viernes, 23 de septiembre de 2011


¡ORAD POR EL VICARIO DE MI HIJO, PORQUE LOS EMISARIOS DEL MAL DENTRO DEL VATICANO, QUIEREN QUE ABANDONE LA SILLA DE PEDRO!


NOVIEMBRE 01 DE 2011 – 1:50 P.M.
LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD.  ALTO DE GUARNE (ANT.)

Hijitos, que la paz de Dios permanezca en vosotros y la luz de mi Corazón Inmaculado os guíe en todos vuestros caminos.

El año que se aproxima dará comienzo a la segunda fase de la purificación, que os acercará al encuentro con mi Hijo; os digo hijitos que no desfallezcáis y que seáis más perseverantes con la oración, para que podáis sortear las dificultades de cada día; ofreced todo sufrimiento y todo revés a Dios y pedid por la conversión de tantos pecadores que yacen desprovistos de la gracia de Dios, porque le han dado la espalda y caminan vendados por la senda del pecado, rumbo al abismo.

Hijitos, el Aviso de mi padre os ayudará a despertar de vuestro letargo espiritual, reafirmará vuestra fe y os enseñará a confiar en su santa voluntad, para que podáis asumir un verdadero compromiso de conversión.  Todo el pueblo de Dios tendrá misiones que cumplir, pero la misión más importante será el rescate de tantas almas que después del aviso quedarán aturdidas y confundidas, esperando que vosotros mis hijitos fieles les mostréis el camino de la salvación.  Pequeñitos míos, no temáis por vuestros hijos, esposos, esposas, padres, hermanos y familiares, que yacen en la oscuridad y alejados de Dios, porque el despertar de mi Padre los hará recapacitar y volver a Él; sentirán el dolor del pecado como ofensa a Dios y el dolor en sus almas de haber permanecido tanto tiempo alejados de su amor; por eso os pido hijitos míos, que desde ya comencéis a entregarle a mi Padre, vuestros familiares rebeldes y oréis por ellos, para que alcancen la gracia de la conversión y puedan caminar con vosotros rumbo a la tierra prometida, que será la Nueva y Celestial Jerusalén.

Hijitos, mi Hijo está por partir, os pido que lo consoléis donde se halla preso y solitario, su dolor es grande viendo  cómo se acercan los días de la prueba y muchas de sus ovejas andan tan dispersas y preocupadas sólo por las cosas de este mundo, mundo que muy pronto cambiará y del cual no se volverá a recordar.  Volved pues vuestros ojos al cielo, lo más importante en estos tiempos es permanecer unidos a vuestro Padre y Madre Celestial, para que así podáis alcanzar la salvación vuestra y la de vuestros familiares.

Como os dije en mensajes anteriores, nada de lo que conocéis quedará, toda la creación será transformada; preparaos para la llegada del Aviso, haced buenas confesiones y practicad la justicia y el derecho con vuestros hermanos; arrepentíos y dejad de pecar, enderezad vuestro camino, para que cuando llegue el amo podáis cenar con él.  Id preparando vuestras provisiones, para que no os coja por sorpresa la llegada de mi Hijo, y no os pase como a las doncellas necias, que por no tener aceite en sus lámparas fueron expulsadas y no pudieron hacer parte del banquete y la puerta se les cerró (Mateo 25, 10, 11).

Hijitos, cuando hablo de provisiones no sólo hago alusión a las materiales, sino a las provisiones más importantes que son las espirituales; como son:  Estar en gracia de Dios, listos con vuestra armadura espiritual, completa, unidos en oración a vuestra Madre y a los ejércitos de Arcángeles y Ángeles de la milicia celestial dirigidos por nuestro amado Miguel, a San Gabriel y Rafael y al ejército triunfante y purgante.  Estad pues mis niños preparados, porque el aviso y milagro están muy cerca; la oración, la fidelidad a Dios, la perseverancia, la caridad y ante todo el amor, serán las armas que os darán la libertad.

Orad por el vicario de mi Hijo, porque los emisarios del mal dentro del Vaticano, quieren que abandone la silla de Pedro.  Os pido hijitos mucha  oración por nuestro Benedicto, su calvario ha comenzado; el desprecio, la falta de obediencia de muchos de sus cardenales, han hecho que su cruz sea muy pesada; no lo abandonéis, orad y ayunad por la Iglesia de mi Hijo, porque mi adversario ha empezado su ataque; muchos de mis predilectos fieles serán mártires y derramarán su sangre por amor y fidelidad a la Iglesia.

Las herejías y doctrinas contrarias al evangelio de mi Hijo, harán que muchos pierdan la fe, la apostasía se incrementará y los emisarios del mal a través de la nueva era, implantarán una nueva religión, bajo un falso ecumenismo.  El Papa se opondrá y por ello, tendrá que huir de Roma;  la silla de Pedro muy pronto será profanada por la presencia de un falso Papa y un falso mesías.  Permaneced pues hijitos míos, unidos a mi Corazón Inmaculado, porque todo esto tiene que pasar como está escrito.  Que la paz de Dios os acompañe y mi protección maternal os asista.  Vuestra Madre, María Santificadora.

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