Mensaje de la Santísima Virgen dado a Agustín del Divino Corazón el día 16 de Septiembre

11:00 A.M.

Hijos Amados:

Atended a mi llamado, el Señor os espera, mi mirada maternal jamás se apartará de vosotros.

Aún en vuestra dureza de corazón os estaré hablando por medio de los verdaderos profetas y mensajeros, almas privilegiadas elegidas por Dios para este final de los tiempos, tiempos en que sobreabundan falsos visionarios y seudo profetas, tiempos en que muchos se han atribuido gracias extraordinarias sin el Espíritu Santo otorgarlas, tiempos en que muchos dicen recibir mensajes del cielo cuando es un juego de la imaginación, un vano deseo de figurar, aparecer, una astucia de satanás para confundir e imitar las manifestaciones que sí son de origen divino.

Pedid al Espíritu Santo que os de discernimiento para identificar las obras que provienen del cielo o del infierno, las obras que son de la luz o de las tinieblas.

Orad, para que mis hijos distingan las mociones humanas de las mociones divinas.

Orad, para que mis hijos no anden de un lado para otro por el prurito de oír novedades.

Orad, porque muchos de los fenómenos que aparecen y aparecerán en el cielo son interpretados bajo razonamientos científicos, razonamientos que no aceptan su valor sobrenatural, razonamientos que tergiversan su significado en este final de los tiempos, tiempos que serán precedidos por señales fidedignas en el firmamento,

Orad, para que muchos de mis hijos acepten mi mensaje profético como preparación para el segundo advenimiento de mi Hijo Jesús. Advenimiento que estará acompañado de acontecimientos que harán historia en la misma historia.

Os amo y os bendigo.