viernes, 20 de mayo de 2011

¡ANIMO PUEBLO MÍO, LA GLORIA DE DIOS OS ESPERA,
NO DESFALLEZCAIS!

Junio 29/2011 3:30 p.m.



Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.

Grandes acontecimientos en el cielo y en la tierra anunciarán mi segunda venida. El acortamiento de los días irá en aumento, si no se acortasen estos días, los justos no se salvarían. (Mt 24, 22).

Os digo, que si vuestra fe no está arraigada y vuestra confianza no está puesta en mí, sucumbiréis, pues el paso de mi justicia traerá la guerra, la hambruna, la desolación, las pestes, las enfermedades y las persecuciones. Si vosotros no estáis aferrados a mí, como el sarmiento a la vid, pereceréis. Por eso hijos míos, quiero enviaros primero mi aviso, para que os fortalezcáis en la fe y así podáis sobrellevar los días de la prueba; sin mi despertar de conciencias no seréis capaces de afrontar los días de la purificación; acordaos que la pelea no es con gente de carne y hueso, sino con malignas fuerzas espirituales bajadas del cielo, las cuales tienen mando, poder y dominio, sobre este mundo oscuro. (Efesios 6, 12).

Por eso colocaos la Armadura Espiritual, para que podáis resistir en el día malo y podáis ser perfectos. (Efesios 6, 13) La fe, la oración, la Armadura, la consagración a mi Sangre, la perseverancia, y ante todo el amor, serán vuestras fortalezas; porque en verdad os digo: Que muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros. Ningún mortal estará exento de mi prueba, mi pueblo será probado, como se prueba el oro en el fuego.

Aferraos a mi Madre y haced lo que ella os diga, para que podáis llegar seguros a las puertas de mi Jerusalén Celestial. Mi Madre es el Arca de la Nueva Alianza, donde encontraréis refugio, ella, es el consuelo de los desamparados; la luz de su Corazón Inmaculado os guiará en el paso por las tinieblas. Hijos míos, en el reinado de mi adversario, debéis de permanecer más unidos a mi Madre, uniéndoos a ella, a través del rezo del Santo Rosario; haced también cadenas de oración, de ayuno y penitencia; por muy dura que os parezca la prueba, permaneced firmes, no desfallezcáis; acordaos que yo os conozco y sé hasta dónde podéis llevar la cruz; soportad con amor esta prueba y amaos y socorreos los unos a los otros; necesito probaros y purificaros, para que podáis ser dignos de mí, y así podáis entrar en mi Nueva Jerusalén. Os digo, hijos míos: Para poder encontrar la luz, primero debéis pasar por las tinieblas, para llegar a mí, debéis pasar primero por el calvario, para que mañana podáis resucitar a la nueva vida y habitar conmigo en los Nuevos cielos y la Nueva tierra.

¡Ánimo pueblo mío, la Gloria de Dios os espera, no desfallezcáis!. Sabed que vuestra prueba es mínima comparada con la gloria que os espera en mi Jerusalén Celestial. Que mi paz os acompañe. Soy vuestro Padre, Jesús el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes a todas las naciones.

Enoch. www.mensajesdelbuenpastorenoc.org.

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