dios está en medio de vosotros, que sientan que Dios vive en medio de vosotros y que puedan vivir y compartir con Dios en todo momento.
Hijitos de mi Corazón en esta noche os doy todo mi Corazón de Madre a cada uno de vosotros y os digo vuelvan los ojos a Dios, vuelvan su corazón a Dios, este es el tiempo ya no va haber más oportunidades.
Hijitos Dios no pide cosas grandes, los sacrificios pueden ser pequeños porque en lo pequeño abunda la gracia.
Adiós mis pequeños, os espero el 21 y recordad que todo lo que pidáis todo será concedido, pero con fe mis pequeños.
Os amo, os espero
Shalom.
Hijitos, os doy la bienvenida en esta tarde.
Muchos de vosotros esperáis llevar buenas nuevas a vuestros hogares.
En este tiempo en que estáis viviendo mis pequeños hay tantos dolores y muchos sufrimientos y es porque estáis a las puertas de una Semana Santa, en la cual el año pasado y anterior, muchos vivieron con austeridad la Semana Santa y otros con muchas dificultades y dolores y sufrimientos. Pues bien, para muchos la cruz ha sido muy pesada pero así como mi Hijo Jesús cargó la cruz, Dios también ha puesto cruces a muchos de vosotros para probar vuestra fe, para probar vuestra entereza y paciencia en vuestro camino de santidad.
Hijitos, en este tiempo la pureza es fundamental, la pureza espiritual, para que así puedan ir caminando día a día en este camino de amor y de esperanza.
Hijitos de mi Corazón, hace tiempo que os dije que vendrían grandes acontecimientos, pues se están cumpliendo los acontecimientos y muy fuertes para nuestra fe, se avecina el sismo para nuestra Iglesia. Recordad que os dije: “Que el gran adversario está atacando arduamente dentro de la casa de mi Hijo y ¿cuál es la casa?, es el centro donde nace la fe cristiana”.
Yo os pido orar por Italia, orar por Estados Unidos e Irlanda, orar, orar y orar. Estos son los momentos difíciles, porque vendrán grandes dolores y sufrimientos para muchos de vosotros, pero vuestra fe debe estar intacta, seguir pensando que el Señor os está probando día a día.
Levantaos y mirad hacia adelante después de una gran caída, porque el paraíso será un gran jardín verde y hermoso donde al final del tiempo encontrarán a Jesús esperándolos en las puertas del Cielo.
Hijitos míos, la morada de mi Hijo es muy grande, El es misericordioso y bondadoso y cuando llegue el momento de juzgarlos, Él os medirá con la vara maravillosa que es su misericordia. Recordad que el Padre es misericordioso y por ende el Hijo también.
Nunca debéis dejar de lado al Espíritu Santo. Pedid y ÉL os dará, llamadlo y ÉL vendrá. Atenderá vuestras súplicas y ÉL se hará sentir en vuestros corazones. Recordad que el Espíritu Santo es Dios.
Muchos de vosotros lo abandonáis, solamente os dirigís directamente al Padre. Recordad que los tres están unidos y estarán unidos por siempre. Recordad que el mundo donde estáis caminando no quiere avanzar, sino que están avanzando aún en los pecados de este mundo y la perversidad.
Nadie quiere entender que el tiempo se acorta y la distancia que os separa es tan pequeña mis pequeños, para que venga Jesús a la tierra, pero yo como Mamá os vengo a ayudar para que no estéis en pecado.
Recordad hijos, que si no tenéis fe, recurrid al Espíritu Santo para que ÉL os de los dones del amor y el entendimiento para poder seguir amando a Jesús enteramente. Abran sus corazones y sus conciencias, porque este es el tiempo mis pequeños, que vendrán las grandes confusiones, pero si vuestra fe no está firme debéis de solicitar el auxilio al Espíritu Santo.
Orad por mis hijos predilectos y mis consagradas en el mundo entero, porque muchos están viviendo caos de desilusión y confusión dentro de sus comunidades que afectan en su apostolado.
Orad mis pequeños, orad, las penitencias las debéis de hacer. Espero y confío en vosotros que debéis de vivir en penitencia para ayudarme así a salvar muchas almas. Orad por los moribundos que actualmente mueren solos sin asistencia. No hay sacerdotes que puedan alcanzar a llevar sus almas al estado de gracia. Orad mis pequeños y las misiones que os pedí deberéis de seguir adelante, porque necesito verdaderos misioneros para poder transformar y llevar amor a esas almas que viven en la oscuridad y en la soledad. Recordad mis pequeños que muchos de vosotros partiréis, pero debéis de estar en gracia de Dios y dejar buenos signos de amor y esperanza en la familia.
Vivir unidos, ver como Dios ama a todos los hijos del mundo; no importa quién esté en el camino a todos los ama por igual y ÉL espera y confía hasta el final que hayan verdaderas conversiones.
Para eso vengo mis pequeños, a consolar vuestros corazones y daros la esperanza, de amor y de paz para que sigáis adelante en este camino arduo de espinas donde el adversario cree que está ganando la batalla.
Recordad, que ya muy pronto se dará el mensaje de Fátima, se entregará el mensaje de mi pequeña hija Conchita, donde ella tendrá que regresar para poder concluir todo lo que el Cielo está pidiendo. Ahí muchos se darán cuenta que verdaderamente yo estuve presente ahí en Garabandal en donde dí a conocer el mensaje tan importante que mi Hijo me hizo entregar, pero el mundo se hizo el sordo y así os digo en este tiempo el mundo está caminando ciego y sordo. No quieren entender, no quieren dejar los placeres, simplemente quieren vivir la vida, pero cuando llegue el momento, que pena me dará, porque no tendrán nada que dar a Jesús.
Hijitos, orad, orad, penitencia y ayunos.
Recordad si estáis cansado ve y anda y comulga porque ahí mi Hijo te quitará todo el cansancio. Si estas desfalleciendo en tu fe ve al confesionario y descarga todas tus penas y tus pecados y así serás aliviado hacia el camino para seguir adelante.
Recordad que sin la Santa Comunión vosotros estaréis vacíos.
Os amo mis pequeños y recordad en esta noche que no temáis a las cosas que se vienen, porque vuestra fe es mucho más grande si verdaderamente amáis a Jesús. Os amo y os bendigo en esta tarde.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amen.
Muchos de vosotros esperáis llevar buenas nuevas a vuestros hogares.
En este tiempo en que estáis viviendo mis pequeños hay tantos dolores y muchos sufrimientos y es porque estáis a las puertas de una Semana Santa, en la cual el año pasado y anterior, muchos vivieron con austeridad la Semana Santa y otros con muchas dificultades y dolores y sufrimientos. Pues bien, para muchos la cruz ha sido muy pesada pero así como mi Hijo Jesús cargó la cruz, Dios también ha puesto cruces a muchos de vosotros para probar vuestra fe, para probar vuestra entereza y paciencia en vuestro camino de santidad.
Hijitos, en este tiempo la pureza es fundamental, la pureza espiritual, para que así puedan ir caminando día a día en este camino de amor y de esperanza.
Hijitos de mi Corazón, hace tiempo que os dije que vendrían grandes acontecimientos, pues se están cumpliendo los acontecimientos y muy fuertes para nuestra fe, se avecina el sismo para nuestra Iglesia. Recordad que os dije: “Que el gran adversario está atacando arduamente dentro de la casa de mi Hijo y ¿cuál es la casa?, es el centro donde nace la fe cristiana”.
Yo os pido orar por Italia, orar por Estados Unidos e Irlanda, orar, orar y orar. Estos son los momentos difíciles, porque vendrán grandes dolores y sufrimientos para muchos de vosotros, pero vuestra fe debe estar intacta, seguir pensando que el Señor os está probando día a día.
Levantaos y mirad hacia adelante después de una gran caída, porque el paraíso será un gran jardín verde y hermoso donde al final del tiempo encontrarán a Jesús esperándolos en las puertas del Cielo.
Hijitos míos, la morada de mi Hijo es muy grande, El es misericordioso y bondadoso y cuando llegue el momento de juzgarlos, Él os medirá con la vara maravillosa que es su misericordia. Recordad que el Padre es misericordioso y por ende el Hijo también.
Nunca debéis dejar de lado al Espíritu Santo. Pedid y ÉL os dará, llamadlo y ÉL vendrá. Atenderá vuestras súplicas y ÉL se hará sentir en vuestros corazones. Recordad que el Espíritu Santo es Dios.
Muchos de vosotros lo abandonáis, solamente os dirigís directamente al Padre. Recordad que los tres están unidos y estarán unidos por siempre. Recordad que el mundo donde estáis caminando no quiere avanzar, sino que están avanzando aún en los pecados de este mundo y la perversidad.
Nadie quiere entender que el tiempo se acorta y la distancia que os separa es tan pequeña mis pequeños, para que venga Jesús a la tierra, pero yo como Mamá os vengo a ayudar para que no estéis en pecado.
Recordad hijos, que si no tenéis fe, recurrid al Espíritu Santo para que ÉL os de los dones del amor y el entendimiento para poder seguir amando a Jesús enteramente. Abran sus corazones y sus conciencias, porque este es el tiempo mis pequeños, que vendrán las grandes confusiones, pero si vuestra fe no está firme debéis de solicitar el auxilio al Espíritu Santo.
Orad por mis hijos predilectos y mis consagradas en el mundo entero, porque muchos están viviendo caos de desilusión y confusión dentro de sus comunidades que afectan en su apostolado.
Orad mis pequeños, orad, las penitencias las debéis de hacer. Espero y confío en vosotros que debéis de vivir en penitencia para ayudarme así a salvar muchas almas. Orad por los moribundos que actualmente mueren solos sin asistencia. No hay sacerdotes que puedan alcanzar a llevar sus almas al estado de gracia. Orad mis pequeños y las misiones que os pedí deberéis de seguir adelante, porque necesito verdaderos misioneros para poder transformar y llevar amor a esas almas que viven en la oscuridad y en la soledad. Recordad mis pequeños que muchos de vosotros partiréis, pero debéis de estar en gracia de Dios y dejar buenos signos de amor y esperanza en la familia.
Vivir unidos, ver como Dios ama a todos los hijos del mundo; no importa quién esté en el camino a todos los ama por igual y ÉL espera y confía hasta el final que hayan verdaderas conversiones.
Para eso vengo mis pequeños, a consolar vuestros corazones y daros la esperanza, de amor y de paz para que sigáis adelante en este camino arduo de espinas donde el adversario cree que está ganando la batalla.
Recordad, que ya muy pronto se dará el mensaje de Fátima, se entregará el mensaje de mi pequeña hija Conchita, donde ella tendrá que regresar para poder concluir todo lo que el Cielo está pidiendo. Ahí muchos se darán cuenta que verdaderamente yo estuve presente ahí en Garabandal en donde dí a conocer el mensaje tan importante que mi Hijo me hizo entregar, pero el mundo se hizo el sordo y así os digo en este tiempo el mundo está caminando ciego y sordo. No quieren entender, no quieren dejar los placeres, simplemente quieren vivir la vida, pero cuando llegue el momento, que pena me dará, porque no tendrán nada que dar a Jesús.
Hijitos, orad, orad, penitencia y ayunos.
Recordad si estáis cansado ve y anda y comulga porque ahí mi Hijo te quitará todo el cansancio. Si estas desfalleciendo en tu fe ve al confesionario y descarga todas tus penas y tus pecados y así serás aliviado hacia el camino para seguir adelante.
Recordad que sin la Santa Comunión vosotros estaréis vacíos.
Os amo mis pequeños y recordad en esta noche que no temáis a las cosas que se vienen, porque vuestra fe es mucho más grande si verdaderamente amáis a Jesús. Os amo y os bendigo en esta tarde.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amen.
Shalom.
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