May 2_12 Soy Yo, el que os está protegiendo, no es vuestra Torre de Babel ni vuestras construcciones
(MENSAJE A J.V MÉXICO)
Rosario vespertino.
Temas:
- PedidLe al Espíritu Santo, que habita en vosotros, que os haga gozar ésa realidad, que os haga sentir en todo vuestro ser lo que debéis sentir al estar con Nosotros.
- PedidMe, Mis pequeños, que podáis entender todo esto que os he explicado, porque si lo entendéis y Me pedís que se realice en vuestra vida, no os imagináis lo felices que seréis.
- A todos se os da una oportunidad de cambio, aprovechadla, Mis pequeños, mientras tanto, tratad de amaros los unos a los otros como Yo os enseñé y como os he pedido.
- La Sabiduría os llevará hacia la Verdad, hacia la realidad espiritual en la cual os debéis mover como creaturas creadas.
- Los que estáis construyendo vuestros refugios humanos, no estáis viniendo a ser protegidos por Mi Poder Divino, estáis confiando en vuestra construcción, en vuestras capacidades, en vuestros bienes humanos.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: PedidLe al Espíritu Santo, que habita en vosotros, que os haga gozar ésa realidad, que os haga sentir en todo vuestro ser lo que debéis sentir al estar con Nosotros.
Hijitos Míos, todos vosotros, como seres humanos, tenéis vuestras preocupaciones, necesidades, gustos, tribulaciones, todos vosotros vivís en este mundo para servirMe y servir a vuestros hermanos.
Sobre: PedidLe al Espíritu Santo, que habita en vosotros, que os haga gozar ésa realidad, que os haga sentir en todo vuestro ser lo que debéis sentir al estar con Nosotros.
Hijitos Míos, todos vosotros, como seres humanos, tenéis vuestras preocupaciones, necesidades, gustos, tribulaciones, todos vosotros vivís en este mundo para servirMe y servir a vuestros hermanos.
Durante vuestra vida, muchas veces
ésta se vuelve tediosa, porque está llena de problemas y a veces no
tenéis las soluciones para resolver ésos problemas y se os hace pesada,
pero de vez en cuando tenéis una ilusión y eso os da vida, esperáis
los días con ansia, para llegar a ése momento que os va a dar alegría y
quizá hasta os hará olvidar muchos de vuestros problemas mientras
estáis en ésos momentos de alegría.
Mis pequeños, cómo quisiera que ésos
momentos de alegría fueran para Mí. Cómo quisiera que al buscarMe,
tuvierais ésas alegrías, como cuando tenéis las alegrías del mundo y
que las gozáis plenamente.
Cómo quisiera, Mis pequeños,
vosotros, como creaturas, como niños pequeños que sois, que tuvierais
ésas alegráis Conmigo, porque no os imagináis lo que Yo Soy y debiera
Ser para todo el género humano. Soy vuestro Dios y ya el decir “Soy
vuestro Dios” es el estar hablando de una Potencia increíble. No tengo
medida y el estar Conmigo o buscarMe debiera ser una gran alegría para
vosotros, porque estáis viniendo a orar, a conversar, a pasar un
momento con vuestro Dios y Creador y ya el simple hecho de esperar por
tener un momento Conmigo, ya que cuando os apartáis del mundo Me tenéis a
Mí, debiera ser una gran alegría para vosotros y, ciertamente, Yo
también lo gozo, porque cuando la creatura se vuelve hacia Mí y Me da
aunque sea unos momentitos de su tiempo, Yo gozo ésos momentitos, pero
más debierais gozarlos vosotros, porque al buscarMe y al orar por
algunos momentos o compartirMe vuestros momentos, ya sean de alegría o
de tristeza, Me estáis tomando en cuenta a Mí. Vuestra alegría debiera
ser inmensa, porque entráis en contacto Conmigo.
Vosotros os alegráis cuando entráis
en contacto con una persona famosa en la Tierra, gozáis ésos momentos y
os queda el recuerdo por mucho tiempo. Yo, vuestro Dios
Soy infinitamente más importante que cualquier creatura de la Tierra,
por más famosa que sea y no Me dais a Mí Mi lugar, no Me tomáis en
cuenta y cuando entráis en oración Conmigo, Me olvidáis rápidamente.
Esa es Mi tristeza con la gran
mayoría de los hombres, ésa es la tristeza de Mi Hijo en el Huerto de
los Olivos, esa es la tristeza de Mi Hija, la Siempre Virgen María, que
poco os acordéis de Nosotros en la Tierra. El Cielo, deseoso está que
vosotros alcéis vuestros ojos hacia el Cielo y pongáis vuestro corazón
en el Nuestro.
PedidLe al Espíritu
Santo, que habita en vosotros, que os haga gozar ésa realidad, que os
haga sentir en todo vuestro ser lo que debéis sentir al estar con
Nosotros. Cuando vosotros Me buscáis, cuando buscáis a
vuestro Dios, debierais gozar y todos vosotros debierais gozar, como
aquellos que ya Me han encontrado, que se pasan en éxtasis minutos,
horas, porque han encontrado a su Dios y han encontrado la realidad de
su vida que Soy Yo.
PedidMe, Mis pequeños, que os ayude a
gozar de Mi Presencia a lo largo de vuestra vida y cambiaréis
infinitamente, porque entonces ya estará vuestro corazón donde debe
estar, que es junto al Mío. Ya no os separaréis, porque sabréis que
vuestra meta, vuestra finalidad, vuestra misión en la Tierra es que os
unáis perfectamente Conmigo y al hacerlo así, transmitiréis el Amor,
que encontrasteis, a vuestros hermanos. Todo cambia y cambiará, porque
entonces viviréis realmente el Amor y la felicidad aún estando todavía
sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: PedidMe, Mis pequeños, que podáis entender todo esto que os he explicado, porque si lo entendéis y Me pedís que se realice en vuestra vida, no os imagináis lo felices que seréis.
Hijitos Míos, este es el tiempo en que la humanidad entera pasará de la obscuridad hacia la Luz. Tendréis todos vosotros la oportunidad de conocer la Luz, aún aquellos que no nacieron dentro de la religión en la que Mi Hijo es el Pastor de todos vosotros.
Sobre: PedidMe, Mis pequeños, que podáis entender todo esto que os he explicado, porque si lo entendéis y Me pedís que se realice en vuestra vida, no os imagináis lo felices que seréis.
Hijitos Míos, este es el tiempo en que la humanidad entera pasará de la obscuridad hacia la Luz. Tendréis todos vosotros la oportunidad de conocer la Luz, aún aquellos que no nacieron dentro de la religión en la que Mi Hijo es el Pastor de todos vosotros.
Toda la Humanidad (Lenguas…) se
llenará de Mi Luz, toda la humanidad se verá a sí misma. Toda la
humanidad gozará de Mis delicias, de Mi Amor. Toda la humanidad
conocerá sus faltas y el daño que Me hicieron. Toda la humanidad tendrá
la oportunidad, libremente, de venir a Mí o rechazarme, en lo futuro.
Para toda la humanidad se abrirán las Puertas de los Cielos de par en
par.
Todos tendréis la oportunidad,
primeramente, de conocerMe, de conocer Mi Amor y, si no, tendréis la
libertad de rechazarMe y ya no tendréis la oportunidad de ver la Luz
eternamente y las tinieblas os cubrirán.
Soy un Dios Justo, Soy un Dios de
Amor, soy un dios Benévolo, aún con aquellos que Me han atacado, que
han atacado todo lo Mío y a los que están Conmigo.
Toda la humanidad podrá escoger entre
un cambio verdadero de vida, para cambiar a éste mundo hacia el Amor, o
se podrá mantener en el error, en la maldad, en la destrucción en la
que actualmente estáis viviendo.
¡Oh!, ¡Mis pequeños, cuánto mal hay
en el corazón del hombre!, ¿por qué permitisteis que el mal anidara en
el corazón, cuando Mi Bien os iba a producir cosas mejores?
Habéis desperdiciado tantas y tantas bendiciones. Se os dio tanto y no todos lo han aprovechado.
Mi Hijo abrió Sus Brazos en la Cruz
en señal de ése deseo de abrazaros a todos, de perdonaros a todos, y
aún así no habéis querido comprender las Bondades de Mi Corazón y todo
lo que se ha hecho por vosotros, para vuestra salvación eterna.
El Bien está frente a vosotros, en
cualquier momento lo podéis tomar, pero ahí lo dejáis y preferís tomar
el mal, tontamente, porque el mal solamente os llevará a vuestra propia
destrucción, cuando Mi Bien, os va a dar Vida, Vida plena, tanto en
vuestro cuerpo como en vuestra alma.
Ciertamente va a haber una
transfiguración para vuestros cuerpos humanos, ya os lo he anunciado,
pero poco habéis entendido. El hombre no sabe esperar sois impacientes,
Mis pequeños, se os han anunciado muchas cosas buenas que sucederán,
pero vosotros no queréis que esto ya se dé, porque queréis gozar y no a
nivel espiritual. No queréis sacrificios ni penitencias, simplemente
queréis gozar en vuestro cuerpo, en todo aquello que os va a llevar a
una destrucción espiritual si os mantenéis con ése deseo de la búsqueda
carnal y todo lo que vuestra carnalidad exige.
Soy vuestro Dios, Mis
pequeños, Yo no exijo como vosotros mismos os exigís en vuestra
carnalidad de vuestro mundo, de vuestra materialidad, Yo solamente os
pido que Me deis vuestra voluntad. Cuando Me dais vuestra
voluntad, ciertamente seguís en el mundo, seguiréis caminando por el
mundo, seguiréis haciendo lo que vuestras obligaciones de estado
exigen, la diferencia estriba, en que cuando vosotros Me dais vuestra
voluntad, vuestros actos se vuelven actos santos, actos Divinos, porque
Yo camino con vosotros, hablo por vosotros, pienso por vosotros, actúo
en general por vosotros, y ¿quién más que Yo puedo actuar, vivir,
hablar en perfección, con Sabiduría? Esa es la gran diferencia de vivir
solos y para el mundo, sin pedir Mi ayuda, sin pedir Mis Consejos, que
cuando Me pedís que se haga Mi Voluntad en vuestra vida, entonces todo
lo que haréis, primeramente se santificará, porque Yo estoy actuando en
vosotros, como Mi Hijo actuó bajo Mi Voluntad cuando se dio por
vosotros en la Tierra.
Ved aquí la diferencia, Mis pequeños,
los santos, las almas buenas, las almas que son ejemplo sobre la
Tierra han entendido bien esto y lo han llevado a cabo. El ser santos,
podría deciros que es simplemente dejar que Mi Voluntad se haga en
vuestra vida.
Vuestros Primeros Padres vivían en
ésa santidad, Yo actuaba con ellos y a través de ellos, Mi Sabiduría,
Mi Voluntad, todo estaba en ellos y gozaban inmensamente Conmigo, con
Mi Voluntad en ellos. Ellos luego no quisieron actuar bajo Mi Voluntad
y es cuando erraron el camino, el actuar bajo su voluntad echó a
perder todo.
Estos son tiempos, Mis pequeños, en
que se os dará la oportunidad de volver a ésa vida que llevaban
vuestros Primeros Padres, que era el vivir bajo Mi Voluntad y eso es un
ofrecimiento de todos vuestros actos, un pedir permiso a Mí, vuestro
Dios, antes de hacer lo que vosotros queráis hacer, es el gozar lo que
Yo os doy, porque cuando el alma se suelta a Mi Voluntad, Yo la
consiento y le regalo infinidad de cosas que sé que os darán un gusto
inmenso.
Vosotros cuando os dejáis mover por Mi Voluntad no perdéis nada, ganáis inmensamente.
Ciertamente Me ganáis a Mí y al
ganrMe a Mí, ganáis todo, porque Soy el Creador de todo. Comparto con
las almas que se han donado a Mi voluntad grandes secretos, grandes
dones, grandes bendiciones, grandes alegrías, porque Soy un Padre que
consiente a Sus hijos, Soy un Padre que ama infinitamente a Su creatura
y que enseña también a Su creatura a amarMe. Yo estoy con ésas almitas
y ésas almitas están plenamente Conmigo, no se separan en ningún
momento de Mí y permiten que Mi Voluntad actúe en su vida y de esta
forma, al estar Yo viviendo por ellas, también las cuidaré de los
ataques fuertes del enemigo.
¡Oh! ¡Si entendierais todo esto!, y
lo siguierais, cómo gozaríais vuestra estancia en la Tierra y todo esto
sería una preparación para vivir eternamente en el Reino de los
Cielos, porque las almas del Cielo viven bajo Mi Divina Voluntad.
PedidMe, Mis pequeños, que podáis
entender todo esto que os he explicado, porque si lo entendéis y Me
pedís que se realice en vuestra vida, no os imagináis lo felices que
seréis, la misma felicidad que vuestros Primeros Padres tenían en el
Paraíso y era el Paraíso porque gozaban plenamente en su ser el vivir
Conmigo, su Dios y Creador. Eso es el Paraíso real de todos vosotros,
el encontrar el gran tesoro que Soy Yo. BuscadMe, Mis pequeños y Me
dejaré encontrar, es Mi Amor el que quiere estar plenamente en
vosotros. Ojalá ése deseo también nazca en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: A todos se os da una oportunidad de cambio, aprovechadla, Mis pequeños, mientras tanto, tratad de amaros los unos a los otros como Yo os enseñé y como os he pedido.
Hijitos Míos, vosotros, a los que no os falta de lo material, os pido ayudéis a vuestros hermanos que no tienen a veces ni lo mínimo para vivir y, os podría decir, a vivir decorosamente, como debierais vivir aquí en la Tierra, que no os faltara alimentos, que no os faltara techo, que no os faltara ropa con qué cubrir vuestra desnudez.
Sobre: A todos se os da una oportunidad de cambio, aprovechadla, Mis pequeños, mientras tanto, tratad de amaros los unos a los otros como Yo os enseñé y como os he pedido.
Hijitos Míos, vosotros, a los que no os falta de lo material, os pido ayudéis a vuestros hermanos que no tienen a veces ni lo mínimo para vivir y, os podría decir, a vivir decorosamente, como debierais vivir aquí en la Tierra, que no os faltara alimentos, que no os faltara techo, que no os faltara ropa con qué cubrir vuestra desnudez.
Mis pequeños, poco amor, poca Caridad
hay entre vosotros, muy pocos son los que todavía voltean a ver al
pobre que se acerca y darle alguna moneda. Ponéis muchos
pretextos, arguyendo que ésa moneda será para cosas malas, pero eso ya
no os incumbe a vosotros, Mis pequeños, Yo conozco el corazón de los
hombres, conozco el vuestro cuando dais ésa Caridad, cuando ése acto lo
realizáis, se une a Mis actos. Yo estuve también sobre
la Tierra, caminé entre ricos y pobres, ayudé aún a los más
necesitados, a todos ayudé, a veces, con lo material, a veces con lo
espiritual porque eran Mis hermanos. Todos vosotros sois Mis hermanos,
porque vine a la Tierra a hermanarMe con el género humano.
Muchos corazones se han endurecido y
principalmente porque no estudian Mi Vida y Mis Palabras en las
Sagradas Escrituras. Yo le doy al que da, al ciento por uno, consiento a
las almas caritativas que dan a sus hermanos que no tienen y no
solamente hablo de lo material, porque muchas veces más necesita el
hombre de lo espiritual. Os llena más una palabra bonita, un consejo
sano, que un pan o una comida sustanciosa.
Ciertamente llenáis vuestro cuerpo,
le dais de comer, pero a pesar de que vuestro cuerpo ya tiene su
alimento, vuestra alma puede seguir sufriendo y mucho y podría deciros
que de nada sirvió ése alimento del cuerpo porque vuestra alma, al no
tener su alimento, no le aprovechará mucho.
Os habéis vuelto muy fríos, hacéis
todo para vosotros mismos. Poco convivís con vuestros hermanos, os
encerráis en vuestro propio mundo. La Caridad, que se puede dar en
diferentes formas, ya no aplica para muchos de vosotros, os escondéis
de vuestros hermanos arguyendo que os pueden atacar u os pueden hacer
algún daño y, así, vais perdiendo contacto con el corazón de vuestros
hermanos y acabáis temiéndoles a todos, cuando debierais convivir como
hermanos, ayudándoos unos a otros en vuestras necesidades particulares.
Todos vosotros tenéis necesidades,
padecéis en vuestro cuerpo, en vuestra alma, en vuestra economía, en
vuestra espiritualidad y he dado dones a cada uno de vosotros, dones
diferentes, para que os cuidarais y pudierais ayudaros unos a otros y
crearais ésa verdadera familia aquí en la Tierra, como se vive en el
Cielo.
En el Reino de los Cielos se vive la
hermandad santa, se vive el Amor entre todas las almas. Aquí en la
Tierra, satanás se ha encargado de separaros, sois individuos, ya no
sois familia, no dais de lo que tenéis y padecéis mucho por ello.
Tratáis de quitarle al hermano de lo que tiene y no compartís nada de
lo que tenéis, a pesar de que lo que tenéis lo adquiristeis con los
dones que Yo os concedí. El egoísmo, la avaricia, la grosería, la vivís
todos los días porque ya no sois hermanos, porque ya no os cuidáis los
unos a los otros, porque ya no os importa cómo vive vuestro hermano y
qué necesidades tiene.
Os he dicho que satanás os ha ido
separando y debéis procurar hacer familia nuevamente. El Reino de los
Cielos es para todos vosotros, en familia y no como individuos
apartados, que no queréis saber de vuestros hermanos y a veces ni
siquiera de los que habitan o habitaron el mismo techo.
¡Cuánta desilusión Me causáis, Mis
pequeños! ¡Cuánta falta de amor hay entre vosotros! Yo, vuestro Hermano
Mayor, Jesucristo, vine a enseñaros el Amor, el Amor que se vive en el
Reino de los Cielos y al cual debéis tender. Pero satanás, os sigue
cegando y os llena de temores. Como os dije, ya no confiáis en vuestros
hermanos y le hacéis más caso al temor que al Amor. ¿Por qué no ahora
pensáis al revés y así cambiaréis vuestro mundo y os amaréis los unos a
los otros como Yo os vine a enseñar?
Empezad a tratar mejor a vuestros
hermanos, deseadles cosas buenas, un “buenos días”, “una buena tarde”,
“una buena noche”, “un buen camino”, decidles cosas bonitas, cosas que
les halaguen y poco a poco empezaréis a romper ésas barreras de temor
que satanás ha puesto entre vosotros. Ciertamente, vivís en temor y en
el Amor no debe haber temor.
Empezad, Mis pequeños, a producir
amor entre todos vosotros para que preparéis Mi regreso a la Tierra. Yo
no puedo regresar a estar entre vosotros cuando no os estáis amando
los unos a los otros. Si ahora bajara para querer estar entre vosotros,
seguramente muchos Me atacarían y Me Crucificarían de nuevo. Es una
realidad, es una desgracia, porque no estariáis apreciando la Presencia
de todo un Dios entre vosotros.
Yo Soy el Amor, Soy Hijo del Amor y
todos vosotros fuisteis creados en el Amor, vuestra vida debe tender
hacia el Amor en todas sus facetas y no lo estáis haciendo, Mis
pequeños. Dais muy poco porque estáis encerrados en vuestro propio
mundo, en vuestro propio pequeño mundo.
El Universo entero pertenece a
aquellos que están Conmigo, solamente buscáis lo poco que os da el
mundo, vivís muy empobrecidos, cuando pudierais ser muy ricos al vivir
con el Universo entero con vosotros y esto se da, cuando vivís en el
Amor.
Mucho bien se ha derramado sobre
todas las almas y sobre todos los tiempos, y poco, muy poco habéis
aprovechado. Ése es un gran dolor en Mi Corazón y en el corazón de
todos aquellos que se dan por sus hermanos, tacháis como tontos a
aquellos que viven en el Amor y producen Amor. Ya no se os hace
práctico vivir en el Amor ni transmitirlo porque os sentís débiles ante
vuestros hermanos cuando vivís de ésa forma y, si vierais lo que
realmente se ve desde el Cielo sobre aquellas almas que están amando,
las que están produciendo Amor, las que están buscando el Amor, os
llevaríais una sorpresa inmensa. Creéis que ser poderosos en este mundo
es tener mucho dinero, es tener muchas relaciones con hermanos
vuestros que están en niveles altos, económicos o políticos y éstas
almas son las que más tristeza causan al Cielo, serán poderosas en la
Tierra, pero no son nada para los bienes del Cielo.
Vosotros, los que aún amáis, los que
producís amor, los que queréis todavía vivir en el Amor, seguid
adelante, que pronto encontraréis grandes riquezas que acumulasteis por
vivir como Yo os enseñé. Gozaréis vuestra entrada en el Reino de los
Cielos, porque encontraréis almas como la vuestra, llenas de Amor,
llenas de un gran deseo de vivir según el Amor que Yo os enseñé y que
multiplicaréis y engrandeceréis en la eternidad.
El Amor hace grandes a las almas que
lo poseen, en cambio, las riquezas absurdas de la Tierra os degradan,
os nulifican, os destruyen, cuando solamente buscáis lo del mundo.
Meditadlo, Mis pequeños, porque para
muchos de vosotros, el tiempo de vuestra vida sobre la Tierra pronto se
terminará, si buscasteis lo del mundo, lloraréis el haber errado en la
vida que escogisteis.
A todos se os da una oportunidad de
cambio, aprovechadla, Mis pequeños, mientras tanto, tratad de amaros
los unos a los otros como Yo os enseñé y como os he pedido.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: La Sabiduría os llevará hacia la Verdad, hacia la realidad espiritual en la cual os debéis mover como creaturas creadas.
Hijitos Míos, ciertamente fui Bendecida con grandes Virtudes y con un grande Amor de Nuestro Padre Dios en Su Santísima Trinidad.
Sobre: La Sabiduría os llevará hacia la Verdad, hacia la realidad espiritual en la cual os debéis mover como creaturas creadas.
Hijitos Míos, ciertamente fui Bendecida con grandes Virtudes y con un grande Amor de Nuestro Padre Dios en Su Santísima Trinidad.
Ciertamente, con los dones que se Me otorgaron, especialmente la Sabiduría, pude escoger el cómo vivir para Nuestro Dios.
La Sabiduría Me llevó hacia la Humildad, porque Nuestro Dios se merece todo, la creatura está para servir a Nuestro Dios, aquél que se hace más que Dios, cuando llena de soberbia está, pierde todo lo que podría obtener al vivir en ésa pequeñez que Nuestro Padre Dios quiere de la creatura.
La Sabiduría Me llevó hacia la Humildad, porque Nuestro Dios se merece todo, la creatura está para servir a Nuestro Dios, aquél que se hace más que Dios, cuando llena de soberbia está, pierde todo lo que podría obtener al vivir en ésa pequeñez que Nuestro Padre Dios quiere de la creatura.
La creatura es pequeña, la creatura
depende de su Creador, la creatura está para darse en plenitud a Aquel
que la creó. La creatura, con Discernimiento Santo, debe entender que
nunca podrá ser más que su Creador y que depende totalmente de Él.
Cuando la creatura se aparta de su
Dios y Creador, porque siente que no Le debe nada, que siente que puede
ser autónoma, en ése momento decrece ante los Ojos de Nuestro Dios y
no porque no la quiera, sino porque la soberbia está impidiendo la
entrada de Su Gracia a todo su ser.
Ciertamente, Nuestro Dios, busca a la
creatura más necesitada, ya sea por pecado, ya sea por soberbia, ya
sea por maldad, por todo aquello que va en contra de lo que es el Amor.
Cuando un alma se ha contaminado por la maldad, ésa alma es más
buscada por Nuestro Dios y lo visteis con Mi Hijo, que vino a la
Tierra. Él buscaba al enfermo, al que vivía en el pecado, al que
actuaba en el error. Muchos de ellos vivían así por ignorancia y otros
porque habían escogido ésa forma de vida pero, al fin y al cabo, todos
enfermos a los Ojos de Nuestro Dios.
Si vosotros os creéis sanos, en ése
momento realmente estaréis enfermos porque, el sentirse sano, es
sentirse sin necesidad de buscar a Aquel que lo va a sanar, se siente
sano, pero realmente está enfermo porque su soberbia lo ciega y un alma
ciega nunca podrá ir por un buen camino, tarde o temprano caerá o se
desviará por caminos incorrectos que le podrán llevar a la muerte
eterna.
Mis pequeños, en todo
momento pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, Sabiduría,
Sabiduría Santa, que os va a llevar a una excelsitud de vida
espiritual, porque la Sabiduría os llevará hacia la Verdad, hacia la
realidad espiritual en la cual os debéis mover como creaturas creadas.
Una creatura nunca podrá tener el lugar de Dios, ni podrá tener las
capacidades de todo un Dios.
Al no tener Sabiduría, vosotros
fácilmente caéis en las mentiras de satanás y él es el que os desvía y
os lleva a imaginaros infinidad de irrealidades en las cuales puede
vivir la creatura.
Como os dije, la sabiduría os va a
llevar a la humildad y os va a enseñar que sois pequeños y vais a
conocer que para poder ser grandes ante los Ojos de Nuestro Dios,
solamente confiando en Su Poder Divino, lo lograréis.
Pedid pues la Sabiduría Santa, Mis
pequeños, para que podáis entender que solamente en la pequeñez podréis
recibir abundantemente las Bendiciones de Nuestro Dios, vuestro
Creador.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Los que estáis construyendo vuestros refugios humanos, no estáis viniendo a ser protegidos por Mi Poder Divino, estáis confiando en vuestra construcción, en vuestras capacidades, en vuestros bienes humanos.
Hijitos Míos, ciertamente, por vuestra pequeñez, por vuestra falta de virtud, por vuestra falta de Sabiduría Santa, vosotros tendéis a buscar lo material para protegeros. Buscáis primero proteger vuestro cuerpo y vuestras posesiones y muy al final os acordáis de proteger vuestra alma y hacerla crecer.
Sobre: Los que estáis construyendo vuestros refugios humanos, no estáis viniendo a ser protegidos por Mi Poder Divino, estáis confiando en vuestra construcción, en vuestras capacidades, en vuestros bienes humanos.
Hijitos Míos, ciertamente, por vuestra pequeñez, por vuestra falta de virtud, por vuestra falta de Sabiduría Santa, vosotros tendéis a buscar lo material para protegeros. Buscáis primero proteger vuestro cuerpo y vuestras posesiones y muy al final os acordáis de proteger vuestra alma y hacerla crecer.
Tenéis el ejemplo de la Torre de
Babel, ciertamente se habían dado, en la humanidad de aquél tiempo,
grandes desastres, como el Diluvio, pero que todo esto se dio por la
falta de espiritualidad del hombre. Seguían viendo solamente lo
material, cómo cuidar de lo material, cómo cuidar de su propia vida
física, cuando se les llamaba continuamente a un cambio de vida en lo
espiritual.
Mi Hijo también se lo dijo a los
hombres de ése tiempo “vosotros venís tras de Mí, por el alimento que
Yo os doy para vuestro cuerpo, pero no queréis hacer un cambio fuerte,
definitivo en vuestra alma”.
Y seguís en lo mismo, se
os ha pedido a través de los profetas del Antiguo Testamento, se os ha
pedido a través de Mi Hijo, en el Nuevo Testamento, a través de los
profetas de éste tiempo, a través de Mi Hija, la Siempre Virgen María
en Sus apariciones. Todo lo que se os dice, todo lo que
se os recuerda, es volver hacia Mí, vuestro Dios, a engrandecer vuestra
alma, con las capacidades que ya debéis tener, empezando con el Amor y
teniendo el Amor en alto grado, vosotros tendréis infinidad de
Virtudes, de capacidades y dones especiales para ayudar a vuestros
hermanos y así poder seguir viviendo en el Amor. Pero preferís seguir cuidando y protegiendo a vuestro cuerpo y vuestras cosas materiales, habláis
de refugios, habláis de protecciones para que los desastres que se
puedan venir no os produzcan ni un solo rasguño en vuestro cuerpo y que
podáis proteger vuestras posesiones materiales. ¿De
qué os sirve un refugio humano con una construcción blindada y
protegida de otros hermanos vuestros, cuando vuestra alma vive en el
error, en el pecado, en la falta de amor hacia sus hermanos y, sobre
todo hacia Mí, vuestro Dios? Os seguís cubriendo de cosas que os
protegen nada más en vuestra materialidad y ¿de qué os servirán si vais a
sucumbir y a morir eternamente por vuestra falta de amor hacia Mí y
hacia vuestros hermanos?
Entended bien esto, Mis pequeños,
porque estáis tergiversando fuertemente vuestra realidad. Aquellos que
confían fuertemente en Mí, que confían con una Fe ciega, no necesitan
buscar refugios, no necesitan construir una Torre de Babel para
retarme, creyendo que estando en vuestra Torre de Babel no os alcanzará
Mi Ira si os la merecéis, pero si vosotros os protegéis con una vida
de Amor y de Virtudes, profunda, ésa es vuestra protección real, porque
lo que debéis proteger es vuestra alma, porque es lo que va a
trascender después de vuestra muerte.
Seguís protegiendo lo que se quedará en el mundo y que polvo se volverá.
Vuestra alma es un tesoro y no lo estáis protegiendo como debéis,
especialmente por vuestra falta de Fe, y vuestra falta de Fe os lleva a
que no confiéis en Mí, vuestro Dios y eso Me duele mucho. No confiáis
en Mi Amor, no confiáis en Mi Providencia Divina, no confiáis en que Yo
os puedo resguardar de todo mal, aún a pesar de que éste se acerque a
vosotros en una forma inmensa, que creyendo que os podrá aplastar, no
podrá, porque Yo os estaré cuidando. Nada puede ser más
Poderoso que Yo, vuestro Dios, si vosotros estáis Conmigo, Mi Poder
Divino os protege de todo mal, pero Soy Yo, el que os está protegiendo,
no es vuestra Torre de Babel ni vuestras construcciones que hagáis para
protegeros las que mantendrán vuestra vida. Soy Yo, vuestro Dios, el que os cuidará.
Amo grandemente a todas aquellas almas que confían plenamente en Mí,
vuestro Dios. Sed como niños, os dijo Mi Hijo y el niño se acerca al
padre y a la madre cuando sienten el peligro y vosotros,
los que estáis construyendo vuestros refugios humanos, no estáis
viniendo a ser protegidos por Mi Poder Divino, estáis confiando en
vuestra construcción, en vuestras capacidades, en vuestros bienes
humanos y ellos no son nada junto a Mi Poder Divino. Tened
cuidado porque satanás os puede estar engañando y desviando de vuestra
verdadera realidad, que es la de cuidar vuestra alma y no tanto vuestro
cuerpo.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
0 comentarios:
Publicar un comentario