sábado, 31 de julio de 2010

COLOCAOS LA ARMADURA ESPIRITUAL

¡COLOCAOS LA ARMADURA ESPIRITUAL, PORQUE LA HORA HA LLEGADO! ABRIL 20 DE 2010 3:45 P.M.

Hijos míos, soldados de mi ejército terrenal, que mi paz y mi Espíritu esté con vosotros.

Oscuridad en el espíritu invadirá la humanidad; los ataques de mi adversario a la mente de mis hijos, harán perder la cabeza a muchos; incluso, a muchos de mis elegidos. De nuevo os lo repito, que debéis estar listos y vigilantes como soldados en campo de batalla. Colocaos la Armadura Espiritual de Efesios 6, 10 a 20 a mañana y noche, porque la hora ha llegado; reforzadla con mi salmo 91, combatiendo con el Rosario de mi Madre, invocando a mi Amado Miguel y a los ejércitos celestiales de Ángeles y Arcángeles y ciñendo vuestros lomos con la Espada del Espíritu, que es mi Palabra. Solo así, podéis repeler todo ataque y todo dardo incendiario que os lance mi adversario.

La lucha es espiritual y las armas que os doy, son poderosas en el Espíritu para el derrumbamiento de fortalezas. Cubrid vuestra mente y sentidos con el poder de mi Sangre;

no entréis en combate sin protección espiritual, porque os aseguro que seréis presa fácil de mi adversario. Cubrid también con ésta armadura a vuestros familiares y parientes, para que a ellos también alcance mi protección espiritual. Os llegó la hora de mostraros ante Mi, como verdaderos soldados de mi ejército aquí en la tierra; no bajéis la guardia con la oración; acordaos que mi adversario os conoce y sabe quién es de Dios. Por lo tanto; manteneos alerta y vigilantes, para que nada os coja por sorpresa.

Cuando os sintáis desfallecer decid: “Oh Jesús Mío, en voz confío; sed mi refugio y mi amparo”, o decid: “Corazones de Jesús y de María, venid en mi auxilio”. Y Yo y mi Madre, acudiremos en vuestra ayuda. Tened pues hijos míos, muy presente estas instrucciones, grabadlas en vuestra mente, para que no sucumbais ante las fuerzas del mal. Acordaos que la pelea no es con gente de carne y hueso, sino con malignas fuerzas espirituales bajadas de los lugares celestiales, las cuales tienen mando, poder y dominio, sobre este mundo oscuro (Efesios 6,12).

Que mi paz os acompañe y la fuerza y el poder de mi Espíritu os guíe y conduzca a la victoria. Soy vuestro Padre, Jesús el Buen Pastor, Libertador de su pueblo.

Dad a conocer éste mensaje a mi ejército aquí en la tierra, hijos míos.

Enoch

www.mensajesdelbuenpastorenoc.org

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