miércoles, 14 de septiembre de 2011

¡PADRE MÍO, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN!



OCTUBRE 25 DE 2011 – 7: 30 A.M.

LLAMADO ANGUSTIOSO DE JESÚS DE NAZARETH A LA HUMANIDAD

Hijos míos, que mi paz permanezca siempre en vosotros.

Los días están ya anunciando mi próxima venida.  Padre mío, perdónalos porque no saben lo que hacen; ¿cuántos ultrajes a mi Divinidad tendré más que soportar?.  Mi pasión se revive y mi calvario es más doloroso por tanta ingratitud y tantísimo pecado de la inmensa mayoría de la humanidad de estos últimos tiempos.

Cada aborto, cada inocente que muere, despedaza mi carne, las manos criminales me azotan; los niños y ancianos que mueren de hambre, son espinas que se clavan en mi cabeza, mi ser se estremece de dolor, cuando el hombre con su tecnología de muerte manipula la vida; la cruz que tengo que cargar en estos tiempos es más pesada, que la que cargue camino del Gólgota.  ¡Cuánto me duele ver a mis jóvenes, sumidos en la oscuridad y la muerte, cuánto me duele ver los hogares destruidos, los mal  vividos, las viudas y los huérfanos desamparados!.  Lágrimas corren por mis ojos al ver que derrame mi sangre para redimirlos y todo parece que fue en vano.  ¡Oh, que pesada es mi cruz, y qué lenta es mi agonía!.  Venid cirineos y ayudadme a cargar esta cruz; llorad conmigo hijas de Jerusalén, enjugad mi rostro con vuestras lágrimas y os dejaré grabada en vuestra alma mi retrato.  Yo soy el Cristo de todos los tiempos, que yace moribundo y triste, viendo tanta miseria humana, tanta ingratitud y tanto pecado de esta generación impía.  Oh pastores de la Casa de mi Padre, mi rebaño se está perdiendo por vuestra displicencia y falta de compromiso a mi evangelio!.  Cada sacerdote que se me pierde hace estremecer mi Iglesia y mi sangre brota a borbotones, viéndolos caer en el abismo.  Soy vuestro Sumo Sacerdote que hoy os llama pastores de mi rebaño, a que retoméis el camino de mi evangelio y no sigáis en vuestra vida disipada.  Os di ejemplo de humildad y entrega  a la voluntad  de mi Padre, ¿por qué entonces me atravesáis como longino con la lanza de vuestra ingratitud, falta de fe y compromiso a mi evangelio?.  Muchos ya no creen en Mí, muchos ponen en duda el misterio de la transustanciación de mi Cuerpo y de mi Sangre, encerrados en la sencillez de una hostia consagrada, y celebran mi Santo Sacrificio sólo por cumplir.

Tengo sed de verdaderos sacerdotes que se entreguen a Mí, y cumplan con la doctrina de mi Iglesia y mi evangelio.  Mi pueblo yace sediento en busca de mi palabra, ¿quién podrá mitigar mi sed?; mis ovejas están cayendo en el despeñadero, porque no hay pastores que las guíen y las lleven al redil; la mies es mucha y los obreros son muy pocos.  Apacentad mis ovejas pastores de mi rebaño y cumplid con vuestro ministerio sacerdotal como os lo enseñe; no sigáis descuidando mi rebaño, para que no tengáis de qué lamentaros, porque en verdad os digo:  Al que mucho se le da, mucho se le exigirá; haced buen uso de los talentos que os dí, para que podáis ser justificados y no tenga que deciros mañana, apartaos de Mí.

Tengo sed, estoy agonizando, grande es mi dolor y lenta mi agonía, por la multitud de vuestros pecados; venid a consolarme pueblo mío, venid a consolarme pastores de mi rebaño; vuestra compañía mitiga mi dolor y mi tristeza, no tardéis, porque ya la tarde está feneciendo y la noche está que llega.  Os espero donde estoy preso y solitario.  Soy vuestro Maestro, Jesús de Nazareth.  El Amado que no es Amado.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
Enoch.  www.mensajesdelbuenpastorenoc.org                                           Difúndela

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