Mar 09_13
Os tenéis que unir, Mis pequeños, fuertemente en la oración, deberéis ser un
bloque de
|
Oración,
un bloque fuerte y poderoso, porque Yo voy a estar con vosotros, pero
deberéis llamarMe continuamente.
Rosario
matutino (único Mensaje)
Mensaje de
Dios Padre a J. V.
Habla Dios
Padre.
(Lenguas…) Yo Soy vuestro Dios, Mis pequeños, Yo puedo levantar aún a aquellos que han muerto. Fácilmente puedo dar vida al cuerpo muerto, pero las almas muertas son las que tienen que ser salvadas, Mis pequeños.
Cuánta
maldad ha dispersado satanás por toda la Tierra y en todos los tiempos. Os he
ido cuidando, Mis pequeños, os he cuidado de la maldad de satanás, os
he dado tantas pruebas de Mi Existencia como Dios y Creador y satanás Me
sigue quitando almas.
Vosotros,
los que estáis Conmigo, sois Mi verdadera familia, porque habéis dejado
entrar Mi Amor en vuestro ser. Tenéis vida de cuerpo, tenéis Vida de alma y
podéis dar Vida como Yo la doy, porque tenéis Mi Amor y Mi Amor es todo, Yo
Soy el Amor.
Cuando
vosotros os acercáis a Mí, Yo os puedo dar todo lo que Me pidáis y no pedís
lo suficiente, Mis pequeños. Yo quiero que, con confianza, Me pidáis, porque
hay muchos hermanos vuestros que están muertos de alma y satanás seguirá
tratando de quitarMe almas.
Tenéis
vida, vida humana, en estos tiempos, Mis pequeños escogidos, para que Me
ayudéis, con vuestra oración de intercesión, con vuestra donación, con
vuestros sacrificios, a quitarle almas a satanás. Si realmente Me amáis, Mis
pequeños, dadMe almas, os lo pedí en la Cruz: “tengo sed de almas”,
y no Me dais las suficientes. Hay tantas que se pierden
eternamente porque falta mucha oración de parte de todos vosotros que sois
hermanos. No estáis cuidando realmente a la familia, Mi familia, Nuestra
familia, no estáis viendo por su sanación espiritual, no estáis viendo por su
conversión.
Tenéis
mucho trabajo, Mis pequeños, como Yo, en Mi Hijo, lo tuve en la Tierra y lo
sigo teniendo por vuestra salivación. Me he dado plenamente en Mi Hijo, os
sigo dando Mi Presencia Divina en Mi Hijo, y en Mi Santísima Trinidad os
cubro y os protejo.
Estos son
tiempos en que Mi Santísima Trinidad también se manifestará a todos los
hombres, veréis Mi Gracia, veréis Mi Gloria, veréis Mi intervención Divina en
éstos tiempos de purificación, de salvación, de dar Vida plena a aquellas
almas que Me han buscado con ahínco, con paciencia, con tenacidad, con mucho
amor.
Mis
pequeños, os repito que son tiempos de lucha, pero lucharemos juntos,
como familia que Somos, no estaréis desamparados. Sois débiles,
pequeños, inmaduros, vosotros solos no podríais luchar contra las fuerzas de
satanás, por eso no estaréis desamparados en ningún momento, él os
destrozaría al instante si Yo no estuviera con vosotros. Él seguirá
con sus planes, pero Mi Divinidad, en Mi Santísima Trinidad, no le dejará
actuar como él quisiera, porque él quiere destruir toda Mi Obra, toda
la Creación. Os tiene envidia, Mis pequeños, porque vosotros estáis
Conmigo, él reconoce Mi Poderío, pero aún así quiere destruir lo más
que pueda para dañar Mi Corazón.
Os tenéis
que unir, Mis pequeños, fuertemente en la oración, deberéis ser un bloque de
oración, un bloque fuerte y poderoso, porque Yo voy a estar con vosotros,
pero deberéis llamarMe continuamente, deberéis pedir Mi Presencia
Divina continuamente en vuestra vida, en vuestras oraciones, en vuestras
intenciones. En ningún momento Me dejéis a un lado, sin Mí, sin Mi
Presencia, sin Mi Poderío con vosotros, sois débiles e indefensos.
Entended bien
esto, Mis pequeños, no os sintáis fuertes ni poderosos con vuestras solas
capacidades. No, Mis pequeños, no podréis contra sus fuerzas satánicas, es
una realidad, os falta mucho crecimiento espiritual y al faltar ése
crecimiento espiritual, todavía no sabéis cómo dejarMe a Mí habitar en
vosotros plenamente y eso es lo que hace que vosotros seáis débiles e
indefensos.
Vuestros
hermanos, los que son santos, que conocéis por sus obras, aprendieron a
hacerse a un lado para dejarMe actuar a Mí plenamente y, por eso, os pido
continuamente que busquéis la santidad, pidéndoMela y actuando
según ella en vosotros y, como vosotros estáis consientes en que no
vivís en santidad, por eso os debéis proteger y amparar con la oración y con
Mi Presencia en vosotros.
Tiempos
difíciles os he profetizado, tiempos difíciles para aquellos que no están
Conmigo, tiempos bellos para los que están Conmigo, porque podrán, por fin,
ver Mis Obras con sus propios ojos. Veréis las profecías realizadas ante
vosotros, veréis Mis Promesas consumadas en vuestra vida, en vuestro tiempo
terreno y gozaréis plenamente todo lo que Yo haga por vuestro bien y el de
vuestros hermanos.
Gozaréis
infinitamente, aún dentro de la dificultad que veréis a vuestro alrededor.
Vuestro gozo será inmenso, a pesar del dolor que podáis tener en la prueba y
eso os dará fuerza, Mis pequeños, en seguir adelante, sirviéndoMe, gozando Mi
Presencia, gozando los hechos que veréis a vuestro alrededor, hechos Divinos,
alterando los planes satánicos.
(Lenguas…)
Veréis Mi Poderío, cómo va a hacer derrumbar los planes satánicos,
los planes de aquellos hermanos vuestros, que prefirieron seguir al mal y no
permanecer en el bien que Yo quería para todos vosotros, para consentiros. Veréis
cómo Mi Divinidad va a ir haciendo el cambio, eliminando todo el mal
en la Tierra, haciendo crecer la espiritualidad y, con ella, renovando todo
lo que está a vuestro alrededor y renovándoos también a vosotros mismos.
Serán
tiempos de bellezas inmensas, porque veréis Mi Presencia en todo aquello que
fue afectado por satanás. La Luz irá eliminando las tinieblas, lo malo se irá
transformando en bellezas Divinas, Mi Bien se irá sembrando en todos
los corazones de todos vosotros, los que seréis escogidos para un nuevo
comienzo de la humanidad. La maldad ya no tendrá lugar en la
Tierra, alabaréis Mi Santo Nombre, agradeceréis Mis Maravillas,
cantaréis canciones de alabanza y de agradecimiento, porque sabréis que
fuisteis escogidos para éste nuevo comienzo de la humanidad.
Mi Amor
transformará todo y viviréis plenamente como familia Mía. Mi Amor, que es
Bendito, que es Santo, estará presente en todo y el Universo entero se gozará
de Mí, vuestro Dios y Creador.
Muchos
frutos daréis, Mis pequeños y serán frutos de Vida, frutos de salvación.
Gozaréis como niños pequeños que gozan ante el amor de sus padres, cuando
recibís regalos agradables a vosotros, pero éstos regalos que os daré,
sobrepasarán por mucho todo lo que ahora podáis imaginar. Son los regalos
para los elegidos, para las almas que perseveraron, para las almas que
mantuvieron Mi Amor y Mi Santo Nombre en su corazón, que lo defendieron
contra los ataques de satanás, para los que transmitieron Vida a través de
sus oraciones y su ejemplo.
Fuisteis
creados para vivir Mi Vida y transmitirla, vuestra alma fue creada a
Imagen y Semejanza Mía, sois parte de Mí y, cuando vosotros hicisteis
Mi trabajo de co-creadores, de corredentores, es cuando Yo más Me gocé,
porque vuestra alma hizo su parte Divina, porque Yo Soy Creador y Redentor.
Sois parte de Mí, Mis pequeños y tenéis derecho de vivir según Mi Amor y
según Mi Divinidad lo pide, que es la excelsitud y a eso habéis sido
llamados, Mis pequeños y gozaréis ésos regalos de Mi excelsitud por haber
confiado en Mí y haber guardado y protegido Mi Vida y Mi Santo Nombre en
vuestro corazón.
Como veis,
Mis pequeños, no todo será tremendo en estos tiempos, especialmente para
vosotros, los que estáis Conmigo. Mis Planes Divinos se van a realizar
para el bien de todas las almas, aún para aquellas que serán eliminadas, que
no son trigo bueno.
Orad por
ellas, para que, aunque sean eliminadas, no sean condenadas eternamente. No se llenaron de Mí, no Me
buscaron a Mí, así que no Me darán a los demás, no son semilla buena, pero Yo
Soy su Creador y las quiero de regreso y esto se dará en base a vuestra
intercesión de amor, Mis pequeños. Amad a estas almas que no son trigo bueno,
pero que son parte de Mí y las quiero Conmigo. OfrecedMe la Vida, los
Méritos y el Amor de Mi Hijo por la salvación de éstos hermanos vuestros que
necesitan de su salvación.
Estoy con
vosotros, os repito, no Me alejaré en ningún momento de vosotros,
os Bendigo Mis pequeños, recibid Mi Vida y dadla a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños. |
Mar 07_13
De donde debiera brotar Sabiduría, Amor y Enseñanzas, saldrá todo lo
contrario,
|
maldad,
engaño, error.
Rosario
vespertino.
Temas:
Mensaje de
Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen a J. V.
Primer
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os he preparado por mucho tiempo, vosotros seréis guiados por Mi Sabiduría, por la Luz del Espíritu Santo, por el Amor del Padre, para que el que viene a engañaros no os pueda afectar. Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y Me duele mucho el ver lo que está padeciendo Mi Iglesia.
Mis
pequeños, os di un gran regalo que está entre vosotros, en el mundo, Mi
Presencia Viva con vosotros, Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Presencia, Mi Madre, el
Cielo entero en la Iglesia. Los templos, si vosotros los vierais,
resplandecen entre la negrura que satanás ha diseminado por toda la Tierra. Debierais
llegar a los templos como islas de salvación, donde llegarais verdaderamente
a llenaros de Mi Gracia, de Mi Amor, para nuevamente salir al mundo y seguir
atacando la maldad de satanás, que se ha posesionado de una gran cantidad de
almas y, porque no acuden a Mí, porque no vienen a verMe, fácilmente son
presas de satanás.
Mis
pequeños, ciertamente satanás también se ha introducido dentro de Mi Misma
Iglesia, ya no brilla lo que debiera brillar, ya no se obtiene de ella el
Alimento Santo que vosotros debierais tomar, pero la Fe de vosotros es la que
sigue manteniendo ése brillo, porque vosotros también sois Iglesia. Mientras
haya un alma que esté Conmigo, seguiréis recibiendo Mis Bendiciones en Mis
Templos por vuestra Fe y porque Me buscáis, Mis pequeños, porque sabéis que
Yo Soy Fuente de Sabiduría, Fuente de Gracias, Fuente de Amor, Fuente de
Perdón, y de esto ya no os acordáis ni os acercaros a Mí, manteniendo vuestra
alma llena de pecado y de maldad.
Si os
acercarais a Mí, aunque fuera quince minutos diarios, en algún Templo, a
solas Conmigo, pidiendo perdón por vuestras faltas y la de vuestros hermanos,
¡oh!, Mis pequeños, cuánto se lograría, cuánto lograríais cada uno de
vosotros por el bien de innumerables almas, por su salvación y para que se
diera la Luz que debe eliminar las tinieblas en las que ahora estáis
rodeados.
Mis
pequeños, debéis mantener ésa Luz en vosotros mismos y debéis transmitirla
con la Fe que tenéis, porque Me buscáis y sabéis que cuando Me buscáis
realmente, Yo Me dejo alcanzar, pero hay tantos hermanos vuestros que ya no
tienen ésa Fe, o no sienten necesitarMe.
¡Cuánta
frialdad hay en tantos corazones!, la maldad que antes os rodeaba,
ahora se ha introducido en innumerables corazones. La oración la habéis hecho
a un lado y ésta puede producir grandes milagros en corazones ya
trastornados, obscurecidos y maltratados por el pecado. No os apartéis, Mis
pequeños, de la oración, de los Sacramentos. Sed Luz en estos tiempos de
tinieblas, os lo he pedido tanto, ahora que en éstos momentos más lo
necesitaréis, porque será el golpe final de satanás, su presencia entre
vosotros, presencia satánica, haciéndose pasar por Mí, vuestro Dios, vuestro
Salvador.
Deberéis
tener mucho cuidado, Mis pequeños, la obscuridad, la maldad, querrá volverse
luz y muchos le seguirán.
Os he
preparado por mucho tiempo, vosotros seréis guiados por Mi Sabiduría, por la
Luz del Espíritu Santo, por el Amor del Padre, para que el que viene a
engañaros no os pueda afectar y vosotros podáis ayudar, con vuestra
predicación, a que vuelvan por el buen camino. Ciertamente será una tarea
difícil, porque seréis rechazados, porque será tanta la fuerza de éste ser
malvado, que atraerá a las masas, que vosotros no sabréis qué hacer.
Por eso os
repito, es el golpe final del poder de satanás y su fuerza es tremenda contra
vosotros, pero no contra Mí y si Yo estoy en vosotros, no os preocupéis.
Momentos
difíciles tendrá la humanidad, especialmente aquellos que se han separado de
Mí, de Mis Enseñanzas, de Mi Ejemplo y de Mi Amor.
Acudid en
todo momento a Mí, Mis pequeños, porque vuestra fuerza es nula prácticamente,
ante el poder de satanás. Solamente con Mi Fuerza podréis vencerle y a ayudar
también a hermanos vuestros a que encuentren el buen camino, que encuentren la
Luz que los salvará.
Os
Bendigo, Mis pequeños y ésta Bendición que ahora les doy, os servirá para
éstos momentos difíciles, para la gran purificación y para quitarle el poder
a satanás.
(Lenguas…)
Mi Amor os purifique, os santifique y os proteja de todo mal, Mis pequeños,
así sea (Lenguas…).
Segundo
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Tendréis la Fuerza que tuvieron Mis primeros discípulos y los subsecuentes y, os vuelvo a repetir, no dudéis, Mis pequeños, que vuestro Hermano no solamente está entre vosotros, está en vosotros. Pronto, hijitos Míos, de donde debiera brotar Sabiduría, Amor y Enseñanzas, saldrá todo lo contrario, maldad, engaño, error.
Mis
pequeños, debéis pedir, de todo corazón, la Sabiduría Santa en vosotros, el
Discernimiento que os ayude a no caer en el error y una Fe absoluta, para que
no os dejéis llevar por los engaños de satanás.
Es una
prueba fuerte, Mis pequeños, como la que tuvieron que pasar Mis primeros
discípulos, cuando vieron que su Mesías, su Salvador, era crucificado y
moría. Me estaban viendo morir, cuando tanto les había dicho que Yo era Vida,
que los defendería, que estaría siempre con ellos.
Ciertamente
el hombre duda mucho, le falta Fe, Fe absoluta y por eso les decía que al
menos tuvieran Fe del tamaño de una semilla de mostaza. Con esto les quería
decir, que cuando menos tuvieran un poquito de Fe, pero Fe absoluta. Dudaron
en Mi Crucifixión, corrieron cuando vieron que moría su Maestro, dudaban aún
de Mi Resurrección. Tres años junto con su Dios y dudaron.
Vosotros
también dudáis, Mis pequeños, pero os daré también Mi Santo Espíritu, para
que reforcéis todo lo que habéis aprendido, todo lo que habéis transmitido,
todo lo que tenéis en vuestro corazón. Habéis perseverado y os daré grandes
regalos, Mis pequeños, porque habéis estado Conmigo en los momentos difíciles
y estaréis todavía en los más difíciles que vendrán, pero Mis regalos,
especialmente la Luz de Mi Santo Espíritu, os iluminará para que no caigáis
en los errores de satanás. Tendréis la Fuerza que tuvieron Mis primeros
discípulos y los subsecuentes y, os vuelvo a repetir, no dudéis, Mis
pequeños, que vuestro Hermano no solamente está entre vosotros, está en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Iglesia padecerá junto con vosotros lo que Yo padecí en Mi Cuerpo. Hijitos Míos, la Santa Iglesia es Mi Presencia Viva entre vosotros, en ella tenéis Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Divinidad, Ella Me está representando en estos momentos de la humanidad. Mi Iglesia padecerá junto con vosotros lo que Yo padecí en Mi Cuerpo.
Mis
pequeños, en estos momentos estáis viendo la traición y vendrá la muerte.
Algunos, ciertamente, se alegrarán con la muerte de la Iglesia, sentirán que
son libres, que ya no hay Leyes ni Mandamientos que los estén presionando o
les estén coartando su libertad, como lo sienten ellos. Para los que estáis
Conmigo, será llanto y desolación, y quisierais estar al pie de la Cruz, como
en aquél tiempo, cuando morí por vosotros. Se dividirá la humanidad entre los
que están Conmigo y los que Me atacan.
Será un
tiempo difícil para los que Me aman, porque serán muchos más los que Me
odian, pero no os traigo solamente malas noticias, porque después viene Mi
Resurrección en Mi Iglesia, viene lo bello, viene el regalo para los que son
fieles, para los que Me aman, para los que no se quieren separar de Mí.
Hace
tiempo, cuando empezaron éstos Mensajes, prácticamente trece años, os dije
que no os fijarais en los acontecimientos de la purificación, que éstos se
tenían que dar, sino que os fijarais y pusierais toda vuestra esperanza, en
el regalo tan grande que os voy a dar después y ahí es donde quiero que
estéis vosotros, los que Me amáis, en ésa Esperanza de la Resurrección, en
ésa Nueva Vida que os voy a dar a todos vosotros, los que perseverasteis, los
que Me buscasteis, los que quisisteis estar Conmigo a pesar de los ataques de
vuestros hermanos. Será un tiempo bellísimo, será un tiempo santísimo, os
acordaréis remotamente de la tribulación que pasasteis y ni siquiera os
importará, porque será tan bello lo que os daré, que ése regalo os hará
olvidar, prácticamente, todo lo que tuvisteis que pasar para llegar a ése
momento tan grande y bello que ahora os estoy adelantando.
Luz
bellísima, Paz total, Amor, os envolverá. Conviviréis como verdaderos
hermanos, como lo que realmente sois, con el Amor fraterno que se vive en el
Reino de los Cielos.
No os
imagináis, Mis pequeños, tantas bellezas y, por eso, os pido que os
mantengáis en ésa Esperanza, que es un regalo real que os voy a otorgar,
vosotros, el resto fiel, vosotros, los que estaréis envueltos en Mi Amor.
Os amo,
Mis pequeños, manteneos Conmigo, sed los Cristos que daréis ejemplo, en éstos
tiempos, a las generaciones actuales y a las futuras.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: OfrecedMe nuevamente al Padre, dadLe a Él toda Mi Vida, todas Mis Acciones, todos Mis Pensamientos, Mis Oraciones, Mis Sacrificios, cada segundo de Mi Vida, dádseLo a Nuestro Padre, para que Él tenga Misericordia sobre vosotros. Hijitos Míos, con todo lo que os he explicado y enseñado, quiero que os volváis almas de oración, como Yo, vuestro Hermano Jesucristo lo fui y lo sigo siendo. Sed almas de oración, de oración profunda, de oración salvadora, de oración de intercesión, de oración de agradecimiento, de oración de vida.
Mis
pequeños, lo que necesito de vosotros es vuestra disponibilidad para que se
derrame Mi Santo Espíritu sobre vosotros y Él os vaya llevando por ésos
caminos de oración y, sobre todo, para que pidáis por las necesidades más
apremiantes que vosotros posiblemente ni conozcáis.
Veis lo
que se puede ver con vuestros ojos, pero no veis lo que está en el corazón
del hombre, que es lo que Yo veía y sigo viendo Mis pequeños, y por eso os
pido que pidáis ésa Gracia de poder orar por los corazones abatidos, los
corazones llenos de maldad, los corazones pecaminosos, los corazones que no
tienen Virtud, que no la transmiten, que no la viven.
Ciertamente
vosotros podéis aparentar actuar en el Bien, pero vuestro corazón puede estar
con el mismo satanás, el enemigo. Y a eso Me refiero, Mis pequeños, a que
oréis de corazón a corazón, que vuestro corazón vaya al corazón de todos
vuestros hermanos que están alrededor del mundo y que muchos de ellos,
necesitados, muy necesitados de oración están.
Satanás
engaña a las almas, las aprisiona, las llena de cadenas y vuestra oración
puede hacer grandes milagros hacia éstas almas que no ven ninguna salida a
ésa prisión en la que están y al estar acechadas por satanás, lo único que
producen, es maldad.
Os he
dicho, Mis pequeños, que Mi Sangre Preciosa, Mi Amor, Mi Donación, pueden
hacer grandes Milagros en vuestros hermanos que tanto Me necesitan, no
desperdiciéis las armas espirituales que tenéis para protegeros contra
satanás.
La oración
sencilla, la más sencilla que salga de vuestro corazón, que Yo ejemplificaba
como la de los niños, es la que llega directamente a Mi Corazón. Y esas
oraciones sencillas, no rebuscadas, son las que prefiero, Mis pequeños.
Vosotros estáis viendo la necesidad de vuestros hermanos y aún vuestra propia
necesidad y lo único que quiero escuchar de vosotros es simplemente una
palabra, “ayúdame”. Cuando estáis en gran necesidad no escogéis palabras
rebuscadas, escogéis lo primero que sale de vuestro corazón y eso es lo que
Yo recojo, Mis pequeños y eso es lo que Yo necesito en estos tiempos, el
“ayúdame" y, sobre todo, el “ayúdanos”, porque en ése momento se está
dando la Caridad en vuestro corazón, ya no os estáis viendo solamente a
vosotros mismos, estáis viendo por vuestros hermanos.
Mucho amor
necesitáis, Mis pequeños, pedídMelo, que es el Amor con el que Yo Me nutrí
para salvaros, el Amor del Padre, ofreciéndoLo y ofreciéndoMe por vuestra
salvación. OfrecedMe pues vuestro amor y Mi Amor por vuestra salvación y la
de los vuestros. OfrecedMe nuevamente al Padre, dadLe a Él toda Mi Vida,
todas Mis Acciones, todos Mis Pensamientos, Mis Oraciones, Mis Sacrificios,
cada segundo de Mi Vida, dádseLo a Nuestro Padre, para que Él tenga
Misericordia sobre vosotros. Entregaos también vosotros mismos, entregad
vuestra pequeñez, vuestra nada, pero unida a Mis Potencias Divinas y así
lograréis, Mis pequeños, un cambio grande en la humanidad.
Recordad
que un alma donada totalmente a Mi Voluntad, puede lograr grandes Milagros y
grandes cambios para toda la humanidad y aún para el Universo entero. Sed,
Mis pequeños, de ésas almas que se donen totalmente a Mí, vuestro Dios, para
que Yo os pueda ofrecer al Padre y podáis ser instrumentos de grandes
bendiciones sobre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto
Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: ¡Oh! humanidad, que os hacéis ciegos y sordos a los llamados de vuestro Dios, ¿qué necesitáis para responder al llamado Divino y, sobre todo, para que os podáis proteger contra las fuerzas de satanás? Hijitos Míos, Soy la Madre de Nuestro Dios y Soy también vuestra Madre, Mis pequeños. Toda la humanidad debiera estar en el rebaño de Mi Hijo.
Habéis
tenido la Vida de Mi Hijo para aprender a vivirla. Fuisteis llamados y pocos
han sido escogidos y eso Me duele, Mis pequeños porque, como Madre, os
quisiera tener a todos bajo Mi Manto. Se os ofrece Vida, se os ofrece protección,
se os ofrece un Reino bello después de la Purificación y muchos ni se
inmutan.
Cuánto
dolor Me causáis, Mis pequeños, los que no confiáis en las Palabras y en el
Amor de Mi Hijo.
Mi
Corazón, ciertamente está atravesado también por una espada, Mi Corazón es el
Amor de Mi Hijo, pero ésta espada, es vuestro desprecio, es el dolor que Le
causáis, es el abandono en el que Lo tenéis. ¿Qué necesitáis, Mis pequeños,
para que vuestro corazón se vuelva hacia el Bien? Se os ha hablado con Amor,
se os ha hablado con el Ejemplo Vivo de Mi Hijo y no queréis entender.
Ciertamente
éstos son tiempos de la gran lucha entre la Mujer y la serpiente, o sea, de
Mi Presencia contra las fuerzas de satanás.
Os sigo
protegiendo a todos, porque así Me lo encomendó Mi Hijo, pero no os queréis
mantener en el redil y volvéis al mundo y volvéis a la maldad. ¿Por qué no
entendéis, Mis pequeños?
Nosotros
Nos estamos dando cuenta de cómo satanás os quiere destrozar. Así como los
padres al ver en los hijos su posible futuro, porque han seguido una línea de
vida en el mal, y que necesariamente terminarán en el mal, Nosotros, al estar
viendo los planes de satanás contra vosotros, de muchas formas os queremos
alertar, pero vosotros no respondéis.
¡Oh!
humanidad, que os hacéis ciegos y sordos a los llamados de vuestro Dios, ¿qué
necesitáis para responder al llamado Divino y, sobre todo, para que os podáis
proteger contra las fuerzas de satanás?
Ciertamente
del Cielo seguiréis recibiendo cuidados y protección, pero si vosotros
mismos, en vuestro libre albedrío, os salís de la Gracia que se os está
administrando, sufriréis los embates de satanás.
Imaginad
que estáis bajo un torrencial, una lluvia tremenda, pero hay un paraguas que
os está manteniendo secos y protegidos de ése torrencial. Esa es la Gracia de
Nuestro Dios, os protege contra las fuerzas de satanás, contra sus envidias,
contra su maldad, contra su coraje, porque vosotros preferís la Luz a sus
tinieblas. Ahora, si vosotros, en vuestro libre albedrio, os salís de ésa
protección que os da el paraguas, la lluvia os empapará. La Gracia está ahí,
dispuesta a protegeros en todo momento, pero si vosotros mismos la negáis, la
despreciáis, nada podemos hacer Nosotros. Se os está dando gratuitamente la
protección, y el Amor de Nuestro Dios es gratuito y si no lo queréis tomar,
os empaparéis de la maldad de satanás que os rodea. A cualquier lado que
vayáis, todo está contaminado por la maldad de satanás.
Mis
pequeños, Soy vuestra Madre y os cuidaré hasta donde vosotros Me permitáis y
aún cuando vosotros os salgáis de ésa protección, oraré intensamente a
Nuestro Dios para que volváis. Soy vuestra Madre, os amo y os quiero en el
rebaño de Mi Hijo. Recapacitad, Mis pequeños, los que os estáis alejando de
Sus Gracias y Bendiciones. No es Nuestro Dios el que os va a condenar,
vosotros tomasteis caminos equivocados, fue vuestro libre albedrío el que
escogió salirse de Su Protección.
Gracias, Mis pequeños. |
0 comentarios:
Publicar un comentario