los mares
y ríos cubrirán la tierra, los volcanes vomitarán fuego y lava, el aire se
volverá irrespirable.
Rosario
vespertino
Temas:
- Vuestro
trabajo es muy importante, vuestra misión es necesarísima para la
salvación de muchas almas, vinisteis a salvar almas, no lo olvidéis, Mis
pequeños.
- Os he
preparado por mucho tiempo o por toda una vida, para éstos momentos, no
Me falléis y no le falléis a vuestros hermanos, por los cuales debéis
vosotros daros para salvarlos eternamente.
- SalvadMe
almas, Mis pequeños, y sed del resto fiel, para que escuchéis Mi Voz en
vuestro interior.
- Mi
Iglesia se sigue manteniendo, también, en el corazón y en la vida de
muchos, muchos de Mis consagrados. No os dejéis llevar por lo que se
dice, manteneos en oración, ayudando con vuestra oración, con vuestro
ejemplo, a que Mi Iglesia siga viva en vosotros y, así, permanecerá
hasta el fin del mundo.
- Seréis
como el pueblo judío sacado de Egipto, sufriendo tribulaciones, pruebas,
purificaciones hasta llegar a la Tierra Prometida.
Mensaje de
Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer
Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestro trabajo es muy importante, vuestra misión es
necesarísima para la salvación de muchas almas, vinisteis a salvar almas, no
lo olvidéis, Mis pequeños.
Hijitos Míos, ciertamente son muy pocos aquellos hijos Míos que quieren
avanzar en Fe y en Amor. Estáis tan distraídos con las cosas del mundo que
poco os interesa entender lo que es vuestra obligación, Mis pequeños y Yo os
digo que es vuestra obligación porque Yo os he creado para que fuerais
corredentores con Mi Hijo.
Os he
repetido esto tantas veces, pero no lo meditáis, Mis pequeños, ahora lo
tendréis que meditar mejor, porque el hecho de que tengáis Vida, de que Yo os
haya llamado a la Vida, es una responsabilidad muy grande, Mis pequeños. En
las Escrituras se dice que aquellos a los que se les ha dado más, se les
pedirá más y el hecho de que vosotros tengáis vida humana ya es una
responsabilidad grande y, además, un honor inmenso, porque sois
corredentores, sois salvadores, Mis pequeños. Sí, sois salvadores
porque con vuestra intercesión, con vuestra donación, con vuestro ejemplo,
vosotros podéis salvar almas y esa es una Gracia muy grande y una
responsabilidad inmensa.
Cuando
vosotros no estáis trabajando para Mí, para regresarMe a aquellas almas que
pueden perderse, ya estáis fallando como salvadores.
Mi Hijo,
ciertamente, es el Maestro, Él os enseñó cómo hacer vuestro trabajo y si
estáis realmente Conmigo, sabréis hacer lo que debéis hacer, que es el salvar
almas, a eso os he llamado a la Vida, a que pudierais salvar almas, con el
amor, con Mi Amor que he puesto en vuestro corazón. Mi Hijo, que es todo
Amor, os vino, primeramente, a enseñar de Palabra y luego con hechos lo que
debéis hacer, pero la Palabra siempre envuelta de Amor.
Mi Hijo se
refería a los fariseos en que sus actos eran malos, sus palabras buenas,
porque repetían lo que la Ley decía, que es Mi Palabra, así que la Palabra
sin hechos no sirve, Mis pequeños y Mi Hijo os lo mostró. Él fue la palabra,
Es la Palabra y además todo lo respaldó con hechos y con hechos que salvaron
muchas almas, con hechos que produjeron Milagros, con hechos que hicieron el
rebaño, al cual vosotros debéis pertenecer y que vosotros debéis atraer a
muchos más, también con vuestra palabra, con vuestro ejemplo, con vuestra
intercesión.
Como veis,
vuestro trabajo es muy importante, vuestra misión es necesarísima para la
salvación de muchas almas, vinisteis a salvar almas, no lo olvidéis, Mis
pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo
Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os he preparado por mucho tiempo o por toda una vida, para
éstos momentos, no Me falléis y no le falléis a vuestros hermanos, por los
cuales debéis vosotros daros para salvarlos eternamente.
Hijitos Míos, mucho os he insistido a que pidáis el don del
discernimiento, éstos son los tiempos de la gran mentira.
Ciertamente, satanás ha venido preparando el camino para que desemboque a la gran
mentira a la que quiere llevar a toda la humanidad, especialmente a aquellos
que creen en Mí, vuestro Dios.
La gran
mentira consistirá en quitarMe a Mí de la vida de todos vosotros, que cada
quien haga su propia religión, que cada quien se guíe por sus propios principios
que, ciertamente, todo eso será erróneo, porque vosotros no tenéis la Verdad
absoluta. Vosotros os dejáis guiar por lo que os conviene, os dejáis guiar
por lo que queréis o por lo que os da un gusto especial, que no necesariamente
es verdadero.
La Verdad
la tenéis en las Sagradas Escrituras y todo aquél o todo aquello que se salga
de las Verdades Enseñadas, estará dentro de la mentira y vosotros no podéis
seguir la mentira, porque si estáis Conmigo, si queréis estar
Conmigo, deberéis acatar lo que ya se os ha dado, que es la Verdad que debe
guiar al ser humano.
Ciertamente,
estáis en los terrenos de satanás, él es el príncipe de éste mundo y lo que
menos quiere es que se respeten Mis Leyes, que se engrandezca Mi Amor, que se
luche contra la maldad que él mismo ha sembrado por todos lados. Vosotros
sois luz, él es sombra, obscuridad, maldad, muerte y vosotros, si estáis
Conmigo, no podéis seguir eso, él os está llevando, muy sutilmente, a que
busquéis lo que es malo y lo engrandezcáis en vuestro corazón, aceptándolo,
porque ya se ha vuelto general y eso no puede ser así, Mis pequeños, éstos
son tiempos de la gran lucha, donde Mis hijos, que son luz, deberán luchar
contra las tinieblas que ya os rodean. No importa que estéis rodeados de ésa
maldad, de esa obscuridad espiritual, la Verdad la tenéis en vuestro
interior, porque os he venido preparando de años atrás, os he venido
preparando toda una vida, para éstos momentos en los que deberéis ser luz
ante muchos de vuestros hermanos.
Querrán
atacaros y apagar ésa luz, que es Mi Luz en vosotros, tal y como lo hicieron
con Mi Hijo Jesucristo. Él vino a traer el Cielo a la Tierra y muchos no
quisieron aceptar éste regalo tan grande que Yo os estaba dando a través de
Mi Hijo y porque traía otra manera de pensar difícil de comprender y difícil
de vivir para ellos, mejor lo eliminaron.
Así pasará
con muchos de vosotros, porque os querréis mantener en Mis Verdades, porque
lucharéis contra todo aquello que os pueda llevar al error y a una obscuridad
espiritual, y que, cuando les habléis con la Verdad, se les hará
difícil llevarla a cabo, porque ya un gran porcentaje de la humanidad
habrá aceptado la maldad en su corazón, les gusta y la siguen.
Ciertamente,
tenéis una tarea muy difícil, pero Yo estaré con vosotros, a vuestro lado,
tomándoos de la mano, iluminándoos con Mi Sabiduría. Por eso, os digo que no
temáis, porque dependen muchas almas de vosotros. Yo les voy a dar Luz a
través de vosotros, voy a salvar muchas almas a través de vosotros, pero
si vosotros Me falláis, perderé muchas almas, porque Me estaréis
fallando. Os repito, os he preparado por mucho tiempo o por toda una vida,
para éstos momentos, no Me falléis y no le falléis a vuestros hermanos, por
los cuales debéis vosotros daros para salvarlos eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer
Misterio, Habla
Dios Padre.
Sobre: SalvadMe almas, Mis pequeños, y sed del resto fiel, para que
escuchéis Mi Voz en vuestro interior.
Hijitos Míos, para éstos últimos tiempos, escogí instrumentos para que os
llevaran Mi Palabra. Los habéis escuchado, habéis leído lo que les transmití,
ellos escuchan Mi Voz y os la he dado a vosotros a través de ellos, pero
ahora, en el pronto tiempo que se ha de venir, vosotros, los que queráis
estar Conmigo y aún los que no queráis estar Conmigo, escucharéis Mi
Voz en vuestro interior. Recibiréis directamente, de Mí, vuestro Dios,
Mis Enseñanzas, Mi Guía Espiritual, Mi Amor porque, ciertamente, habrá
cambios sobre la Tierra, tribulaciones tremendas, en donde ya no podréis tener
acceso a Mi Palabra a través de ellos. Porque Soy un Padre
amorosísimo y, si vosotros habéis aprendido a creer y a aceptar lo que Yo os
he mandado a través de ellos, querréis también escucharMe en vuestro
interior, para que Yo os guíe y caminéis por caminos seguros, para que digáis
las palabras correctas, los consejos sabios a vuestros hermanos, la oración
de intercesión que salvará muchas almas de hermanos vuestros, necesitados,
que viven en el mal, en el pecado, en la corrupción o en una maldad, ya hasta
satánica, pero que pueden ser salvados, primeramente por la dedicación que
pongáis en interceder por ellos, ya que eso es Amor.
Como veis,
Mis pequeños, Mi Gracia se sigue derramando sobre cada uno de vosotros y se
seguirá derramando, porque Yo no dejo abandonado el rebaño de Mi Hijo. Yo os
voy cuidando, os voy protegiendo porque, ciertamente, el poder maligno de
satanás es tremendo y solamente Yo, vuestro Dios, os puedo ir defendiendo
contra toda ésa maldad.
Vosotros
necesitáis de Mí, para salir airosos de la prueba, por eso, deberéis vivir
ésa vida íntima que tanto os he pedido, para que escuchéis Mi Voz, Mi
Sabiduría, para que podáis amar con Mi Corazón, aún a pesar de aquellos
que os hagan el mal u os quieran hacer el mal.
Seréis
estos Cristos de éste tiempo, deberéis ser ejemplo valioso ante los ojos de
vuestros hermanos. Dejaos pues mover por Mi Gracia, por Mi Amor, para que ni
el mismo satanás os pueda dañar porque, si Yo habito perfectamente en vuestro
ser, satanás no podrá hacer nada contra vosotros, porque seréis Mis
instrumentos, instrumentos valiosísimos de éstos tiempos y, sobre todo,
porque, como Yo ya os había dicho antes, seréis el resto fiel, que
desgraciadamente, pequeño, pero que hará grandes cosas por el bien de
vuestros hermanos. Mi Amor hará el cambio y vosotros os dejaréis llevar por
Mi Amor, a pesar del odio que veáis en vuestro alrededor. Deberéis ser
como Mi Hijo, que aunque recibáis maldad, dolor y aún muerte, vosotros
respondáis, hasta donde podáis, con amor, que no llevéis en vuestro
corazón, en el último momento de vuestra muerte, algún mal deseo, rencor
contra vuestros hermanos, sino que llevéis amor, perdón y Vida para aquellos
que os han dañado y que puedan llevaros hasta vuestra muerte, la cual será
Vida, inmediatamente, para aquellos que defiendan Mi Amor sobre la Tierra.
Son
tiempos de gran confusión para aquellos que no están Conmigo, para aquellos
que no les interesó buscarMe pero, para vosotros, que estáis Conmigo,
escucharéis, en vuestro interior Mi Sabiduría y Mi Guía amorosa y vosotros,
no dudaréis, sabréis qué hacer en cada momento.
Sed
instrumentos fieles, Mis pequeños y, sobre todo, confiados totalmente a Mi
Voluntad, porque cuando os vean así vuestros hermanos, os querrán seguir y
vosotros los llevaréis a lugares seguros, fuera del ataque de satanás.
SalvadMe almas, Mis pequeños, y sed del resto fiel, para que escuchéis Mi Voz
en vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Iglesia se sigue manteniendo, también, en el corazón y en
la vida de muchos, muchos de Mis consagrados. No os dejéis llevar por lo que
se dice, manteneos en oración, ayudando con vuestra oración, con vuestro
ejemplo, a que Mi Iglesia siga viva en vosotros y, así, permanecerá hasta el
fin del mundo.
Hijitos Míos, la Iglesia sois todos vosotros, Soy vuestro Hermano Jesucristo
y Yo la inicié.
Os he dado
las bases, escogí a Mis apóstoles, la inicié con mucha tribulación y, a lo
largo de los siglos, la tribulación ha seguido, pero también Mi Promesa de
que Mi Iglesia, a pesar de todos los ataques de satanás, iba a prevalecer
hasta el fin del mundo.
Mi Iglesia
son Mis Enseñanzas, Mi Iglesia, es Mi Ejemplo, Mi Iglesia, es el Amor de todo
un Dios que se vino a dar en totalidad por el bien de Mi pueblo y de todas
las generaciones futuras.
Mi Iglesia
está en vuestro interior, Mis pequeños, y vosotros, si la mantenéis ahí,
enseñando a los vuestros lo que Yo os vine a dar, la Iglesia se
mantendrá. Mi Iglesia se encuentra aquí, en la Tierra y el príncipe
de éste mundo la está atacando, como os ataca a cada uno de vosotros. Todo
aquello que sea Mío, que venga de Mí, que produzca vida, que produzca amor,
que pueda destruir al reino de satanás, será atacado por él y por los suyos.
Vosotros deberéis
mantener Mi Iglesia, deberéis seguir transmitiendo lo que Yo os vine a dar
y eso os va a asegurar el triunfo que os abrirá las Puertas a vuestra Gloria
eterna. Ciertamente satanás va comprando a muchos de vuestros hermanos y aún
a muchos de Mis consagrados, que en lugar de mantenerse en el camino
verdadero, se han dejado llevar también por el mal pero, Mi Iglesia se sigue
manteniendo, también, en el corazón y en la vida de muchos, muchos de Mis
consagrados. No os dejéis llevar por lo que se dice, manteneos en oración,
ayudando con vuestra oración, con vuestro ejemplo, a que Mi Iglesia siga viva
en vosotros y, así, permanecerá hasta el fin del mundo. Yo voy
guiando a Mi Iglesia, o sea, Yo os voy guiando a cada uno de vosotros que
lleváis en vuestro corazón Mis Verdades, Mi Amor y la salvación de las almas.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto
Misterio, Habla
Dios Padre.
Sobre: Seréis como el pueblo judío sacado de Egipto, sufriendo
tribulaciones, pruebas, purificaciones hasta llegar a la Tierra Prometida.
Hijitos Míos, ya estáis viendo cómo vuestro mundo se está convulsionando,
cómo el sol os está afectando, cómo lo invisible que existe en el Universo,
en vuestra atmósfera, en todo lo que os rodea, se está volviendo en vuestra
contra y esto, por el Pecado cometido por vuestros Primeros Padres, pero que
vosotros, en lugar de eliminarlo de vuestra vida, lo fuisteis aceptando.
Todos los
astros se convulsionarán, las estrellas caerán, los mares y ríos cubrirán la
tierra, los volcanes vomitarán fuego y lava, el aire se volverá irrespirable.
Hedor a muerte habrá por todos lados, no sabréis hacia donde correr, hacia
donde protegeros porque, además de la maldad que veréis de la naturaleza, que
os atacará por vuestro pecado, también, todos aquellos que se han vendido a
satanás, os atacarán.
Por tanto
tiempo os previne y os traté de quitar éste dolor tan grande que tendréis, y
no quisisteis entender. Lloraréis amargamente porque perderéis todo aquello
en lo cual habíais puesto vuestras esperanzas, tanto en lo humano como en lo
material. Perderéis vuestros bienes, a vuestros seres queridos, será una
prueba fuerte, en donde os tendréis que mantener, si realmente Me amáis, en
Fe y en Amor, sin reprocharMe nada, simplemente aceptando Mi Voluntad,
y Mi Voluntad de éste tiempo es vuestra purificación, porque habéis
vivido en el error, aceptándolo y, además, dándoMe vuestra espalda y no
aceptando seguir con lo que Yo os he mandado, que es para vuestro bien. Os
arrodillaréis, pediréis perdón, Me ofreceréis vuestro sacrificio y vuestros
dolores. Aceptaréis todo esto que veáis negativo para vuestra vida y para
vuestra comodidad, para purificación de vuestras propias faltas y la de
vuestros hermanos y, así, como Mi Hijo se dio por vosotros, sufriendo
en silencio, orando, aún por Sus verdugos y por aquellos que Lo blasfemaban,
vosotros haréis lo mismo, callados, aceptando lo que llegue a vuestra vida,
siendo otros salvadores para el género humano.
Vuestro
silencio y vuestra aceptación valdrán muchísimo más que infinidad de palabras
que podáis decir. Actuaréis en humildad, sabiendo que dañasteis Al que es
inmensamente Grande y Poderoso, que Soy Yo, vuestro Dios. Os quisisteis poner
arriba de Mí, no Me amasteis ni respetasteis como debierais. Ahora conoceréis
Mi Poder, Mi Amor, conoceréis cómo Me dañasteis y vuestro dolor y vuestro
sufrimiento, aceptado en humildad, aceptado con amor, como Mi Hijo, reparará
vuestros pecados y vuestro olvido a vuestras obligaciones para Conmigo.
Os
salisteis del camino que tanto Yo, como Mi Hijo, os habíamos marcado para que
alcanzarais vuestra perfección, os aliasteis con el enemigo y con eso
perdisteis mucho, porque Yo os llevaba hacia la perfección y hacia grandes
cosas que aliviarían vuestra estancia sobre la Tierra, vuestro camino en
vuestra misión, pero el pecado y la envidia de satanás, a través de aquellos
que fueron vuestros superiores en los gobiernos de la Tierra, os mantenían
siempre atrás, detenidos, sin dejar que los avances que Yo os quería dar, se
dieran, porque así es satanás, egoísta, malvado, destructor.
Pudisteis
haber hecho tanto con vuestra donación, con vuestra oración, con una lucha
constante por manteneros firmes en las Verdades que Yo os di, Viviendo las
Virtudes, viviendo Mis Sacramentos, Sacramentos que son Tesoros para el ser
humano y los despreciasteis. ¡Cuánto tendréis que pagar, Mis pequeños, por
vuestros errores! ¡Cuánto dolor se dará en estos tiempos! ¡Cuántas lágrimas
se derramarán! Y todo por vuestro error, por vuestra negligencia, por no
haber escuchado y actuado a tiempo.
Todo se
detendrá cuando vosotros os arrodilléis, cuando pidáis perdón desde lo más
profundo de vuestro corazón, cuando imploréis Mi Misericordia sobre vosotros,
porque no es lo mismo pedir Misericordia, en estos momentos que no estáis
sufriendo, a pedir Misericordia cuando estéis llenos de llagas y de dolor.
Cuando vea
a una humanidad arrepentida, cuando vea amor entre los hombres, todo se
detendrá para vuestro bien, Mi Amor cubrirá toda la Tierra y veréis al Hijo
del Hombre bajar de entre las nubes para convivir con la nueva generación ya
purificada, con la nueva generación que empezará el Amor Verdadero sobre la
Tierra, Mi Amor en pleno en cada uno de los corazones de los que serán
escogidos para iniciar los Nuevos Tiempos. Seréis como el pueblo judío
sacado de Egipto, sufriendo tribulaciones, pruebas, purificaciones hasta
llegar a la Tierra Prometida, aún podéis acortar el tiempo de vuestro
sufrimiento si entendéis éstas Palabras, os arrodilláis, pedís perdón y
lográis un cambio verdadero de vida, a través de la Gracia, que quiero Me
pidáis de todo corazón.
Os podéis
ayudar y ayudar a vuestros hermanos a que éste cambio no sea tan difícil,
pero tenéis un corazón tan duro y no creéis en lo que os digo, que hasta que
no empecéis a padecer los momentos difíciles de vuestra purificación,
entenderéis. Aún a pesar de todo lo que sufriréis, Yo estaré con vosotros,
nunca Me apartaré de vosotros, sois Mis hijos, os amo, pero también los hijos
necesitan una lección de vida para enmendar sus faltas y así aprender a cómo
comportarse según el padre les ordena, porque siempre es para su bien.
Confiad en
Mí, Mis pequeños y llamadMe en todo momento cuando más Me necesitéis. Desconfiad de vosotros
mismos, porque vuestra soberbia os puede llevar al error y si entráis en el
error, satanás fácilmente hará presa de vosotros y posiblemente no salgáis
del error a donde os lleve. Confiad, confiad en Mí, que no os fallaré.
Gracias, Mis pequeños.
Feb 13_13 El hombre de la perdición, en breve
aparecerá ante el mundo entero.
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Rosario
vespertino - (Miércoles
de Ceniza)
Temas:
- Son
tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis
a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
- Mis
ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más
responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les
confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.
- La
santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídmela y no
creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os
repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.
- El
hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué
haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
- BuscadMe
en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el
que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono.
Mensaje de
Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer
Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente
veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las
garras de satanás.
Hijitos Míos, dejad al hombre que haga las cosas del hombre, especialmente
cuando se han dejado llevar por satanás. Vosotros sois Míos, vosotros, los
que habéis escogido el mejor camino, no os debéis preocupar. Os he venido
preparando por mucho tiempo para estos momentos que padeceréis, son tiempos
de purificación, son tiempos de prueba, son tiempos de acrisolamiento, de
aquí saldrán las almas que serán escogidas para los Nuevos Tiempos.
Recordad
cómo Me he preocupado Yo, vuestro Dios, vuestro Padre, de ir escogiendo el
redil, Mi Hijo Me los ha traído, Mi Hija, la Siempre Virgen María, va
cuidando de que no salgan del redil y especialmente cuida a aquellos que
puedan ser más atacados por las garras de satanás.
Son
tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a
Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
Es tiempo
en que la Fe os pondrá a salvo y vosotros habéis sido preparados para estos
momentos. Os he dicho que éstos tiempos de tribulación os van a traer
directamente a Mi Corazón, porque aquellos que confían en Mí, siguen Mi Santa
Voluntad. Aquellos que dudan, fácilmente podrán caer y por eso os he pedido
que oréis fuertemente por aquellos que no tienen una Fe a prueba de todo lo
que vendrá pero, sobre todo por aquellos que no tienen amor a Mí, porque
cuando alguien ama, se da totalmente por el que ama y vosotros, que estáis
Conmigo, sé que os daréis por Mí. No necesariamente esto quiere decir una
donación de muerte o de gran dolor, sino de defensa de lo que es Mío.
Recordad
cómo Mi Hijo escogió como apóstoles a unos pocos de tantos que estuvieron a
Su alrededor. En este tiempo, son también pocos los que Me aman, los que
están Conmigo, los que quieren mantener Mi Amor sobre la Tierra, pero sobre
todo, que quieren mantener Mi Amor en su corazón.
¿A qué
bando pertenecéis, Mis pequeños?, vosotros os podréis contestar, Yo ya
conozco la respuesta.
Deseo, Mis
pequeños, que luchéis, pero con amor, contra todo lo que vaya a pasar a
vuestro alrededor. Ciertamente, satanás, dará sus coletazos para
tratar de destruir la Fe, que es la que Yo estoy manteniendo sobre la Tierra
pero, ya os he dicho que, al resto fiel, Yo lo he de mantener junto Conmigo,
protegido, contra satanás. Y recordad nuevamente, que satanás no tiene la
fuerza, el poder, las capacidades que tengo Yo, como Dios, así que no le
temáis, si estáis Conmigo, lo venceréis fácilmente.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero
con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio
y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en
pleno.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y lloro, junto con vosotros, al
ver cómo el hombre, que se ha satanizado, al ver cómo el hombre que se ha
vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí tanto Me costó y Me sigue costando
y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi Iglesia, que deja mucho qué desear.
Ciertamente,
hay muy buenos elementos dentro de ella que están manteniendo su vitalidad,
pero se está viendo también cómo la maldad se ha introducido y ya no se está
dando lo que se debiera dar.
Se ha
tomado la Iglesia una posición muy comodina, ya no se lucha por llevarMe a Mí
a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos vuestros que necesitan
conocerMe y amarMe. No se busca el sufrir ya hasta el cansancio o
muerte, por tomar una posición cómoda de muchos de Mis sacerdotes y
religiosos, siendo que, el mismo pueblo necesita de los Sacramentos y ésa
posición cómoda, hace que muchos mueran sin ellos, los cuales debieran ser
administrados por Mis ministros y sacerdotes.
Mucha maldad
se ha introducido dentro de ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis
Leyes y a Mi Amor, por eso, tiene que ser purificada y santificada.
Ciertamente,
esto causará una gran expectación mundial, causará muchas dudas, causará
mucho dolor pero, al final, Mi Amor se hará sentir entre los hombres,
especialmente cuando quede purificada y regresen a ella.
La
Iglesia, el Templo en sí, es Casa de Oración y Yo estoy presente ahí, Mis
pequeños y así debiera ser, que todo aquel que Me quisiera encontrar, llegara
a orar, llegara a arrepentirse de su mal proceder, llegara a convivir un rato
con su Dios. Vosotros
sois Iglesia, vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser,
vosotros debéis ser ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho de vivir
lo que Yo os he enseñado, y eso os debe dar un carácter muy especial entre
vuestros hermanos, a tal grado de que se os reconozca como seguidores Míos.
Los que Me viven, realmente, Me transmiten sin darse cuenta y ahora no lo
estáis viendo con muchos de Mis ministros o sacerdotes. Os acercáis a ellos y
viven bien más del mundo, no viven ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy
diferentes para la que fueron ellos escogidos. Mis ministros deben ser
también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque
tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande
que no han querido aprovechar en pleno.
Me duele
ver, Mis pequeños, tanta confusión, maldad, lucha de intereses mundanos y
ataques satánicos por parte de ellos, porque muchos de mis ministros se
han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y ofrendas a Mi
enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta traición por parte de
ellos!, ¡Me duele tanto, Mis pequeños! Ciertamente, desde un principio, aquí
sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo un traidor, no escogí lo mejor que había
entre los hombres. Sé y reconozco las debilidades que existen en la
humanidad, pero cuando son escogidas estas almas, para el Sacramento
Sacerdotal, Mi Gracia se derrama sobre éstas almas importantes para todos
vosotros y hay un cambio grande en su ser. Pero muchos, que han obtenido ésta
Gracia, la han hecho a un lado, han traicionado Mis regalos, Mis Bendiciones
y no han querido seguirMe. Han regresado al mundo, buscando sus
placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus mismos hermanos
sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois vosotros. ¡Cuánto
dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado Mi
Amor, pero sobre todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido
para ésta misión grande sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre
pueda tener, la de ser sacerdote entre los hombres.
No sabéis
apreciar la grandiosidad de vuestra posición ante los hombres y ante el
Cielo. Habéis desperdiciado Mis regalos pero, sobre todo, el que Yo haya
puesto toda Mi Confianza sobre vosotros, Me traicionasteis.
Arrepentíos,
ahora que tenéis todavía tiempo para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio
sobre vosotros será tremendo, porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios,
fallasteis y engañasteis a vuestros hermanos en el mundo y causasteis
escándalo, a tal grado, de que muchos perdieron la Fe por vuestro mal
proceder. Seréis juzgados severamente, ministros de Mi Iglesia que fallasteis
porque Me disteis la espalda y quisisteis seguir a Mi enemigo.
De
cualquier manera, recibid Mis Bendiciones, para que ellas toquen vuestro
corazón y venga vuestro arrepentimiento antes de vuestro Juicio severo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer
Misterio, Habla
Dios Padre.
Sobre: La santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídmela y
no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os
repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.
Hijitos Míos, a la Luz de Mi Santo Espíritu, vosotros debéis entrar en vuestro
corazón, solos y unidos perfectamente a Mí, sabiendo que os veo, que escucho
vuestro corazón, que os conozco perfectamente. Quiero que seáis sinceros,
honestos con vosotros mismos, ante Mi Presencia, que os juzguéis ante
Mí y, humildemente, caigáis de rodillas, presentándoMe todo
vuestro ser, con vuestras cualidades y defectos, con vuestros
errores, con vuestras necesidades espirituales, con vuestras fallas que, a
pesar de que Yo os di todo para que cumplierais con lo que Yo necesitaba que
cumplierais con vuestra misión, no lo quisisteis aprovechar.
Mis
pequeños, así solos, ante Mí, sabiendo que Yo Soy todo un Dios de Amor y de
Perdón, mostraos enteramente a Mí, para que Yo purifique todo aquello
en lo cual habéis fallado, porque os quiero perfectos, porque os
quiero santos y no podréis llegar a ése grado de belleza espiritual si,
primeramente, no sois humildes y, segundo, si no queréis contar Conmigo, con
Mi ayuda que transforma todo, aún lo más malo, aún aquello que es abominable
a Mis Ojos.
Mis pequeños,
fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía y así os quiero y así os necesito
pero, vosotros, en éstos momentos, cuando el pecado ya ha tomado grados muy
altos dentro de vosotros y a vuestro alrededor, no tenéis idea lo que
éstas Palabras significan, de que debéis ser a Imagen y Semejanza Mía.
Por eso necesitáis de Mi ayuda y la debéis pedir de todo corazón, para que Yo
pueda cambiar todo aquello que os está llevando hacia el mal, que está
destruyendo vuestra misión, para que podáis volver al camino que Yo os
tracé y podáis cumplirlo como debéis hacerlo.
Mi Amor
está con vosotros, Mi Gracia os cubre y así, como le dije al apóstol,
“Mi Gracia te basta”, y la tenéis, Mis pequeños, pero debéis pedírMela
y con eso mostraréis vuestra pequeñez que os la va a dar vuestra humildad.
AprovechadMe, Mis pequeños, aprovechadMe a Mí, vuestro Dios, que os regalo
tanto de lo Mío y que además, desperdiciáis y tantas oportunidades para
vuestra santificación.
Mis
pequeños, siendo santos, podréis halagarMe mucho a Mí y podréis ayudar
muchísimo a vuestros hermanos a que lleguen a Mí, la santidad se da en
un alto grado de humildad, así que pedídMela y no creáis que esto os llevará
a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto
grado de humildad.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo
entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
Hijitos Míos, vuestra oración es importantísima, os la he venido pidiendo ya
de tiempo acá, porque estáis en momentos críticos de la humanidad. El
hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué
haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
Ciertamente
será la presencia de satanás en pleno y ha venido preparando el terreno de
mucho tiempo para acá y vosotros, en lugar de haber luchado contra todo lo
malo con que os iba preparando, lo tomasteis como forma de vida y aceptasteis
la maldad en vosotros, en vuestros actos y alrededor vuestro. Con esto, vosotros
preparasteis su trono, ahora viene a sentarse en su trono de maldad, para que
todos vosotros seáis sus súbditos. No quisisteis luchar contra su
maldad y, ahora, su maldad os querrá aplastar y lo logrará con una gran
cantidad de hermanos vuestros.
Mis
pequeños, son tiempos críticos para vuestra salvación o perdición
eternas, no es tiempo de duda, no es tiempo de juego, no es tiempo de
diversión, no es tiempo el que debéis perder, lo que Yo os he dado en Enseñanzas.
Yo os he ido preparando para éstos momentos, que tarde o temprano tenían que
darse y una gran mayoría de vosotros no los aprovechasteis, ahora os atacará
con vuestras mismas flaquezas. Os fuisteis debilitando, no os esforzasteis en
hacer crecer las Virtudes y Mi Amor en vosotros mismos, con lo cual,
fácilmente lo podríais vencer. Él se ríe ante Mi Presencia, al
mostrarMe el Mundo caído y a sus pies. Son tan pocos los que
ciertamente están Conmigo de corazón pero, ésos pocos, con Mi Gracia, le
vencerán, pero ¿cuántos hermanos vuestros sufrirán eternamente por su engaño
y por vuestra falta de intercesión por su salvación?
Desgraciadamente,
también, muchos de los que están Conmigo, no se pueden decir verdaderos
hermanos de aquellos que están viviendo en el mal, porque os falta
mucha oración y donación por ellos, no les tomáis de la mano, no les ayudáis
a levantarse, no les tratáis de comprender y, de ésta forma, entenderles para
ayudarlos mejor.
Habéis
pasado junto a ellos y los dejasteis maltrechos en el camino, no os
detuvisteis ni les preguntasteis qué necesitaban. Ya no sois el buen
samaritano del que os hablé en las Sagradas Escrituras, para que aprendierais
a tratar a vuestro hermano caído y enfermo, enfermo de mal, enfermo de pecado,
destruido por satanás.
Ciertamente
sabéis que Yo no busco la salvación de vuestro cuerpo, busco la salvación
eterna de vuestra alma. ¿Cuánto habéis hecho por vuestros hermanos
necesitados? Escogéis con quién estar y no os dais en general por todos. Aún
os falta Caridad para tratar a todos por igual.
Este
tiempo que padeceréis todos vosotros, será para que entendáis Mi Ser,
para que no veáis solo lo que Yo hice, sino más bien, el Amor que Yo le daba
a cada uno de ellos y que, ahora, también os doy a cada uno de vosotros.
En este tiempo Me conoceréis en lo profundo. Cómo oraba Yo a Mi
Padre, cómo vivía para cada uno de vosotros, cómo, a pesar de vuestra necedad
y del dolor que Me causabais, Yo seguía pendiente de vuestras necesidades y
Me seguía dando por vosotros, para que, llegar el momento de vuestro
arrepentimiento, de ése dolor interno, del saber cómo Me dañabais, al final
regresarais a Mí.
Agradeced
pues éste tiempo de purificación que tendréis todos vosotros, porque va a ser
bueno y necesario para que alcancéis vuestra santidad de vida. En estos
momentos no estáis preparados para recibirMe en Mi Segunda Venida a la
Tierra. Hay demasiada maldad, error, pecado en vuestro ser y, lo más doloroso
para Mí, vuestro Hermano y vuestro Dios, es que os dejé toda una escuela, una
forma de vida espiritual para que, al tomarla, viniera ésa transfiguración,
que eso os iba a llevar a ser perfectos para que pudierais convivir Conmigo
fácilmente en Mi Segunda Venida, sin tener que padecer lo que tendréis que
padecer.
La gran
mayoría de vosotros escogisteis el camino errado y, ahora, vuestra enseñanza,
tendrá que ir unida al dolor. Si hubierais entendido cómo os amo, y Me
hubierais regresado Mi Amor como Yo os lo di, éstos momentos serían de gozo,
estaríais venciendo fácilmente a satanás y estaríais esperando impacientes,
con gran alegría, Mi Regreso Triunfal, pero no pensasteis en ello y ahora
tendréis que sufrir, pero que éste sufrimiento también esté envuelto de
gozo, sabiendo que al final de la prueba Me tendréis y gozaréis inmensamente,
cosas bellísimas, salidas de Nuestra Trinidad, se os darán. Que
ésta Promesa se mantenga en vuestro corazón para que vosotros podáis pasar
por la prueba fácilmente, sabiendo que Me tendréis al final del
camino. Que sea para vosotros una gran esperanza y que el gozo ya os invada,
porque, ciertamente Me tendréis si triunfáis junto Conmigo en ésta
purificación que todos deberéis padecer.
Os amo,
Mis pequeños, os amo con todo Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto
Misterio, Habla
Dios Padre.
Sobre: BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque,
ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os
abandono.
Hijitos Míos, vosotros podéis leer en las Escrituras que, aunque una madre se
olvidara de sus hijos, Yo nunca lo haría, Mis pequeños y esto os lo digo,
porque en muchos de vosotros existe el temor de que Yo os vaya a
abandonar en estos momentos de prueba y ya os he repetido varias veces que no
os voy a abandonar. Como un Padre que Soy, Yo no puedo abandonar a Mi
creatura en éstos momentos de obscuridad espiritual. Yo os creé, no os quiero
destruidos y menos por Mi enemigo, satanás. Yo voy a estar junto con
vosotros.
Vosotros
podéis, en cualquier momento, pedir Mi ayuda, Mi Presencia, Mi Amor, Mis
Dones, Mis Bendiciones, Mis Gracias, todo lo que necesitéis de Mí, Mis pequeños. Un padre, una
buena madre, siempre están atentos por la salud de sus hijos, Quién mejor que
Yo, que Soy vuestro Dios. Si un buen padre o una buena madre están dando buen
ejemplo Yo, que Soy el Perfecto, y con mayor razón tengo que dar ése ejemplo
de Amor hacia Mis hijos.
Abandonad
pues ésa idea, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros en vuestros
momentos de tribulación. No estaría cumpliendo con lo que Soy,
vuestro Dios y Creador y sobre todo, el Amor, el Amor en pleno. No
dudéis, Mis pequeños, en ningún momento, del que no vaya a estar Yo con
vosotros. Iréis corroborando todo esto, que Yo os he dado en vuestros
momentos de tribulación, tened confianza plena en Mí, confianza de niño
chiquito y veréis que no os fallaré, os quiero vivos y, con esto, estoy
diciéndoos que os quiero en Mí, vivos en Mi Gracia, vivos en Mis Enseñanzas,
vivos para servirMe, no solamente aquí en la Tierra, sino eternamente y que
Yo os pueda consentir por haber permanecido en Mí. BuscadMe en todo momento, no
Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo,
vuestro Dios, nunca os abandono. Aún a pesar de que veáis que todo se
os pone obscuro, que se os cierra el camino, que no veáis luz de salvación,
para Mí, no hay imposibles, Mis pequeños, Yo os puedo ayudar en lo que
vosotros ni siquiera os podéis imaginar, simplemente necesito vuestra
confianza plena en Mí y obtendréis Mi ayuda, Mi Compañía, Mi Amor en todo
momento.
Gracias, Mis pequeños.
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