domingo, 14 de agosto de 2011

El acontecimiento más importante desde Mi Resurrección

Lunes, 19 de Septiembre del 2011, a las 20:15 hrs. 

Mi muy querida hija, es Mi intención llevar a todo hombre, mujer y niño a Mi Nuevo Paraíso sobre la Tierra, porque si se quedara atrás una sola alma, Mi corazón se rompería. Por eso ha aumentado el número de mensajeros que envío al mundo. Es así para que puedan extender Mi Santa Palabra y mover así a la conversión. No mando mensajeros para asustar a Mis hijos. En lugar de eso, el papel de Mis mensajeros es preparar a cada persona de este mundo, para que esté dispuesta y sea digna de vivir en este Nuevo Paraíso.

Hijos Míos, los tiempos en los que vivís no son agradables. Se han quebrado la ley y el orden. La codicia ha supuesto la pérdida de vuestra estabilidad económica. La ambición de poseer y la autocomplacencia han implicado que vuestra fe os haya sido también arrebatada.

Como una casa sin control paterno
Vosotros, hijos Míos, sois parecidos a una casa donde no hay control paterno. Como los niños mimados, os hacéis con todas las comodidades materiales que os apetecen, sin haberlas ganado con vuestro esfuerzo. Os procuráis comida por la que no habéis tenido que esforzaros. Todo lo que no os satisface lo reemplazáis por otra novedad, por otra cosa que os deslumbra. Pero nada satisface por mucho tiempo. Luego, surgen peleas entre los niños, cada uno busca controlar a los otros para imponer su propia voluntad. Los enfrentamientos físicos pueden surgir entonces. Pero ninguno es responsable y así se hieren unos a otros, a veces con serias consecuencias.

Así veo Yo el mundo. Mis hijos son infelices porque les falta consuelo espiritual, pero se niegan a ser guiados por Mi Iglesia. Hoy en día, Mi Iglesia no puede controlar a una población tan obstinada, que no considera la devoción hacia Mí tan estimulante como los placeres de la carne.

La guerra destruye a la humanidad y la decadencia espiritual en el mundo ha creado un vacío, cuyos efectos, muchos de vosotros, ya sentís en vuestros corazones. Nada es como parece. El lujo material reluce por fuera y apela a aquellos que anhelan comodidades, pero detrás de esto no hay más que tinieblas.

Yo soy la Luz que falta en vuestras vidas solitarias, perdidas y un tanto atemorizadas. Esto es así, porque el momento para que Yo intervenga y asuma la dirección, está próximo. Vosotros, hijos Míos, tenéis que alegraros por eso y prepararos para Mi Gran Misericordia. 

Tenéis que rezar por vuestros hermanos y hermanas y esperar Mi intervención con alegría y con los brazos abiertos. Estad llenos de alegría. Sed positivos. Llenaos de esperanza, confiad en que, incluso los pecadores más insensibles, serán aliviados al comienzo de este gran acontecimiento (GRAN AVISO), el más importante desde Mi Resurrección.

Vuestro amado Salvador, Jesucristo


No estéis temerosos a causa del GRAN AVISO, sino esperadlo con alegría

Miércoles, 7 de Septiembre del 2011, a las 23:45 hrs.


Mi muy querida hija, di a Mis preciosos hijos que no tengan miedo ante el GRAN AVISO. Muchos se sentirán atemorizados, y Yo puedo entenderlo. Pero tienen que escucharme atentamente. Voy a venir a cada uno de vosotros. Vosotros Me veréis y Me sentiréis en vuestro corazón y en vuestra alma. Mi Presencia desbordará vuestra alma con el amor más puro y con misericordia; por tanto deberíais estar llenos de alegría. Por fin Me veréis, y vuestra alma se llenará de amor y entusiasmo.

En lo que respecta a los pecadores y a los que no tienen fe: la mayoría de ellos estarán simplemente aliviados de que Yo exista. Porque su testimonio de Mi Presencia será la sangre, que es necesaria para inundar sus almas del alimento que durante tanto tiempo les ha faltado. Muchos sufrirán los tormentos, como Yo los soporto, cuando vean cómo serán presentados sus pecados ante sus ojos. Serán desgraciadísimos cuando vean cómo Me han herido y Me pedirán que les perdone.

Los niños que han llegado a la edad de tener uso de razón (~7 años), verán igualmente cómo también ellos Me han herido por sus pecados. En muchos casos, correrán hacia Mí aquellos niños que rechazan Mi existencia, aunque sean conscientes de la verdad. Me pedirán que los abrace y no querrán que les deje ir.

Incluso la mayoría de los pecadores empedernidos no lograrán que no les turbe interiormente este suceso sobrenatural. Hijos, debéis ignorar los rumores. No os aflijáis con historias sensacionalistas. No hay nada de lo que tengáis que atemorizaros. El GRAN AVISO ha de ser esperado con verdadera alegría en vuestros corazones.

Con mucho amor en Mi Corazón espero este momento en el que derramaré Mi Misericordia Divina sobre cada uno de vosotros, en todo el mundo. Este es el momento en el que vosotros –más tarde- comprenderéis qué suerte tiene esta generación. ¿Cómo es que no podéis reconocer la Misericordia que se muestra a la humanidad? En el pasado murieron tantas almas en pecado mortal. Ahora entenderán todos los pecadores, por fin, la verdad.

No es fácil para Mis hijos reconocer Mi Existencia o la de Mi Padre Eterno. Sin una prueba de tipo material, muchos no quieren conocerme. Muchos no tienen ningún interés en el Reino de Dios o no creen en él. Este acontecimiento les hará reconocer, con sus propios ojos, el sencillo hecho de que la vida no acaba aquí en la Tierra. Continúa por toda la Eternidad. Por esta razón tienen que preparar sus almas.

El GRAN AVISO les mostrará lo que tienen que hacer para rectificar esto. No olvidéis, hijos, que Yo soy vuestro Salvador. Os amo a todos de un modo incomprensible para vosotros. Esperan Mi llegada con amor y serenidad. No temáis el dramático espectáculo del Cielo ni los colores de los rayos que se extenderán por todas partes como señales de Mi Llegada. Esto os preparará para el momento.

Por favor, rezan para que todos los hombres sientan alegría en sus corazones, pues este acontecimiento va a significar la salvación para la humanidad, en una magnitud tal que salvará a muchas almas y les dará la posibilidad de entrar en el Nuevo Paraíso en la Tierra.
Vuestro amado Salvador Jesucristo

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