MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA

2 DE NOVIEMBRE DEL 2011

Amadísimos Míos:

 

VENGO BAJO LA ADVOCACIÓN DE LA MADRE DEL CARMEN.

VENGO A BUSCAR A MIS HIJOS.

VENGO A LLAMARLES A MANTENER LA CONCIENCIA CLARA Y VIVA

PARA QUE DISCIERNAN ENTRE EL BIEN Y EL MAL.

 

Esta humanidad vive permanentemente ensordecida y ha cerrado sus oídos a la voz de la conciencia. Debido a esto el pecado crece instante a instante.  Y es que cuanto miran ahora es sólo el inicio de lo venidero. 

 

Vendrán tiempos en que la conciencia será totalmente anulada en la criatura humana, el corazón será ennegrecido, Dios, desterrado y Yo, totalmente anulada.  Serán instantes de desolación espiritual porque reinará el mal en toda la Tierra.

 

Mi Iglesia amada, Iglesia de Mi Hijo y recibida por Mí al pie de la Cruz, será socavada y estremecida… y junto a Ella, el Pueblo Fiel.  Reinará el enemigo de las almas y Mis hijos tendrán que retornar nuevamente a recibir el Cuerpo y la Sangre de Mi Divino Hijo allá donde nadie les mire, en lo escondido, en lo privado. Porque el Cuerpo y la Sangre de Mi Divino Hijo será prohibido. 

 

LOS INSTANTES ANUNCIADOS POR ESTA MADRE SON LOS QUE VIVEN YA.

EL RELOJ DEL HOMBRE HA COMENZADO A MARCAR EL TIEMPO HACIA ATRÁS…

TIEMPO QUE YA NO ES TIEMPO.

 

Mis Legiones Angélicas se mantienen YA en batalla espiritual contra el mal, batalla que el hombre no mira con sus ojos del cuerpo, y al no poseer una vista, una sensibilidad, una apertura y una fusión espiritual hacia la Trinidad Sacrosanta guiada por el Espíritu Santo únicamente, no logra divisar lo que está aconteciendo en lo espiritual.

 

Éste es sólo el inicio.

 

Hoy les llamo a orar, a orar por Asia, a no privarla de sus oraciones.

Les invito a orar por América del Norte y Chile, no les dejen en sus oraciones.

Les invito a retomar la Misa diaria y a fortalecerse en la fe.

Les invito a recordar que nunca están ni estarán solos.

 

Les insto a recordar que tienen compañeros de viaje, sus protectores, sus Ángeles Custodios, a quienes la humanidad ha olvidado por completo. Ellos  son los mismos del Antiguo Testamento, que obraron prodigios y defendieron al Pueblo de Dios; son los mismos de este instante, del Nuevo Testamento y serán los mismos que acompañarán triunfantes a la Iglesia remanente.

 

Sus compañeros de viaje, sus Ángeles Custodios permanecen guiándoles, auxiliándoles y protegiéndoles, pero ellos como enviados de Dios, respetan el libre albedrío.  Escúchenles y pídanles que les guíen por el camino de la verdad. 

 

EN ESTOS INSTANTES EL ARMA PODEROSA DEL PUEBLO DE MI HIJO ES

EL AMOR MEDIANTE LA UNIDAD.

 

La UNIDAD es barrera más fuerte que el acero, más impenetrable que cualquier material.  La UNIDAD mantiene alejado a satanás y a sus secuaces, que embestirán, sí, pero no destruirán.  Ustedes sean AMOR, que su lengua se mueva para adorar a la Trinidad Sacrosanta, para llamarme, que Yo vendré presurosa, y también para pronunciar palabras de amor y caridad al prójimo. 

 

El egoísmo humano, eso que ustedes llaman yo humano, es la otra criatura que vive dentro de ustedes, que les domina y bajo la cual desean someter a todo prójimo y ésta debe ser removida de ustedes. Ustedes deben levantarse sobre sus deseos y sobre su yo humano; sólo así desterrarán el egoísmo que les hace mantener una única postura ante los diversos carismas y ante la diversidad de caracteres de sus hermanos.

 

LA SOBERBIA Y LA FALTA DE HUMILDAD POSEEN SÓLO UN NOMBRE: REBELIÓN.

 

LES CONVOCO A DOBLEGAR Y A DESTERRAR TODO AQUELLO

QUE LES MANTIENE AÚN ENCADENADOS AL QUERER HUMANO.

 

Todos, absolutamente todos los seres humanos necesitan el Auxilio Divino y Mi Maternidad. Deben nutrirse y alimentarse de ese poder, de esa Esencia Divina, de esa Plenitud Divina que se mantiene presente y latente en el Milagro Eucarístico. Y es por esto que una vez más les llamo a recibir a Mi Hijo verdaderamente presente y vivo en la Eucaristía.  Acérquense a Él.

 

Aquellos que poseen luz, poseerán aún más luz. Aquellos que se mantienen con fe, se mantendrán con más fe. Aquellos que son amor, poseerán más amor.  Todos los dones y virtudes crecen al infinito al recibir el Cuerpo y Sangre de Mi Hijo. Es necesario que le reciban; si esto no fuera así Mi Hijo no habría instituido la Eucaristía. Tomen ustedes la Sangre de Mi Hijo, coman ustedes el Cuerpo de Mi Hijo y sean obedientes a esta Madre que mira mas allá de donde ustedes miran.

 

DOBLEGUEN EL CARÁCTER, LA FORMA DE SER DE CADA UNO, LÍMENLA

 PERMITAN QUE EL ESCULTOR DIVINO LES CINCELE Y NO SE NIEGUEN A ELLO.

 

Mi Hijo y Yo hablamos a los nuestros a través de los hermanos, no se nieguen a escucharles. También les hablamos a través de los acontecimientos y circunstancias diarias.  Y así como en este instante se mantienen en pie, así se mantendrán aquellos que crean, que permanezcan en fe, que se nieguen a caer en las directrices del anticristo y que confíen en que Dios jamás desampara a Su Pueblo.

 

Esta Madre, a la que le ha sido ordenado proteger a la Iglesia, no les desamparará.  San Miguel y las Legiones Angélicas desde el Cielo y en la Tierra se mantienen a la custodia del Pueblo del Dios y a la espera de la Palabra de esta Madre.

 

NO TEMAN, LA IGLESIA JAMÁS SERÁ DERROTADA.

ESTA MADRE LUCHARÁ JUNTO A USTEDES, VELARÁ JUNTO A USTEDES,

PERMANECE JUNTO A USTEDES.

 

Son templos del Espíritu Santo, no se nieguen, no se nieguen a Su Guía.

 

Les amo hijos, Mi Vientre permanece abierto, y ahí Yo les protegeré para que los enemigos y los demonios no les toquen. 

 

Ustedes sean obedientes y recurran a toda la ayuda del Cielo.  Les bendigo.

 

Queden en la paz de Mi Hijo.

 

Hoy es día en que libero del Purgatorio a infinidad de almas. 

 

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

 

 

COMENTARIO DEL INSTRUMENTO

AL MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA

 

Hermanos (as):

 

MAMÁ MARÍA NOS LLEVA A RECORDAR A ESOS COMPAÑEROS DE VIDA, ENVIADOS DE DIOS PARA VELAR POR NOSOTROS AQUÍ EN LA TIERRA… NUESTROS ÁNGELES CUSTODIOS.

Podemos decir que ellos son parte de nuestra conciencia, porque si bien es cierto que no pueden influir directamente sobre nosotros, sí lo hacen llamándonos por medio de nuestra conciencia.
¡Qué importante es ser conscientes  de la compañía de los Ángeles! Ellos siendo mensajeros y enviados de Dios se mantienen en constante vuelo del Cielo a la Tierra y necesitan nuestra cooperación para ayudarnos en nuestro obrar y actuar.

Así que, si cada uno de nosotros oramos a nuestro Ángel Custodio y colaboramos con él para que nos prevenga de los malos actos, pensamientos  y palabras… ¡Cuánto dolor nos ahorraríamos! y, ¡Cuánta alegría traeríamos a nuestra alma, porque nuestro ser se inclinaría más a lo espiritual que a lo carnal, y esto repercutiría en nuestro cotidiano vivir.

Recordemos lo importante que fue para el Padre Pío su Ángel Custodio, así como para otros santos.  Esto denota el carácter relevante de la influencia angelical en todo nuestro proceso de ascenso espiritual.     Amén.

 

Padre bueno y misericordioso gracias porque no te contentas
con darme todo Tu Amor para facilitarme el paso por la Tierra,
sino que, por Tu Divina Bondad, me das a un Ángel
para que sea mi compañero, auxilio, custodio, protector,
y personal mensajero ante Tu Trono Sacrosanto.

Ángel Custodio, hermano espiritual,
has permanecido en silencio mirándome y doliéndote
por mis constantes errores.
Sé que cuando ya nadie me pueda acompañar,
tú serás quien me lleve a la presencia del Padre.

Hoy te invoco, plenamente consciente de Tu permanencia
junto a mí, de Tu fidelidad a la cual yo he sido indiferente.
Hermano mío espiritual, hoy te llamo
 y te pido con plena conciencia que continúes a mi lado,
siendo esa voz que no permita que me aparte del camino recto.

! Oh Santo Ángel Custodio! te reconozco como obra del
Plan Salvífico de Dios, y me confío a Tu guía.
Padre bueno y Misericordioso, gracias por darme
este hermano espiritual al que recibo con amor;
y sabiendo que es, no sólo Tu reflejo, sino Tu mismo Amor,
te suplico humildemente que me concedas amarte, como Él te ama.

 Amén.