miércoles, 21 de julio de 2010

MENSAJE DE NUESTRA MADRE MARIA MADRE DE LA IGLESIA

Mensajes de la Virgen María a José Luís Belmonte

10 de septiembre de 2010

Dice Santa María:

Hijo, todo tiene un tiempo y ese tiempo es de aprendizaje, de reflexión, de encuentro, en todo ese tiempo que tuviste que pasar fuiste aprendiendo a ver una vida diferente a lo que hasta ese mismo instante habías vivido, aprendiste a ver, a oír, a callar y a decir y expresar y defender siempre la verdad y de la misma forma hacer callar las voces que difaman y atacan mi morada, muchas cosas no os fueron fáciles y el dolor fue muy fuerte pero lo has podido sobrellevar y lo seguiréis sobrellevando a través del tiempo, pero ya ese tiempo a concluido a partir de este momento, tenéis que comenzar a tomar las decisiones con quienes os uno, con cada uno de ellos, y comenzar a trabajar para el Reino de DIOS PADRE en vuestro mundo para que mi Iglesia vuelva a florecer, para que mis pequeños escuchen la palabra y se guíen por los Santos Evangelios, para que todos los pueblos y naciones estén unidos y compartan lo que cada una de ellas poseen y de esa forma llevar una vida en armonía, justicia, paz y amor, vosotros sois quienes he ido buscando en este largo camino a través de todos estos años, os he ido hablando, os he mostrado lo bueno y lo malo, os he enseñado lo que deberéis hacer y os comprometieron a vivir para cada uno de vuestros hermanos, y si fuera preciso despojarse de todo para el bien de la gran nación de CRISTO JESÚS, os enseñé a que vivan en la humildad, que siempre esté en vuestro corazón la Llama del Amor y en vuestras manos la luz divina de CRISTO JESÚS para acompañar y guiar a vuestros hermanos, os he dicho en cada uno de mis mensajes que cuiden junto a vuestros pastores del gran rebaño y que os preparéis para recibir a todos vuestros hermanos peregrinos que llegarán del mundo, os he dicho que sientan siempre las palabras que parten de vuestro corazón y que nunca ataquéis a ningún hermano vuestro, que me pidáis por ellos, que tratéis de todas las formas de acercaos a ellos, de cuidarlos y entregarles la paz, os pedí que no sufran por los ataques que muchas veces recibiríais de vuestros propios hermanos y que deberéis ser fuerte para poder defender mi morada, que tenéis que ser sumiso, tener cautela en cada movimiento que tú tengáis que realizar y siempre estar preparado para salir a la defensa de aquellos que tanto sufren en todo el mundo, que tratéis de unir a todas las religiones y credos, que os sentéis con cada uno de ellos y que habléis y dialoguen en un marco de armonía, de misericordia y de paz, que luchéis para que la justicia llegue a cada uno de mis hijos para que nadie más se enfrente con un hermano, que la vanidad, el odio, el rencor, la envidia, la maldad la destierren para siempre de vuestras vidas para que comiencen a vivir en armonía y caminen tras los pasos de CRISTO JESÚS, y os comprometáis tanto tú como todos mis hijos e hijas que he elegido en todos los continentes a ser verdaderos misioneros de la palabra, pero no sólo tenéis que quedar allí sino ir por más, por estar al lado de cada uno de vuestros hermanos, acompañar a aquellos que se encuentran enfermos del cuerpo y del alma, y vivir para hacer cumplir la paz y la armonía en todo lugar de vuestra tierra, siembra, hijo mío, unidos todos, la semilla de la palabra, vivan en armonía y en eterna unidad y comunión con CRISTO JESÚS, yo he de seguir a vuestro lado y junto a mi Hijo os acompañaremos a todos a llevar un mundo rumbo a la unidad, un mundo donde seáis realmente libres de verdad y que brille sobre vuestra tierra todo el amor y la paz, únanse, os ruego, vivan en libertad y eterno amor. Os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

10/09/2010 02:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


9 de septiembre de 2010

Dice Cristo Jesús:

Amados hermanos, os vengo a decirles a todos vosotros y que a su vez mis palabras lleguen a cada rincón del mundo para que el gran rebaño preste atención porque estáis todos tan apartados y no os paráis un solo momento a oír las palabras de mi Madre, y no sólo eso, no estáis llevando adelante lo que os pide porque en muchos de vosotros hay egoísmo y no os queréis unir para salvar no sólo vuestras vidas ni vuestro mundo porque pensáis que nada os ha de suceder, y por ese pensamiento que el ángel desterrado impuso en vuestros pensamientos es que no estáis acompañando como ella os pide en todo momento con la oración, el ayuno y la conversión, no salís vosotros a llevar la palabra, a estar unidos a vuestros hermanos que se encuentran enfermos, solos y tampoco les tiendes la mano a todos los que padecen hambre, frío y tienen sed del amor, de la misericordia y de la paz, mi Iglesia a través de muchos de vosotros no está presente donde está el dolor, donde los hombres han provocado inmensas guerras destruyendo todo a su paso y dejando una tierra ensangrentada por el dolor y el sufrimiento de miles de niños y jóvenes, donde mi Madre junto a todas la madres lloran el dolor y el horror que ven que cometieron salvajemente sólo por ambición, muchos de vosotros sólo buscan placeres y poder, poder para llevar por delante a todos vuestros hermanos y hermanas, muchos se olvidaron que tienen que estar todos juntos y unidos en el gran rebaño, que tienen que estar juntos y ayudándose entre sí. Hermanos míos, que ya nunca más os separe una frontera, una religión o un gobernante vuestro, no os dejéis llevar a fuertes enfrentamientos entre vosotros, y os pido que vuelvan a mi morada, que confiesen a vuestros pastores vuestros pecados y dejéis vuestros corazones y vuestras almas limpias de todo pecado, quiero que seáis como niños llenos de pureza, de amor, de paz, de humildad, y de esa forma os pido que cada uno de vosotros me reciban porque quiero vivir en cada uno de vosotros, quiero caminar junto a todos vosotros, quiero que seáis la luz para las nuevas generaciones, quiero que llevéis la palabra a todos aquellos que tienen sed de ella, quiero que salgáis todos a evangelizar a un mundo que se encuentra perdido entre el fuego y la oscuridad y día a día se pierden más y más hijos entre la inmensa tiniebla que os separa del gran rebaño, tenéis que volver a comenzar, tenéis que levantar mi Iglesia, una Iglesia sencilla y humilde donde os cobijaré junto a mi Padre y al Espíritu Santo en la unidad de los tres en un solo cuerpo, donde junto a mi amada Madre os conduciremos rumbo a tierras fértiles y donde veréis florecer los grandes trigales unidos al amor, y el amor será la luz divina de mi amado Padre que a través del Espíritu Santo tocará cada uno de vuestros corazones y comenzará una nueva era, una era de armonía, de justicia para todos los pueblos y naciones, para todos mis hermanos, y nuestra Llama de Amor los envolverá y os guiará rumbo a la verdadera vida, una vida de paz, tenéis que aprender, hermanos míos, a escuchar la voz que se encuentra adentro de vosotros, esa voz es la que os llevará por un sendero de eterna unidad, por un sedero de paz y armonía, oíd siempre cada una de mis palabras, id al encuentro de mi Madre, pedidle a ella todo lo que vosotros necesitáis y contadle vuestros sufrimientos y dolores, ella es la intercesora frente a mi Padre y os prometo que unidos los dos iremos a los pies de mi Padre llevando en nuestras manos vuestros pedidos, no dejéis que el maligno os lleve por el sendero del dolor, no escuchen su voz y no sigan a todos aquellos que vendrán en su nombre, guiaos por el Libro Sagrado, por la palabra que mi Madre les está dando en distintos encuentros a muchos hermanos y hermanas vuestros en distintos lugares de vuestro mundo, aprendan a vivir en armonía y respetar vuestra tierra y vuestro mundo y vivid para sembrar el amor, la misericordia y la paz, y haced que la semilla caiga sobre la tierra fértil y germine y crezca y sus raíces se afiancen sobre los corazones más endurecidos para que en ellos crezcan las conversiones y unidos a las conversiones empiecen a poder ver con total claridad el sendero de la luz el cual cada uno tiene que tomar, no os equivoquéis más, no os sigáis dando la espalda, no provoquéis la ira de mi Padre porque si eso ocurriera entonces, amados hermanos, os puedo asegurar que todo temblará y durante días la noche caerá sobre vosotros y todo será desolación y dolor, por eso mi amada Madre se encuentra entre vosotros llevando nuestra palabra y tratando de cambiar vuestros pensamientos y acciones, y ella se presenta en todo lugar pidiendo la conversión, el rezo del Santo Rosario, la entrega de cada uno de vosotros, os pido que escuchéis sus palabras, que la acompañen en todo momento, que la améis, es vuestra Madre y es Madre de mi amada Iglesia, y a vosotros, amados apóstoles, os pido que salgáis a caminar por el mundo a llevar la palabra, a vivir en un mundo de sencillez, humildad y que os entreguéis a cada uno de vuestros rebaños con total amor y mantengan limpias y puras vuestras almas, que seáis el amor y la pureza y que toquéis cada uno de vosotros en mi nombre el corazón de cada uno de mis hermanos, os pido obediencia, a quien se encuentra en el lugar de Pedro que lo escuchéis y lo cuidéis y cuidéis de mis muros, muy pronto seréis perseguidos y los bárbaros tratarán de atacaos en todo lugar, no temáis, nada os podrá suceder, estáis todos vosotros bajo mi eterna protección y el más inmenso amor, estáis bajo el cuidado y la bendición del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Os amo y os ruego, no hagáis sufrir más a mi amada Madre, os ruego, volved todos a mi morada, volved a la oración y salvad vuestro mundo y vuestras almas, únanse en cenáculos, en mi Iglesia, en todo lugar, y comiencen por la unidad y sembrar el amor primero en vuestras familias, que vuestras casas sean un templo de unidad y oración, que vuestros cuerpos sean templos donde viva y donde lleve a través de cada uno de vosotros la palabra y el amor de mi Padre y mi amor y del Espíritu Santo junto al amor de mi Madre y de todos aquellos amados hermanos y hermanas que gozan del Reino de los Cielos. Os pido a todos vuelvan al sendero, vuelvan a caminar juntos rumbo a la tierra donde vivirán en eterna unidad y comunión entre todos vosotros y mi Inmaculado Corazón. Amén.

CRISTO JESÚS.

09/09/2010 03:45 Horas.

Mensaje dado por Cristo Jesús a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina



8 de septiembre de 2010

Dice Santa María:

Cuántos momentos has tenido que pasar, hijo mío, en la más profunda soledad, cuánto tiempo estuviste solo y perdido sin saber el sendero realmente que tenías que tomar, cuánta confusión había adentro de vuestra mente y aún estando tan cerca de mi Hijo pasaste mucho tiempo de vuestra vida creyendo que todo aquello que os ocurría era una simple fantasía de vuestra mente o no te encontrabas dentro de tus facultades, que todo era una visión de vuestra propia mente, cuánto camino tuviste que transcurrir y cuántas puertas golpeaste para que os escucharan y os orientaran, la gran mayoría no se abrieron, no tenían ningún interés en oír, y otras se abrieron de par en par, pero siempre os pidieron silencio, ser prudente y que mis hijos no se encontraban preparados para recibir muchos de mis mensajes, que podría hacer mal a toda la humanidad o asustarlos, esas fueron las palabras que os decían y hasta os confundían, creían en lo que tú le ibas diciendo y otros simplemente se reían y os escuchaban pero no hablaban, fuiste el más grande de los mendigos en la búsqueda de una palabra que os orientara, suplicaste en todo momento y hablaste con todos aquellos que os quisieron oír, nadie, hijo, puede decir en vuestra tierra que no os respetasteis y que no fuiste a ellos buscando una palabra, la ayuda que necesitabais en esos años, y no os dabais cuenta que nosotros te estábamos orientando y guiando, pero hicieron algo que no os culpo pero colocaron adentro vuestro al principio de los años el miedo, y lo que siempre dicen a todos aquellos que he elegido para que den testimonio al mundo de nuestro inmenso amor, hay que ser cautelosos, no os podéis comentar, no podéis hablar ni con vuestra propia familia, cuántos años de guardar silencio absoluto tuviste que pasar y sólo por capricho de algunos hijos, todo estaba negado a comentar, a hablar, a decirle a vuestros hermanos la verdad, todo tenía que ser silencio hasta que te permitieran poder explicar y mientras tanto os preguntasteis miles de veces quiénes os fueron acompañando en todos esos años, nadie, ninguno de los que no os permitieron decir una verdad que ellos sabían y lo comprobaron con sus propios ojos, pero era más fácil para no tener que comenzar a realizar tareas que les llevaría más tiempo en hacer callar tu voz que en decir la verdad a un mundo que está sediento de ella, yo sé por todo lo que has pasado, cómo hoy también sigues luchando y peleando contra rocas inmensas que ponen en vuestro andar, pero también puedo ver que no os detienes más y que también no callas más la verdad, y eso, hijo mío, llena mi corazón de Madre de todos vosotros y de mi Iglesia con inmensa alegría, porque durante todos esos años no callaron tu voz, sino a través de vuestro silencio callaron mi voz y al callarla no permitieron que llegara de lo que os iba diciendo a millones de mis hijos en el mundo, hoy estáis llevando adelante junto a muchos hermanos vuestros con mucho cuidado y con mucho esfuerzo de todos vosotros pero mi voz se une a las de vuestros hermanos y hermanas que se encuentran en los distintos continentes, hoy el mundo va descubriendo el amor que vuestro amado Señor siente por cada uno de sus Hijos, hoy la Llama de Mi Amor los envuelve y los guía rumbo a un lugar donde la luz los cubre y los bendice a través del Espíritu Santo, donde escucháis la voz de mi amado Hijo y donde comenzaréis a caminar en la unidad de un solo pueblo, una sola nación basada en la luz divina de CRISTO JESÚS. Hoy es un día donde mi corazón se encuentra feliz, donde quiero que vengáis a compartir cada momento a mi lado, que os unan todos en todo lugar de oración, en mi Iglesias, en los Cenáculos, en vuestros hogares aquellos que no pueden llegar hasta mi morada, quiero que me regales un Santo Rosario, quiero sentir el amor de cada uno de vosotros y yo os lo devolveré en una hermosa rosa desde mi jardín celestial e intercederé por cada uno de vosotros pidiéndole a mi Señor, acompañada de mi amado Hijo, por todas las necesidades, los sufrimientos, los padecimientos que tengáis cada uno de vosotros, os ruego quiero que vengáis y que me pidan amados hijitos, quiero sentirlos junto a mi corazón, quiero abrazarlos y quiero en este día tan especial para vuestra madre que me regaléis la unidad de todos vosotros y que se sienten todos juntos a hablar, a meditar cada una de las Sagradas Palabras, y también lean y mediten lo que cada día les pido a cada uno de vosotros. Os amo, siempre os diré y siempre sentirán en vuestros corazones que os repito en cada instante, vosotros sois todos mis amadas criaturas, yo quiero que seáis felices, que vivan en libertad y que sientan amor, el amor más divino que puedas sentir que es el amor de CRISTO JESÚS y de todos los Santos Ángeles y Arcángeles que me acompañan. Hoy desde el Reino de los Cielos quiero hacer descender sobre todos vosotros una lluvia de rosas que toquen vuestros corazones, hoy os pido que en la unidad evangelicen y salven vuestro mundo, y lo salvaréis si se unen todos, si comparten el pan, si os ayudan unos a otros y si realmente os dan la paz desde lo más profundo de vuestros corazones, pero esa paz esté acompañada de la más profunda entrega, esa entrega que sólo se puede dar desde el alma, porque cada uno, hijitos míos, son aquellos que en la gran unión saldréis a llevar la palabra y harán crecer las conversiones, seréis los pilares fundamentales de mi morada y ella se ha de levantar sobre todo el mundo y su luz será la luz que ha de iluminar las nuevas generaciones, a un mundo nuevo que nace a través de la cruz, a través del amor porque tenéis que amar vuestras cruces y llevarlas con total pasión y entregarte a cada una de ellas, no temáis, ya no harán callar tu voz, ya no se cerrarán más puertas, ahora, como os dije en un tiempo, yo estoy adelante, yo guiaré vuestros pasos, yo os llevo de la mano y todo ha de cambiar, porque yo estoy no solo contigo sino en vuestro mundo llevando en mis manos esta Llama de Amor y la palabra junto a la luz divina de CRISTO JESÚS, sigue el sendero, ponte a caminar y no os detengáis nunca, id a visitar a vuestros hermanos aquellos que se encuentran enfermos y llevadle mi amor y la palabra y a través vuestro cerrarán todas las heridas, los dolores y las penas partirán y vivirán en armonía, amor y paz adentro de sus corazones, vivid para amar y entrégate desde el alma, vivid para cada uno de mis hijitos que tanto amo, regaladme esa rosa que sólo vosotros me podéis entregar que es a través de la oración, a través del Santo Rosario, y dile a todos mis amados hijitos e hijitas del mundo que los amo y que os ruego que se unan y construyan un mundo de armonía, justicia, amor y eterna paz junto al Corazón Inmaculado de mi amado Hijo, oren hijitos míos, levanten y estén presentes en todo lugar en nombre de mi morada, llevad la paz. Os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

08/09/2010 07:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


Dice Santa María:

Madre mía, todo lo que veo a mi alrededor no lo puedo comprender, muchas veces me siento como si habláramos todos idiomas tan distintos que nunca nos podemos poner de acuerdo porque todos hablamos al mismo tiempo, porque en vez de hablar pausado lo hacemos rápido como si el tiempo se terminara, y muchas veces hasta gritando, cuando queremos poner una nueva idea para poder reunir a nuestros hermanos pareciera que nada sirve, que todo ya está hecho y que ninguna idea podrá hacer que se reúnan todos a través de la palabra como hermanos en CRISTO JESÚS que somos, siento como que muchas veces me encuentro en una inmensa confusión que no sé cuál es la que debo emprender, cómo puedo llegar a todos aquellos que sufren dando todo lo que uno quisiera dar, siempre es un no de la otra parte, y siempre la misma palabra flota en el aire, tenemos que esperar y diagramarlo con tranquilidad, y yo te pregunto y me pregunto, con qué tranquilidad me hablan mientras veo alrededor mío hombres y mujeres revolviendo en los basurales y levantando la comida entre la basura hasta en estado de descomposición y comiéndola, cómo puedo esperar si veo a miles de niños con un frío terrible sin unas zapatillas y con los pies descalzos, cómo puedo esperar si veo a miles de hermanos y hermanas durmiendo en plazas y en las recovas, y no sólo en mi país, sino en todo el mundo, entonces me pregunto y le pregunto a todos aquellos que se encuentran al frente de todos los pueblos del mundo, qué esperan para ayudar a quienes les entregaron el poder para ayudarlos, quienes depositaron su voto de confianza, quienes confiaron en cada uno de ustedes y ustedes se encierran en sus despachos e inclusive ni van a cumplir con la labor por la cual cobran fortunas y viven como reyes mientras millones de niños mueren en sus naciones, hasta cuándo tendremos que esperar, hasta cuándo nos callaremos la boca, hasta cuándo tendremos miedo a hablar, yo quiero vivir en un mundo en libertad, tener la libertad de expresar con total educación mis pensamientos, ver a un Congreso debatir y no agredirse salvajemente, poder poner un canal de televisión y ver un programa donde se vea a una familia feliz y no a todos en plena agresividad, y lo único que vemos es agresividad, hasta en los dibujos para los más pequeños, groserías y falta de respeto a nuestras instituciones y a todos los pueblos del mundo. No sé amada madre, pero creo que estoy muy cansado, cansado porque yo también soy parte de todo esto, porque me he dejado llevar por el mañana sin darme cuenta que ese mañana nunca llega y cuando llega ya han partido muchas vidas por culpa de nosotros que nada hacemos, si muchos acudimos a nuestra amada Iglesia vamos frente tu presencia y la de CRISTO JESÚS a pedir, y cuando nos conceden lo que les pedimos nos olvidamos hasta de ir a darles las gracias, a compartir con ustedes amada madre, sé que quizás el estar continuamente enfrentado con el dolor y en todo momento puede ser que por eso me sienta tan mal, porque no quiero ver más sufrir a un hermano mío, quiero verlos libres y felices levantando un mundo en paz sin guerras, odios ni rencores, tan difícil es comprender lo que les digo, es tan imposible poder comenzar a caminar todos juntos, es algo de otro planeta pedir la unidad como tú la pides continuamente y por el egoísmo de muchos no se puede llevar adelante, cuántas preguntas amada madre, yo que nunca casi pregunto hoy es como si quisiera oír lo que quizás me vienes repitiendo en todo momento y no me he dado cuenta, pero sólo te pido desde mi humilde corazón ayúdame a ayudar y haced de mí el más pequeño de tus siervos y que pueda estar al lado de cada uno de mis amados hermanos y hermanas, que pueda ser un misionero de la palabra y un apóstol de la palabra, ser humilde, sencillo pero con un corazón lleno de amor y ese amor poder entregarlo a todos por igual, no me interesa la raza, la nacionalidad ni sus credos, todos son mis hermanos y los amo por igual, vos sabes bien el dolor que siento muchas veces por las noches cuando me acuesto y no puedo dormir, no puedo dormir porque no sé cómo comenzar el nuevo día con tantos hermanos que me esperan y sufren, y yo con mi inmensa debilidad, amada madre, voy con una sonrisa y trato de ayudar en lo poco que yo puedo.

Sí, hijo, sé que te encuentras mal pero tú te encuentras mal porque deseas desde lo más profundo de tu corazón que el mundo cambie, que tus hermanos tengan ese plato de comida, que tengan un lugar donde vivir, que sean felices y vivan en unidad y eterno amor, que la palabra guerra no se encuentre más en los labios de muchos gobernantes, sé de vuestro dolor porque es nuestro dolor, os he venido pidiendo a todos vosotros y a mis hijos e hijas predilectas que mi Iglesia salga a evangelizar, que se vuelva caminante, y cuando os digo caminante es que salga de los muros y vayan al encuentro puerta por puerta, que estén presentes en todo lugar, que no dejen a un solo hijo o hija sin la palabra, que los conduzcan rumbo a mi morada, que les hagáis confesar y reciban el cuerpo y la sangre de mi Hijo, que sean también misioneros, mi morada necesita de muchas manos y muchas gargantas para hacer entender a un mundo que no oye, a un mundo que se ha quedado detenido, a un mundo que no comprende que cada día se pierden más y más en el inmenso abismo, tú, junto a vuestros hermanos y hermanas, todos aquellos que he ido llamando por el mundo, tienen que unirse, pero tienen que unirse ya, no podéis esperar más tiempo, es el tiempo de la gran siembra y esa siembra está en la semilla del amor, de la misericordia y la justicia, y si lo hacéis veréis muy pronto muchas conversiones sobre todos los continentes, veréis renacer un nuevo mundo, veréis brillar la luz sobre todos vosotros con total intensidad y comenzaréis a vivir en un mundo de unidad, armonía y paz y volveréis a hablar y os volveréis a escuchar y emprenderán el gran camino tras las huellas de mi amado Hijo, no podéis quedaos, no pueden dejar nada porque ya estéis en el tiempo y es ahora cuando tenéis que encontrar todas las fuerzas para salir a luchar contra el ángel desterrado y las fuerzas del mal, y lo haréis y lo derrotarán junto a mis milicias celestiales, a través del Santo Rosario lo cegaréis y veréis que yo, vuestra Madre, iré delante de todos vosotros y yo he de aplastar la cabeza de la víbora. Recordad, amados hijitos, os amo y liberaré vuestras almas de las cadenas que hoy no les permiten ver un mundo lleno de luz, un mundo donde tenéis que ser inmensamente felices, vivid en armonía y aprendan a compartir, a ser verdaderos hermanos entre sí e hijos de vuestro Padre, abracen vuestras cruces y poneos en el sendero y comiencen ya a caminar rumbo a una nueva nación basada sobre la piedra angular de mi amada Iglesia y bajo el manto del amor, la misericordia y la paz. Os pido a mi pueblo, a Israel, al pueblo de mi Hijo, que no levantéis más vuestros brazos para ir a una lucha que no tiene fin, cuántos de vosotros perdieron sus vidas en los campos de batallas, cuántas veces fueron perseguidos y vivieron los momentos más terribles que toda la humanidad recordará por los siglos de los siglos, hoy os pido y os ruego, no cometáis el error de que vosotros llevéis al mundo a ingresar en algo que tanto os hizo sufrir a todos vosotros, y os pido tendedle la mano a vuestros hermanos y a todos los pastores de todas las religiones, os ruego se unan porque vosotros sois los pilares de mi Iglesia y sois los pilares de un mundo que no os dais cuenta pero día a día se desangra más y más. Recordad cada una de mis humildes palabras y mediten cada uno de vosotros de ellas, e hijo mío a ti y a todos como tú que he elegido en el mundo únanse bajo la luz divina de CRISTO JESÚS y acompañen a vuestros pastores y haced volver a vuestro mundo al comienzo, al nacimiento, y comiencen a vivir en armonía, misericordia, justicia, amor y paz basados en la palabra divina y bajo la luz eterna del más inmenso amor. No lo olvidéis, os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

08/09/2010 14:10 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


7 de septiembre de 2010

Dice Santa María:

Hijos míos, os pido simplemente oración y que hagáis ayuno para limpiar las grandes ofensas que hacéis todos a mi amado Señor, os pido que os paréis a meditar, a leer y sentir en vuestros corazones las palabras que encontraréis escritas en el Libro Sagrado, que vengáis todos a mi morada, que os pongáis de rodillas y os arrepientan de vuestras ofensas que le hacéis a mi amado CRISTO JESÚS, que vuelvan ser verdaderos hijos de vuestro Padre y verdaderos misioneros de su amor, que llevéis a todo el mundo su luz, pero para poder llevarla primero tenéis que estar limpios de todo pecado y permitir que ingrese en vuestros cuerpos mi Hijo, y que a través de la palabra comiencen a vivir en armonía y paz. Vos, como todos vuestros hermanos y hermanas, tienen que aprender a hablar y a comprender que deberéis de estar hoy más que nunca unidos y ser la luz que junto a mi morada ilumine a todos los continentes, ser la llama que arde de amor y envuelva a todos los corazones de aquellos que tienen sed del amor, de aquellos que están padeciendo la incomprensión y la dejadez de sus propios hermanos. Por eso os ruego la unidad, y en esa unidad tenéis que volver al principio de la creación, al principio de los tiempos para volver a levantar mi morada, y cuando la habréis levantado, en lo más alto veréis la luz que de ella iluminará a cada continente para que todos mis hijos e hijas encuentren el sendero y puedan salir de la inmensa oscuridad que hoy os cubre, no podéis esperar más tiempo, os lo reitero en cada minuto, el tiempo es hoy y no dejéis que pase un solo instante más porque en cada instante que vosotros os separan se pierden más almas en las tinieblas y son arrebatadas de nuestros brazos y el dolor se apodera de nuestros corazones. Los amamos hijos míos, los amamos y quiero que se lo hagáis comprender al mundo, a todos, y lo podréis hacer en el momento que todos estén juntos unidos en la más grande pureza y el amor, y recuerda siempre, en vuestros labios tiene que encontrarse la verdad, la sencillez y la humildad, de esa forma el mundo os oirá a cada uno y caminarán llevados por sus pastores juntos a la tierra fértil donde la luz siempre os iluminará y cuidará de cada uno de vosotros. Os amamos, dile a todo el mundo que oren hijo mío, que oren y que vuelvan a mi morada, que no se alejen y que abracen vuestras cruces, que vuelvan al amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os acompaño y os guío y os doy la bendición de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

07/09/2010 04:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


Dice Santa María:

Amada Madre, quiero pedirte que jamás me abandones, me siento por momentos como en una inmensa soledad perdido entre fuertes vientos y en aguas turbulentas que me quieren arrasar y me quieren desviar del camino que tengo que transitar, siento la soledad a la cual me llevaron aquellos que necesité de sus palabras, de su acompañamiento, sé, Madre, que tú estás pero muchas veces siento un inmenso dolor cuando acudo a ver a mis hermanitos y hermanitas los cuales están tan enfermos, muchos son niños y jóvenes, y el dolor, aunque en ningún momento lo demuestro y los hago reír, corre por adentro de mi corazón y siento que llora lágrimas pero lágrimas de sangre, porque el dolor de cada uno de ellos lo siento en mi cuerpo y quiero con toda mi alma acompañarlos con la tan pesada cruz que están llevando, ayúdame a ayudarlos, ayúdame a amarlos con todas las fuerzas, ayúdame a entregarme desde el corazón y el alma a todos los que sufren, a todos los que padecen tanto en este mundo, a los que son marginados, a los que no poseen nada y viven siempre en la más tremenda pobreza, a los que ven a sus hijitos morir por no tener que darles de comer, por todos ellos te ruego y te suplico desde mi pequeñez que jamás me abandones, que siempre me tengas tomado de la mano y me sigas guiando en cada minuto de mi vida.

Hijo, jamás te he de abandonar, jamás dejaré de tomarte de la mano, no tienes nada que temer, mi Hijo y yo estamos siempre a vuestro lado, los dos estamos guiándote, sabemos de vuestro dolor, del sufrimiento y de los momentos de tristeza por los cuales tú pasas días y noches, pero quiero que comprendáis que todos nosotros estamos a vuestro lado, que os estamos guiando a través de vuestro mundo, que os acompañamos siempre y os guiamos a ver a aquellos hijitos que sufren y están solos y hasta perdidos en vuestro mundo, llevadle la palabra, háblale del amor de mi amado Señor, pon vuestras manos sobre ellos y dejad que CRISTO JESÚS ingrese en cada corazón y calme y cierre las llagas del cuerpo y del alma, no os preocupéis de lo que hablen o de lo que puedan decir de ti, sólo piensa una sola cosa, en el sufrimiento que tuvo que pasar mi amado Hijo y jamás se arrepintió y siguió, cargó con su cruz y avanzó hasta el final, y en el último suspiro pidió al Padre clemencia por todos sus amados hermanos y cargó con los pecados de todos, teniendo un Corazón puro y limpio, por eso vive entregándote en cada uno, vive para llevar la luz eterna del amor y la Llama del Amor que emana del Corazón de mi Hijo y mi Corazón de Madre de todos vosotros. Recuerda siempre hijo, tú no estás solo, hay en todo el mundo hermanos y hermanas como tú, sólo tienen que unirse y caminar juntos, tenéis a vuestros pastores que te han de acompañar, os aseguro, y veréis cómo todas esas puertas que se cerraron se abrirán, hijito mío, lentamente una por una y volverá a florecer la rosa más bella frente a vuestros ojos y esparcirá su perfume llenando a los corazones y a las almas de todos vuestros hermanos, y mi Iglesia abrirá sus puertas y junto a mi Hija recibiremos a millones de hijos e hijas peregrinos del mundo misioneros del amor llegar hasta nuestra morada y veréis entonces muchas conversiones, y unidas a ellas la sanación y cómo se ha de posar sobre todos el Espíritu Santo llenando los corazones de amor, armonía y paz. Vive, pero vive para entregarte en cuerpo y alma, vive para ser el más humilde y más pequeño de todos y siempre diles a todos aquellos que os escuchan que tú no sois el que sana, sino el que sana en vuestra tierra, en vuestro mundo, es únicamente mi amado Señor, vosotros sois un instrumento del amor y lleváis ese amor a cada uno de ellos.

Siempre que me hablas es un bálsamo para mi pobre corazón y me siento inmensamente feliz porque sé que debo seguir, que no me puedo quejar de los momentos que tengo que atravesar porque no es nada comparado con lo que ha pasado mi amado Hermano, y quién soy yo para no poder soportar el dolor, todo lo contrario, tengo que sentirme inmensamente feliz porque es la única forma de poder un día encontrarme unido a mi amado Padre y a vos amada Madre mía. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

07/09/2010 12:21 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


31 de agosto de 2010 – Mensaje del Padre, Hijo y Espíritu Santo unidos a Santa María Madre de la Iglesia

Cuánto más silencio tienes que tener tú, hijo mío, para encontrarte con mi amado Señor, vuestro Padre, para poder expresar desde vuestro corazón todo lo que sientes y lo que deseas preguntarle en estos momentos, sólo tienes que sentir dentro vuestro la voz del amor más puro que os envolverá y lentamente irás ingresando a través de la luz y esa luz será la que ha de purificar vuestro cuerpo de todo pecado para que lleguéis totalmente limpio y vuestra pureza se convierta en luz también para brillar como una estrella frente al amor, la misericordia, la justicia y la paz, háblale y dile lo que quieres preguntarle pero con el corazón, dile de tus miedos, de tus errores, del sendero que deberéis tomar, todo lo que se encuentra anidando adentro vuestro.

Amada Madre, vos, de vuestra mano, me guiaste a su encuentro unido a tu Hijo y yo quiero hacer las preguntas que no encuentro respuestas adentro mío y siento temor de equivocarme y de cometer algo malo contra la amada Iglesia.

Preguntad, hijo mío, yo estoy aquí para responder y a través de mi Hijo y de María, vuestra Madre y Madre de mi Iglesia, os guiarán y os enseñarán todo lo que os iré diciendo a través del tiempo.

Tengo miedos y realmente muchas veces es como una corriente que no me permite avanzar y hasta me paraliza.

Esos miedos no tienen por qué estar adentro vuestro ya que nada de lo que hagáis no será conducido por nosotros, y quiero que sepáis que iréis de nuestras manos siempre, en vos está que jamáis os separéis y que comprendáis que sois un hijo que a través vuestro llegamos a todos vuestros hermanos, nuestros pequeños, para la unidad en vuestro mundo, un mundo lleno de odios y rencores, un mundo donde está gobernado por la ambición y el poder y os fueron alejando tanto del amor que ya casi no existe, sólo ha quedado la palabra flotando en vuestras mentes pero no le dais el significado correcto que tendría que tener, todos vosotros estáis equivocados con el significado de dicha palabra y también en nombre de ella cometen toda clase de barbaridades en vuestro mundo y en nombre de ella se pierden muchos en el llanto y la soledad.

Cómo puedo hacer para unir a todos aquellos que se encuentran alejados.

Es muy simple, siembra la tierra con la palabra y tenéis que ir a la búsqueda de todos aquellos que se alejaron, se apartaron del sendero y como un buen misionero, un buen pastor, tenéis que traer al gran rebaño a todas las ovejas descarriadas y perdidas para que de esa forma salven sus almas y comiencen todos juntos a caminar por el sendero de mi luz.

Y Padre mío, qué tengo que hacer para que crean lo que les digo a mis hermanos.

Nada tienes que hacer, tú sólo tienes que ir frente a cada uno de ellos y mirarlos a los ojos, levanta vuestras manos y déjanos a nosotros todo lo que tenemos que realizar, tú tienes que comprender que tú no sanas, sólo eres un instrumento del amor y de la paz.

Cómo haré para que todos mis hermanos y hermanas que están en el mundo y sienten lo mismo que yo nos unamos.

Nada, yo os uniré a través del Espíritu Santo, yo os convocaré uno por uno, yo haré que se unan y que salgáis a evangelizar toda vuestra tierra y llevaréis las buenas nuevas, que el amor y la paz volverá a reinar sobre todo el mundo.

Padre, qué debo hacer para que mis Pastores me crean y se den cuenta que lo que mi Madre me transmite puedan darlo a conocer al mundo.

Sólo tienes que seguir el sendero por el cual estáis caminando de la mano de vuestra Madre y seguir tras los pasos de mi Hijo, tienes que vivir en humildad y seguir manteniendo la Llama de Amor en vuestro corazón, yo haré el resto, yo convocaré a cada uno de ellos, yo les haré comprender que no tienen que ver para creer, que es lo que deberían pregonar, porque si veis, entonces, hijo mío, todo sería muy fácil para todos.

Cuando hablo del amor realmente lo siento, cuando hablo de la entrega también lo hago, es que para muchos es difícil de comprender.

Y por qué es difícil comprender, no hay nada que comprender, está todo escrito, está todo a la vista de cada uno de ellos y si no comprenden y no creen es porque son hombres y mujeres de poca fe, muy pronto el cielo se iluminará y es ahí donde os daréis cuenta que os tenéis que unir, que los tiempos ya han llegado para comenzar a construir un mundo de armonía y de amor, para que salgáis en la búsqueda de las almas que se perdieron y para que vuestros Pastores comprendan que en la unidad de todos vosotros se encontrará el verdadero sendero de la luz, yo estoy en cada uno, yo camino entre vosotros, yo estoy en la mirada de los niños, en las miradas tristes de los pobres y ancianos abandonados, yo me encuentro entre lo que piden limosna y muchas veces vosotros no los miráis, en cada uno de ellos, a través de mi Hijo, me han de hallar, os puedo asegurar que he caminado tanto entre vosotros y sois tan pocos los que me dieron un lugar, he extendido tanto mi mano pidiendo vuestras ayudas y fueron tan pocos los que me ayudaron, he suplicado amor y no me lo han entregado, por eso hoy estáis vosotros y tenéis que unir a todos los pastores y todas las religiones, todos aquellos que se apartaron del sendero tendrán que volver y juntos levanten un mundo nuevo, un mundo de armonía entre todas las naciones, un mundo de amor y paz adentro de los corazones de todos hijito, no tengáis miedo, siempre os guiaremos, nada os pasará ni a ti y tampoco a ninguno de mis hijos e hijas que se encuentran en todos los continentes, no os preguntéis tanto porqué tenéis que hacer una u otra cosa, realiza, confía y no os dejéis llevar por lo que os puedan decir, siempre piensa que deberéis amar y no sólo ello, os tenéis que entregar en cuerpo y alma a cada uno de ellos, tus hermanos, mis hijos, no habrá un minuto, un segundo para ti, será todo para ellos y por ellos, y os aseguro que seréis inmensamente feliz.

Yo soy inmensamente feliz y vivo feliz y quiero hasta el último minuto que me quede de aliento estar al lado de todos los que sufren, acompañarlos y cuidarlos, caminar, Padre, a través del mundo llevando tu palabra y tu hermosa paz, quiero ser el más pequeño y ser el más servil, quiero vivir para amarte y entregarte mi vida siempre en tus manos.

Hijo, a partir de este instante sigue luchando con más intensidad y no os olvidéis que vuestra Madre os acompaña junto a mi Hijo y al Espíritu Santo, vive para entregar la Llama del Amor, envuelve los cuerpos de aquellos que sufren con el manto de la misericordia y la paz y cura las llagas de sus corazones y acompáñalos siempre y en todo momento, conságrate al Corazón Inmaculado de mi Hijo y sed sumiso y cargad vuestra cruz y caminad llevando la palabra y que esa palabra toque el corazón y lo llene de luz, haced crecer las conversiones, formad cenáculos en el mundo y junto a mi Hijo y vuestra Madre vivid en armonía y paz.

Todo lo haré y todo lo cumpliré más allá de lo que puedan pensar y lo que el mundo me juzgue, porque nada me importa, sólo me importa acompañar a todos mis hermanos y hermanas en tu nombre, darles la paz. Amén.

31/08/2010 15:10 Horas.

Este mensaje fue con nuestro Padre, Hijo y Espíritu Santo y nuestra amada Madre.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


31 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Quiero llegar hasta cada uno de vosotros, quiero ingresar en vuestros corazones y llenarlos de la Llama de Amor para que a su vez seáis los portadores ante vuestros hermanos y la entreguéis y hagáis brillar sobre todo el mundo la fuerza del amor, de la misericordia y la justicia, todos vosotros sois mis más amados hijos, sois por quienes velo día y noche junto a cada uno y me encuentro a vuestro lado en los momentos de más tristeza y soledad, y vosotros no os dais cuenta que quiero que escuchéis mis palabras, que me acompañéis por este largo caminar que tenéis que comenzar a transitar, que seáis conscientes que si no vuelven a mi morada y a las Sagradas Escrituras os perderéis en el inmenso abismo del dolor y la oscuridad, vosotros tenéis que volver a mi morada y aquellos que se encuentran en ella tienen que recibirlos y cobijarlos, invitarlos a llevar la palabra, a realizar una profunda evangelización a través del mundo porque hoy necesitan muchos hermanitos y hermanitas vuestras la palabra, tienen sed de ella y esperan que lleguen hasta cada uno de ellos y que toquéis su corazón y lo llenen de luz y de amor, todos vosotros os tenéis que unir porque sois los que reciben mi voz, todos vosotros tenéis que salir a defender mi Iglesia porque cada día que transcurra será más y más atacada por los bárbaros y junto a ella aquel que se encuentra en el sillón de Pedro y muchos de mis amados Hijos predilectos e Hijas, vuestros Pastores, seréis perseguidos y muchos tendrán que partir y vivir en las alturas y escondidos de aquellos que querrán tomar vuestras vidas, por eso os pido la unidad hoy, y esa unidad la tenéis que llevar adelante a través del Santo Rosario, de la Coronilla, de la oración que mi amado Hijo os entregó, de los cenáculos realizadlos en todo lugar, en las casas, en mis moradas, en las plazas, en los lugares que quieran y puedan reunirse todos vosotros, yo os prometo estar junto a cada uno y allí os mostraré mi presencia al lado de cada uno y derramaré perfume a rosas para que todos sepáis que yo estoy entre vosotros, de esa forma os fortaleceréis y os pido que vuelvan todos a mi morada y veréis que en la unidad, bajo la luz divina de CRISTO JESÚS y la Llama del Amor, os fortalecerán cada uno y aún más al recibir el cuerpo y la sangre de mi Hijo, tenéis que ser misioneros pero realmente misioneros desde el corazón y con la más inmensa pureza, humildad, sencillez, amor y misericordia, no tiene que importarles nada y tampoco temerle a nadie porque yo he de estar siempre al lado de cada uno de vosotros, yo iré delante de vosotros abriéndoles el paso junto a las milicias celestiales, rumbo a la victoria, y entre todos vosotros desterrarán al ángel desterrado y las fuerzas del mal de toda la tierra y especialmente de muchos de vuestros cuerpos que hoy se encuentran encadenados a él, dejaréis de sufrir para vivir en libertad y volverán a ser la gran nación de CRISTO JESÚS, una nación donde florecerá la rosa del amor y de la paz, donde todos hablarán el mismo idioma, el idioma donde todos los hombres y mujeres comprenderán que para ser felices y hallar la paz os debéis unir, leer y meditar cada una de las palabras que se encuentran escritas, vosotros, hijitos míos, seréis quienes tenéis que defender mi morada, ser verdaderos soldados de ella y sé que defenderán mis muros, pero de la misma forma cuidarán de los grandes rebaños e irán a la búsqueda de aquellos que se encuentran perdidos llevándolos y guiándolos de vuelta al sendero de la luz, vosotros tenéis que hacer crecer las conversiones en un mundo que está dormido y que muchas veces se pierden en un inmenso abismo de dolor y soledad. Hijitos, ya no podéis esperar más tiempo porque los tiempos ya llegaron y es la hora de comenzar a mostrarse todos vosotros y mi Iglesia deberá salir de sus moradas a través de cada uno de vosotros a caminar, y en ese caminar deberéis sembrar en el corazón de todos vuestros hermanos la semilla del amor, la misericordia y la paz, deben estar unidos, no podéis seguir más separados, no podéis estar más solos, no podéis enfrentar a aquel que desea tomar mi morada vosotros solos y lo sabéis, id a la búsqueda de todos mis pequeños y que vuestros Pastores os acompañen y comiencen la Evangelización que os vengo pidiendo a todos vosotros. Queridos hijitos e hijos míos, es la hora de la gran unidad, es la hora de que la justicia reine sobre el mundo, y junto a la justicia sean liberadas las almas y no vivan más hijos ni hijas como esclavos de aquellos que sólo aman el poder y la codicia, pero para eso os ruego, todas las religiones tienen que unirse, todos tenéis que vivir en comunión y esa comunión tiene que ser de cuerpo y alma, y abrazad vuestras cruces y poneos en camino rumbo a la victoria final. Amados hijitos os amo y recuerden cada uno de vosotros, yo estoy a vuestro lado, yo os guiaré y guiaré cada uno de vuestros pasos rumbo a un nuevo mundo, a un mundo de armonía, paz, misericordia, justicia y amor, donde todos hablen el idioma eterno que CRISTO JESÚS os dejó. Os amo hijitos, no os olvidéis nunca. Os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

31/08/2010 02:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


30 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Cada mañana, cada nuevo día que comienza, amados pequeños míos, es el comienzo a una nueva vida, una vida llena de luz, de amor y de misericordia, una nueva esperanza que siente mi corazón de Madre que todos vosotros os unan y comiencen a caminar tomados de la mano por el sendero de la paz, que luchen con todas vuestras fuerzas contra todo aquello que quiere hacerles mal a vuestros hermanos, que os quiere llevar por un sendero diferente, un sendero de oscuridad y de mentira. Por eso hoy os ruego y os pido la gran unidad de todos los pueblos y naciones que forman vuestro mundo, la unidad porque en esa unidad estaréis protegidos bajo el manto de la misericordia y la luz divina de mi amado Señor, quiero que estéis junto al Sagrado Corazón de mi Hijo, que os acerquéis a Él y que le habléis, que sienta vuestra presencia y vuestro amor, que al venir a mi morada os encontréis con cada uno de nosotros a través de la palabra, de la oración y de vuestras confesiones, pero también que recibas toda la fuerza de la Llama del Amor y seréis bendecidos y conducidos por vuestros pastores a un sendero totalmente de luz y de paz donde aprenderán a vivir como verdaderos hermanos y sentiréis en vuestros corazones esa Llama que se enciende y saldréis a entregarla a través de la palabra a aquellos que se apartaron, tenéis que a través de la palabra tocar el corazón y el alma de mis hijitos, tenéis que ser verdaderos misioneros de mi morada y caminad hasta el mismo cansancio para que vuestros hermanos, aquellos que están tan alejados, vean la presencia viva de mi Iglesia, viva porque la encontrarán llena de luz dentro de vuestros cuerpos y porque a través de todos estos tiempos tan oscuros seréis la luz que iluminará a todos los continentes, y lo más hermoso y bello ante nuestras miradas y las vuestras serán las conversiones, porque a partir de ese preciso momento volverán a ser almas que se unirán para salvar a otras llevando el amor, este amor que brota de nuestros corazones. Quiero que sigan siempre la voz de vuestro Padre, quiero que caminen de la mano de mi Hijo y recibáis siempre la eterna bendición de mi esposo, el Espíritu Santo, quiero que escuchéis la voz de vuestros pastores y os dejéis guiar por ellos, y en esa unidad desde vuestros propios corazones, desde vuestras almas, hagáis crecer una nueva esperanza para todas las almas, para todos mis hijitos, una esperanza de que si todos os unen en la oración os puedo asegurar que vuestro mundo lo has de salvar, y al salvarlo, salvarán vuestras vidas y las vidas de las nuevas generaciones porque ellos vivirán en un mundo de armonía y paz. Yo os pido desde mi corazón de Madre a vos hijo y a todos los hijos e hijas que llevo mi mensaje, que me presento frente a ellos, que se unan, llegó el momento de que tenéis que salir a defender mi Iglesia y es el momento que en la unidad de todos vosotros podréis demostrar al mundo que yo estoy entre vosotros y que he venido a pedirles que comiencen a vivir en comunión y eterno amor, quiero derramar sobre todos vosotros junto a mi Hijo y mi amado Señor, junto a todos los que se encuentran a mi lado, aquellos que han llegado a tener la santidad como vosotros mismos a través de aquel que se encuentra en el trono de Pedro y junto a mi hija predilecta, Teresita, y Rosa de Lima, derramaremos una eterna lluvia de rosas sobre todos vosotros, dejad que esa lluvia ingrese en vuestros cuerpos, dejad que llegue hasta vuestros corazones, dejad que florezca en vuestras almas la rosa más hermosa y desde allí entregue el perfume del amor, el amor que yo, como Madre, os quiero entregar junto a todos los que os amamos y que velamos por cada uno de nosotros, junto a mis Ángeles y Arcángeles, os acompañamos y estamos y estaremos hasta los fines de los tiempos siempre a vuestro lado derramando el fuego eterno de nuestro amor y la luz eterna de la más grande bendición, no temáis, caminad juntos y llevad en vuestras manos un cirio, y ese cirio que esté encendido, porque al unirse todos las luces que de ellos parten el mundo se ha de iluminar y ahí nacerá un nuevo mundo, un mundo donde reinará por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS. Os amo, nunca os olvidéis amados hijitos. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

30/08/2010 02:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


29 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Os pido muchas oraciones por todos vuestros hermanos y principalmente por todos aquellos que se encuentran en los lugares más apartados y más pobres de vuestro mundo, por aquellos que sufren el flagelo del dolor en sus cuerpos y el desprecio de sus propios hermanos, de aquellos que son perseguidos por abrazar la fe y por tener en sus corazones la Llama Eterna del Amor y de la Misericordia, aquellos que luchan por un mundo de justicia y de paz, sé que en los momentos que os toca vivir pereciera una utopía creer en que muchos hermanos se encuentran perseguidos e incluso escondidos y tienen que ir a vivir en la más profunda soledad por querer mostrar al mundo el amor de vuestro Padre, pero es realmente como os digo y vosotros lo sabéis, hoy están muchos apartados del sendero de la luz, hoy nada os importa y pareciera que todo vale en vuestro mundo con total de tener lo que muchos quieren, un lugar de donde poder obtener todo lo que necesitan sin mirar a aquellos que nada tienen, que viven sumergidos en el dolor y en la más profunda pobreza, pero vosotros sois los que no queréis mirar, no quieren saber aunque conviven con ellos y los veis a cada momento cruzarse frente a vuestros propios ojos, ahí es cuando desvían sus miradas y os volvéis sordos para no oír la suplica de ayuda que os piden desde lo más profundo de sus corazones que con inmenso dolor os están solicitando, pero vosotros estáis hoy en el mundo divididos entre los que tienen todo y los que nada poseen, pero os digo que yo, como Madre de todos vosotros, sí puedo ver en el corazón de cada uno de mis pequeños y veo a aquellos que se encuentran sumergidos en el más inmenso dolor, aquellos que son marginados, son expulsados de sus propias tierras, casas y lugares donde nacieron y pasan muchas noches y días sin tener un sustento para alimentarse, pero aún así os aseguro que sus corazones se encuentran iluminados por el amor, aún cuando muchos de vosotros los han golpeado despiadadamente dándoles vuelta vuestros rostros y no ayudándoles nunca, y no os dieron cuenta que al darle vuelta vuestros rostros les estás dando vuelta el rostro a CRISTO JESÚS. Por eso os pregunto hoy a aquellos que viven en un mundo de poder, en un mundo donde todo lo obtienen a través de la labor de aquellos que os hacen trabajar día y noche y nada les dais y los sumergen en la más inmensa oscuridad de dolor y sufrimiento, sois realmente felices, creéis vosotros que frente a nuestras miradas os habéis ganado el Reino de los Cielos, no, amados hijos, si no cambian os puedo asegurar que no podrán ingresar al Reino de los Cielos y eso hace que de mis ojos broten lágrimas de dolor porque los amo y porque quiero que salvéis vuestras almas, que vivan en comunión con todos vuestros hermanos y que vengáis a mi amada morada al encuentro con CRISTO JESÚS, a pedirle perdón y a confesar vuestros pecados abrazando vuestras cruces y ayudando a todos vuestros hermanos a llevar sus cruces y compartan el pan de cada día, no se encierren en el egoísmo, en la maldad, en el odio, en el rencor, en la envidia, sean justos, sean misericordiosos y amen a cada uno de ellos, siembren la semilla del amor y de la paz sobre toda la tierra, fortalezcan con su presencia mi morada y salid a evangelizar junto a vuestros pastores. Amados hijitos, fuera de vuestras cuatro paredes hay un mundo, un mundo que llora y sufre, un mundo que se desangra día a día, un mundo que necesita de la palabra, de vuestra compresión y de vuestra ayuda como también están pidiendo que los guíen rumbo a la tierra de la luz, estamos ingresando a una nueva era, estamos ingresando a un mundo que si no cambia todo se ha de perder y con él se perderán las almas de millones de seres en vuestro mundo y nada quedará para las civilizaciones que vienen caminando tras de vosotros, dejad todo y vuelvan a mi morada, pero tomad la palabra y salid a evangelizar, salvad las almas de la inmensa oscuridad y haced que crezca el amor y la paz sobre todos los continentes. Mi Iglesia, amados hijitos, tiene que ser misionera y evangelizadora, tiene que caminar continuamente y estar presente en todo lugar, aún en los lugares más apartados de vuestro mundo, ya nunca más tenéis que permitir que un sólo hermano se encuentre en la inmensa oscuridad y el dolor, tenéis que vivir en comunidad, y esa comunidad tiene que estar guiada por vuestros pastores y todos juntos ser el gran rebaño y caminar en la unidad rumbo a la luz y al gran encuentro, no podéis permitir que la noche caiga sobre vosotros, no podéis permitir que las inmensas lluvias desciendan sobre vosotros y lleven todo a su paso, no podéis permitir que se pierda más una sola vida, por qué vosotros no os comportáis como verdaderos hermanos y no cuidáis de lo que mi Señor os entregó, vuestro mundo, por eso hoy os ruego, cuidad de él y cuidad de las almas que se alejaron, construyan entre todos un mundo nuevo basado en las Sagradas Escrituras y cumplid con los Sagrados Mandamientos. Amados hijos os ruego, no quiero verlos llorar, no quiero verlos sufrir y perderse en el inmenso abismo o que se pierdan llevados por inmensas tormentas y que seáis azotados por fuertes vientos y que muchas partes de vuestro mundo queden en inmensos desiertos y otras bajo tierra, lodo, y otras bajo un manto blanco arrasando muchas vidas. Hoy os pregunto y quiero que os preguntéis en el silencio total por qué siguen atacando no sólo a vuestra tierra sino siguen desafiando a vuestro Padre, nosotros os amamos y vosotros os separáis, no os culpéis de lo que os sucede porque nosotros, hijos, sólo queremos protegerlos y ponerlos bajo el manto misericordioso de nuestro amor, únanse, os ruego, y oren, recen y vivan en libertad, romped vuestras cadenas y confesad vuestros pecados y sed libres unidos a CRISTO JESÚS y a toda mi AMADA SANTA IGLESIA. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

29/08/2010 03:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


28 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Amados hijitos míos, cuándo aprenderán que en las pequeñas cosas, en las más sencillas, os encontraréis la más grande belleza y felicidad, cuándo aprenderán a oír las palabras que brotan desde vuestros corazones, cuándo aprenderán a meditar y en esa meditación encontraréis el verdadero sentido del amor, la misericordia, la justicia y la paz, cuándo caminarán por el sendero que se encuentra marcado por mi Hijo para que vosotros os calzéis las sandalias y os recorran pero con sencillez e inmensa humildad, y en ese caminar siempre tenéis que estar sembrando toda la tierra con la semilla de la palabra, y que esa semilla caiga en los corazones que están sedientos de ella, que desean cambiar y escuchar simplemente una palabra que hace muchos años no la estáis diciendo, que mi amado Señor es amor, misericordia, justicia, paz y que a través de su amado Hijo vino hacia todos vosotros y no supieron comprenderlo, no entendieron lo que Él inculcaba a través de la palabra que era la unidad de todos los pueblos y que vivieran en armonía y paz, que hablaran y en ese hablar se comprendieran y que todos juntos construyeran un mundo de armonía, que no cometieran más actos que os avergonzarían y os llevarían a perderse entre la más inmensa oscuridad porque estabais atacando a vuestros hermanos y tomando lo que a ellos les pertenecía, pero, pequeños míos, a miles de años nada ha cambiado en vuestro mundo, creo que siguen tan confundidos y tan equivocados llevando una vida totalmente equivocada y cada día os ponéis en el sendero más del mal que del bien y es sólo poder obtener lujos y placeres que no pensáis que de nada os han de servir, pero a muchos de vosotros nada os importa, no os importa hasta dejar en manos del ángel desterrado vuestras propias almas sabiendo que se perderán por toda una eternidad en el más inmenso tormento y dolor, pero no toda la culpa es vuestra, todos sois culpables, todos aquellos que se encuentran al frente tanto de vuestros pueblos y naciones como también de los distintos cultos y religiones porque ellos no son un espejo donde os podéis ver, un espejo de amor, de sencillez y humildad, y tampoco han sabido llegar a cada uno de sus pueblos, a acompañarlos y a estar presentes, a preguntarles vuestras carencias y vuestros dolores, lo que os hace falta y lo que deseáis para poder seguir estando de pie, ellos piensan nada más que en sus apetencias personales, en su forma de proceder, y que en ese proceder no les importa si los lastiman a todos vosotros, ni siquiera se preocupan de que tengáis una vida digna con lo que todos tienen que tener pequeños míos, no placeres, lo esencial para poder vivir, si muchos de vosotros no tenéis ni un trozo de pan, si no tenéis una morada donde protegerse de las inclemencias del tiempo, o si sufren o están muriendo día a día, y eso es porque hay muchas almas llenas de egoísmo, llenas de odios y rencores, son almas que sólo desean obtener poder y si para obtenerlo tienen que llevarlos a todos a inmensas guerras y a la misma perdida de vuestras vidas tenéis que saber que no lo han de pensar un sólo minuto y no se detendrán. Sé, hijitos míos, que no todos sois iguales, que hay en vuestro mundo muchos, tanto en los gobiernos como en las religiones, hombres y mujeres, que aman a sus pueblos y quieren la paz, pero hay muchos más que sólo piensan y viven para obtener sus placeres aún quitándoles vuestros propios corazones. Hoy os ruego y os pido desde mi corazón de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia que a partir de este momento comiencen a caminar, y en ese caminar llevéis en vuestros labios la palabra de vuestro Hermano, y que al recorrer los pueblos toques los corazones de todos vuestros hermanos y siembren la semilla que os he pedido, la semilla del amor y de la unidad, la semilla de la misericordia, la justicia y la paz, y entre todos salvéis vuestra tierra, y al salvarla a ella, salvaréis a las generaciones futuras y vuestras propias almas. Amados hijitos, todos os tienen que unir a hablar y a meditar, y tomándose de la mano rezar la oración que mi amado Hijo os entregó, os pido la unidad porque sin ella nada ha de cambiar, si a la unidad no la lleváis adelante entonces todo se ha de perder y el dolor y la noche caerán sobre todos vosotros y con ella todos vuestros hermanos, mis hijitos, que se encuentran apartados hoy del sendero perderán sus vidas y sus almas arderán por siglos. Os ruego vuelvan a mi morada, confesad vuestros pecados, recibid el cuerpo de mi Hijo, pero también sed verdaderos misioneros de la palabra, apóstoles del amor y fieles custodios de mi morada, no dejéis que los bárbaros se adueñen de ellas, no dejéis que el mal avance cada día más sobre el bien, salid a pelear pero con la verdad, con la oración y veréis cómo aquellos que estaban en el sendero de la oscuridad se trasformarán en luz porque os veréis convertirse, y en esa conversión, cada uno se ha de convertir en una antorcha que iluminará el sendero para millones y millones de hijitos e hijitas que desde todos los continentes han de llegar hasta los pies del altar a cantar alabanzas a CRISTO JESÚS y a recibirlo con el más infinito amor y con un corazón y un alma limpia y llenas de armonía, misericordia, justicia, paz y eterno amor. Os ruego únanse todos, recordad que sois todos hijitos del mismo Padre y Hermanos entre sí. Oíd mi voz a través de los hijos e hijas en todo el mundo y mediten, pero al meditar tenéis que encender un cirio para que la luz llene vuestros corazones de luz divina y de calor de la Llama del Amor que emana el Sagrado Corazón de mi amado Hijo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

28/08/2010 17:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina



20 de agosto de 2010 – Mensaje especial

Dice Santa María:

Cuánto tiempo ha de transcurrir para que os deis cuenta de que no estáis caminando por el sendero que mi Hijo os ha dejado marcado, cuándo despertarán de este inmenso sueño que los cubre y no os permite despertar a la vida, cuándo volveréis a mirar con los ojos de vuestro corazón amados hijitos míos, entonces cuando despierten verán un mundo que se está desangrando, veréis millones de niños que no tienen nada para comer, veréis ancianos pidiendo y rogando por las calles una limosna, verán los terribles enfrentamientos entre hermanos en inmensas e interminables guerras entre sí, podréis ver con vuestros propios ojos la codicia, la maldad, el odio, el rencor, la envidia que reina en muchos de los corazones, también el poco, casi nada, de interés por comenzar a ayudar a todos aquellos que tanto sufren en todo el mundo, muchos de vosotros pensáis que estáis actuando como deberían, muchos de vosotros piensan que no pueden salvar a todos vuestros hermanos de padecer hambre y frío, y os pregunto, pero vosotros en algún momento lo han intentado, en algún momento de vuestras vidas llegaron hasta ellos y les extendieron vuestras manos y los llevaron rumbo a un lugar donde tengan lo que necesita una persona para vivir, creo que son muy pocos los que lo hacen y os puedo asegurar que no son los que os encuentran al frente de vuestros pueblos y naciones, aún más, aquellos poderosos que os llevan a las más crueles injusticias no quieren, ni siquiera piensan, lo que están haciendo con sus hermanos, ellos miran y viven en su mundo de egoísmo y de egos personales, y lo más triste para nosotros es que muchos de aquellos que tendrían que cobijarlos ni siquiera lo intentan, y no sólo eso, no quieren ni desean dejar sus comodidades para salir a la búsqueda de todos ellos, vosotros sabéis que si se unieran todos el mundo cambiaría totalmente, cómo puede ser, y piensen y mediten cada uno, hijitos, que un conjunto de hermanos y hermanas vuestras puede llevarlos al dolor, a la destrucción, al hambre, a la más grande de las miserias al resto de todos mis hijitos, aquellos que habitan los distintos continentes, y todo eso os ocurre y seguirá ocurriendo porque vosotros no os unen y aquellos que los tienen que unir, también algunos de ellos, están en la lucha por obtener todo el poder, no tienen ni siquiera un poco de amor adentro de sus corazones para que los haga comprender que en vuestro mundo ninguno de ellos son realmente verdaderos representantes de CRISTO JESÚS, y que al equivocarse el sendero hoy sí son muchos los representantes del ángel desterrado, y que en vez de seguir lo que está escrito en el Libro Sagrado escuchan la voz de la codicia y la ambición y ni siquiera cumplen con lo mínimo que deberían cumplir, vosotros estáis unidos y a su vez están tan separados que no os hablan y ni siquiera os escuchan porque han elegido estar en un mundo que cada uno lo mira y lo construye a su gusto personal y se encierran en él sin importarles el sufrimiento de todos los demás. Yo os quiero hablar a todos mis hijos e hijas, aquellos que están en todas las religiones, yo no os he separado, vosotros se han separado y hoy os ruego que mediten sobre todo lo que les estoy diciendo, veréis que con palabras sencillas pero llenas de amor y de inmensa tristeza os ruego y os pido no sólo que mediten sino que vosotros puedan comprender y entender que queremos que vivan y construyan entre todos un mundo de amor como vuestro Padre os entregó, un mundo donde estén todos unidos y lleven la palabra, donde os conviertan en misioneros y acudan a tenderle la mano a todos aquellos que se encuentran sumergidos en la oscuridad, que estéis junto a los que sufren y piensen en comenzar a caminar en el gran rebaño. Pequeños míos, recordad siempre esto que os digo, en la unidad, el amor y la misericordia podrán hallar el sendero y a través del sendero la luz, y esa luz os llenará de amor vuestros corazones y vuestras almas y comenzaréis a vivir una vida diferente, una vida basada en los Sagrados Mandamientos, tienen que caminar en la unidad todos juntos, venid a mi morada y recibid el cuerpo y la sangre de mi Hijo y comiencen desde el principio, y al comenzar desde el principio veréis cómo todo irá cambiando, y la luz cada día ha de brillar más y seréis felices y volverá a ser mi morada el encuentro de todos mis hijos e hijas del mundo, y de esa forma comenzaréis a construir un nuevo mundo para todos aquellos que vendrán tras de vosotros, sólo os pido y os ruego vuelvan al principio, y en ese principio renacerá el amor y la paz. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

20/08/2010 12:15 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


Publicado en

20 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Si cada uno de vosotros, amados hijitos, aprendieran a vivir en la libertad pero unidos al amor más puro que os entrega mi amado Hijo, si caminaran de su mano y os dejaran guiar por el sendero de la luz, si todos se unieran en la oración y comenzaran a hablar el mismo idioma, el idioma del corazón, aquel que es el que los une como verdaderos hermanos que sois, si desterraran de vuestras vidas toda codicia, toda mentira, ambición, odios y rencores, si os pusieran a hablar el lenguaje del corazón, ese corazón que mi Señor os entregó al nacer lleno de amor, de misericordia y de paz, y caminaran por el mundo entregando a todos aquellos que se encuentran abandonados y perdidos, confundidos porque nadie se ha acercado a ellos llevándole la palabra y enseñándoles a abrazar su cruz y caminar llenos de amor y estar unidos a sus hermanos desde lo más profundo de cada corazón, si aprendieran a vivir en unidad y os ayudaran unos a otros, si extendieran vuestras manos y se unieran para juntos avanzar y estar presentes en todo lugar donde seáis necesarios, no tenéis que esperar ser convocados o llamados para estar presentes como miembros de mi Iglesia junto a aquellos hermanos y hermanas que tanto sufren en vuestro mundo, no tenéis que esperar que os digan que millones de niños padecen hambre en el mundo, no tenéis que esperar que comiencen una guerra para oponerse a ella y levantar vuestras voces, a qué tenéis miedo, no podéis comprender que CRISTO JESÚS está a vuestro lado, que yo, vuestra Madre, los acompaño y estamos esperando que os mováis y salgáis del sueño que los envuelve y no les permite actuar, no les permite unirse para detener tanto dolor sobre toda la tierra, no pueden comprender el mal que estáis haciendo y permitiéndole a muchos gobernantes tener prisioneros a sus antojos y ambiciones de poder a sus pueblos, no os dais cuenta que están siendo guiados por el ángel desterrado, cómo no podéis comprender que tantos pequeños están sometidos al dolor, a la soledad, a trabajar horas y horas y que no les den un trozo de pan, cómo podéis permitir tanta violencia en las calles de vuestros pueblos y naciones, cómo no entienden que en la unidad de todos vosotros encontraréis el verdadero y más grande amor a través de la oración y a través de la entrega, tenéis que demostrar al mundo que sois realmente misioneros del amor, apóstoles de la palabra, predicar y mostrar al mundo una nueva vida, una vida pura llena de armonía, amor y paz y sembrar esa semilla que germine en el corazón de todos aquellos que están tan apartados de la verdad. Por eso os pido y os ruego que vuelvan a caminar todos juntos, recuerden lo que os vengo previniendo, si no cambian inmensos vientos soplarán sobre todos vosotros y entonces llegará a vuestras vidas el dolor, pero el sufrimiento más grande ha de ser el de verse tan apartados de la luz del Corazón Inmaculado de mi Hijo. Amados hijitos, os pido desde el corazón de Madre de todos y de mi Iglesia, salid de mis muros, únanse y lleven la palabra, y a través de la palabra estaréis entregando la paz y la armonía a millones de hermanos y hermanas en todo el mundo, no temáis, ha llegado el tiempo del cambio y ese cambio tiene que salir desde el mismo seno de mi Iglesia, tiene que ser de aquellos que se encuentran al frente de los rebaños, que os pongan en camino y se pongan delante de todos vosotros y los conduzcan rumbo a una nueva tierra, a una nueva era, una era donde el amor reinará por los siglos de los siglos. Os ruego canten alabanzas a CRISTO JESÚS, unan sus manos y recen el Santo Rosario, cieguen para siempre al ángel desterrado y únanse a las milicias celestiales y todos juntos lo quitaremos de vuestros cuerpos y de vuestro mundo hundiéndose en la inmensa oscuridad por mil años, y volverá a florecer la rosa que con su aroma ha de perfumar vuestras almas, y la Llama del Amor de mi Hijo y de mi corazón os hará sentir que a partir de ese mismo instante renacerán a una nueva vida llena de armonía y nunca más habrá dolor ni sufrimiento entre vosotros, reinará la armonía y la paz, esa paz, amados hijitos, por la que tantos años habéis sufrido, por ese amor que os fue arrancado, y hoy a través de mi amada Iglesia unida a todos mis hijos e hijas vuelve a instaurarse sobre toda la tierra. Quiero que os unan, deseo que comiencen a vivir en armonía y paz. No os olvidéis, amados hijitos, que os tenéis que unir a vuestros pastores y junto a ellos caminar rumbo al gran encuentro donde veréis descender del Reino de los Cielos a mi amado Hijo para estar al lado de todos vosotros y conducirlos rumbo a la paz. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

20/08/2010 01:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


19 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Amados hijos, cuando os pido la unidad es la unidad de todos vosotros caminando todos juntos en el gran rebaño bajo la luz divina de CRISTO JESÚS, no que quieran hacerla a través de posiciones sociales como muchos de vosotros pensáis que tenéis que hacerlo, mostrando un desprecio por aquellos hermanos que están sumergidos en el dolor y la inmensa pobreza, no pueden comprender que todos sois iguales, que todos tienen la misma capacidad y sois iguales frente a nuestras miradas, o acaso pensáis que vuestros Padres hacemos diferencias frente a nuestros hijos que apartamos a unos de otros y que aquellos que poseen más tendrán abiertas las puertas del Reino de los Cielos haciendo una inmensa diferencia con vuestros hermanos y hermanas, aquellos que viven la más inmensa pobreza, no os podéis dar cuenta que no amamos ni el brillo ni la pomposidad, que mi amado Hijo jamás aceptó nada que os hiciera sobresalir, que jamás aceptó que lo llamaran por un título como muchos de vosotros lo hacéis y que en su forma de vivir y de vestir fue siempre dentro de la más inmensa sencillez y humildad, y sus palabras siempre estuvieron llenas de amor y de paz para todos sus amados hermanos, es porque cada uno de vosotros, hijitos míos, tienen que aprender a amar como Él los ama desde el corazón y debéis entregarte en cuerpo y alma a cada uno de ellos, muchos de vosotros viven sólo para obtener poder, como si ese poder os diera la eterna felicidad, por ese poder os olvidáis de vuestras familias, comparten muy poco tiempo junto a ellos y pensáis que entregándoles a vuestros hijos todo lo que ellos desean os van a querer mucho más, y que estáis haciéndoles un bien, es todo lo contrario, porque llegado un momento perderán el interés por todo y nada os conformará y es allí donde comenzarán a perderse en un inmenso abismo que no les permitirá encontrar el verdadero sendero donde brilla la luz divina del amor y la paz, vivirán sufriendo porque se sentirán perseguidos y pensarán que el mundo se encuentra contra ellos y cometerán muchos toda clase de pecados con el fin de conseguir lo que desean y no les importará el método que llevarán adelante para conseguirlo, y es de esa forma cuando muchos de ellos se han de perder en el inmenso abismo de la oscuridad. Por eso os digo a todos vosotros, la felicidad está en la unidad de los Pueblos y Naciones, en la sencillez de las palabras, en la humildad y en la paz que cada uno de vosotros puede entregar a ese hermano que está sufriendo, que se encuentra solo, perdido, que tiene sed de la palabra y que a través de la palabra tenéis que tener la plena seguridad que lo irán guiando rumbo a mi morada, y en ella se ha de encontrar con CRISTO JESÚS, por eso siempre os pido que reflexionen porque si cada uno de vosotros fueran al Libro Sagrado encontrarán en sus páginas cómo os debéis comportar en vuestras vidas, si aprendieran de aquellos hermanos vuestros que teniéndolo todo lo dejaron y lo entregaron a quienes nada poseían y muchos hasta sus propias vidas, podrían ver el sendero verdadero, muchos os pasáis diciendo que os ayudemos a encontrar el sendero, que os encontráis perdidos y yo os pregunto, pero amados hijitos, estáis perdidos porque no escuchan nuestras voces, no miran con los ojos del corazón, con una mirada limpia y pura, todo lo contrario, tratan de no mirar y de no seguir la voz que desde vuestros corazones os dice cómo os tenéis que comportar, por qué no miran un poco a un niño, en ellos encontrarán la verdadera humildad, sencillez, amor y paz, y si observáis en los ojos de ese niño que muchos de vosotros rechazáis porque están enfermos podríais ver a JESÚS porque ellos están llenos de la Llama del Amor y la luz divina de mi Hijo, ellos os enseñan a vivir una vida donde la unidad tiene que estar siempre presente, por eso os ruego que os detengáis un instante y vuelvan sus miradas a mi amado Hijo, que os consagréis a su Sagrado Corazón, que seáis verdaderos misioneros de la palabra y ser verdaderos soldados de mi morada, que la cuiden y la custodien porque los tiempos que estarán llegando serán perseguidos muchos de mis hijos e hijas y por eso tendréis que luchar mucho contra el mal, y la única forma de desterrarlos de vuestras vidas y de vuestro mundo es a través del Santo Rosario, porque de esa forma se irá cegando el ángel desterrado y se perderá por mil años en la inmensa oscuridad y seréis libres, romperán las cadenas que os atan a vuestras almas y volverán a vivir en armonía, justicia, misericordia, amor y paz. Os ruego no os olvidéis, sed como niños porque todos aquellos que seáis como ellos han de ganar el Reino de los Cielos, vivan para dar amor y para ser la luz que ilumine el camino de vuestros hermanos y hermanas que están perdidos en la inmensa noche, os pido desde mi corazón de Madre de todos vosotros, os ruego vuelvan al sendero y a través de él vuelvan al amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

19/08/2010 03:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina



Dice Santa María:

Hoy hijo quiero que le hagáis llegar a todos mis amados hijitos e hijitas que habitan el mundo lo que os voy a decir.

Hijitos míos, os hablo hoy a todos, tanto a aquellos que se encuentran separados en distintas religiones y os peleáis entre vosotros y también a quienes acuden a mi morada, a todos vosotros os quiero decir y explicar desde mi corazón con las palabras más sencillas porque pensáis que son los únicos que tienen en sus manos la verdad y blasfeman contra mi amada Iglesia, contra los Pastores y contra aquellos que acuden a mi morada, por qué no se reúnen todos y hablan pero sin la agresividad que os veo que día a día crece y es más violenta entre vosotros, por qué pensáis que sois el dueño de la verdad y habláis de vuestro Padre como si fuera propiedad privada de vosotros, vuestro Padre es el Padre de todos vosotros, es vuestro DIOS, y en Él se encuentra el Hijo y el Espíritu Santo, unidos los tres para llegar al corazón de cada uno de sus hijos, para que brille en sus corazones la luz eterna del amor, la misericordia y la paz, para que os envuelva la Llama del Amor del Corazón Inmaculado de mi Hijo y os de la paz que muchos de vosotros no tenéis, pero no os dais cuenta y siguen separados apartándose cada día más, abriendo una brecha inmensa que os lleva a las peleas, incluso entre vosotros mismos en el seno de vuestras familias, está dispersado el gran rebaño y con inmenso dolor os tengo que decir que están dispersos porque también no sois convocados a participar, a prepararse para los días que han de venir que serán de dolor, de miedo y aquellos que no estéis preparados y no abracéis vuestras cruces con infinito amor sufrirán en vuestros corazones y vuestros cuerpos la falta del amor y os encontraréis solos y perdidos entre inmensas tempestades que os azotarán, pero no penséis, hijitos míos, que caerá sobre todas las criaturas el fin de los tiempos, no será de esa forma, descenderá sobre aquellos que no quieren ver la verdad, que se apartan del amor, que piensan que pueden y se creen dueños de CRISTO JESÚS y hasta se proclaman sus apóstoles de estos últimos tiempos, no es cierto amados hijitos, la verdad, la única verdad, la encontraréis en el Libro Sagrado, en los mensajes que reciben en los distintos continentes hijos e hijas que fueron elegidos para llevarles nuestras súplicas de unidad y de paz a cada uno de vosotros y a vuestros pastores, para que comprendan que no pueden seguir separados, que no pueden pensar que son seres superiores porque estáis ocupando un lugar, nadie es un ser superior en vuestro mundo, nadie, amados hijitos, y tenéis que comprenderlo, sí tenéis aquellos que están al frente de los rebaños pero aquellos que son verdaderos apóstoles de CRISTO JESÚS, que viven en la humildad, que cuidan de los rebaños, que escuchan y están junto a cada uno de ellos, aquellos que sufren el hambre, el frío junto a cada uno, aquellos que no descansan nunca y salen a llevar la palabra a todo lugar, aquellos que misionan en los lugares más apartados, aquellos que en sus ojos encontrarán el amor de mi amado Hijo, aquellos que nada reciben y nada piden y nada quieren, sólo son inmensamente felices y se sienten recompensados cuidando del rebaño y salvando las almas de ellos, aquellos que cuando ven que les falta uno de ellos lo van a buscar y siempre están a su lado, a ellos, hijos, deberéis seguir, porque ellos son mi Iglesia, la Iglesia que se encuentra de pie, la Iglesia misionera, evangelizadora, la Iglesia de luz es la Iglesia gloriosa en vuestro mundo como lo es en el Reino de los Cielos. Por eso os ruego a todos mis hijitos e hijas del mundo la unidad, amados míos, los tiempos, como os vengo diciendo, se acortan y con ello se va acortando toda esperanza de volver a vivir en el amor y la paz, pero si todos se unen, si toman en vuestras manos las cuentas del SANTO ROSARIO y rezad todos unidos os puedo asegurar que volverá a brillar sobre todos vosotros la luz divina de CRISTO JESÚS y volverán a florecer los campos unidos del canto de las aves y volverá la vida a un mundo que hoy se encuentra sumergido en el dolor más inmenso y perdido y separado por la inmensa neblina que no os deja ver la luz divina del amor por haber perdido la esperanza y la fe y porque no os detenéis a oír y de esa forma retomarán el sendero y volverán al comienzo de vuestra creación y entonces seréis como niños llenos vuestros corazones de amor y paz, y entonces comprenderán y podréis ver que sois todos hijitos del mismo Padre y que Él os quiere unidos a todos caminando por el valle del amor y de la paz. Os ruego no os separéis más, vuelvan, os estamos esperando para que os arrodilléis frente a mi amado Hijo y pidáis perdón, sabéis que seréis perdonado y Él mismo ha de ser el posadero que os dará de comer de su cuerpo y de beber de su sangre para vivir en vuestro corazón y desde ahí guiarlos a una nueva vida. Os ruego vuelvan a la unidad y cuidad de mi morada y no os olvidéis de cuidar de vuestros Pastores y más aún en estos tiempos de aquel que se encuentra en el sillón de Pedro, orad por todos ellos y seguid tras los pasos de cada uno porque ellos son los únicos que os llevarán por el sendero de la luz y el amor, y a mis hijos e hijas, aquellos que os doy mi mensaje, os pido la unidad entre vosotros para que caminen también a través del sendero llevando junto a ustedes a todas aquellas ovejas perdidas, hoy el mundo en el cual viven tiene que ver para creer, en la unidad de todos vosotros encontrarán la luz y cuando estéis todos juntos descenderá sobre todos vosotros el Espíritu Santo ingresando en vuestros corazones y es ahí donde comenzaréis a vivir una nueva vida en armonía, amor y paz. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

19/08/2010 10:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina

18 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Amados hijitos míos, tienen que mantener vuestras miradas llenas de amor y a través de ellas mostrar el amor y la paz que reina en el corazón de cada uno de vosotros, aquellos que están siempre presentes en mi morada y que siempre aún, atravesando muchas veces por el dolor, siguieron caminando por el sendero de la luz y abrazaron vuestras cruces con infinita pasión y vuestros sentimientos y la pureza ha quedado siempre intacta, está siempre viva en vuestros cuerpos la Llama del Amor más puro que pueda haber sobre toda la tierra, y ese amor es el que os entregó mi amado Hijo a cada uno de vosotros. Por eso hoy más que nunca vengo a pedirles que debéis de estar unidos a todos vuestros hermanos que os necesitan en el mundo, hoy os pido muchas oraciones por todos aquellos que se encuentran enfermos y no tienen a su lado quien les lleve ante su presencia las palabras del Libro Sagrado, quiero pedirles a todos vosotros que se encaminen y les deis una horas de vuestras vidas para acompañarlos y para guiarlos rumbo a le fe, y diles que CRISTO JESÚS y que vuestra Madre se encuentran al lado de cada uno de ellos, que no teman y que jamás se sientan solos porque nosotros nunca nos iremos de su lado, estaremos haciéndoles compañía, que nos hablen desde lo profundo de sus corazones, que estamos a su lado y cuidaremos de cada uno, que nos pidan lo que ellos más desean y que no sufran, y deben saber que vuestra Madre y mi amado Hijo los estamos siempre acompañando en el dolor y que sepan que sufrimos junto a cada uno de ellos. Os pido también que visiten a todos aquellos que se encuentran impedidos de su libertad, que les hablen y los rescaten de la inmensa oscuridad por la que atraviesan sus vidas y que vuelvan al amor de CRISTO JESÚS, que estén al lado de los jóvenes, aquellos que se sienten solos y abandonados, aquellos que están perdidos y están envenenando su cuerpo con sustancias que los llevarán al final de sus días, acérquense hijitos míos, ellos los necesitan, ellos cometen todo eso que tanto os molesta porque les falta el amor, les falta la contención, les falta la palabra, ya no los abandonéis nunca más, y quiero que estén junto a mis hijitos, los que ya son ancianos y se encuentran en lugares solos y abandonados y muchos no reciben la visita de ninguno de sus hijos, ellos dieron todo pero pareciera que en el mundo que hoy os toca vivir muchos se olvidan de algo muy especial y que es honrar a su padre y a su madre, amadlos con todo el corazón y cuidadlos, muchos los agreden y los maltratan y no os podéis dar cuenta que cuando uno va envejeciendo los movimientos son más lentos y muchas veces les cuesta pensar y meditar aquello que les preguntan, tenéis que pensar que vosotros también llegarán a pasar por ese momento y es ahí cuando no os gustará que os traten de la misma forma, por eso no le hagáis hoy a ellos lo que os pueden hacer a cada uno de vosotros y os aseguro que no os gustará y sufrirán mucho, son vuestros padres y tenéis que amarlos y besarlos, y nunca os olvidéis de decirles que los aman si podéis en todos los momentos que estén junto a cada uno de ellos. Cuiden también de aquellas madres jóvenes, esas que tienen sus mentes turbadas y en donde sólo hay un pensamiento y es el de quitar de sus vientres a ese ser amado, diles que si lo hacen están castigadas hasta el fin de los tiempos porque están quitando una vida, una vida llena de amor que tiene todo el derecho de llegar a vuestro mundo y ser amado y que jamás lo abandonen, que lo cuiden y le entreguen todo el amor que CRISTO JESÚS les entrega en todo momento a cada una de ellas. Cuiden también que ninguna nación se levante más en guerra contra otra, que la injusticia desaparezca de la faz de la tierra, pero todo esto, amados hijitos, está en cada uno de vosotros porque sois mis hijitos y junto a mis hijos predilectos y mis hijas tendrán que salir de mis muros a realizar la gran evangelización. Tenéis que demostrar que mi Iglesia está de pie y se levanta frente a todo el mundo y que nadie podrá callar su voz, vosotros sois los soldados que tienen que cuidar de ella, vosotros sois los misioneros del amor y de la paz para todos mis amados hijos y para que unidos todos a aquellos que se encuentran en distintas religiones lleven adelante un mundo de paz, armonía y amor. Recuerden siempre que sois todos hijos del mismo Padre y que sois mis amados hijos, recuerden que si vosotros no os unen nada ha de cambiar en vuestro mundo, recuerden que todo se ha de perder en la inmensa oscuridad y que sólo vosotros seréis los culpables. Por eso hoy os ruego a todos la unidad, el tiempo, amados hijos, es hoy ya no os queda mucho tiempo más para poder salvarlo y con él salvar las almas de muchos hermanos vuestros, por eso hoy os ruego la unidad de todos bajo el manto de misericordia y amor, liberen vuestras almas de las inmensas cadenas y sed libres criaturas de la creación como vuestro Padre quiere que seáis, pero también verdaderos hijos e hijas que caminan tras los pasos de JESÚS, que escuchan las palabras, las meditan y entregan su cuerpo y su alma para que a través de una profunda confesión puedan recibir cada uno de vosotros, amados hijitos, a través de las manos de vuestros pastores el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo y que Él viva en cada uno de vosotros. Tenéis que ser cada uno de vosotros templos que lleven las palabras a todos y la luz divina de CRISTO JESÚS junto a la Llama del Amor, no dejéis nunca solo a ningún hermano, os lo ruego, únanse y vivan unidos siempre pero siempre en el más inmenso amor, vosotros tenéis en vuestras manos el poder de cambiar vuestro mundo y sólo lo podréis hacer a través de la unidad, de vivir de acuerdo a los Sagrados Mandamientos y cumpliendo con ellos, orando y recibiendo en vuestros cuerpos a mi Hijo porque Él los ha de guiar junto a todos vuestros pastores. Abrazad mi morada y cumplan, hijitos, con todos los Mandamientos, aprendan a hablar y a escuchar, aprendan a vivir en armonía y paz, aprendan a caminar todos tomados de la mano y siembren sobre las tierras fértiles la semilla del amor y de la paz. Únanse, hijitos míos, todos vosotros a los que os doy mis mensajes para el mundo, porque al unirse todos, al caminar juntos, demostrarán la presencia mía y la de CRISTO JESÚS junto a todos los pueblos y naciones del mundo y os aseguro que si lo hacéis el mundo ha de cambiar y habrá millones de conversiones y volverá a brillar la luz sobre todos los continentes, y mi Iglesia será en la tierra gloriosa como lo es en el Reino de los Cielos. Rezad por vuestros pastores y cuidad siempre de aquel que se encuentra en el trono de Pedro, no lo dejéis solo, cuiden de él, cuiden que nadie pueda hacerle mal, unan sus manos para la oración y a través de ella haced que esa Llama de Amor inunde el mundo he ingrese en el alma y en el corazón de todos aquellos que se encuentran hoy tan alejados y perdidos en el valle de las tinieblas. Recuerden siempre amados hijitos, estén unidos a vuestros pastores y que vuestros pastores estén unidos a vosotros, y todos juntos caminen a través del ancho mundo. Os amo, recuérdenlo siempre y venid a mí siempre que necesitéis, y deseo que estéis a mi lado porque sois todos mis hijitos y os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

18/08/2010 05:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


17 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Amados hijitos, he recibido de vuestras manos muchas rosas que han llegado hasta mi corazón de Madre, he sentido la presencia de muchos de vosotros, pequeños, que con inmenso amor oraron y me acompañaron por el sendero de la luz, he oído en el silencio vuestros pedidos y os prometo que intercederé ante mi Señor por todos ellos, y hoy os pido que no os olvidéis lo que habéis vivido y que sigan viniendo a mi encuentro, que no os apartéis y que no sea un sólo día en el que os acordáis de vuestra Madre. Necesito, como siempre os digo, de todos vosotros y más de vuestras oraciones, porque a través de ellas haréis que el mundo cambie y especialmente que crezcan las conversiones sobre todos los continentes y comiencen a hablar todos el mismo idioma, el idioma más hermoso que puede haber que es el del corazón, el del acercamiento, el del amor y el de la paz. Sé que volverán a caminar todos unidos, sé que todos vosotros estáis abrazando vuestras cruces y que amáis con todas vuestras fuerzas a mi Hijo, sé también que hay muchos que todavía se encuentran entre las tinieblas y que están confundidos y que están apartados del sendero y de la luz, pero a vosotros os pido hoy que al unirse con vuestros pastores, vosotros que formáis el pueblo de mi amado Señor, salgáis a buscar a esos hermanos y hermanas vuestras que se encuentran apartados del gran rebaño, que los busquéis y que llevéis hasta ellos las palabras que se encuentran en el Libro Sagrado, de esa forma os pido que os conviertan en misioneros no sólo de la palabra sino del amor de CRISTO JESÚS, que os hagáis presentes en todo lugar donde seáis necesarios, que no esperéis a que os llamen, que vosotros mismos ante cualquier dolor y cualquier intensión de alterar la paz en vuestro mundo se unan y se presenten a través de la oración y la unidad para detener a aquellos que sólo están sedientos de poder y viven en la más inmensa vanidad y odio por todo lo que los rodea, vosotros sois el pueblo de DIOS PADRE y vosotros sois los que tienen que cuidar de él y hacerles comprender a aquellos que se apartaron que si siguen de esa forma todo se ha de perder para todos aquellos que atacan sin razón a mi amado CRISTO JESÚS. Os queremos, y como os queremos os pedimos la unidad de todos, que ningún hijito ni hijita quede fuera de la Llama de Nuestro Amor, y en vuestras manos y en cada uno de vosotros queda no dejarlos perderse y traerlos a nuestro encuentro, sabemos que lo haréis, sabemos que os estáis uniendo y estamos inmensamente felices de verlos a muchos de vosotros defender a través del amor y del ejemplo nuestra morada. Por eso hoy os vuelvo a pedir que no os separéis ya más en distintas religiones, aprendan a vivir todos unidos, tenéis que estar todos juntos y hablar, dialogar y reflexionar sobre lo que se encuentra escrito, y así podréis ver que todos, pero todos, oran al mismo Padre, entonces no puedo comprender el porqué de la separación. Hijitos míos, tienen que volver a mi morada, vuestra Iglesia, allí se encuentra CRISTO JESÚS y a su lado me encuentro junto a los hijos e hijas que están en el Reino de los Cielos, junto a los Ángeles y Arcángeles para cobijarlos, para tomarlos entre nuestros brazos, para ayudarlos a cargar vuestras cruces, pero no os peleéis más y no estén más separados, tienen que compartir el amor que mi Señor os entregó, no vivan en el egoísmo ni en la falsedad ni en la mentira, no quieran ni permitan que los hagan creer que sois los únicos que sobrevivirán a todo lo que os pueda ocurrir, hijitos míos, todos sobrevivirán a un final pero si se unen en la oración, si regresan y confiesan vuestros pecados, si comen del Cuerpo y beben de la Sangre de mi Hijo, si aprenden a convivir en un marco de amor, misericordia y paz. Por eso os llamo a la reflexión, no vengo a juzgar a ninguno de vosotros, no os vengo a retar ni a llamar la atención, os vengo a unir en la Llama Eterna del Amor, los vengo a llamar para que vuelvan a mi morada, os quiero pedir que vuelvan y estéis unidos en el amor del Sagrado Corazón de mi Hijo y os consagréis todos vosotros a Él, os amamos, lo sabéis porque os lo vengo diciendo en todos estos años y en todos los lugares del mundo donde uno de mis hijos o hijas escuchan mi voz, a aquellos que llego para que sean mi voz a través de sus labios y de lo que os voy diciendo. Hoy os ruego la unidad en el amor y la paz. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

17/08/2010 11:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina

15 de agosto de 2010

Dice Santa María:

Amados hijos míos, os pido que se unan todos en el Corazón Inmaculado de mi Hijo, que se unan a caminar tras sus pasos y a escuchar sus palabras y mediten de cada una de ellas, hoy como tantas veces os pido y os ruego porque no puedo comprender a muchos de vosotros en estos tiempos, sólo piensan y buscan la desunión entre hermanos y hermanas, el enfrentamiento que veo continuamente y a través de vuestras palabras llenas de agresividad, de odios, de mentiras cómo calumnian a muchos hermanos vuestros, lo hacéis crecer minuto a minuto y después muchos de vosotros os proclaman entre vuestros hermanos como defensores de mi amor, os pregunto, vosotros os consideráis que están defendiendo mi amor, mi morada, a mis pequeños, qué os hace creer que soy realmente los que hablan con la voz de la verdad, quién os dio a vosotros la palabra de que realmente tenéis razón y en los momentos que os toca vivir en vuestro mundo estáis llevando y sembrando realmente la verdadera semilla, esa semilla que tiene que germinar sobre todos los suelos fértiles del mundo, quién os hizo pensar que sois puros de almas si no os ponéis ni siquiera en el lugar de ese hermano que esta padeciendo hambre, sed, frío o se encuentra enfermo, por qué no os ponen a mirar, hijitos míos, realmente con una sola mirada, con la mirada que tiene que partir del corazón de cada uno de vosotros, y esa mirada tiene que estar llena de amor y ser pura, simple, humilde, en esa mirada tiene que estar la mirada de mi amado Hijo recibiendo junto a su corazón a cada uno de sus hermanos, qué os sucede, tan alejados estáis muchos de vosotros que no pueden comprender, que no os detienen un solo instante de arremeter contra todo lo que encuentran en su camino con total de obtener lo que queréis, vosotros mismos sois los que os apartaron del sendero, vosotros mismos hicieron que día a día surjan en el mundo la sed de guerras, de muerte y de dolor, vosotros sois, aunque os duela oír, los culpables, porque os habéis apartado del verdadero sendero, porque se apartaron de mi morada y no escuchan la voz de mi Hijo y no siguen tras sus pasos, es mas fácil para muchos creer que lo que hacéis es lo correcto y pensáis que todo está en orden mientras hay millones de hermanos y hermanas que se encuentran caminando sin tener un rumbo fijo, sin saber qué deben hacer, sin ser guiados, y sufren el dolor de ingresar en la oscuridad, aquella que cada día los irá cubriendo más y más y al final les ha de quitar lo más preciado que poseéis amados hijos, vuestras almas. Por eso hoy os pido que vuelvan a mi morada, que vuelvan al encuentro con CRISTO JESÚS, que se unan todos y que defiendan mi morada, ya no podéis esperar más tiempo, ya los tiempos se acortaron y con ellos se van acortando vuestras vidas y vuestro tiempo y el de vuestra tierra, porque si no cambian, si no comienzan a caminar juntos y si no pensáis volver a mi morada y pedir perdón y ser un verdadero Hijo de vuestro amado Padre seréis todos los culpables de un final que nosotros no queremos, que nos llena de dolor y angustias. Os ruego a cada uno, reflexionen y retomen el sendero, vuelvan al amor del Padre y vuelvan junto a mi corazón de Madre de todos vosotros. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

15/08/2010 18:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina

14 de agosto de 2010 – Mensaje al mundo

Dice Santa María:

Hoy quiero llegar al corazón de todos mis amados hijitos en el mundo entero, hoy quiero pedirles a cada uno de vosotros que toméis en vuestra manos las cuentas del Santo Rosario y mañana vengáis a mi encuentro, que a través de cada una de las oraciones que deis es el regalo más hermoso que puedan entregarme en este día tan especial para mí, amados hijitos, también quiero caminar junto a cada uno de vosotros todos los lugares, quiero que tengáis abiertas de par en par las puertas de vuestras casas y de vuestros corazones, quiero sentir vuestra presencia a mi lado como nunca, os pido y os ruego que me acompañen, quiero sentirlos a mi lado, al lado de mi corazón, quiero entregarles esta Llama de Amor, quiero acompañarlos yo también en vuestro largo caminar por vuestro mundo, acompañarlos en el dolor y el sufrimiento, quiero que sientan y vean que nunca los he de abandonar, que como Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia aquí estoy a vuestro lado besando vuestras frentes, cuidando de cada uno cuando estáis enfermos y velando frente a vosotros todas las noches. También os quiero decir que mi corazón esta traspasado por una daga por el dolor que siento por el alejamiento de muchos de mis pequeños, por el sufrimiento que hacéis padecer a muchos de vuestros hermanos, por la falta de amor, por el egoísmo, el odio y el rencor que veo que habitan los corazones de mis pequeños, porque se alejaron de mi morada y del rebaño tomando por senderos llenos de oscuridad y que los conducen a perder vuestras almas, por eso lloro amado hijo, por eso esta daga cruza mi corazón, porque me duele el pecho al ver cuantos hijitos míos están perdidos y que poco hacéis todos vosotros para ir en su búsqueda para que vuelvan al sendero de la luz, para que retornen a mi morada, para que vuelvan a mis brazos y confiesen a mi amado Hijo vuestros pecados y reciban su cuerpo y su sangre, evangelicen, sean verdaderos misioneros de la palabra, sean verdaderos hijos y soldados de mi Iglesia, y vosotros, amados hijos, sed verdaderos apóstoles de CRISTO JESÚS y cumplan con sus votos de pobreza, de humildad, de sencillez y salid a buscar a vuestros rebaños, aquellos que se apartaron, y acompáñenlos en todo momento y llevadlos y ayudadlos a cargar sus cruces con infinito amor como mi amado Hijo lo hizo. Hoy os toca a vosotros hacer despertar al mundo de este inmenso sueño, hoy sois vosotros los que tienen que hacer que mi Iglesia se vuelva a levantar sobre el mundo, por eso os ruego, basta de separaciones, basta de divisiones y de ansias de poder, tenéis que estar unidas todas las religiones y volver a caminar juntos como hermanos, Hijos e Hijas, amando y viviendo para orar y entregaos en los brazos de vuestro amado Padre, debéis comprenderlo, os ruego amados hijos, llevad y guiad rumbo a la tierra prometida a vuestros rebaños y volved a abrir las puertas de mi morada a todos y que todos pero todos vuelvan a reunirse y juntos oren y canten alabanzas a CRISTO JESÚS. Os amo, os amo y os ruego mañana estén junto a mi lado, yo os prometo que os he de regalar la más hermosa rosa de mi jardín celestial, caminad junto a mi por las calles, dejadme ingresar en vuestros corazones, recibid el cuerpo de mi Hijo y vuelvan a ser verdaderos hijos de vuestro Padre, acompañen a vuestros Pastores y comiencen a vivir en un mundo nuevo y construyan entre todos una nueva era donde reine por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS en el corazón de todos vosotros, os ruego amados hijos e hijas, os espero junto a mi corazón de Madre en el día de mañana. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

14/08/2010 20:00 Horas.

Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina


13 de agosto de 2010 – Mensaje especial

Amado Padre, siento en estos días como que mi corazón quiere abrazar a todos mis hermanos y más aún a aquellos que nada tienen, que se encuentran solos y enfermos, sé que muchas cosas no puedo hacer porque mi tiempo cada día es más limitado por la cantidad de hermanos enfermos que me llaman y tengo miedo a no poder acudir, sé que hay días que casi no comparto con mis seres queridos, mi familia, el tiempo que tengo que tener con ellos, tampoco descanso ya que tú sabes que satanás no nos permite descansar en paz, que sus ataques son continuos, pero yo te digo que no me interesa porque jamás renunciaré al amor que te tengo y jamás dejaré de amar con todas mis fuerzas y de visitar hasta el agotamiento a todos mis hermanos, ojalá alguien me guiara, ojalá alguien estuviera junto a mi persona. Como tú sabes yo ya voy pronto a cumplir 60 años de edad y mis fuerzas no son las mismas, pero sólo sé que cuando tengo que ir a ver a mis hermanos, compartir con ellos tantas horas y momentos y poner sobre cada uno de ellos mis humildes manos en sus cabezas y besar sus mejillas no soy yo, sé que siempre estás vos en todo momento guiándome y acompañándome, sanando a cada uno de ellos y a través del Espíritu Santo diciéndoles las palabras que brotan desde lo más puro del corazón, sólo te quiero decir que quiero vivir en cada uno de ellos y entregarme en cuerpo y alma y que me permitas hasta el último minuto acompañarlos y darles las fuerzas para seguir avanzando en este mundo que tu Padre nos has entregado.

Hijo, tú seguirás siempre en el sendero y siempre estarás acompañado por el amor de vuestra Madre y Yo descenderé sobre cada uno de mis Hijos, tú sólo di las palabras que os he dicho y a través de la Llama del Amor del corazón de mi Hijo Yo descenderé y los he de envolver, he de curar sus sufrimientos, he de secar sus lágrimas y limpiaré sus llagas. Yo quiero que les digáis a cada uno de ellos que los amo y que les he entregado un mundo para que vivan en libertad, para que puedan vivir en armonía y paz, para que en cada mañana cuando os despertéis puedan admirar al sol que ilumina vuestra tierra y ver la belleza a través de vuestros ojos, sentir el canto de las aves y comenzar un día con un corazón lleno de amor y misericordia, diles que he enviado a María, vuestra Madre, que escuchen sus palabras, que ella es la Madre de la Iglesia junto a los Apóstoles, que no las dejéis sola, que estén a su lado, que le pidan porque ella es la intercesora ante mí de todos vosotros. Amados hijos, cuanto amor tengo en mi corazón de Padre de todos, pero también en él veréis mucho sufrimiento al verlos que entre vosotros os encontráis separados, llenos, muchos corazones, de odios y guardan en ellos rencor, y os encontráis separados en distintas religiones y entre vosotros no os habláis, sólo sabéis injuriarse y decir mentiras uno de los otros, y también puedo ver que hay otros hijos más poderosos que os llevan a guerras que no tienen un final, que los conducen a enfrentamientos terribles y dolorosos y aquellos que destruyen toda la creación, por eso os pido que les digáis a todos ellos que se unan, pero que se unan en el amor, que vivan en armonía y paz, que sean felices porque eso es lo que nosotros queremos para cada uno de vosotros, no queremos hijos e hijas llenos de tristeza y rencores, los amamos y los queremos libres, que vivan una vida plena de felicidad, una vida sana, una vida en armonía y paz y que estén unidos, pero unidos desde el corazón porque tenéis que comprender que sois todos hermanos. Amados hijos, amen a vuestra Madre y entréguense en el Corazón Inmaculado de mi Hijo, recordad que Él os ama, recordad que Él muere en la cruz por cada uno de vosotros y hasta el último minuto me pide por cada uno y que os perdone vuestros pecados, Yo os digo, Yo, Padre en la unidad con mi amado Hijo y el Espíritu Santo, formando una sola persona, siendo la luz del mundo y del amor, derramando sobre todos los continentes una lluvia eterna de bendiciones, quiero que os unan y que vivan en humildad y que mis hijos, vuestros pastores, os pongan al frente de los rebaños y los conduzcan rumbo a mi morada donde tienen que unirse a orar, a hablar, a pedir lo que necesitáis porque Yo os ruego que me pidan no solo a mí sino a vuestra madre y a mi Hijo, a todos mis queridos hijos e hijas que se encuentran a mi lado porque ellos son los que llevan a vuestra Madre vuestros pedidos y ella los pone en mis manos y Yo os he de conceder, quiero que seáis libres criaturas de mi corazón y que en la unidad encuentren la paz para siempre. Hijo, Yo os hablo y he venido hasta vuestro corazón para que sepáis que tenéis que seguir, que estamos a vuestro lado y que os debéis unirte a todos los misioneros que se encuentran en el mundo, que entreguéis vuestro amor y cobijes en vuestros brazos a todos aquellos que están sufriendo, Yo os prometo que jamáis estaréis solo y que muy pronto llegarán a donde os hemos pedido millones de hermanos y hermanas vuestros de todos los continentes a orar junto a ti en esa tierra que Yo he bendecido, una tierra fértil, una tierra llena de esperanza para la humidad, una tierra que dará sus frutos y cesará el hambre y la sed de todos los continentes, por eso os pido la unidad de todos vosotros y de todas las religiones y credos del mundo, vuelvan al comienzo y cuando os digo al comienzo, os quiero decir vuelvan al principio de los tiempos, a la unidad más grande entre todos vosotros, y a mis hijos predilectos, estén unidos y sean verdaderos apóstoles de la palabra y vivan en humildad, sencillez y conduzcan a vuestros rebaños con infinito amor, Yo os he elegido, Yo os he a través de mi Hijo dado la fuerza de mi amor y mi luz pues, amados hijos, entonces tenéis que brillar como estrellas en la inmensa oscuridad y no permitir que ninguno más se aparte o se pierda de vuestro rebaño. Hijo, sigue vuestro caminar, sigue por el sendero que se encuentra marcado, sigue las palabras, abrazad a vuestra Madre y a mi Hijo y entrégate desde vuestro corazón a cada uno de vuestros hermanos, recuerda, únete a todos y hablad siempre con todos mis hijos, no hagáis diferencias y vivid en la humildad y el eterno amor. Amén.

Yo te prometo desde mi corazón que jamás me he de separar de lo que he prometido, yo jamás dejaré a un hermano mío y soportaré todas las injurias y las calumnias que puedan decirme, no me importa lo que digan aquellos que están ocupando algunos lugares dentro de nuestra Iglesia, los respeto pero no puedo mentirte porque tú lees mi corazón y me conoces, yo sólo he de seguirte a ti y en ti a mi Hermano Jesús unido al Espíritu Santo, y mi corazón estará siempre con mi amada Madre, con los Santos, Ángeles y Arcángeles, y cuidaré de los muros de tu Iglesia, mi Iglesia, y acompañaré y respetaré a todos mis Pastores por igual y mi obediencia será siempre a nuestro amado Santo Padre. Pero no me apartaré jamás de al lado de ninguno de mis hermanos, no me importa su religión, su color, su nacionalidad, sólo me importan cada uno de ellos porque los amo y sabes bien que te estoy diciendo lo que siento en mi humilde corazón.

Este humilde mensaje es porque desde mi corazón le pedí a nuestro amado PADRE que me acompañe, y hoy quiero y debo compartirlo con todos ustedes, amados Hermanos y Hermanas mías, porque en él encontrarán este pedido que fue hecho en la madrugada de este día.

13/08/2010 03:45 Horas.

Mensaje dado a José Luis Belmonte.

Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina

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