¡ID GUARDANDO PROVISIONES Y MUCHA AGUA,
PORQUE LOS DÍAS DE ESCASEZ SE ACERCAN!
SEPTIEMBRE 25/2011 1:30 P.M.
LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD. ALTO DE GUARNE (ANT.)
Amadísimos hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros y mi protección maternal os acompañe siempre.
Hijitos, estad preparados con vuestras lámparas encendidas con la oración y no temáis; yo vuestra Madre Celestial no permitiré que seáis devorados por el lobo; ya es la hora en que debéis de estar en oración constante y permanecer vigilantes, porque los acontecimientos que darán inicio al regreso de mi Hijo, están por desatarse. La humanidad vivirá días de purificación nunca antes vistos en la tierra. Las riquezas de los hombres desaparecerán, las economías de los países rodarán por el suelo, las malas notificas serán vuestra compañía y la crisis financiera a nivel mundial, darán comienzo a los dolores para la humanidad.
La creación de mi Padre muy pronto cambiará y la naturaleza se revertirá en contra del hombre. El astro sol ya no será el mismo, sus rayos ya no serán benéficos para la humanidad; acordaos que en mensajes anteriores os dije, que fuerais buscando refugios en los lugares altos, porque el calor en las ciudades va hacer insoportable. Los cambios climáticos bruscos harán que la tierra sólo de malos frutos; el agua va a comenzar a escasear y llegará el momento en que no va a poder ser bebida, porque estará contaminada por lluvias ácidas y por azufre, debido a cambios que sufrirá vuestro sistema solar. El flagelo del hambre asolará naciones enteras, la tierra se convertirá en un desierto, las naciones poderosas acapararán los pocos alimentos y los países más pobres verán morir de sed y de hambre a sus hijos.
Id guardando provisiones y mucha agua, porque los días de escasez se acercan. Vuestro sistema planetario sufrirá grandes cambios que traerá consecuencias nefastas para vuestro planeta. Preparaos pues hijitos míos, porque la creación que conocéis, muy pronto sufrirá grandes alteraciones. Os digo pequeñitos míos, que si la humanidad no vuelve a Dios de corazón y se acoge a su misericordia, tendrá entonces que conocer su justicia divina que es recta e inexorable y que juzga a cada cual según sus obras. Volved a Dios lo más pronto posible y acogeos a su misericordia, para que podáis soportar el paso de su justicia.
Hijitos, el tiempo ya no es tiempo, en cualquier momento todo comenzará; buscad a mis hijos predilectos y haced una buena confesión; alimentaos lo más que podáis del Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, visitadlo en el Sagrario donde está preso y solitario, pues vienen los días en que ya no estará entre vosotros. Os hago un llamado a mis legiones que lleváis mi nombre, a mis guerreros de oración y a mi ejército militante. ¡Estad preparados!. Hijitos míos, el Aviso de mi padre está cerca, cerca, ceca, el tiempo cada vez será más corto, aprovechadlo orando; no perdáis más el tiempo por ir en busca de las cosas de este mundo; dejad vuestras preocupaciones mundanas y buscad a Dios, porque sólo una cosa es importante: VUESTRA SALVACIÓN.
El pecado del hombre de estos últimos tiempos ha acelerado todos los acontecimientos, la copa de la justicia divina ya comenzó a derramarse. La segunda venida de mi Hijo a este mundo sin fe, sin amor y caridad está por cumplirse. Preparaos pues mis pequeños, formad fortines de oración con el rezo de mi Santo Rosario, si os es posible hacedlo a mañana y noche para que permanezcáis más protegidos; no olvidéis colocaros la Armadura Espiritual completa dada a mi hijo Enoc; permaneced pues en gracia de Dios, para que cuando lleguen los días de la prueba, podáis sobrellevarlos con paciencia, ofreciéndolo todo por vuestra salvación, la salvación de vuestros familiares y el mundo entero.
Cuando oréis con mi rosario, hacedlo extensivo a vuestros familiares; ofrecedlo también por los pecadores, por los moribundos, por la Iglesia, el Papa, Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas y Laicos comprometidos; incluid también a las almas del purgatorio, para que ellas os ayuden e intercedan por vosotros; no olvidéis orar por mis jóvenes y muy especialmente orad por el triunfo de mi Inmaculado Corazón. Os amo pequeñitos míos, dejaos pues guiar por esta Madre que será vuestro refugio y amparo en los días de prueba que se os avecinan. Que mi protección maternal os acompañe siempre. Vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.
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