domingo, 10 de junio de 2012

Jun 07_12 Estos son tiempos de una resurrección de almas, muchas almas están muertas

Jun 07_12 Estos son tiempos de una resurrección de almas, muchas almas están muertas.

Rosario vespertino
Temas:
  • PedidMe humildad, sencillez ya desde ahora, para que cuando llegue el momento de la gran iluminación, de este Abrazo Divino, vosotros podáis, en cierta forma, gozar lo que Yo os dé.
  • Os pido que no toméis todo esto a la ligera, porque cuando se venga el tiempo de Mi Justicia, y del ataque del mal, os acordaréis de Mis Palabras, pero ya habréis desperdiciado mucho tiempo que si hubierais utilizado ése tiempo en oración.
  • Con vuestro arrepentimiento, Nuestro Dios olvida y os da la oportunidad de recomenzar una nueva vida, aprovechad Su Misericordia, Su Bondad Infinita para vuestra salvación, Mis pequeños, llorad vuestros pecados.
  • DadMe ésa alegría, Mis pequeños, arrepentíos, voltead hacia Mí, pidiendo Misericordia y con eso tendré, Mis pequeños, para poder rescataros de las garras de satanás.
  • Estos son los momentos de la hermandad espiritual, en donde todos vosotros debéis ver por el bien de vuestros hermanos. No estáis en la Tierra para juzgar, estáis en la Tierra para servirMe.

Mensaje de Dios Padre y La Santísima Virgen María a J.V

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: PedidMe humildad, sencillez ya desde ahora, para que cuando llegue el momento de la gran iluminación, de este Abrazo Divino, vosotros podáis, en cierta forma, gozar lo que Yo os dé.
Hijitos Míos, un Abrazo Divino se viene para toda la humanidad. Ciertamente para aquellos que han estado Conmigo y han prevalecido, a pesar de los ataques que han tenido de vuestros hermanos en estos tiempos que han perdido la Fe y el amor a Mí, vosotros tendréis un regalo en lo profundo de vuestro corazón y lo gozaréis, Mis pequeños, porque Yo así consiento a los Míos.
Pero, ¡ay!, de aquellos que no Me han buscado y hasta Me han atacado porque para ellos sí será tremendo éste momento, conocerán la Verdad que han desperdiciado y hasta atacado, verán su error. Muchos llorarán su error y su maldad y esto les favorecerá para su arrepentimiento y para su bien espiritual. Pero aquellos que, aún a pesar de lo que Yo voy a permitir, del Aviso que tendrá la humanidad entera, al no retractarse, al no pedir perdón y el mantenerse en sus errores, solamente les estará llevando con más seguridad hacia una muerte eterna.
Mis pequeños, éste regalo de Mi Corazón, será un regalo bellísimo, un abrazo caluroso, una Luz que iluminará vuestras conciencias, conciencias que se han perdido ya en la negrura a donde satanás os ha llevado. Estáis sufriendo los ataques de satanás desatados ya desde hace mucho tiempo hasta estos momentos. Muchos han preferido seguir a satanás y los caminos a donde los ha llevado. Habéis perdido la pureza en vuestro corazón, habéis perdido el amor a vuestro hermano. Ya no os ayudáis fácilmente los unos a los otros, os tenéis miedo mutuamente, ya no creéis en vuestro hermano y hasta os sentís atacados por ellos y, ciertamente, en muchos casos, así es.
Se está dividiendo el trigo y la cizaña, pero hay mucha mentira en vuestra mente y en vuestro corazón. Vosotros mismos os mentís a vosotros mismos aceptando maldad en vuestro ser, en vuestros actos y pensamientos, porque satanás os ha manchado a través de los medios de comunicación y vosotros habéis aceptado nuevos modos de vida, que fueron prohibidos desde el Principio y que por eso os di los Diez Mandamientos. Yo os di una norma de vida y no la habéis aceptado ni respetado, os habéis ido por caminos fáciles, pero pecaminosos. No habéis luchado contra vosotros mismos porque, ciertamente, vosotros sois vuestro peor enemigo ya que le hacéis caso a vuestro ser, a vuestras bajezas, a vuestra humanidad pecadora y no la detenéis, no buscáis vivir en las Virtudes y en los Mandamientos que se os han dado.
PedidMe humildad, sencillez ya desde ahora, para que cuando llegue el momento de la gran iluminación, de este Abrazo Divino, vosotros podáis, en cierta forma, gozar lo que Yo os dé y que ciertamente, lo podréis catalogar como un regaño Divino, un regaño Paterno, un regaño amistoso, para que, con humildad así lo aceptéis y retoméis el buen camino, como cualquier hijo Mío lo debe hacer. Toda la humanidad está llamada a la reconciliación con su Dios, aún aquellos que no Me conocen, pero Me conocerán. Todos estáis llamados a la salvación eterna y por eso os doy la oportunidad de conocerMe, de conocer vuestros errores, vuestros defectos, vuestras caídas y, de esta forma, os mantengáis en humildad y no en la soberbia en la que vivís.
Por eso, aunque sea fuerte este Abrazo Divino que Yo os daré, llorad vuestros pecados, porque es una Gracia especial que Yo le concedo a Mis hijos, a Mis verdaderos hijos, llorar por sus pecados porque, para hacerlo, implica aceptación del error, implica humildad e implica también un deseo de volver hacia el Bien. Por eso pedidMe, Mis pequeños, la humildad que os va a llevar a momentos espirituales muy bellos que no os podrían llegar si os seguís manteniendo en soberbia.
DadMe las gracias, Mis pequeños, por esta oportunidad que Yo os doy, de recuperar vuestro lugar que tenéis en el Reino de los Cielos. Os he concedido el libre albedrío y habéis obrado en el mal, ahora, sabiamente, tomad vuestro libre albedrío para regresar al Bien al que estáis llamados. No desperdiciéis, Mis pequeños, más vuestro tiempo aquí en la Tierra, haced todo lo posible, aunque sea ya poco el tiempo, para que podáis ganar el Reino de los Cielos y regresar al lugar de donde salisteis, que es Mi Corazón Sacratísimo y Divino. Os amo, Mis pequeños y quiero que estéis Conmigo eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido que no toméis todo esto a la ligera, porque cuando se venga el tiempo de Mi Justicia, y del ataque del mal, os acordaréis de Mis Palabras, pero ya habréis desperdiciado mucho tiempo que si hubierais utilizado ése tiempo en oración.
Hijitos Míos, estos son tiempos de una resurrección de almas, muchas almas están muertas en estos momentos porque están muy alejadas de Mí y están viviendo con faltas graves, no les interesa nada de lo que viene de Mí y, si pueden, hasta lo atacan.
Sí, se os ha hablado de una resurrección de muertos, y ¿qué más muerte que vivir en pecado mortal y no tenerMe a Mí en su corazón? Es tiempo de que todos vosotros, como hermanos, pidáis los unos por los otros y especialmente vosotros, los que estáis Conmigo, los que oráis de corazón, los que os mantenéis todavía unidos a Mí, que recéis por aquellos hermanos vuestros que están destrozados espiritualmente.
Sí, Mis pequeños, hay tantos, tantos hermanos vuestros alrededor del mundo que están destrozados espiritualmente porque no se han mantenido en Mí. Por los mismos pueblos donde viven, por culpa de satanás, se han vuelto hacia el mal, satanás ha hecho su obra destructiva, mala, pero vosotros no habéis hecho gran cosa por contrarrestarla, aún sabiendo que existen Mis Mandamientos. Sodoma y Gomorra vivían ciertamente, en el mal, pero no tenían las bases espirituales que vosotros tenéis. Ellos no habían conocido la Predicación de Mi Hijo, ellos no habían conocido la predilección que Yo tengo para con vosotros, por eso vuestro pecado es peor y así seréis juzgados, porque al que mucho se le da, también mucho se le pide y esta generación ha tenido mucho, mucho de Mí, vuestro Dios y lo habéis rechazado. La maldad está por todas partes y no hacéis mucho para contrarrestarla.
Los que estáis Conmigo sois como pequeños islotes en un océano inmenso, así es la proporción del mal con el Bien. La maldad trata de cubrir ésos islotes que sois vosotros, los que todavía oráis, los que todavía respetáis Mis Mandamientos, los que todavía tratáis, en cierta manera, de manteneros como hermanos, porque tenéis y buscáis un mismo fin, que es el de agradarMe y del estar Conmigo, vuestro Dios y, ciertamente, por vuestra intercesión, Mis pequeños, que sois Mi pequeño pueblo, muchos se salvarán, aún a pesar de que sean demasiados los que están en posibilidad de una muerte eterna. Os he pedido tanto que oréis por toda la humanidad, porque estos son tiempos de oración, pero no oréis solos, orad unidos a Mi Hijo, orad unidos a Mi Hija, la Siempre Virgen María, orad junto con la Comunión de los Santos, orad desde lo más profundo de vuestro corazón.
Os pido que no toméis todo esto a la ligera, porque cuando se venga el tiempo de Mi Justicia, y del ataque del mal, os acordaréis de Mis Palabras, pero ya habréis desperdiciado mucho tiempo que si hubierais utilizado ése tiempo en oración, ése mal que se os vendrá, puede menguar. De vosotros depende vuestra prueba y la intensidad de los castigos que, ciertamente os merecéis, pero que se pueden aliviar con vuestra respuesta, como en Nínive.
Tenéis tantos ejemplos en las Sagradas Escrituras para que vosotros os dejéis guiar por el camino correcto y no sufráis. Id a buscarMe en las Sagradas Escrituras, conoced el comportamiento pasado de los hombres con su Dios y el comportamiento humano con la presencia de Mi Hijo y Sus Enseñanzas. Yo Soy vuestro Dios, del Presente, del Pasado y del Futuro. Mi Hijo vino a Enseñaros lo que Yo Soy. Entended, Mis pequeños, ya de una vez esto, para que vuestro dolor no sea tan grande, Yo Soy un Dios de Bondad y no quiero veros sufrir, pero de vosotros depende.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Con vuestro arrepentimiento, Nuestro Dios olvida y os da la oportunidad de recomenzar una nueva vida, aprovechad Su Misericordia, Su Bondad Infinita para vuestra salvación, Mis pequeños, llorad vuestros pecados.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Madre del todo el género humano y por ser la Madre de todo el género humano, vengo a unir el rebaño de Mi Hijo que está disperso y no será solamente para aquellos que han seguido Sus Palabras, sino también para aquellos que viven el Amor dentro de su corazón y que brota en actos hacia sus hermanos.
Fuisteis creados por amor todos vosotros, Nuestro Padre Creó todo por Amor. Bajasteis a la Tierra a servir al Amor Divino y rescatar las almas perdidas que están en la obscuridad de satanás, a través del Amor, para regresar al Reino del Amor.
En las Escrituras leéis que muchos que no están siguiendo a Nuestro Dios correctamente, como las prostitutas, ladrones gente que, a vuestros ojos la veis mala, se os van a adelantar, porque ellos han permitido que viva el Amor Verdadero de Nuestro Dios en su corazón y muchos de los que creen que viven realmente el Amor, no rezan ni oran ni viven las Verdades Enseñadas de corazón, llevan una vida falsa, una vida que no es de ejemplo, una vida errónea y que afecta a otras almas para su perdición eterna.
Hay mucho mal en el mundo, Mis pequeños, pero todavía hay amor en los corazones y por el amor seréis juzgados, porque Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, os conoce a cada uno perfectamente, en vuestro interior, en vuestros actos y pensamientos. No os podéis esconder a la Sabiduría Divina, a Su Omnipotencia y si queréis aparentar algo ante los ojos humanos y estáis ocultando vuestra realidad mala ante ellos, ante vuestro Dios, que todo lo sabe, no os podréis esconder.
Esto lo sabéis, Mis pequeños, los que habéis vivido desde pequeños en un hogar en donde se os han dado las Enseñanzas de Nuestro Dios y por eso os invito, Mis pequeños, a que enmendéis el camino, enmendéis vuestros actos y pensamientos y actuéis verdaderamente con lo que estáis mostrando en vuestro exterior, para que sea también realmente vuestro interior, para que seáis hijos de Dios de una sola pieza y no una presencia falsa ante los demás, cuando vuestro Dios os conoce perfectamente y conoce vuestra falsedad íntima.
Venid a Mí, Mis pequeños, dejadMe a Mí, vuestra Madre, que os instruya, que os acompañe en todo momento, que os guíe, para que os podáis renovar, nuevamente, de vuestra vida de maldad, de pecado, pero sobre todo de hipocresía. Al Reino de los Cielos entran solamente las almas que viven en la Verdad, que no tienen revés, que no actúan en la mentira. La hipocresía es un pecado tremendo, porque es un engaño grandísimo, Nuestro Dios os perdona y os ayuda nuevamente a que retoméis el buen camino, no desperdiciéis, quizá vuestra última oportunidad de retomar el camino que os salvará eternamente. Estáis viviendo momentos culminantes en la historia de la humanidad, no desperdiciéis el tiempo que os quede y regresad al Bien, Mis pequeños, todavía lo podéis lograr, no importa que hayáis pasado una vida entera en el mal, el Bien llega tan pronto lo pedís, porque así es Nuestro Dios, con vuestro arrepentimiento, Nuestro Dios olvida y os da la oportunidad de recomenzar una nueva vida, aprovechad Su Misericordia, Su Bondad Infinita para vuestra salvación, Mis pequeños, llorad vuestros pecados, pedid Misericordia, pero comportaos como verdaderos hijos de Dios cambiando vuestra vida pasada en el ejemplo que debéis dar como Cristos de estos tiempos.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: DadMe ésa alegría, Mis pequeños, arrepentíos, voltead hacia Mí, pidiendo Misericordia y con eso tendré, Mis pequeños, para poder rescataros de las garras de satanás.
Hijitos Míos, los que habéis estado Conmigo, os alegraréis cuando veáis cómo la serpiente antigua será vencida, os alegrareis, porque siempre tuvisteis en vuestra mente, en vuestro corazón, la Verdad, la Verdad que se os enseñó y que la tomasteis como propia.
Satanás todavía quiere destruir lo que más pueda antes de ser vencido. Esta serpiente antigua os ha traído mucha destrucción espiritual, os ha separado de Mi Bien, os ha llenado de su mal y os habéis perdido, eternamente, muchos de vosotros. Os he dado muchas oportunidades, Mis pequeños, para que retomarais el buen camino y muchos de vosotros lo tomasteis.
Mis pequeños, cuando sois sencillos y buscáis la verdad, Yo Me congratulo con las almas y las ayudo, no seáis necios, porque en la necedad, en donde hay tanta soberbia, no aceptáis consejo alguno y fácilmente os perdéis. Mi Vida está con aquellos que Me buscan, Yo no Me aparto de aquellos que confiados están en Mí y, aunque las almas que no Me buscan, que no quieren estar Conmigo, Me sacan de su alma, Yo no Me aparto tampoco de ellas, las busco, insisto, las protejo, aún en su maldad y espero, espero de Corazón su cambio.
Hay bondad todavía en vuestro corazón, todavía hay una Luz que puede alumbrar vuestra mente y vuestro corazón, aunque sea muy pequeñita. Al momento en que os acercáis a Mí, pidiendo Mi ayuda, en ése momento vuestra Luz pequeñita inflama todo vuestro ser, por eso las almas tendrán ésos momentos, para que vuestra Luz pequeñita os ayude en vuestra salvación.
Ciertamente, con lo que Yo permitiré, con los desastres que veréis a vuestro alrededor, con todo aquello que vosotros mismos habéis llamado por vuestra maldad y que os atacará, tendréis la oportunidad de volver a Mí. Aún el más malo, perverso y olvidado de Mis Leyes y de Mi Amor, tendrá su oportunidad, porque algunos de los acontecimientos que veréis, serán muy fuertes para las capacidades humanas y el que ha permitido que el mal entre en su corazón, hasta en ése momento se arrodillará y pedirá Misericordia.
Conozco al ser humano, conozco sus debilidades, conozco su impotencia, conozco sus realidades y todo esto lo aprovecharé, Mis pequeños para buscar vuestro arrepentimiento y volváis a Mí, no importa que sea en el último segundo de vuestra vida, pero Yo os quiero salvar, no Me impidáis, Mis pequeños, éste gesto de Misericordia que vuestro Dios os quiere otorgar, para que gocéis eternamente de Mis Bienes, que son vuestros también, porque sois Mis hijos.
DejadMe, Mis pequeños, los que sois duros de corazón, los que habéis manchado Mi Nombre entre vuestros hermanos, los que os habéis apartado de los Bienes que Yo os di para que aprendierais y crecierais espiritualmente, porque Yo os quiero dar la oportunidad de vuestra redención. Por lo que Mi Hijo se dio por todos vosotros, os quiero de regreso, dadMe ésa alegría, Mis pequeños, arrepentíos, voltead hacia Mí, pidiendo Misericordia y con eso tendré, Mis pequeños, para poder rescataros de las garras de satanás. Él querrá que muchos de vosotros, y si pudiera la humanidad entera, llevarla a la destrucción entera, al castigo eterno, al dolor eterno, Yo Soy vuestro Padre y Yo no quiero que vosotros tengáis un futuro así, fuisteis creados por Mi Amor y no os merecéis eso. Por eso os pido, aunque sea muy pequeño, vuestro arrepentimiento del último momento y con eso os rescataré y os regresaré al Reino de los Cielos, pero dadMe la oportunidad, dejad vuestra soberbia a un lado, dejad vuestra necedad, que en nada os va a ayudar.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Estos son los momentos de la hermandad espiritual, en donde todos vosotros debéis ver por el bien de vuestros hermanos. No estáis en la Tierra para juzgar, estáis en la Tierra para servirMe.
Hijitos Míos, estos son los momentos de la hermandad espiritual, en donde todos vosotros debéis ver por el bien de vuestros hermanos. No estáis en la Tierra para juzgar, estáis en la Tierra para servirMe.
Yo Soy vuestro Dios y os he permitido tener el don de la vida para servirMe en la Tierra y vosotros, al servirMe y ser otros Cristos, debéis actuar en amor hacia vuestros hermanos. Mi Hijo, aceptó Mi Voluntad y a pesar de Ser Dios, en Mi Santísima Trinidad, Él aceptó lo que Yo Le pedí y vosotros no sois más que Mi Hijo.
Os repito, no estáis para juzgar la forma de ser de vuestros hermanos. Simplemente, si veis que vuestros hermanos están actuando en el  mal, orad por ellos y haced todo lo posible por su salvación. Al hacer esto, Mis pequeños, estaréis también ganando vuestra propia salvación, porque cuando se actúa en el Amor, el Amor regresa también a vosotros.
No juzguéis y no seréis juzgados, se os ha dicho en las Escrituras, pero sobre todo, como os digo, este es tiempo de hermandad, este es tiempo de Amor, este es tiempo que preparéis a la humanidad para que os hermanéis con vuestros hermanos que ya pasaron al Reino de los Cielos y a los que están purificándose. Sois familia y os debéis cuidar los unos a los otros.
Cuando Mi Hijo os ha dicho “amaos los unos a los otros”, no era solamente para las almas de la Tierra, todos vosotros, en la Comunión de los Santos, como verdaderos hermanos, os debéis ayudar y esto es por el Amor que se os ha enseñado. Mucho amor debe haber en vuestro corazón, mucho amor ha sido plantado por los Méritos de Mi Hijo, pero vosotros no dejáis que éste florezca.
Poned un “hasta aquí” a vuestra soberbia a vuestra maldad y sobre todo, al juicio hacia vuestros hermanos, no es vuestra posición, os repito, orad, orad de corazón y ésas oraciones, hechas de corazón, también son las que llegan a Mí y salvan muchas almas. Muchos de vuestros hermanos necesitan de vuestra oración, es más, vosotros mismos necesitáis de la oración de vuestros hermanos, si vosotros no dais, ¿cómo esperáis recibir?
Gracias, Mis pequeños.

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