Llamados angustiosos del corazón Agonizante
de Jesús
Junio 21 de 2012
11:02 a.m.
Hijos amados, quiero irrumpir vuestro silencio con mis llamados angustiosos.
En este día quiero atraer el mayor número de almas a mi nuevo Getsemaní, el Dios de amor, el Hijo de Dios se encuentra solitario y abandonado en la mayoría de los sagrarios del mundo entero.
Aún no he encontrado respuesta generosa en muchísimos de mis hijos. Soy el solitario y el eterno abandonado, que desde mi sagrario, desde mi nuevo Getsemaní os llamo a reparar mi Corazón Eucarístico, Corazón Eucarístico herido por los pecados de los hombres, Corazón Eucarístico traspasado por espadas de dolor llevándome a un terrible sufrimiento, a una pasión mística que me hace llorar, clamar perdón y misericordia a mi Padre eterno.
Hijos amados de mi agonizante corazón, venid, irrumpid mi soledad con vuestra presencia; venid y secad las lágrimas de mis purísimos ojos. Mis llamados angustiosos son una prueba de amor para toda la humanidad.
Satanás con su afán desmedido de entorpecer mis planes divinos ha llevado a muchísimas almas a dudar de mi real y verdadera presencia en la Sagrada Eucaristía.
Satanás, sabedor del poco tiempo que le queda en la tierra quiere llevarse a las profundidades del infierno a todas las almas que encuentre a su paso.
Amantísimos de mi agonizante corazón, mis llamados angustiosos son una preparación para un encuentro conmigo en este tiempo final y decisivo en la historia.
Mis llamados angustiosos son una manifestación del cielo, un gesto de misericordia para un mundo que yace en la oscuridad y en el pecado.
Os insto a debilitar a satanás y sus secuaces desde mi nuevo Getsemaní. Os dejo la santa inquietud de venir a visitarme en la soledad de mi sagrario, consolad mi agonizante corazón con los lamentos divinos desde mi nuevo Getsemaní, lamentos divinos que despertarán en vosotros amor, adoración a mi misterio eucarístico; lamentos divinos en los que sentiréis caer mis palabras en vuestro corazón como brisa suave; lamentos divinos que llevarán a muchísimos de mis hijos a una reparación constante de sus pecados; lamentos divinos que serán palabras de consuelo para mi corazón sufriente, corazón que agoniza por la rebeldía e ingratitud de los hombres.
Como epidemia que se extiende por el mundo entero difundid los lamentos divinos desde mi nuevo Getsemaní a toda creatura. Como rayo impetuoso que cae sobre la tierra haced llegar mis lamentos divinos a las almas sencillas, a las almas ávidas y necesitadas de mi presencia eucarística en todos los sagrarios de la tierra.
11:02 a.m.
Hijos amados, quiero irrumpir vuestro silencio con mis llamados angustiosos.
En este día quiero atraer el mayor número de almas a mi nuevo Getsemaní, el Dios de amor, el Hijo de Dios se encuentra solitario y abandonado en la mayoría de los sagrarios del mundo entero.
Aún no he encontrado respuesta generosa en muchísimos de mis hijos. Soy el solitario y el eterno abandonado, que desde mi sagrario, desde mi nuevo Getsemaní os llamo a reparar mi Corazón Eucarístico, Corazón Eucarístico herido por los pecados de los hombres, Corazón Eucarístico traspasado por espadas de dolor llevándome a un terrible sufrimiento, a una pasión mística que me hace llorar, clamar perdón y misericordia a mi Padre eterno.
Hijos amados de mi agonizante corazón, venid, irrumpid mi soledad con vuestra presencia; venid y secad las lágrimas de mis purísimos ojos. Mis llamados angustiosos son una prueba de amor para toda la humanidad.
Satanás con su afán desmedido de entorpecer mis planes divinos ha llevado a muchísimas almas a dudar de mi real y verdadera presencia en la Sagrada Eucaristía.
Satanás, sabedor del poco tiempo que le queda en la tierra quiere llevarse a las profundidades del infierno a todas las almas que encuentre a su paso.
Amantísimos de mi agonizante corazón, mis llamados angustiosos son una preparación para un encuentro conmigo en este tiempo final y decisivo en la historia.
Mis llamados angustiosos son una manifestación del cielo, un gesto de misericordia para un mundo que yace en la oscuridad y en el pecado.
Os insto a debilitar a satanás y sus secuaces desde mi nuevo Getsemaní. Os dejo la santa inquietud de venir a visitarme en la soledad de mi sagrario, consolad mi agonizante corazón con los lamentos divinos desde mi nuevo Getsemaní, lamentos divinos que despertarán en vosotros amor, adoración a mi misterio eucarístico; lamentos divinos en los que sentiréis caer mis palabras en vuestro corazón como brisa suave; lamentos divinos que llevarán a muchísimos de mis hijos a una reparación constante de sus pecados; lamentos divinos que serán palabras de consuelo para mi corazón sufriente, corazón que agoniza por la rebeldía e ingratitud de los hombres.
Como epidemia que se extiende por el mundo entero difundid los lamentos divinos desde mi nuevo Getsemaní a toda creatura. Como rayo impetuoso que cae sobre la tierra haced llegar mis lamentos divinos a las almas sencillas, a las almas ávidas y necesitadas de mi presencia eucarística en todos los sagrarios de la tierra.
Junio 21/2012
12:44 p.m.
BESOS DE AMOR
Hijos amados de mi agonizante Corazón, nadie me da un beso de amor en mi Divino Rostro. Divino Rostro abofeteado y maltratado por los pecados de los hombres. Divino Rostro cubierto de densos coágulos de mi sangre preciosa. Divino Rostro lastimado por la maldad de muchísimos de mis hijos.
Nadie me da un beso de amor a mi Divino Rostro, beso que repare el beso traidor de Judas.
Beso que repare la infidelidad de algunas almas consagradas a Mí.
Beso que repare la ignominia con que soy tratado por algunos de los que habitan dentro de mi casa.
Un beso de amor sana las heridas purulentas de vuestra alma.
Un beso de amor arranca de las garras de satanás a muchísimos pecadores.
Un beso de amor es un torrencial de gracia y de misericordia.
Un beso de amor es ungüento de alivio para mi Corazón desgarrado y cercenado por los pecados de mis hijos.
Un beso de amor purifica vuestros corazones, impregnándoos del aroma de mi fragante nardo.
Un beso de amor os lleva a recoger en el copón de oro de vuestros corazones mi sangre preciosa profanada, despilfarrada.
Un beso de amor hace que imprima en vuestros corazones mi Divino Rostro, mi Santa Faz. Divino Rostro que os lleve a condoleros del Mártir del Gólgota que se desangra en una cruz para la redención del género humano.
Junio 21/2012
3:37 p.m.
Hijos amados, Jesús, el Mártir del Gólgota, os llama a una conversión de corazón. Soy reiterativo por la obstinación de muchas almas, soy reiterativo porque los hombres han cerrado sus oídos a mis llamamientos angustiosos, soy reiterativo porque la humanidad está al borde del descalabro, soy reiterativo porque muchos de mis hijos yacen en el error, en la mentira de un mundo que presenta supuestamente la felicidad, el gozo.
Volved a andar por el camino del bien, volved a la casa que un día abandonasteis, volved como hijos pródigos, no sintáis temor, mi Corazón sobreabunda en misericordia. Quiero instar a la humanidad entera a un renacer en el espíritu, quiero dejar huella imborrable en cada corazón, quiero atraer el mayor número de almas a la penitencia, a la reparación; quiero despertar con mis llamados angustiosos a un mundo adormilado en una falsa paz. Abrid vuestros ojos a una realidad, satanás trabaja de manera camuflada y solapada para instaurar un nuevo orden mundial, orden mundial que hará de muchísimos de mis hijos siervos y súbditos del demonio.
Cómo pretendéis que guarde silencio frente a una realidad ineludible. Cómo pretendéis que no os envíe profetas para que os despierten y os lleven a un cambio de vida. Cómo pretendéis que el cielo no os avise, que no os ponga en alerta de unos acontecimientos que gradualmente llegarán a su final.
Mis llamados angustiosos, mis lamentos divinos, guardadlos en lo profundo de vuestros corazones y meditad en ellos.
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