jueves, 25 de agosto de 2011

¡LA TECNOLOGÍA DEL HOMBRE DE HOY NO PODRÁ DETENER EL FUEGO DE MI JUSTICIA!
Octubre 06 de 2011  8:50 a.m.

LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD


Pueblo mío, heredad mía, que mi paz esté con vosotros.

Estáis ya en tiempos de purificación, cada día se irá intensificando más la prueba; grandes acontecimientos en el cielo y en la tierra anunciarán el paso de mi justicia.  La purificación para mi pueblo fiel y orante será más llevadera; los días serán difíciles, pero si confiáis en vuestro Dios y guardáis sus preceptos, todo pasará como un sueño para vosotros.  Para todos aquellos que me han dado la espalda, estos días serán su peor pesadilla.

La tecnología del hombre de hoy no podrá detener el fuego de mi justicia.  El cosmos está a punto de sufrir grandes cambios que afectarán la vida en la tierra; el universo se conmocionará, las estrellas perderán su brillo, el sol y la luna se oscurecerán (Joel 2, 10).

De las entrañas de mi tierra, dragones de fuego brotarán y mi creación temblará y gemirá como mujer en parto.  La tecnología del hombre se revertirá contra él y en su afán de querer detener el paso de mi justicia, lo que hará será acrecentar los problemas.  Lo que está escrito se cumplirá al pie de la letra, porque no sale una palabra de mi boca, sin que regrese a Mí, dando el fruto esperado.

La falta de agua y la carencia de alimentos traerá la guerra entre las naciones, el conflicto armado sólo producirá más desolación y muerte y hará de mi creación un valle de lágrimas.  La soberbia del hombre desencadenará  muchas desgracias.  ¡Pobre de ti Jerusalén, porque serás probada como se prueba el oro en el fuego!.  ¡Oh reyes de la tierra, de nada os servirán vuestros corceles y vuestras flechas de fuego, de nada servirán vuestros pájaros de acero, vuestra ciencia y tecnología no servirán de nada en el tiempo de mi justicia!.

Oh naciones impías que no quisisteis acogeros a mi misericordia, que negasteis mi existencia, que no hicisteis caso a mis advertencias y que despreciasteis a mis emisarios.  ¿Por qué os quejáis y lamentáis ahora?.  No digáis que no estabais avisadas, porque con mucha anterioridad os había anunciado estos tiempos.  ¡Ya es tarde para vosotras Babilonias modernas, tapasteis vuestros oídos a mi verdad y vuestros hijos se rebelaron contra Mí,  siguiendo cada uno los dictámenes de su perverso corazón!.  Nadie os escuchará en el tiempo de mi justicia, ya no hay marcha atrás.  Mi justicia todo lo transformará, todo lo purificará.  No os destruiré por completo a pesar de vuestros pecados y maldad, dejaré supervivientes como lo hice con Lot y su familia, ellos habitarán mis Nuevos cielos y mi Nueva tierra y serán mi pueblo y yo seré su Dios.  La paz, el amor y la armonía, florecerán como cedros del Líbano y mi voluntad se hará en los cielos y en la tierra y no volverá a recordarse el pasado.  Que mi paz permanezca entre vosotros, pueblo mío, heredad mía.  Soy vuestro Padre:  Yahvé.

Dad a conocer mis mensajes en todos los confines de la tierra.

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