lunes, 25 de abril de 2011

MARÍA MADRE DE LA HUMANIDAD SEÑORA DE TODAS LAS NACIONES



JUNIO 01 DE 2011 9:30 A.M.

LLAMADO URGENTE DE LA VIRGEN A LA HUMANIDAD

Hijitos, que la paz de Dios Altísimo esté con vosotros.
Los días del reinado de mi hijo están cerca; congregaos en torno a Mí; aferraos a mi Corazón Inmaculado; no os desprendáis, yo seré vuestro refugio y amparo en estos días de tanta oscuridad. Hijitos, no temáis, ni os dejéis llevar por el pánico; sabed que yo estoy con vosotros guiándoos y mostrándoos el camino que os llevará a mi Hijo y a su Jerusalén Eterna.

Hijitos míos, voy a empezar a manifestarme en diferentes lugares de la tierra, haciendo llamados a la conversión; serán mis últimas apariciones antes de que llegue la Justicia Divina; ningún mortal podrá refutar mis apariciones, pues serán nítidas; me manifestaré como la Madre de la Humanidad, Señora de todas las Naciones, para despertar a los incrédulos y tibios de corazón, haciéndoles un llamado para que vuelvan a Dios y se aparten del mal camino; entended pequeñitos que vuestro Padre y Madre Celestial no quieren la muerte del pecador; yo vuestra Madre sufro por vosotros mi niños rebeldes; ¿hasta cuándo vais a tener cerrados vuestros corazones al Dios del amor y de la vida?. Mirad hijitos que todo está ya consumado; no seáis tan tercos y duros de corazón, volved a Dios hijitos, lo más pronto posible; convertíos y dejad de pecar; acordaos que el pecado ofende a mi Padre, el pecado os aparta de Él; no sigáis dándole la espalda a su Santo Espíritu; mirad que vuestro tiempo ha llegado a su fin y que el castigo de Dios para los impíos está por comenzar. 

Hijitos, la Justicia Divina es implacable e inexorable; por lo tanto recapacitad y retomad cuanto antes el sendero de la salvación antes de que sea demasiado tarde. Hijitos rebeldes, yo vuestra Madre os amo aun sabiendo que vosotros no me amáis; yo seguiré intercediendo por vosotros ante mi Padre, para ver si en el último segundo os arrepentís y volvéis a Él; sabed pues hijitos míos, que están próximas mis últimas apariciones; mi deseo es congregaros en un solo rebaño para preparar el regreso triunfal de mi hijo y establecer en la tierra el reinado de nuestros dos corazones.

Que la luz de mi Corazón Inmaculado os guíe a mi Hijo. Soy vuestra Madre: María Madre de la Humanidad, Señora de todas las Naciones.

Dad a conocer mis mensajes hijos míos, a todas las naciones.


¡MI IGLESIA ESTÁ LEVANTADA SOBRE LA FIRME ROCA QUE SOY YO Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA!

MAYO 15 / 2011 2:00 p.m.

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD

Hijos míos, que mi paz esté con vosotros y permanezca siempre.
El Nuevo orden mundial próximo a establecerse en la tierra, tiene como prioridad acabar con mi Iglesia. La Iglesia que establecí cuando le dije a Pedro: Tú eres Kefa, la roca, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Hijos míos, hay una conspiración contra mi Iglesia, los reyes de la tierra guiados por la masonería y unidos a un grupo de altos jerarcas de mi Iglesia, quieren abolir su doctrina y mis preceptos, que son las leyes de Dios que rigen los destinos de mi Iglesia y mi pueblo fiel. Según ellos, la Iglesia de hoy debe ser modernista y acorde con los cambios de la humanidad.

Quieren establecer una Iglesia politeísta, amparada por un falso ecumenismo, alejada de Dios y del prójimo, donde no existirá la verdad, ni el amor, ni la humildad, ni la caridad y mucho menos el Espíritu de Dios. Os alerto rebaño mío, para que no os dejéis engañar por estos falsos pastores que lo que buscan es apartaros de Mí. ¡Qué tristeza me produce ver a tantos de mis predilectos que como Judas entregarán a su Maestro y su Iglesia, en manos de su adversario y sus agentes del mal!. Mi dolor es grande y lenta es mi agonía; mi calvario se revive por la traición que sufriré de parte de algunos de mis jerarcas de mi Iglesia. Lobos disfrazados de ovejas, que lo que buscan es dispersar mi rebaño y separarlo de la casa de mi Padre.

De nuevo os lo digo, la Casa de mi Padre está a punto de ser profanada; todo cambiará; mi doctrina y mi evangelio serán pisoteados, mi culto diario será suspendido, y la abominación del ser de iniquidad hará temblar los cimientos de mi Iglesia. Pero no temáis rebaño mío, mi Iglesia soy Yo, y las puertas del infierno no podrán contra ella. Uníos a mi Madre y a mis Ejércitos celestiales, vosotros mi Ejército militante. El combate está por comenzar; habrá caos y confusión al interior de mi Iglesia, Roma se perderá y muchos de mis predilectos fieles a Mí, serán mártires y derramarán su sangre. Sangre de mi Sangre con la cual purificaré mi Iglesia.

¡Ay de vosotros pastores infieles que entregaréis a mi Iglesia al poder de las tinieblas, porque os aseguro que vuestro castigo y tormento será peor que el de Judas!. Yo os conozco y así como a Judas os digo: Lo que tenéis que hacer, hazlo pronto. El Hijo del Hombre representado en su Iglesia será nuevamente entregado en manos de sus opresores. La historia se repite, nuevamente seré crucificado por algunos de los sumos sacerdotes que rigen los destinos de mi Iglesia de hoy. ¡Oh Judas, que os escudáis bajo una falsa fe y aparentáis ser de Dios, cuando en realidad lo que sois es sepulcros blanqueados!. Limpios por fuera, pero llenos de ambición, envidia, engaño, traición y pecado. Os aseguro que vuestra traición será vuestro llanto y crujir de dientes en las profundidades del seol.

Hijos míos, rebaño mío, la hora está cerca; orad y velad conmigo, porque grande es mi dolor y lenta es mi agonía. Estad listos y preparados para el combate espiritual; defended mi doctrina y mi evangelio aún con vuestra propia vida, porque en verdad os digo: Qué grande será vuestra recompensa en el Reino de los cielos. No hay amor más grande que aquel que da la vida por su hermano; vosotros sois mis testigos y ya no os llamo siervos, sino amigos; vosotros sois mi Iglesia y si sólo quedará uno de vosotros, sobre él, levantaría mi Iglesia. Sed valientes como mis discípulos y mis primeros cristianos, que nada ni nadie os aparte del amor de Dios. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Soy vuestro Pastor: Jesús de Nazareth, el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes en todos los confines de la tierra.

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